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II) Una aproximación en torno a la percepción de la retórica en la
Caracas de 1810 a partir de cuatro testimonios
A) La Gaceta de Caracas
En primer lugar es prudente tener un contexto referencial acerca
de la Caracas de 1810. Hay que concebir en primer lugar una visión de
la tolerancia e intolerancia en esta época. La ilustración representó un
principio de tolerancia entre los pensadores caraqueños. Desde fines
del siglo XVIII, existió una ilustración española sometida bajo la
influencia de las ideas francesas y inglesas44. Lo que sí resulta cierto es
que la ilustración caraqueña de principios de 1810 recibió la influencia
de la doctrina del liberalismo que se había gestado a partir de la
Independencia de los Estados Unidos, y a partir de la Revolución
Francesa; la ilustración enfocó el principio de una tolerancia que
pretendió buscar un motivo de unión que estuviera por encima de las
diversas opiniones religiosas, de la dogmática de las Iglesias y aún de
los nacionalismos que habían fraccionado Europa y amenazaban con
aniquilarla. Fue una época en que el empirismo y el racionalismo se
convirtieron en pilares de la tolerancia, dispuestos a crear una nueva
actitud
en
materia
de
creencias
que
tuvo
trascendentales
consecuencias políticas, ya que estaba destinada a oponerse a la
autoridad monárquica. Es muy probable que la ilustración caraqueña
44
En este caso se presenta nuevamente el problema de la ilustración y su influencia. No existe
duda de que la ilustración española se vio sometida bajo la influencia de la ilustración francesa
y anglosajona, ya sea en contra o a favor del despotismo ilustrado español de la monarquía. Es
posible que su influencia se hizo sentir a fines del siglo XVIII, es difícil precisar una fecha
exacta. Se puede considerar como indicio, la presencia de Baltasar Marrero (1750-1809),
fundador de la filosofía moderna en la Universidad Real y Pontificia de Caracas. Si bien los
maestros trataron de modernizarse, la mayoría estaban apegados a viejas ideas; los alumnos
egresados en sus últimos lustros, habían abrazado nuevas corrientes filosóficas y políticas. En
1789 estalló una fuerte protesta contra Baltasar Marrero y se le acusó ante la corte de Madrid,
de “infiel a Dios”, de divulgador de “máximas doctrinas contrarias a las que el Rey tiene
mandadas, de mal vasallo, sedicioso y rebelde”. , Diccionario de Historia de Venezuela,
Fundación Polar, Caracas, 1988.
1
tuviera el principio de una tolerancia limitada, en una época donde la
intolerancia se manifestó a través de la guerra.
Una percepción de la intolerancia puede ser vista a través de la
invasión napoleónica contra España a partir de la destitución del Rey
Fernando VII, aspecto que originó la creación de la Junta Suprema de
Caracas en defensa de Fernando VII, el 19 de abril de 1810. Su
mención se justifica porque fue un motivo inicial para William Burke en
su peregrinaje hacia la Provincia de Caracas, como portador de las
ideas de Francisco de Miranda. En 1810 la rivalidad entre españoles
americanos y españoles peninsulares fue creciendo y abriendo una
brecha rencorosa de carácter social, político y religioso. Los criollos se
resentían de la superioridad racial con que los miraban los
peninsulares, se quejaban de la exclusión de los altos cargos y honores
oficiales, de las trabas del comercio y de que las mismas dignidades
eclesiásticas estaban reservadas a los clérigos peninsulares.
A medida que la conciencia de unidad regional se transformaba
en convicción de nacionalidad, la comunidad se afirmaba en el derecho
del suelo; sobrepasaba los prejuicios del color y hacía inevitables los
conflictos que se presentaron en las Provincias de Venezuela y a lo
largo de Hispanoamérica. Se puede afirmar que la
ilustración y la
retórica en la Caracas de 1810 pretendieron buscar un motivo de
tolerancia; a la postre el resultado fue contrario: en los hechos y en las
acciones la intolerancia fue la tesis triunfante, cuando la acción escrita
de los discursos fue sustituida por las armas de la violencia en un
periodo que sirvió de preámbulo a la guerra de Independencia en
Venezuela. El testimonio de la Gaceta de Caracas es un ejemplo a
considerar, fue el órgano de difusión de los escritos de William Burke.
El 19 de abril de 1810 no fue solamente un movimiento que motivó un
2
cambio repentino de autoridades ante el peligro inminente de una
ruptura de la monarquía española; el cambio fue más profundo, se
trataba de concebir un presente que no podía ser igual al pasado; que
los hombres libres no podían ser destruidos por la indiferencia; y que
bajo lo pronunciado y escrito se debe tener en cuenta, que el destino no
depende de las mismas personas de antes. Esto fue evidente en una
proclama que la Regencia de Cádiz envió a Caracas en Enero de 1810,
dirigida a los “americanos españoles”. A modo de advertencia manifestó
lo siguiente:
“...Desde este momento, americanos españoles, os veis
elevados a la dignidad de hombres libres: no sois ya los mismos de
antes, encorvados bajo un yugo mucho más duro mientras más
distantes estabais del centro del poder: mirados con indiferencia,
vejados por la codicia y destruidos por la ignorancia. Tened presente
que al pronunciar o al escribir el nombre del que ha de venir a
representarnos en el Congreso Nacional, vuestros destinos ya no
dependen ni de los Ministros, ni de los Virreyes, ni
de los
45
Gobernadores: están en vuestras manos. ...”
