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Miércoles 11 de octubre de 2006.
Palabras del Secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo Torres,
en la ceremonia de clausura del VI Congreso Internacional del CNET.
Señor Presidente Electo, Felipe Calderón Hinojosa,
Señor Gordon Viberg, Presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico,
Señor Senador Luis Alberto Coppola, Presidente de la Comisión de Turismo de la
Cámara de Senadores,
Señor Diputado Octavio Martínez Vargas, Presidente de la Comisión de Turismo de
la Cámara de Diputados,
Señores de los medios,
Amigos todos:
Nos reúne este destacado organismo empresarial del sector turístico, que ha
escogido para su Congreso un tema general de primordial importancia para el país,
y con el cual ha expresado su compromiso el Presidente Electo, Felipe Calderón.
Me refiero a las importantes contribuciones que puede aportar el turismo al
crecimiento de la economía mexicana, y a la creación de una parte importante de
los empleos que demanda el país; y que constituyen hoy una meta primordial, en
torno de la cual debemos unirnos todos los mexicanos, con ánimo solidario y con
visión de Estado.
Qué bueno que el CNET ha tomado nota de que todos en este país hemos recibido
dos fuertes señales de que el tiempo es oro, y que debemos dedicar nuestro
esfuerzo a fomentar el empleo como una forma digna de acceder al desarrollo
personal y social. Una señal es el fuerte reclamo de los ciudadanos mexicanos, que
asistieron a las urnas el 2 de julio, en demanda de que los sólidos avances de la
democracia en la esfera política, se transformen ya en otros logros concretos, como
es la mayor igualdad de oportunidades en los ámbitos económico y social.
La segunda es una señal onerosa y miope de quienes piensan que la globalización
debe ser una situación de ganar para unos, y perder para otros; que se pueden
obtener beneficios del comercio y la inversión, y a la vez levantar muros como
solución para atajar a quienes con energía y sana ambición buscan mejores
condiciones de vida. Nosotros sabemos que solo con imaginación y creatividad, se
resuelven los desequilibrios económicos que resultan de una vecindad como la de
México y Estados Unidos.
En Europa existió esa imaginación, e imperó la generosidad, por eso España y
Portugal e Irlanda han podido lidiar con el reto que tenían para ocupar a todos sus
jóvenes dentro de la economía de su país, a pesar de que eran naciones con un
fuerte flujo de migración al exterior.
Nosotros no encontramos el mismo eco dentro de nuestra región, en América del
Norte. Por eso, hoy, estimados amigos, el turismo está llamado a jugar un papel
preponderante en la creación de nuevos empleos en México; es un reto que nos
lanza la realidad y que reclaman los mexicanos, y debemos asumirlo de frente.
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Muchas veces escuché quejas durante los últimos años de que se percibe al turismo
como una actividad frívola, pero hé aquí la oportunidad para demostrar al país que
el turismo es una actividad estratégica, para la moderna economía de México en el
siglo XXI.
Por eso es importante que comparta con ustedes mis reflexiones en estas últimas
semanas de gobierno, en plena transición hacia una etapa marcada por la
esperanza de un nuevo comienzo. Es nuestra obligación dejar el conocimiento y la
experiencia adquiridos, para que el sector se modernice y alcance su pleno
desarrollo.
Considero que son necesarios cambios muy importantes para que el turismo
cumpla con la expectativa que hay sobre su potencial. La Secretaría de Turismo
debe fortalecerse con atribuciones plasmadas en las leyes, que ya tenemos
plenamente identificadas; por supuesto que los señores legisladores jugarán un
papel clave en los posibles cambios que tengan lugar.
La Sectur también requiere recursos suficientes que permitan multiplicar por todo el
país, las cosas que están haciéndose bien, como son los Convenios de Reasignación
con los Estados y Municipios, para el mejoramiento de los destinos turísticos; a
ellos dedicamos, como lo señalé ayer, mil 200 millones de pesos en el sexenio que
detonaron 3 mil 500 millones en inversión.
Los nuevos recursos permitirán fortalecer programas como Pueblos Mágicos, que
sumarán 30 al final del próximo mes; reforzar la promoción de los destinos
turísticos nacionales; y fortalecer el mercado doméstico con una orientación central
a la creación de empleos.
Este es un tema fundamental. El estudio que encargamos al Centro de
Investigación y Docencia Económica, CIDE, para contar con mejores indicadores del
impacto del turismo en el empleo, el valor agregado, el combate a la pobreza, y el
desarrollo regional, señala entre sus conclusiones que México está en línea con el
estándar internacional, donde 1 millón de dólares de inversión genera entre 20 y 50
empleos; en México, genera 49 plazas de trabajo.
Además, cada empleo en el turismo, produce en México 40 dólares en servicios
turísticos de exportación, lo que se compara favorablemente con uno de los líderes
mundiales, Francia, donde produce 60 dólares; y estamos por arriba de Estados
Unidos, donde produce 30 dólares.
Es vital que Sectur tenga un liderazgo que asegure las acciones coordinadas no solo
al interior del sector, sino también del gobierno federal, para que todos los destinos
turísticos cuenten con infraestructura urbana y con servicios públicos de calidad; y
para que así, los trabajadores del sector vean los beneficios que aporta el turismo,
al mejorar el nivel de vida de sus comunidades.
Están plenamente identificados los mecanismos para lograrlo, y sabemos que el
Equipo de Transición está haciendo las cosas con este nuevo espíritu, que recoge
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las experiencias del primer gobierno democrático y de la alternancia, pero que
busca superar con creces los avances logrados.
