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HORA SANTA
Javier Leoz
Sacerdote Diocesano
Peralta (Navarra)
1. MONICION DE ENTRADA
Muy buenas noches, Señor.
Sed bienvenidos todos en esta hora en la que, Jesús, nos pide tener los ojos abiertos y los oídos atentos.
Abiertos los ojos para ver; y atentos los oídos para escuchar.
¿Seremos capaces de velar con El por lo menos una hora?
La hogaza que el Señor ha repartido esta tarde al dejarnos como memorial la Eucaristía, sigue humeando.
Los pies de todos nosotros, lavados por el Señor en un acto de generosidad, de ejemplo y de servicio, siguen
brillando y recordándonos que, ahora y para siempre, también como amigos de Jesús iremos en esa línea de
derroche de amor y de ternura hacia los demás.
El Señor se está ofreciendo por nosotros. Debajo de la sombra del Huerto de los Olivos, pide al Padre por El,
por nosotros, por la humanidad.
¿Seremos capaces de velar una hora?
2. CANTO
Al atardecer de la vida me examinarán de amor,
al atardecer de la vida me examinarán de amor.
1. Si ofrecí mi pan al hambriento
si al sediento di de beber,
si mis manos fueron sus manos,
si en mi hogar le quise acoger.
2. Si ayudé a los necesitados,
si en el pobre he visto al Señor
si los tristes y los enfermos
me encontraron en su dolor.
3. Aunque hablara miles de lenguas,
si no tengo amor nada soy,
aunque realizara milagros,
si no tengo amor nada soy.
3. Jesús: PERMANECED EN MI AMOR
Discípulo: Estamos sobrecogidos por el temor y el miedo, Señor
Jesús: PERMANECED EN MI AMOR
Discípulo: Sólo Tú, Señor, eres capaz de entregar la vida así
Jesús: PERMANECED EN MI AMOR
Discípulo: ¿Cómo buscarte si, a veces, no sabemos dónde?
Jesús: PERMANECED EN MI AMOR
Discípulo: También, en nosotros, aparece la desilusión y la prueba
Jesús: PERMANECED EN MI AMOR
Discípulo: ¡Despiértanos, Señor! ¡Necesitamos escucharte y verte!
Jesús: PERMANECED EN MI AMOR
Discípulo: ¿Seremos capaces de mantenernos en pie y no negarte?
Jesús: PERMANECED EN MI AMOR
Discípulo: ¿Seremos valientes o, tal vez, te venderemos por poco o nada)
Jesús: PERMANECED EN MI AMOR
(silencio)
4. Canto
-No adoréis a nadie, a nadie más que a El.
No adoréis a nadie, a nadie más que a El.
No adoréis a nadie, a nadie más,
no adoréis a nadie, a nadie más,
no adoréis a nadie, a nadie más que a El.
-Porque sólo El nos puede sostener,
porque sólo El nos puede sostener.
No adoréis a nadie, a nadie más.
No adoréis a nadie, a nadie más.
No adoréis a nadie, a nadie más que a El.
-No alabéis a nadie....
-No miréis a nadie....
-No busquéis a nadie....
4. Palabra
Del Evangelio según san Mateo:
Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. Cuando llegó a
aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de
piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad,
sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente;
y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. Cuando se levantó de la oración, y vino a
sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza;
y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.
5. ÁMAME COMO ERES, recuerda:
(Un lector hace de Jesús. Tiene que ser una lectura lenta, nítida, serena. Con sus pausas. Una música, suave y
apropiada, creará un ambiente adecuado)
Yo soy tu Dios….
Tu Señor….
Tu Salvador….
Tu Maestro….
Tu Hermano….
Tu Amigo….
Si crees en Mí, vivo siempre contigo….
Ámame como tu eres….
Lo demás déjamelo a mí, yo te amo.
Esta noche, por Ti, me agarro a Dios más que nunca.
Conozco tus miserias,
la aflicción y la tribulación de tu alma,
la debilidad y la enfermedad de tu cuerpo;
lo mismo tus vilezas y tus pecados,
a pesar de todo, te digo:
“dame tu corazón, acompáñame y ámame como eres,
si te esperas ser ángel para abandonarte al amor, no amarás jamás
En todo instante,
En cualquier situación en que te encuentres,
En tu fervor o en la tibieza,
En la fidelidad o en tu infidelidad,
Quiero el amor de tu pobre corazón,
Si esperas a ser perfecto no me amarás jamás,
Yo así te amo…y por Ti, esta noche, cae sudor y sangre
en las horas más amargas y redentoras de mi vida.