El movimiento del 19 de abril de 1810 se vio sometido bajo el
ímpetu de una libertad política que pretendió enfrentarse en contra del
despotismo ilustrado español. Es posible que la influencia no española
estimuló una tolerancia que fomentó la indiferencia religiosa, en donde
el sentido de libertad degeneró en libertinaje. Las futuras sociedades
secretas caraqueñas de 1810 trataron de ponerse al frente de las
tendencias libertarias que justificaron sus preceptos, promoviendo
campañas contra el fanatismo y la superstición ultramontana. Empezó a
existir una temible barrera de los derechos humanos y divinos que
presentó un aspecto desalentador, cuando la renovación católica se vio
afectada a partir de la usurpación de Napoleón Bonaparte contra la
3
autoridad papal: Pío VII. Por una parte el Rey Fernando VII depuesto;
por otra parte la renovación católica amenazada; la intolerancia de la
tiranía en Europa, amenazaba la estabilidad de las Provincias de
Venezuela. El colapso fue prematuro en su inicio en la Caracas de
1810, como para deslindar en una forma absoluta, el pasado del
presente, a la monarquía de la idea primigenia republicana. Existió un
principio ilustrado y liberal que defendió al Rey Fernando VII, en la
defensa de la religión y de la patria. El precepto monárquico español
toleró en cierto sentido, la defensa de los siguientes valores: libertad,
patria, independencia, futuros elementos de la idea republicana, se
puede percibir ésta tendencia, cuando el Cabildo Metropolitano de
Caracas expresó su fidelidad con respecto a la monarquía española, el
19 de abril de 1810:
“...El Muy Ilustre Ayuntamiento de esta capital, y Diputados
elegidos por el Pueblo para sostener la santa causa de nuestra libertad
e independencia, han creído de su deber hacer cesar las antiguas
autoridades y reasumir en sí el poder soberano, impedido hasta ahora
por la injusta prisión que sufre en Francia nuestro amado Soberano el
Señor D. Fernando Séptimo, cuya vida conserve Dios por largos años.
Un rasgo de providencia, y los sentimientos religiosos de que se hallan
penetrados los individuos del Cuerpo que habla, y de los Diputados que
se ha nombrado al religioso Pueblo, ha podido solo precaver el
trastorno que es de temer en semejantes circunstancias, para abortar
la feliz plantificación del nuevo Gobierno ya instalado. El M.I.A. no deja
de apercibirse de la mucha parte que habrán tenido en los aciertos
mencionados los fervorosos votos y constantes preces de U.S. M. V., y
se promete continuará auxiliándole con ellas, hasta la organización
definitiva del Código que se dé en honor de la Religión, del Rey y la
Patria – Dios guarde a VS. M. V. muchos años.- Sala Capitular de
Caracas diecinueve de Abril de mil ochocientos diez...” 46
45
Gaceta de Caracas, 11 de mayo de 1810. Academia Nacional de la Historia, Volumen I,
(1808-1810).
46
NAVARRO, NICOLÁS EUGENIO, El Cabildo Metropolitano de Caracas y la guerra de
emancipación, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, Nº 34, Caracas, 1960, pp. 1112.
4
A partir del 19 de abril de 1810 el principal problema no fue el
cambio de autoridades, su justificación fue más trascendente y más
intima, cambiar en el razonamiento individual lo que se estima como
verdad filosófica; prescindir de la vieja adaptación, a nuevos usos y
costumbres; fue el comienzo de una transformación íntegra del modo
de pensar y de las leyes de la conducta. El movimiento del 19 de abril
anunció el principio social como la base de la transformación del
sistema. En éste sentido Andrés Bello consideró que las sociedades no
necesitan de las andaderas para dar los primeros pasos de su
engrandecimiento, y que Venezuela tardó poco tiempo en conocer sus
fuerzas, en el libre uso de sus miembros:
“...Las sociedades pasando de la infancia no necesitan de las
andaderas con que aprendieron a dar los primeros pasos hacia su
engrandecimiento. Venezuela tardó poco en conocer sus fuerzas, y la
primera aplicación que hizo de ellas, fue procurar desembarazarse de
los obstáculos que le impedían el libre usos de sus miembros. ...” 47
En la retórica ilustrada de la Gaceta de Caracas también estuvo
presente la reflexión. Los editores elaboraron varias reflexiones a favor
de la monarquía española a partir de febrero de 1810. En primer lugar
manifestaron como principio que la ilustración y la virtud son elementos
que están presentes en las naciones libres e independientes. El
argumento histórico también hizo acto de presencia, para defender un
aspecto del presente: la defensa del principio de la Constitución y las
Leyes a partir de ejemplos presentes en la historia griega y romana. En
sus reflexiones el pasado y el presente se anteponen; mientras que la
tolerancia
se
antepone
a
la
intolerancia,
cuando
aparecen
proposiciones sin fundamento que pueden destruir la fuerza moral de
los pueblos. Para los editores de la Gaceta de Caracas, la tolerancia
47
GRASES, PEDRO, Un hombre del 19 de abril: Juan Germán Roscio, Revista Cultura
Universitaria, Nº 32, Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1952.
5
está representada a partir de la libertad de prensa como la base
principal de la ilustración pública que es inseparable de la libertad de
pensar y hablar. Esta aseveración es para advertir que cuando un
gobierno cree asegurar su conservación utilizando solamente la fuerza
física comete los errores más groseros y perjudiciales en contra de la
fuerza moral de los estados; y que si todo hombre es responsable a la
sociedad de sus acciones, debe serlo igualmente de sus opiniones,
siendo una responsabilidad de la salvaguardia de la libertad intelectual.