Otra área compleja es a la vez de urgente atención, si queremos contar con una
política turística más eficaz orientada al crecimiento y el empleo. Fue hace 30 años
que se crearon las instituciones del sector, y hoy se hace indispensable un nuevo
diseño de Sectur, de Fonatur y del Consejo de Promoción, que responda a la nueva
realidad nacional, a la economía global, y a la fuerte competencia en la cual
operamos. Estamos obligados a consolidar estas instituciones y sus funciones
estratégicas, con acciones coordinadas basadas en un gran profesionalismo, y con
resultados que se puedan medir para poder superar los avances año con año.
Un eje de los cambios que hay que hacer es el desarrollo de una entidad que
integre al sector turístico, y que tenga la capacidad de ofrecer varios activos de
manera simultánea, como es la información confiable y relevante; como es
organizar la planeación desde el lado de la oferta y el de la demanda; el dar
seguimiento a los proyectos, y realizar la evaluación de los resultados para que
siempre correspondan a lo esperado.
El sector turístico, con la participación y el apoyo de los empresarios en todo el país,
ha tenido muchos logros, a pesar de que no hemos contado con los recursos
públicos que quisiéramos. Es muy posible que estos recursos crezcan en los
próximos años, pero habrá una gran exigencia de utilizarlos con mayor eficacia que
nunca, sin desperdicios, con objetivos perfectamente claros, y con el eje rector que
será el compromiso de crear nuevas plazas de trabajo para los mexicanos.
Fonatur debe proponer nuevos proyectos de desarrollo, de impacto regional y
nacional, rescatando su propósito original para el cual fue creado, e intensificar los
esfuerzos en Huatulco, Ixtapa- Zihuatanejo y Loreto; y debe propiciar que el sector
empresarial haga lo que sabe hacer bien: invertir en los desarrollos y planes
maestros que realiza Fonatur. Esta es la tarea más urgente, pues hoy cosechamos
los frutos de las decisiones que se tomaron en los años setenta y, por supuesto,
queremos que en el 2030 se hable de esta generación de hombres y mujeres que
volvieron a mostrar voluntad política y visión de largo plazo.
Para los nuevos proyectos se requiere una nueva inyección de capital, y así evitar
desgastarse en la venta inmobiliaria; ésta debe limitarse para financiar solo
temporalmente las obras y el mantenimiento de los Centros Integralmente
Planeados.
El Consejo de Promoción Turística debe afinar la metodología de medición de los
impactos de campaña, esfuerzo que ocupa hoy a los mejores talentos en países
como Inglaterra y Francia, en donde existe la misma preocupación. A la vez, deben
asignarse nuevos recursos para que el Consejo fortalezca la diversificación de
mercados, con un énfasis en el mercado interno y en las oportunidades de trabajo.
En este sentido, como se ha anunciado en la prensa, se trabaja para consolidar una
entidad dentro del gobierno federal que ofrezca de manera ágil, todos los apoyos
que requieren las pequeñas y medianas empresas para florecer. Este es el camino,
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que los grandes cuenten con proveedores de servicios de gran calidad, y que las
PYMES ayuden a fortalecer la posición competitiva de México para hacerlo un líder
que avance sin cesar.
Hay que ir por nuevos mercados, ni duda cabe. Recuerdo las reacciones en muchos
ámbitos cuando argumenté, hace 40 meses, que hay atractivas oportunidades en
mercados como en Asia y Europa Central.
El escepticismo reinaba en las
audiencias, pero hoy estamos satisfechos de anunciar avances significativos, con
beneficios de esquina a esquina del territorio nacional. Un ejemplo es el vuelo
directo de Aeroméxico, de la capital de nuestro país a Tijuana y a Tokio, con dos
frecuencias semanales a partir del 16 de noviembre. En el mismo tenor, la
República Checa abrió su Oficina de Turismo en México y, a partir del 30 de
diciembre, la aerolínea nacional de Hungría, MALEV, inicia un vuelo directo, todos
los días, de Budapest, en el corazón de Europa, a Cancún.
Hemos trabajado estos años con ahínco en diversos proyectos de cooperación con
Centroamérica, y dejamos a la nueva administración la presidencia de Mundo Maya,
que es un producto único de nivel mundial que hay que desarrollar. Abrimos
oficinas en Sao Paolo, Buenos Aires y Santiago de Chile, pues no hay duda de que
América Latina ofrece oportunidades que debemos aprovechar; solo hay que ir por
ellas, pues la región ve a México como una potencia turística y como un modelo del
que hay mucho que aprender.
Nos sentimos satisfechos y halagados,
por hacer, pues nuestra meta es que
cinco potencias mundiales del turismo,
y por los empleos crecientes y bien
nuestro esfuerzo.
pero sabemos que es mucho lo que queda
México acceda al grupo privilegiado de las
medido esto por la calidad de sus servicios,
remunerados que se pueden obtener con
Señor Presidente Electo, señores legisladores, amigos empresarios, las
oportunidades son muchas; la voluntad política ha sido expresada de manera
contundente, y confío que todos sabremos responder al llamado para que el
turismo haga la aportación que el país espera de nuestro sector. Enhorabuena por
este Congreso, y por las importantes conclusiones que de aquí han emanado.
Felicidades por este esfuerzo, que estoy seguro será mejor cada año.
¡Muchas Gracias!
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