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LA CONFESION DE NUESTRA FE III
No estoy hablando de una confesión positiva fundada en el poder mental.
No estoy hablando de una confesión basada en la auto superación mental,
centrada en la capacidad humana.
No estoy hablando de hacer repeticiones de algo que he memorizado.
Estoy hablando de la confesión de la Palabra de Dios.
De la profesión de nuestra fe.
De lo que creo con mi corazón y declaro con mi boca según:
Romanos 10:9-10; Hebreos12:2; 3:1
Las palabras te establecen, te ubican e identifican.
Te establecen: en la enfermedad o sanidad, en la libertad o en la esclavitud, en
el amor o en el odio, en la fe o en la incredulidad, en la esperanza o en la
desesperación, en la confianza o en la ansiedad.
Te ubican en la verdad o el error, en las tinieblas o en la luz (Ef. 4:25; 1Jn. 1:5)
Te identifican, ¿quién eres? Pecador o hijo de Dios, discípulo de Jesús o un
anticristo. A Pedro lo identificaron por su confesión (Mateo 26:73)
A Ti te identificarán por tu confesión (2Timoteo 2:16-17; Hebreos 13:5-6)