Hasta aquí ésta posición puede ser tolerante en torno a la
libertad de opinión; no obstante puede cambiar y se vuelve intolerante:
si un individuo se atreve a manifestar sus proposiciones sin
fundamento, para bien o para mal, deberá recibir todo el rigor de la
execración social, o todo el furor de la ley. El 27 de abril de 1810, los
editores de la Gaceta de Caracas manifestaron como principio, que sin
virtud no hay felicidad pública ni individual, aspecto que aprovecharon
para manifestar nuevamente el argumento histórico como ejemplo, a
través de la institución Griega y Romana, a partir de la siguiente
reflexión:
“...Los pueblos que han existido en las tinieblas no pueden
presentarse de repente a la luz sin deslumbrarse y exponerse a quedar
ciego para siempre sobre sus verdaderos intereses. Apenas
necesitamos de nosotros mismos empezamos a buscar a tientas quien
nos dirija; el más atrevido, el más ambicioso, o el más ciego es el que
alarga primero la mano para conducirnos, y la sociedad se compone
entonces de ciegos de buena o de mala fe. ...” 48
Para la Gaceta de Caracas la indiferencia en la defensa del Rey
y de la Patria constituyó una amenaza en contra de los derechos del
hombre; ya que origina el síntoma precursor de una indiferencia moral y
48
Gaceta de Caracas, 27 de abril de 1810.
6
religiosa que puede llegar a crear un frenesí revolucionario que puede
causar un despotismo militar. El 2 de junio de 1810 se utilizó
nuevamente un argumento histórico para reseñar la tolerancia
perjudicial que existió con respecto a los Welser49. La comunicación de
ésta fecha fue una contestación de la Junta Suprema de Caracas a la
Regencia de Cádiz cuando manifestaron que la arbitrariedad y
despotismo existente por parte de sus integrantes, han tenido un efecto
bastante perjudicial mucho más que:
“...Las gravosas exacciones que desde las primeras épocas de
su población han tolerado estas Provincias arrendadas dieciocho años
en todos sus ramos a la casa extranjera de los Belsares, ultrajados
continuamente por personas extrañas a quienes la distancia del poder
Supremo aseguraba la impunidad de sus delitos...”50
El 3 de agosto de 1810 la Gaceta de Caracas señaló su criterio
de lealtad en defensa del Rey Fernando VII. Sus argumentos se
fundamentaron a partir de las Bulas Papales, o Letras Alejandrinas 51,
para advertir que la dominación de los territorios hispanos, fue
concedida a los legítimos descendientes herederos de los reyes
católicos, Fernando e Isabel, y no hacia los regentes que con su
49
Los Welser, fueron una familia de banqueros alemanes de Augsburgo, a quienes el Rey
Carlos V de España, autorizó en 1528, conquistar y poblar una zona del territorio venezolano.
La Gaceta de Caracas apoyó a través de sus escritos el movimiento del 19 de abril de 1810,
defendió éste movimiento a partir de la disertación de algunos hechos históricos. En este caso
existió la intención de defender la monarquía española en contra de la Regencia de Cádiz, a
quien la Gaceta de Caracas consideró como culpable de las atrocidades existentes en España.
Un ejemplo de interpretación lingüística contemporánea en la mención de un hecho histórico se
encuentra en: GALASINSKI, DARIUSZ, The making of history: some remarks on politicians’
presentation of historical events, Pragmatics, International Association, March, 1997. El
ejemplo analizado fue con respecto al 44 aniversario de la invasión nazi hacia Polonia. Este
evento tuvo la intención de ser una “oportunidad histórica” para estimular un clima de
reconciliación entre Polonia y Alemania, y entre Polonia y Rusia. Sin embargo este evento
originó una controversia en donde se acusó a Rusia como la principal culpable del conflicto que
se presentó el 1º de agosto de 1944, ya que pudo evitar la invasión nazi hacia Polonia.
50
Gaceta de Caracas, 2 de junio de 1810.
7
arbitrariedad y despotismo, pretenden violar al Rey Fernando VII como
victima de todos sus males. En éste caso se recurrió a un argumento
jurídico-histórico:
“...Mil veces podremos oponer contra sus tentativas la majestad y
soberanía de la ley 3 tit. 15 part.2 que nos prohíbe prostituírles el
homenaje debido a la persona del Sr. Fernando VII. Otras mil veces
imploraremos el auxilio y protección de la Ley 1 tit 1 lib.3 de la
Recopilación de Indias y de la Bula del Papa Alejandro Sexto, que no
concedieron la dominación de estos países sino a los Reyes Católicos
D. Fernando y Doña Isabel, y a sus legítimos descendientes herederos
y sucesores. Visiblemente están excluidos de este derecho todos los
demás que abusando del augusto nombre del Rey Fernando, pretenden
reinar en América. ...”52
El 10 de agosto de1810 apareció otro reiterado señalamiento de
la Bula de Alejandro VI, a partir de la recopilación del derecho indiano.
En éste caso lo novedoso es que su autor se hace pasar por
“incógnito”, como socio del patriotismo cumanés, y llega a una última
consecuencia: si faltan los sucesores legítimos de los reyes católicos, lo
donado queda “emancipado”, lo contrario sería absurdo. Se vislumbran
dos valores republicanos: patria y libertad, como valores de la
tolerancia, dirigidos en contra de la Regencia de Cádiz, y en contra de
la rapacidad del tirano: lo intolerante. El “Incógnito” manifestó lo
siguiente:
“...A los patriotas: Hay un papel titulado: “vicios legales de la
Regencia”, que se ha leído frente del “Regio Solio”. Es de necesidad
que fijemos nuestras máximas en la conservación del depósito que nos
dan las leyes en la situación presente sobre los derechos del Soberano
que hemos jurado: véase la Bula de Alejandro VI, y en la ley 1, tit 1,
Lib.3. de la Recopilación Indiana, pues en ella está escrita la donación
no para el Reino, ni para la Nación, ni para los Europeos, ni
51
Las Bulas Papales o Letras Alejandrinas fueron otorgadas por el Papa Alejandro VI a los
Reyes Católicos Fernando e Isabel entre fines del siglo XV y principios del siglo XVI, para la
dominación de los territorios descubiertos.
52
Gaceta de Caracas, 3 de agosto de 1810.
