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ENANAS BLANCAS: ESTRELLAS DE ALTA DENSIDAD Por Pablo Lonnie Pacheco Railey [email protected] UNA ENANA BLANCA EN EL VECINDARIO Las noches de invierno se ven adornadas por la estrella más brillante del cielo. Debajo de Orion, los destellos luminosos de Sirius llaman la atención de cualquier observador en un cielo despejado. Sirius es una estrella blanca de magnitud visual –1.46 y se ve brillante por su cercanía (8.6 años-luz) pero además es una estrella intrínsecamente luminosa. Si nos acercáramos a ella tanto como al Sol, sería casi 20 veces más brillante que el astro Rey. En 1844, Bessel –quien fue el primer hombre en medir la distancia a una estrella- sugirió que Sirius tenía una compañera oscura, invisible. Sus motivos eran muy simples: Sirius se bamboleaba periódicamente, pues era aparentemente arrastrada por una estrella secundaria. Tomando en cuenta que Sirius es 2.3 veces más masivo que el Sol, la estrella invisible de Bessel debía tener una masa importante si había de influir sobre la estrella mayor. En 1862 Alvan Clark –reconocido constructor de refractores de alta calidad- logró vislumbrar por vez primera la pequeña y débil estrella que hoy llamamos Sirius B. Sirius B es una estrella diminuta. Mide cuando mucho unos 20,000 Km. de diámetro. Si es tan pequeña y oscura...¿cómo es posible que tenga tanta influencia sobre Sirius? La única alternativa es que Sirius B sea una estrella súper densa, a diferencia de las estrellas normales, que están hechas de gas. ¡Y vaya que Sirius B no es una estrella normal!: en 1915 W.S. Adams analizó su espectro y reconoció que estaba ante un objeto nunca antes identificado: una enana blanca. ¿QUÉ SON LAS ENANAS BLANCAS? Son los restos “fríos” de lo que en otro tiempo fue el núcleo de una estrella semejante al Sol. Son “estrellas” muy compactas y densas cuya masa no supera 1.4 M (Masas Solares). Su alta densidad es debido al colapso gravitacional: como la enana blanca ya no tiene reacciones de fusión nuclear (por eso ya no es propiamente una estrella) domina sobre ella la atracción gravitacional y ésta la comprime hasta donde los electrones –despojados de sus núcleos atómicos- impiden una mayor compactación. El diámetro de una enana blanca es aproximadamente el 1% del diámetro de nuestro Sol (10,000 a 15,000 Km.) por lo que se consideran oscuras, sin embargo, cada m2 de la enana blanca emite mucho mayor radiación que el Sol. El Sol tiene una temperatura superficial de unos 5,770 kelvin, mientras que una enana blanca esta temperatura puede ascender hasta 220,000 k. De cerca una enana blanca es deslumbrante, pero son tan pequeñas, que la cantidad global de energía emitida es muy poca. Su magnitud absoluta - como se verían a una distancia de 32.6 años luz - es de 10 a 15. La magnitud absoluta del Sol es de 4.85, ¡hasta 10,000 veces más brillante que una enana blanca! Se dice que las enanas son blancas pues cuando están recién formadas son muy calientes y resplandecientes, pero el nombre puede despistar a más de uno. La enana blanca ya no produce energía. Está literalmente apagada. Se está enfriando. Por tanto, en la medida que vaya disipando su calor, su color cambiará: hay enanas amarillas, naranjas, rojas y ultimadamente, negras –aunque nadie haya visto ninguna de éstas-. Las enanas blancas provienen de estrellas cuya masa asciende hasta 8 M , mismas que al morir se despojan hasta del 90% de su masa formando una nebulosa planetaria bellamente tejida alrededor del candente núcleo. Una vez desnudo, el núcleo se contrae hasta que el rechazo de los electrones entre sí (tienen la misma carga –negativa-) detiene el colapso gravitacional. Se dice que hay una degeneración de materia por electrones. Para cuando esto sucede la enana blanca habrá alcanzado densidades de 107 a 1011 kg/m3 (de 10,000 hasta 100 millones de toneladas por metro cúbico) A estas densidades el comportamiento de la materia es gobernado por el principio de incertidumbre de la mecánica cuántica, en otras palabras, la física tradicional ya no aplica en este lugar. (Por ejemplo: mayor presión no implica mayor temperatura). No existen enanas blancas cuya masa exceda 1.4 M . Esto lo demostró Subramanyan Chandrasekhar –don’t worry...sus amigos le llamaban Chandra- en 1918. Si la enana blanca es alimentada en exceso por alguna estrella compañera y su masa excede el límite de Chandrasekhar la degeneración de los electrones será incapaz de evitar que el colapso gravitacional se reanude. La enana blanca se colapsará y probablemente vuele en pedazos. La explosión es conocida como supernova Tipo Ia. El límite de