Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Prédica para Célula No. 71 DEJA EL PASADO ATRAS Efesios 4:17-24 "...requiero en el Señor que no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente...." Jack Eckerd, el fundador de la cadena de farmacias Eckerd, empezó a leer algunos libros acerca de la fe cristiana después de un contacto con Chuck Colson. Después de leer los libros, llegó a creer que Jesús realmente era quien dijo ser. Llamó a Colson, quien oró con él para que fuera salvo. Colson le dijo, Ahora has nacido de nuevo. La primera cosa que hizo Eckerd fue entrar en una de sus farmacias y ver entre las revistas a Playboy y Penthouse. Las había visto muchas veces antes, pero nunca siquiera las había notado. Ahora lo disgustaron y llamó al presidente de la cadena y le ordenó a sacarlas de sus tiendas. No puede ser -dijo el presidente-, ganamos $3 millones cada año con esas revistas. No me importa, dijo Eckerd. Cuando le contó la historia a Colson, éste le preguntó: ¿Por qué tomaste esa decisión? ¿Fue por tu nueva fe en el Señor? Le respondió: ¿Por cuál otra razón iba a perder $3 millones? Dios no me dejaba escapar. Dios no me dejaba escapar. ¿Qué mejor manera de describir la soberanía de Cristo? El verso dice, El amor de Cristo nos obliga. Es imposible ser un verdadero creyente y no experimentar un cambio en nuestras vidas. Simplemente no podemos seguir viviendo como antes, cuando llegamos a conocer y entender la gracia que Dios nos ha mostrado. Podemos resumirlo así: Nuestra nueva vida en Cristo nos obliga a cambiar nuestra manera de vivir. Ya te has vestido del nuevo hombre?. Y si no lo puedes hacer hoy, permitiendo que Jesús, limpie tu vida. Aquí se usa el ejemplo de la ropa. Cuando llegamos del trabajo, y vamos a salir a visitar o ir a una reunión, ¿qué hacemos? ¿Irnos así como estamos? No, nos bañamos y nos cambiamos de ropa - la ocasión demanda algo diferente. De igual manera, si somos creyentes, estamos viviendo en una ocasión diferente - es nuestra aceptación por Dios, su gracia, nuestra nueva posición como sus hijos, y él también nos llama a cambiarnos la ropa. Vamos a comparar la ropa que nos estamos quitando con la que nos debemos de poner. I. La ropa de la vida vieja está sucia (17-19) La suciedad e impureza de la vida vieja tiene dos raíces: A. La ignorancia nos aleja de Dios (17-18a) El pecado, la impureza de nuestra vida anterior, es en primera instancia un problema mental. Lo que tú crees acerca de Dios y acerca de la vida afectará la manera en que vives de día en día. Los pensamientos frívolos - es decir, vanos, egoístas, insignificantes e inconsecuentes - que caracterizan a los de afuera se reflejan en su manera de vida. En algunos, estos pensamientos se reflejan en una necesidad constante de ser entretenidos - con la tele, las películas, etc. - más allá de algo sano. En otros, se ven en los vicios que llenan su mente y su corazón. En otros, se ven en una preocupación excesiva por la familia - en vez de amor, es dependencia. En otros, se ven en la obsesión con tener más dinero, más cosas, más seguridad. Y hay muchas otras variaciones. La clave es que todas estas cosas, que ocupan la mente del que no tiene a Dios, son pasajeras - no duran, no tiene importancia eterna, y sólo resultan en más preocupación, más desilusión, más vanidad. Y esto se expresa en la vida - quizás no de inmediato en maldad desenfrenada, pero en una vida que no importa en la eternidad - y eventualmente también se vuelven al chisme, la envidia, el engaño, etc B. La dureza de corazón nos lleva a vivir en maldad (18b, 19) La simple realidad es que en todos nosotros está el pecado. ¿Qué es el pecado? Es esa resistencia contra el hacer la voluntad de Dios. Todos sabemos que ciertas cosas son malas y que otras son deberes, pero no las hacemos. ¿Por qué? Es porque somos criaturas rebeldes. Pero no tenemos que quedarnos en esa ignorancia y esa rebelión. En Cristo, hay libertad de esto. Cristo trae verdad para nuestra ignorancia y obediencia para nuestra rebelión. Por esto, II. La ropa de la nueva vida es pura (20-24) A. Consiste en conocer la verdad (21b, 23) Como creyentes, nos hemos matriculado en la escuela de Cristo para aprender la verdad. Siguiéndole a él, aprendemos cómo vivir. Y él nos llama y nos enseña a ser personas diferentes. Él nos llama a quitarnos esa ropa vieja, abandonar la ignorancia y la rebelión, y ponernos la ropa nueva de la santidad. Esta ropa, esta manera de vivir, es pura, y Dios nos llama a ponérnosla: Y es muy importante para nosotros tener las dos cosas: saber lo que es cierto y lo que es falso, pero también saber cómo vivir la verdad que conocemos. B. Consiste en cambiar de corazón (24) INVITACION Y MINISTRACION.