8
Napoleones, sino para los Reyes Católicos, sus descendientes, y
sucesores legítimos de tal suerte que faltando estos donatarios queda
emancipado lo donado, y perteneciente a los que aquí existimos, lo
contrario es un absurdo a que debemos oponernos sin que jamás
separemos de nuestros corazones la Religión Santa, y la firme
resistencia a la ignominiosa esclavitud con que la maligna rapacidad del
tirano pretende encadenar nuestra libertad. ...”53
El “Incógnito”, expresó a continuación que la Regencia de Cádiz,
se ha revestido con una autoridad ilegal, y que no puede seguir
actuando en una forma inconsecuente; expresó a modo de parentesco,
que el Padre está enfermo (se refirió a Fernando VII), y que su hija tiene
el derecho de emanciparse como un derecho natural ,(se refirió a
Hispanoamérica). Más adelante señaló que sus 18 millones de
habitantes no pueden seguir soportando el cautiverio de un Rey, y los
vejámenes que han proliferado, a partir de una Junta Central, disuelta
por la invasión francesa. El “Incógnito” terminó su argumento evocando
en la memoria las vejaciones que sufrieron los antiguos pobladores
peninsulares, con la invasión de los fenicios, cartagineses y romanos;
así como las vejaciones que sufrieron posteriormente los godos
españoles durante siete siglos, cuando estuvieron sometidos bajo el
yugo tirano de los árabes.
A partir del 14 de septiembre de 1810, la Gaceta de Caracas
publicó varias reflexiones de: “El Español”54. Su primera reflexión se
fundamentó en cuestionar el deplorable estado que vivió España, a
partir de Carlos IV y Carlos V, señaló que recibieron un reino
destrozado por guerras civiles, y que después de lograr una conciliación
nacional, en lugar de lograr una recuperación; involucraron a los
53
Gaceta de Caracas, 10 de agosto de 1810. Esta reflexión fue recibida por un redactor de la
Gaceta de Caracas, procedente de Cumana el 24 de julio de 1810. Existieron personajes que se
identificaron bajo un “seudónimo” en sus escritos, porque no querían comprometerse en una
forma absoluta con una causa, o porque sentían temor de ser perseguidos por sus ideas.
9
españoles en guerras extranjeras, siendo el rey Carlos IV, el primer
culpable del abatimiento del reino español. Para “El Español” el
movimiento caraqueño del 19 de abril de 1810 tiene una justificación
histórica: derribar 300 años de opresión y despotismo del dominio
español. El 9 de octubre de 1810 fue publicada otra reflexión anónima,
cuestionó la Real Audiencia de Caracas que existió en 1797, al
considerar que estuvo compuesta por individuos ineptos y corruptos.
Por otra parte cuestionó la posición que tuvieron algunos personajes
caraqueños cuando pretendieron establecer una Junta Gubernativa en
1808, bajo el temor de las intrigas de los franceses. Para ésta reflexión
la intolerancia puede estar presente en el peligro que puede presentar
un espíritu inflamado de libertad e independencia:
“...Yo escribo verdades desnudas. Tal es la de ser peligroso que
los pueblos apetezcan su libertad, e independencia, esto es, que
aborrezcan la tiranía y el despotismo, atribuyendo a este principio la
ruina de los espíritus rebeldes, la caída de los hombres sabios, y el
trastorno de los más poderosos imperios (...). Tal es la pintura que hice
de la Real Audiencia de esta capital, cuando declaré que por estar
compuesta de individuos ineptos y codiciosos, no hizo degollar media
Caracas en 1797. Tal es la inmoralidad y falta de honor de los que en
1808 temiendo las intrigas de los franceses, y desconfiando de unos
Jefes que parecían inclinados a favor de Murat, y del intruso José,
pretendieron se estableciese una Junta Gubernativa. ...”55
54
Gaceta de Caracas, 14 de septiembre de 1810.
Gaceta de Caracas, 9 de octubre de 1810. Esta reflexión se identificó de la siguiente manera:
“Capitulo de cartas escritas desde Cádiz por un europeo vecino de Caracas a una persona de su
amistad y confianza”. El autor expresó su opinión acerca de la posición que asumió la Real
Audiencia de Caracas, a raíz de la conspiración de Gual y España, suscitada en la Guaira en
1797, cuyo aspecto más resaltante fue su declaración de los derechos del hombre y del
ciudadano con varias máximas republicanas. Esta declaración de inspiración jacobina tuvo
semejanza con la declaración francesa correspondiente a la época del terror. , GRASES,
PEDRO, La conspiración de Gual y España y el ideario de la independencia, Biblioteca de la
Academia Nacional de la Historia, Nº 234, Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela,
tercera edición, Caracas, 1997. El autor de las cartas escritas se refirió a los personajes que
pretendieron erigir una Junta Suprema en julio de 1808, cuando llegaron a Caracas emisarios
franceses, solicitando reconocimiento del rey intruso, a raíz de la invasión francesa en España.
