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Proyecto de Declaración La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires vería con agrado la creación e implementación de un Programa de Uso Racional del Agua (PURA) en el ámbito de la ciudad, con el objetivo de promover el uso eficiente y racional del agua potable por parte de los usuarios, tanto residenciales (viviendas particulares) como no residenciales (comercios, industrias y servicios). Último cambio: 09/08/2017 0:54:00 - Cantidad de caracteres: 5487 - Cantidad de palabras: 1079 Pág. 1/3 FUNDAMENTOS Tres cuartas partes del planeta que habitamos están cubiertas de agua, sin embargo, alrededor del 97,5% de ésta es salada (océanos, mares) y sólo el 2,5% es agua dulce (glaciares, casquetes polares, agua subterránea, ríos, lagos), que es nuestra principal fuente de abastecimiento por ser la más fácil de potabilizar. Aún así, de las reservas de agua dulce sólo se puede acceder fácilmente a menos del 1%, con lo cual nos queda disponible menos del 0,01% de toda el agua en el planeta. Además, a la escasa disponibilidad física de agua se le suman los efectos del cambio climático y la contaminación. Algunas actividades antropogénicas producen emisión de gases que exacerban el efecto invernadero, hecho que según algunos expertos da cuenta de alrededor del 20% del aumento global de la escasez de agua. Asimismo, otras acciones del hombre, por ignorancia, negligencia o conveniencia económica, han producido la contaminación de grandes volúmenes de agua que ahora ya no están disponibles para su uso. Es decir, en el mundo abunda el agua “a secas” pero no el agua segura. De hecho, la población crece y el consumo también, pero la cantidad de agua disponible permanece prácticamente constante. Si no se hace nada para cambiar esta tendencia, el número de personas sometidas a presión hídrica pasará de 2300 millones a 3500 millones en el año 2025. El agua segura (apta para el consumo humano) es básica para proteger la salud de la población. Basta con atender las siguientes cifras para comprender lo alarmante de la situación: *Unos 6.000 niños mueren diariamente de alguna enfermedad relacionada con el agua no apta para el consumo y con las malas condiciones de saneamiento e higiene. *Se calcula que en el mundo en desarrollo el 80% de las enfermedades se debe al consumo de agua no potable y a las malas condiciones sanitarias. *70 millones de latinoamericanos carecen de acceso a agua potable, 95 millones carecen de saneamiento y 194 millones están conectados a sistemas de alcantarillado cuyos afluentes no reciben tratamiento. *Una de cada seis personas en el mundo carece de un suministro adecuado de agua segura. *Dos quintos de la población mundial no tienen acceso a saneamiento apropiado. La relevancia de este tema se ve reflejada en una de las metas (Nº10) definidas dentro el séptimo Objetivo del Milenio (“Garantizar la sostenibilidad del ambiente”), la cual establece que para el año 2015 hay que “Reducir a la mitad el porcentaje de personas que carezcan de acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento”. Entonces, al incluir el abastecimiento de agua y el saneamiento en los Objetivos del Milenio, la comunidad mundial ha reconocido la importancia de su promoción y la necesidad de alentar una “cultura hídrica” (conjunto de costumbres, valores, actitudes y hábitos que un individuo o una sociedad tienen con respecto a la importancia del agua para el desarrollo de todo ser vivo, la disponibilidad del recurso en su entorno y las acciones necesarias para obtenerla, tratarla, distribuirla, cuidarla y reutilizarla). Todos consumimos agua, ya sea para uso doméstico, urbano o industrial, y las cantidades involucradas no son despreciables. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el gasto de una persona, en las exigencias del consumo en la ciudad (desagües de baños, duchas, lavatorios e inodoros), se sitúa entre 200 y 400 litros diarios. Por cada paciente en el hospital se requieren 450 litros por día. El lavado de ropa con una lavadora requiere 50 a 120 litros de agua. Para regar 1 metro cuadrado de jardín se requieren 17 litros de agua. El lavado de manos requiere 5 Último cambio: 09/08/2017 0:54:00 - Cantidad de caracteres: 5487 - Cantidad de palabras: 1079 Pág. 2/3 litros de agua y el de platos (manual) 20 litros. En lo que respecta al sector industrial el consumo puede ser aún mayor… para producir 1 litro de leche se requieren 2,5 a 5 litros de agua y para fabricar 1 automóvil se necesitan alrededor de 35000 litros de agua. El Ente Regulador del Agua (ETOSS) por su parte, aporta información respecto del agua desperdiciada, por ejemplo, por una canilla goteando: 46 litros diarios si tienen una pérdida mínima, 2000 litros por día si se deja abierta una canilla de abertura y 15000 litros diarios si ésta es de abertura grande). Es claro, entonces, que el uso descuidado del agua –derroche, pérdidas – se puede traducir en una demanda de decenas pero también de miles de litros de agua. La fórmula Demanda Creciente (mayor población) + Suministro Decreciente (cantidad de agua reducida por contaminación y cambio climático) + Derroche (o pérdidas no detectadas o no reparadas) da como resultado una necesidad imperiosa de tomar medidas para instar al cuidado del recurso agua. Si bien uno de los frentes para resolver el problema (mundial y local) de falta de acceso al agua potable pasa por incrementar la oferta de agua disponible a través de infraestructuras que mejoren el suministro y la distribución de este recurso; el otro, puntualmente al que refiere el presente proyecto de declaración, es el de promover el uso racional y eficiente del agua entre los ciudadanos, es decir, racionalizar la demanda. Veríamos, entonces, con agrado que el Poder Ejecutivo, a través del órgano que corresponda, diseñe y ejecute un Programa de Uso Racional del Agua, con un esquema similar al Programa de Uso Racional de la Energía (PURE) que existe a nivel nacional. El programa debería tener como componente central la concientización del valor del recurso agua y la necesidad de su cuidado, siendo componentes periféricos, pero no menores, la promoción del cambio de hábitos en el consumo de agua de la población, el fomento de la reutilización del agua en el sector industrial y el control de pérdidas de agua en el sistema general de transporte (detección de fugas, pérdidas y conexiones clandestinas). Asimismo, sería deseable incorporar en el marco de dicho programa un conjunto de medidas, como incentivos por ahorro y cargos adicionales por excedentes de consumo, de manera de premiar a quienes cuiden el agua y penalizar a quienes no lo hagan. Por todo lo expuesto, Sr. Presidente, solicito la aprobación del presente proyecto de declaración. Último cambio: 09/08/2017 0:54:00 - Cantidad de caracteres: 5487 - Cantidad de palabras: 1079 Pág. 3/3