Chandrasekhar varía de acuerdo con la composición de la estrella: Para una enana blanca abundante en helio, el límite de Chandrasekhar es de 1.44 M . Para una enana blanca abundante en carbono, el límite de Chandrasekhar es de 1.40 M . Para el núcleo de una estrella abundante en hierro, el límite de Chandrasekhar es de 1.11 M . Este límite aumentará en la medida que una estrella rote a mayor velocidad: la fuerza centrífuga se opone al colapso. La luz observada en una enana blanca es emitida en una delgada atmósfera que disipa el calor residual del núcleo. La atracción gravitacional es tal en la superficie de la enana blanca que su espectro sufre irregularidades. La mayoría de las enanas blancas (más del 75%) poseen atmósferas ricas en hidrógeno y son clasificadas como enanas tipo DA. Otras enanas muestran una ausencia total de hidrógeno. Algunas aparecen ricas en helio, carbono y calcio. En algunos casos se detectan fuertes campos magnéticos (105 Tesla) y también se han observado casos en los que se manifiesta una alta velocidad rotacional. Otras enanas blancas son variables pulsantes (Tipo ZZ Ceti). Es generalmente aceptado que las enanas blancas son las protagonista principales de las variables cataclísmicas: novas, novas recurrentes, novas enanas, estrellas simbióticas, supernovas tipo Ia, etc. CLASIFICACION DE ENANAS BLANCAS Considerando la variedad observada en la composición superficial de las enana s blancas, resulta difícil clasificarlas espectralmente. En 1983, E. Sion y otros astrofísicos propusieron el siguiente esquema de clasificación: TIPO DA DB DC DO DZ DQ CARACTERISTICAS DEL ESPECTRO Aparecen exclusivamente líneas de hidrógeno neutral ( H I ) Sin hidrógeno ni elementos pesados (metales). Aparece helio neutral ( He I ) Espectro continuo Aparece Helio Ionizado ( He II ) sin helio neutral ni hidrógeno Aparecen elementos pesados (metales) sin helio ni hidrógeno Hay carbono presente Así como sucede con la clasificación según el tipo espectral de las estrellas comunes, se aplica un índice de temperatura del 0 al 9 (0 frío / 9 caliente). Se agrega también a la nomenclatura de la enana blanca comentarios sobre sus campos magnéticos o polarización ( H / P ), variabilidad (V) y la aparición de características espectrales peculiares o desconocidas (X). Se estima que 10,000 millones (1010) de enanas blancas se encuentran distribuidas por toda la Galaxia y es probable que un porcentaje de ellas se haya enfriado ya tanto, que son ahora enanas negras. Por algún tiempo se creyó que era imposible encontrar objetos con una densidad mayor que la de las enanas blancas. Sin embargo, existe otra alternativa: las estrellas de neutrones. HACIA LAS ESTRELLAS DE NEUTRONES Chandra –y no es que presuma su amistad- había demostrado en 1918 que si una enana blanca excedía una masa de 1.4 M , la carga sobre ella sería tan aplastante que nada podría impedir que continuara el colapso gravitacional, es decir, que la gravedad pudiera contraer más a la enana blanca hacia densidades aún más altas. Chandra aseguró que no existían enanas blancas súper masivas, pero no dijo qué sucedería con la enana blanca que se atreviera a cruzar el límite por él establecido. En la década de 1930 un grupo de astrónomos -entre quienes destacaron Zwicky y Landau- sugirió que después de las enanas blancas, las estrellas de neutrones llevarían la delantera como los objetos más densos del Universo. La propuesta fue que las estrellas de neutrones resultarían del colapso gravitacional de una estrella masiva súper gigante tras la implosión de su núcleo ferroso en una compacta y densa masa de neutrones. El núcleo ferroso está también sujeto al límite de Chandrasekhar. Tras el colapso, el resto de la estrella explotaría violentamente a modo de supernova. (Supernova Tipo II). La estrella de neutrones puede –en teoría- resultar de dos procesos distintos pero relacionados al límite de Chandrasekhar. En ambos casos hay una explosión de supernova involucrada: Por la muerte de una estrella súper masiva o por la adición de masa a una enana blanca. Si la enana blanca excede 1.4 M , explota (Supernova Tipo Ia) ¿qué sucede después de la explosión? ¿Queda algo de la enana blanca? Aparentemente no. No se ha detectado sobreviviente tras la explosión de una supernova tipo Ia. Sin embargo, los astrónomos han encontrado que las supernovas tipo II -la explosión de estrellas súper masivas- sí dejan atrás un remanente: una estrella de neutrones, un cuerpo aún más pequeño que una enana blanca. La estrella de neutrones puede ser 2 o 3 veces más masiva que el Sol y estar contenida en un diámetro de 10 a 15 Km. únicamente.