Ver: Discurso que puede servir de preliminar a las noticias de la última conspiración de
Caracas, escrita por un español americano. Esta información se encuentra en: LEMMO B.,
ANGELINA; CARRERA DAMAS, GERMÁN, Materiales para el estudio de la ideologia
10
55
En lo sucesivo, la Gaceta de Caracas siguió publicando escritos
de “El Español”, en relación con las deterioradas relaciones entre
Caracas y la Regencia de Cádiz, hecho que fue creando un cisma
político. El 6 de noviembre de 1810 fue publicado un escrito en donde
se identificó a José Maria Blanco White, como el autor de “El
Español”56, y redactor del Semanario Patriótico, que se refugió en
Inglaterra, cuando La Regencia de Cádiz prohibió emitir opiniones
acerca de su legitimidad. Los editores de la Gaceta de Caracas
consideraron a éste individuo como un personaje imparcial que con sus
reflexiones políticas defiende la revolución de Caracas. En esta fecha
José Maria Blanco White finalizó sus reflexiones, apoyando el principio
de una libertad y tolerancia política, como el cimiento de una felicidad
futura:
“...Estas reflexiones son obvias; mas no por eso es menos
necesario repetirlas. He creído de mí deber hacerlas, y las publico, a
pesar de la guerra que me declara por ellas el interés individual de
muchos. Más de este interés apelaré siempre al público, que es parcial
muy pocas veces. Si no dejarán llegar a él en España, me dolerá la
suerte que impide que aquel reino nobilísimo nade adelante en la
libertad y tolerancia política, único cimiento de su felicidad futura. ...”57
B) Reflexiones histórico-críticas sobre la insurrección de Caracas
realista de la independencia, Anuario del Instituto de Antropología e Historia, Facultad de
Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela, Tomos IV-V-VI, Volumen I,
años 1967-68-69.
56
Gaceta de Caracas, 6 de noviembre de 1810.
57
La mención de José Maria Blanco White viene al caso, ya que según el historiador Mario
Rodríguez, el principio de “tolerancia política” señalado en ésta reflexión, fue un anticipo del
tratado sobre la “libertad de cultos” de William Burke, publicado en la Gaceta de Caracas. Es
más se atreve afirmar que Blanco White fue el verdadero autor de éste tratado, y que William
Burke fue un “seudónimo”. Sin embargo esto no está confirmado, y puede ser producto de una
especulación. No obstante es pertinente considerar algunas observaciones de Mario Rodríguez.
11
Estas reflexiones58 fueron elaboradas en primera persona y
tuvieron como finalidad demostrar una posición en contra de los
procedimientos utilizados por la Junta Suprema Conservadora de los
derechos del Rey Fernando VII, que se instaló en Caracas el 19 de abril
de 1810. Señaló como principio que un historiador debe presentar los
hechos como son, y deducir sus consecuencias justas sin respetos
humanos. En primer lugar impugnó a los protagonistas que llevaron a
cabo la instalación de la Junta Suprema de Caracas, considerando que
éste hecho fue una violación en contra del Rey Fernando VII, al
estremecer a la monarquía española en toda su extensión, siendo un
despojo más fuerte que los dictámenes que sufrió España en guerras
extranjeras, y peor aún que el usurpador Napoleón Bonaparte quien no
desea destruir la monarquía española, como los temibles filantrópicos
caraqueños de la Junta Suprema, sino restituirla. Estas reflexiones no
ocultaron desde un principio una posición intolerante en contra del
movimiento del 19 de abril de 1810, bajo el signo de la ironía y de la
exclamación:
“...Nadie, nadie antes de la existencia de la supuesta Junta
Suprema de Caracas ha despojado a la nación española del dictado de
generosa, antes bien en las mutuas querellas que se han suscitado de
unas naciones a otras, y cuando nuestros ejércitos arrollaban a los
extranjeros, procuraban estos vengar su resentimiento con otros
dictados que aunque injustos no se oponían a la generosidad: y aún el
mismo usurpador Bonaparte, cuando quiso esclavizarnos dijo que venia
a regenerar la monarquía española porque era vieja; pero los opresores
de Caracas no contentos con llamarla miserable la insultan diciéndola
que entre la nada, y predicen a los españoles, a quien llaman
antagonistas de su sistema justo y bondadoso, odio y desolación, rabia
y aniquilamiento. ¡Qué nuevos legisladores tan filantrópicos y tan
justificados!. ...” 59
58
Reflexiones histórico-criticas sobre la insurrección de Caracas. , op.cit., 55: Materiales para
el estudio de la ideología realista de la Independencia. En su portada aparecen los siguientes
datos: Cádiz, 1811, S.A.
59
op.cit., 58, p.28.
12
Desde su perspectiva en Cádiz, en 1811, el autor pretendió
ofrecer varias reflexiones históricas a partir de un evento reciente: el
movimiento del 19 de abril de 1810, a partir de la mención de
personajes y sitios. Cabe mencionar por ejemplo, a Francisco de
Miranda, a quien el autor consideró como enemigo de la patria
señalando que Miranda bajo una manera infundada, dirigió una
instrucción desde Londres a los dirigentes caraqueños para persuadir
que el gobierno británico60 fijaba su política para apoyar la
independencia de las provincias de Venezuela, ante el riesgo de una
invasión francesa, siendo éste hecho un pretexto para erigir la
instalación de la Junta Suprema de Caracas. El autor manifestó que los
dirigentes caraqueños actuaron equivocadamente ya que debieron
seguir apoyando a la península para auxiliar sus esfuerzos en contra de
la invasión enemiga, en una época en que necesitó mucha ayuda. El
autor de la reflexión puso en evidencia el
carácter intolerante del
movimiento del 19 de abril de 1810, bajo el recurso de la ironía, señaló
que los “nuevos demócratas”, pretendieron asesinar a las autoridades
depuestas de la Real Audiencia de Caracas, en contra de la razón y
voluntad de la mayoría de los ciudadanos:
“...El jueves santo día 19 de Abril de 1810 los nuevos demócratas
erigieron su Junta Suprema, e inmediatamente condujeron a los
calabozos a las autoridades, desde allí al puerto de la Guaira entre
60
La mención de este aspecto viene al caso, ya que inicia el punto de la influencia y el interés
de Inglaterra en 1810, hay que recordar que William Burke llegó a Caracas, procedente de
Inglaterra. En la segunda mitad de 1810 fueron publicadas en la Gaceta de Caracas, noticias que
manifestaron el apoyo de Inglaterra con respecto a la Junta Suprema de Caracas. Este apoyo
perdió fuerza a raíz del fracaso de la misión diplomática que viajó a Londres integrada por
Simón Bolívar, Andrés Bello y Luis López Méndez. Bajo la sospecha de que la Junta Suprema
de Caracas pretendía establecer un movimiento emancipador, el gobierno inglés, prefirió no
mezclarse en las disensiones entre Cádiz y Caracas, ya que su interés fue defender a España en
contra de la invasión francesa. En Caracas existió el rumor por parte de José Joaquín de Argos,
de que el gobierno inglés desaprobó la conducta de la Junta Suprema de Caracas, y que se
disponía a realizar una invasión con 5000 hombres. Para 1810, Venezuela representó un punto
interesante para el expansionismo económico inglés, de allí que su intromisión no fue fortuita.
