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De la causalidad y la incertidumbre en Economía (Resumen) Zeballos, Jesús Alberto Facultad de Ciencias Económicas Universidad Nacional de Tucumán – Argentina Siguiendo el paradigma de las ciencias naturales, la economía elaboró teorías en base a modelos estáticos, con cuantificaciones aparentemente constantes y que de algún modo pretendían determinar un cierto equilibrio entre sus variables. De esta concepción atemporal no podía sino derivar una teoría económica formal, muy próxima estructuralmente a los sistemas axiomáticos deductivos; y si el tiempo se introdujo en la formalidad de la teoría, sólo fue a través de la denominada causalidad contemporánea. Aunque las relaciones temporales entre causa y efecto pueden ser de diversa índole, en este trabajo me referiré a una relación de tipo secuencial, por ser, creo, la de mayor utilidad en economía. Mis reflexiones abordan problemas lógico- filosóficos de la explicación y la predicción en economía, derivados de la incertidumbre. Enmarco estos cruciales temas en el contexto de la causalidad, destacando en ella los caracteres de secuencia temporal y necesidad relevante. Desde un punto de vista formal, las fundamentaciones ensayadas para dar cuenta de la noción de causalidad son notorias falacias lógicas; lo cual priva de validez a las teorías económicas que se apoyan en esa noción. Se puede convenir en que el tradicional esquema simbólico con que se la representa, “A causó B”, da buena cuenta de lo que comúnmente se comprende por su concepto. ¿Pero qué pretende significar la fórmula “A causó B”?... Seguramente, que existió en un tiempo determinado un hecho “A”, y en otro tiempo posterior, un hecho “B”, como consecuencia o efecto de aquel. Y para demostrar que A fue realmente la causa de B, se dice que “si no hubiera existido A, tampoco B habría existido”. Obsérvese que subrepticiamente nos hemos deslizado, con esta última formulación, desde el plano fáctico real al plano ideal de un Gedanke Experiment; a la enunciación de un condicional contrafáctico. Independientemente de esta clara metábasis desde lo que realmente sucedió a lo que nunca existió, se puede advertir en esta construcción racional de la causalidad, la burda falacia de negar el antecedente. Traducida la fórmula “A causó B”, en conjunción con su correspondiente condicional contrafáctico, al lenguaje simbólico, fórmula equivalente: "(A B) . A resultaría la siguiente B )", que es obviamente inválida, como puede verificar cualquier estudiante de lógica elemental. Como se ve, la relación de deductividad cusal, que se resuelve en la negación de la conjunción de antecedente y negación de consecuente (p q) (p . q) no parece recoger el sentido de generación causal, ni de certeza y necesidad; engendrando, además, paradojas. Una de ellas, "p (p q)", precisamente, es la expresión acabada de la irrelevancia de los supuestos para una teoría. Recuérdese, de paso, que esta irrelevancia fue defendida por Milton Friedman (1953) en su famoso Ensayo sobre Metodología de la Economía Positiva. Efectivamente, la declaración en ese ensayo "para tener importancia... una hipótesis debe ser descriptivamente falsa en sus supuestos" (1) suena como una paráfrasis de la implicación paradójica "si una proposición es falsa, entonces implica cualquier proposición". Aquí se hace patente la insuficiencia de la lógica clásica de Principia mathemathica, para las ciencias económicas, ya señalada por John Maynard Keynes. En el sistema R de lógica relevante de Anderson y Belnap (1962) no sólo se resuelven las paradojas de la implicación material y estricta (Lewis y Langford), sino que también se proporciona una expresión lógica de la causalidad y un esquema apto para la explicación y la predicción científicas. En primer término, estos autores precisan la acepción de "paradoja relevante": "una implicación A B es una paradoja de la relevancia si el contenido semántico de A y B es, eventualmente disyunto (es decir, si A y B no tienen en común al menos una variable proposicional)". Como contraposición, se da, en segundo término, la caracterización semántica de una lógica de la relevancia: L es una lógica de la relevancia si y sólo si en todo teorema de L de la forma A B, A y B tienen al menos una variable proposicional en común. Se evidencia así, que, mientras en las implicaciones material y estricta el antecedente A es inútil para establecer la derivabilidad del consecuente B, en la implicación relevante el antecedente A se utiliza, es un fundamento lógico-semántico, para probar el consecuente B. Si sustituyéramos "A" por hipótesis y "B" por "consecuencia observacional", obtendríamos el esquema formal de las explicaciones y predicciones lógico-relevantemente válidas. De tal modo, se evidencia que las relaciones entre antecedente (hipótesis) y consecuente (predicciones y consecuencias observacionales) de las ciencias empíricas en general, y de las ciencias económicas, en particular, se hayan mejor expresada y sin riesgos de paradojas en la lógica relevante. Por otra parte, estimo que la lógica temporal de la datación y sus relaciones con el tiempo gramatical, contenida en el sistema minimal R de Rescher y Urquhart, puede captar las propiedades del tiempo, imprescindibles para una posible axiomatización lógica de las teorías dinámicas económicas. Finalmente, para recuperar la dimensión semántica y pragmática, esto es, el contenido empírico de la teoría, apelo a los conceptos wittgensteinianos de regla, juegos del lenguaje y formas de vida. Más que un retorno a la metodología del verstehen y un reconocimiento a la atmósfera filosófica (Russell, Moore, Wittgenstein) en la que Keynes incubó su teoría económica, estos conceptos resultan de inestimable utilidad para analizar filosóficamente el pensamiento autocrítico de algunos economistas notables de la actualidad. BIBLIOGRAFÍA Blaug. M (1985): La metodología de la economía (versión española), Ed. Alianza Universidad, Madrid. Bunge, M. (1978): Causalidad, R. Principio de Causalidad en la Ciencia Moderna, Eudeba, Bs. As.. Friedman, M. 1953. Assays in Positive Economics, University of Chicago Press. Hicks, J. (1979): Causality in Economics, Ed. Basil Blacwell, Oxford. Keynes, J.M. 1936: The General Theory of Employment, Interest and Money Versión española: Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, Ed.F.C.E. 1943, México. Rescher, N. y Urquhart, A. 1971: Temporal logic. Ed.Springer-Verlag. N.York Wittgenstein, L.(1958): Philosophische Untersuchungen, B.Blackwell, Ed. bilingüe alemán español, Instituto de Investigaciones filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México, México
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