Deja que te ame mi Padre Dios….
Quiere tu corazón, ciertamente con el tiempo lograré transformarte,
Pero por ahora te quiere como eres y desea que hagas lo mismo,
Quiere ver surgir del fondo de tu miseria, el amor,
Ama en ti hasta tu debilidad, como en esta noche mis dudas en la prueba
Ama tu amor pobre y miserable,
Quiere que salga de lo mas profundo de tu ser un grito continuo:
SEÑOR YO TE AMO….Y SUBES A LA CRUZ POR MI
TODO ESTO LO HACES POR MI¡
Yo, Jesús, no necesito tu ciencia, tu talento o tus obras,
Una sola cosa importa, El verte vivir amando,
No son tus virtudes las que quiero,
Si te las diese, eres tan débil que alimentaría tu amor propio,
No te preocupes por esto,
Te podía haber destinado a grandes cosas pero no serías siervo útil,
Te amo aunque seas tan poca cosa, porque te he hecho para que vivas amando.
Hoy estoy a la puerta de tu corazón, ¿estás velando? ¿Estás despierto?
¿Te has dormido? Mira que, en esta noche, estoy a la puerta de tu corazón
Como un mendigo suplicándote.
Yo Rey de Reyes busco y espero, apúrate y abrázame,
No alegues tu miseria, no me dejes en estas horas abandonado en la soledad
¿no te das cuenta que, en los momentos amargos, es donde se ven
el oro o la hojalata de los amigos?
No quiero que me traiciones como Judas….aunque posiblemente lo hagas
Ni tampoco deseo, que me niegues como Pedro….aunque tal vez lo harás
Quiero que pienses en Mí en estos instantes donde se cruza el cielo con la tierra
La muerte con la vida, el vértigo con el miedo, la paz con mi alma que se revela…
Cuando tengas que sufrir, como yo ahora, te daré fortaleza,
Dame tu corazón y te enseñaré a amar más allá de lo que nunca has soñado…
Pero recuerda: ámame como eres,
Te dejaré a mi madre al pie de la cruz,
deja todo en su corazón pase lo que pase….
No esperes a ser santo para abandonarte al amor, no me amarías jamás
ÁMAME COMO ERES…PORQUE, YO EN ESTA NOCHE,
ESTOY AMANDO A DIOS….TAL Y COMO SOY
José Guerra ofs
(Silencio)
6. Canto
7. Lectura
Lectura del Santo evangelio según San Juan.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del
Padre que me envió.
Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que
enviará el Padre en mi nombre, será quién os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he
dicho.
La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro
corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado.” Si me amarais, os
alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que
suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.»
(silencio)
8. PRECES:
Presidente: Como a los apóstoles, Cristo nos invita a todos a su Cena, En ella entrega su
cuerpo y su sangre para la vida del mundo. Digámosle, después de cada petición:
Tú eres, Señor, el Pan de Vida.
-Cristo, Hijo de Dios vivo, que nos mandaste celebrar la Cena Eucarística en memoria tuya:
enriquece a tu Iglesia con la constante celebración de este misterio.
-Cristo, sacerdote único del Altísimo, que encomendaste a los sacerdotes ofrecer tu sacramento:
haz que su vida sea fiel reflejo de lo que celebran sacramentalmente.
-Cristo, maná del cielo, que haces que formemos un solo cuerpo todos los que comemos del
mismo pan:
refuerza la paz y la armonía de todos los que creemos en ti.
-Cristo, médico celestial, que, por medio de tu pan, nos das un remedio de inmortalidad y una
prenda de resurrección:
devuelve la salud a los enfermos y al esperanza viva a los pecadores.
-Cristo, maná bajado del cielo, que nutres a la Iglesia con tu cuerpo y con tu sangre:
haz que caminemos con la fuerza de este alimento.
-Cristo, rey de paz y de justicia, que consagraste el pan y el vino como signo de tu propia
oblación:
haz que sepamos ofrecernos junto contigo.