13
espadas en mano, con prevención de que a cualquier novedad los
asesinaran, y por último los expatriaron al Norte de América, a bordo de
un Bergantín armado con veinticinco soldados y un piloto comisionado
al intento, y autorizado por los revoltosos para que los arrojara donde
quisiese. Pero veamos como ha podido hacerse esto contra la razón y
contra la voluntad del mayor número de aquellos ciudadanos. ...” 61
El autor en sus reflexiones no solamente se limitó a utilizar como
referencia el movimiento del 19 de abril de 1810, su retórica también
estuvo destinada a utilizar el argumento antiguo como elemento de
comparación. Este aspecto fue evidente en otro cuestionamiento
personal: su posición en contra del oidor honorario Antonio Fernández
de León, a quien señaló como el principal causante del trastorno que
originó la instalación de la Junta Suprema de Caracas, y como un
individuo corrupto y cómplice de las iniquidades cometidas por los
jueces caraqueños. Bajo la figura de la exclamación, llegó al extremo de
comparar al oidor con Yugurta, un personaje ubicado en la antigua
Roma:
“...Si lo hubiera estado él nuestro en aquella ocasión hubiera
sostenido como era justo a los que habían dado irrefragables pruebas
de su integridad. Dice Salustio, sin mal no me acuerdo, que cuando
Yugurta se retiraba de Roma, volvió a ella el rostro muchas veces y
finalmente exclamó: ¡ Ah Roma venal, yo te vendería si hubiera quien
te comprase!, Y D. Antonio Fernández de León no podía despedirse en
iguales términos de Sevilla cuando regresaba a Caracas?. ...” 62
Estas reflexiones pusieron en evidencia no solamente una
posición en contra de la Junta Suprema de Caracas, sino también en
contra de los procedimientos que fueron utilizados por la Regencia de
61
op.cit., 58, p.31. El señalamiento de los Estados Unidos es un aspecto que será abordado
posteriormente. El aspecto más resaltante de William Burke, durante su permanencia en
Caracas, fue difundir la imitación del modelo de la Constitución de Estados Unidos, como
portavoz de la tolerancia en función del liberalismo anglosajón.
62
op.cit., 58, p.33.
14
Cádiz. En ésta oportunidad señaló como ejemplo la proclama
63
que
envió la Regencia de Cádiz a Caracas en enero de 1810. Señaló que
fue utilizada para perjudicar la integridad de la monarquía española, y
como un mal pretexto para sustentar los criterios de la Junta Suprema
de Caracas, ya que se caracterizó por su impolítico lenguaje en contra
de la tranquilidad que debió mantenerse en la Provincia de Caracas a
favor de la justa causa nacional, pretendiendo alucinar a los individuos
que carecen de una regular instrucción, con un discurso que se destacó
por su falta de coherencia, descubriéndose en la indeterminación de su
léxico, un supuesto erróneo.
Las reflexiones histórico-críticas no ocultaron una posición
intolerante en contra del clima de disensión que se presentó en 1810,
entre la Junta Suprema de Caracas y la Regencia de Cádiz. En
oposición justificó el camino de una retórica ilustrada y liberal. Para su
autor, la tolerancia está representada a partir de la libertad política y
civil, como principios liberales que deben mantener la justicia y las
leyes en contra de la arbitrariedad y de los sofismas especiosos
provenientes del régimen arbitrario. A continuación manifestó que el
choque de opiniones políticas tiene como resultado la ilustración de los
pueblos como un hecho que puede servir de ejemplo en la sociedad
hispanoamericana; sin embargo no parece ocultar la existencia de una
tolerancia limitada, cuando advirtió que los principios liberales no deben
estimular el libertinaje; sino que al contrario exige la presencia de
virtudes religiosas, cívicas y sociales:
“...Los principios liberales no son como groseramente se supone
las licencias para hacer lo que a cada uno se le antoje, sino todo lo
contrario, son los cimientos de la virtud, y de la conducta más arreglada
y justa. La seguridad de los ciudadanos tiene su objetivo; y el medio es
63
Ídem 45.
15
vivir todo individuo de la sociedad, sometido a unas leyes sabias,
cerrando en lo posible los caminos de eludirlas. Virtudes religiosas,
virtudes cívicas y virtudes sociales, no apariencias, es lo que exigen los
principios liberales; y aún son tan estrictas las leyes que emanan de
tales bases, que hasta virtudes domésticas son menester para cumplir
exactamente el objeto de la sociedad que las adopta; por manera que
se pudiera decir con justicia y razón que los principios liberales, contra
los que todavía se atreven algunos a declamar son rigurosamente
hablando, combate de todos los vicios y premio de todas las virtudes...”
64
C) Relación documentada del origen y progresos del trastorno de
las Provincias de Venezuela
64
op.cit., 58, p.40.
16
Esta relación65 fue elaborada por Pedro de Urquinaona y Pardo,
Oficial de la Secretaria de Estado y del Despacho de la Gobernación
Peninsular. Ejerció funciones como secretario del Rey Fernando VII. El
25 de diciembre de 1812, fue nombrado por la Regencia de Cádiz,
como comisionado para la pacificación del nuevo reino de Granada. Su
relación contiene una información detallada de los hechos que
transcurrieron en las Provincias de Venezuela, desde la instalación de
la Junta Suprema de Caracas del 19 de abril de 1810, hasta la
exoneración del Capitán General Domingo Monteverde, por la
guarnición de la plaza de Puerto Cabello en diciembre de 1813. Pedro
de Urquinaona y Pardo mantuvo residencia en Caracas, y fue testigo de
la mayoría de los hechos que transcurrieron en éste periodo, extendió
su relación documentada hasta que llegó el momento en que fue
desterrado y proscrito. En el inicio de su relación señaló como principio,
que las causas y motivos de las sediciones son la inobservancia de las
leyes y costumbres, la opresión general, y el conferir los empleos a
personas indignas. El autor pretendió señalar éste principio como un
epígrafe; citando como fuente los ensayos morales del filósofo inglés
Francis Bacon (1561-1626). En la primera parte de su relación señaló
que el movimiento del 19 de abril de 1810, nunca llegó a penetrar el
corazón de los pueblos, y que los protagonistas que lo apoyaron, no
respetaron a las autoridades superiores, infringiendo las leyes que
mantenían la adhesión a la causa del Estado, encendiendo la discordia
que originó posteriormente la guerra intestina que se declaró en 1813.
Realizó algunas disertaciones históricas antes de abordar con
detalle los hechos que transcurrieron a partir del 19 de abril de 1810.
Como preámbulo consideró que desde que la América Española, sintió
65
URQUINAONA Y PARDO, PEDRO, Relación documentada del origen y progresos del
trastorno de las Provincias de Venezuela. Su portada contiene los siguientes datos: En la
Imprenta Nueva Calle de la Concepción, Nº 9, 1820. , op.cit., 55: Materiales para el estudio de
la ideología realista de la independencia, p.139.
17
el primer grito de la sedición que empezó por desolar a las Provincias
de Venezuela, se pensó en corregir los males sin fijar la idea exacta de
su origen, y que la arbitrariedad y la discordia entre grupos con fines
privados, rehusó la voluntad del pueblo, como un elemento que podía
acabar con el origen de la sedición. Se puede apreciar nuevamente la
utilización del argumento antiguo, citando como ejemplo a Cicerón, para
demostrar la impostura que puede presentarse cuando se rechaza la
voluntad de un pueblo:
“...Cicerón nos conserva en sus Philipicas la memoria de haberse
registrado en los protocolos de Roma la solemne impostura de que Julio
Cesar rehusó la diadema real que le ofrecía el Pueblo por mano de
Marco Antonio; cuando por el contrario no omitió medio para obtenerla
abusando de la debilidad del Senado y creencia supersticiosa de los
libros Sibilinos. Entre los fragmentos de esa misma república aparecen
los medios de que se valió el procónsul Bíbulo para conseguir el honor
del triunfo y las gracias que se dieron a los Dioses por sus victorias, sin
embargo de haberse mostrado cobarde en Antioquia y abominable en la
Siria. ...” 66
A continuación señaló las perniciosas equivocaciones que
pueden surgir del interés privado proveniente del espíritu faccioso de un
partido, que puede comprometer el decoro de un gobierno y la
dependencia de sus pueblos. Señaló un ejemplo aleccionador de la
historia, cuando se pretende ocultar bajo falsedad, la muerte, la
discordia y la desolación. Citó como ejemplo, una impresión a partir de
la historia de la Provincia de Cumana escrita por Fray Antonio Caulin:
“...Nuestros Católicos Monarcas nunca creyeron degradar la real
autoridad, precaviendo el daño de sus ordenes subrepticias, mandando
publicar la sorpresa y engaño que padecieron sus augustos
predecesores. La historia de la provincia de Cumana escrita por el
padre Caulin y publicada de orden y a expensas de Carlos III, después
de marcar los hechos que cubren de ignominia al Abogado Urpin,
66
op.cit., 65, p.140.
18
presenta la cédula del 6 de mayo de 1642, en que por servicios
figurados se le dieron gracias y mercedes con fraude de los
documentos archivados, comprobantes, según el historiador, de los
robos, discordias, muertes y desolación que causaron sus temeridades.
...” 67
Urquinaona señaló posteriormente que las transformaciones
políticas enseñan que las acciones de un Estado dependen de las
pasiones del género humano, importando muy poco la mayor o menor
extensión del circulo en que se desenvuelve. Citó una observación del
jurisconsulto De-Lolmme, apoyada en los dogmas del derecho público.
Señaló que la idea del hombre en adquirir y conservar sus derechos, y
el temor de perderlos compensa los sacrificios de bienes y libertad. En
otras palabras pretendió manifestar que en una sociedad donde no se
infringe el pacto de las leyes, el hombre tiene la oportunidad en
recuperar lo que ha perdido. No dejó de advertir a continuación que
cuando ocurre una alteración en el orden público, existe la posibilidad
de que se disuelva el pacto establecido entre las leyes, causando
disgustos que pueden conmover a una familia, a una ciudad, y a un
imperio. Utilizó
nuevamente el argumento antiguo, citando como
ejemplo a los Asirios y a los Bátavos:
“...Los Asirios perdieron los pueblos de la Hircania por tratarlos
como Iliotas, e incorporados al ejército de Ciro triunfaron de los Reyes
de Arabia y Capadocia. Los antiguos Bátavos exasperados con las
injusticias de sus gobernadores, acreditaron ser tan formidables para
enemigos, como fieles para amigos y hermanos del pueblo romano.
...”68
Cuando se refirió a la España antigua manifestó lo siguiente:
67
op.cit., 65, pp. 140-141. Acerca de Fray Antonio Caulin, existe una información específica
en: RODRIGUEZ LEAL, EDGAR, Fray Antonio Caulin. Ideología e Historia, Universidad
Central de Venezuela, Facultad de Humanidades y Educación, Instituto de Antropología e
Historia, Caracas, 1975. Lourdes Fierro en su estudio preliminar sobre Fray Jacinto de Carvajal,
menciona a Fray Antonio Caulin, como un ejemplo de la retórica española del siglo XVII.
68
op.cit., 65, p.141.
19
“...La primitiva España seducida por los atractivos de un
comercio ventajoso en la apariencia, admitió como amigos a los
Cartagineses que se hicieron dueños de sus riquezas; más no
satisfechos con disfrutarlas, tentó la codicia barrenar los pactos y la
ambición dominarlo todo con la fuerza. Empezaron las violencias
inspirando el odio de las provincias sometidas: siguió la opresión y se
difundió por las libres el horror al yugo de los tiranos que las obligaron a
aceptar los auxilios de Roma tan funestos como sus males. ...” 69
Urquinaona recurrió nuevamente a la historia de Venezuela, para
demostrar que la infracción de pactos y promesas es el manantial
perenne de los males que debilitan y destruyen el cuerpo social. Citó
como ejemplo a Juan Fajardo cuando en 1555 exploró las
inmediaciones de algunas poblaciones indígenas:
“...Cuando en el año de 1555 pasó Juan Fajardo desde la Isla
Margarita a explorar la situación y riquezas de las inmediaciones de
Caracas, los Caciques Niscoto, Paisana, Naiguatá, Scama y
Guaymacuare, le obsequiaron hasta el extremo de cederle
voluntariamente la propiedad de todo el Valle del Panecillo. Agradecido
a este obsequio y liberalidad regresó a la Isla con el designio de
reforzar su piquete, compuesto entonces de tres españoles y veinte
indios Guaiqueries. Alistados los que quisieron probar fortuna se
encaminaron al Panecillo, donde recibieron nuevos obsequios de los
Caciques comarcanos; más como la tropa de Fajardo era reclutada por
la codicia, apuró antes de cuatro años el sufrimiento de los indios, que
irritados con las violencias lanzaron del territorio a sus ingratos
pobladores. ...” 70
Es evidente en Urquinaona, la retórica de la historia, para
demostrar la intolerancia de los hombres cuando violan los pactos y las
promesas, insiste en éste aspecto advirtiendo que cuando se descubren
los síntomas provenientes de la infracción de pactos y promesas, no
debe confundirse la sedición con la sublevación, y cuando el interés
69
70
op.cit., 65, p.141.
op.cit., 65, pp. 141-142.
20
privado los engendra y los nutre, desaparecen con el castigo de los
sediciosos, y cuando éstos síntomas provienen de una multitud, es
preciso cortar la causa que los produce, citó como ejemplo la acción
que realizó el General Bleso, cuando calmó la sedición de Parcenio, a
raíz de la sublevación del ejército romano contra Tiberio. A continuación
señaló que si Joaquín Murat hubiera considerado éstos principios,
habría evitado el derramamiento de sangre que asoló a España,
durante la invasión napoleónica. Urquinaona insiste en el argumento
antiguo cuando manifestó lo siguiente:
“...Amotinadas por el capitán Parcenio las legiones de Hungría,
pretendiendo sueldos y exenciones que no podía franquearlas el
general Bleso, calmó la sedición con el castigo de Parcenio; pero
sublevado el ejército romano en el Rin contra el trono de Tiberio, se
restituyó la tranquilidad con la repugnancia honrosa de Germánico que
extinguió la causa de la sublevación. ...” 71
A continuación señaló como principio fundamental observar los
antecedentes de la historia, para poder comprender el carácter de las
conmociones; bajo el recurso de la metáfora, señaló que toda
conspiración política, sigue el curso de una piedra arrojada de lo alto
de una montaña:
“...Su primer movimiento es lento; cuanto más desciende toma
mayor peso y redobla la ligereza de su caída. Así es menester más
fuerza para detenerla en lo fuerte de su carrera que al principio. Tan
difícil es contener una conspiración en los últimos periodos, como fácil
ahogarla en los principios con el exacto conocimiento de las causas y
remedios oportunos. ...” 72
Consideró que el movimiento del 19 de abril de 1810 fue mucho
peor que todas las sublevaciones ocurridas a lo largo de la historia de
71
72
op.cit., 65, p.142.
op.cit., 65, p.142.
21
las Provincias de Venezuela. En éste sentido señaló las conspiraciones
que ocurrieron desde 1499, con los ejemplos de insubordinación que
cometieron los navegantes Niño y García en contra de las reales
órdenes de posesión otorgadas por los Reyes Católicos a Cristóbal
Colón, con respecto al dominio de posesión
territorial;
hasta las
conmociones que ocurrieron en Caracas en 1808, como una
consecuencia del trastorno que vivió tanto España, como Europa. Para
Urquinaona y Pardo el movimiento del 19 de abril de 1810 pretendió
acabar con un dominio español que durante 312 años y a pesar de sus
altibajos, creó una sociedad madura que a fines del siglo XVIII, había
alcanzado cierta prosperidad.
Cabe citar como un último ejemplo de la retórica en la Caracas
de 1810, las “Memorias sobre las Revoluciones de Venezuela”73 fueron
elaboradas por José Francisco Heredia que fue Oidor Decano de la
Real Audiencia de Caracas en 1810.
73
HEREDIA, FRANCISCO, Memorias sobre las Revoluciones de Venezuela. , op.cit., 55:
Materiales para el estudio de la ideología realista de la independencia. Permanecieron inéditas
hasta que fueron publicadas en Paris en 1895. Contiene un estudio biográfico elaborado por
Enrique Piñeiro.
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