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DECLARACIÓN DE LOS OBISPOS DE LA COMISIÓN EUROPEA
“Por una economía social de mercado altamente competitiva”
¿Sabíais que existe una comisión de obispos representantes de las diferentes
Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea? Pues, sí. Es la COMECE
Preocupados por el riesgo de desplome de la eurozona a raiz de la crisis de la
deuda, se han decidido a publicar una declaración de 20 puntos con el fin de
suscitar un debate en torno a la búsqueda de medidas eficaces para revitalizar la
“economía social de mercado altamente competitiva”
El documento se inicia con un recordatorio de la gestación de este concepto en
el seno de los países germanófonos de Europa y de algunos tratados de la
Comunidad Europea y evoca, así mismo, el origen de sus raices en la herencia
filosófica y religiosa europeas.
En 2010, pidieron al Arzobispo de Munich y Frisingia que formara una comisión
de expertos y en 2011 organizaron una conferencia sobre ética social. De los
informes y debates suscitados por estas dos iniciativas nace el documento que
hoy os adjuntamos en este número de Aldiz-Aldi.
Desde el principio declaran que se trata de una reflexión sobre los principios
que sustentan el concepto de “economía social de mercado altamente
competitiva” sin pretender proponer un modelo económico. Sin embargo, a lo
largo de la exposición no dudan en hacer propuestas de normas y posibles
medidas a tomar en el seno de la Comunidad Europea para construir un modelo
económico y social más SOLIDARIO Y SOSTENIBLE.
El texto es muy abierto ya que reconoce en varias ocasiones que las propuestas
que hacen tratan de conciliar cualidades que en la mentalidad actual son
consideradas absolutamente contradictorias pero eso no les detiene. Ahí está el
reto. Así, no dudan en proponer conciliar, “libre iniciativa y cohesión social”,
“libre competencia y solidaridad”.
Los principios en los que han basado las características del concepto son la
libertad, la justicia y el mandamiento del amor al prójimo, extraídos de la
filosofía y la jurisprudencia greco-romana así como de la teología Bíblica. Las
características que proponen son cuatro: la libre iniciativa, el carácter
competitivo y la responsabilidad ante los impuestos, la política social y el
equilibrio ecológico acompañado de la moderación sostenible.
Los criterios de la doctrina social de la iglesia en los que se han basado
recuerdan mucho los fundamentos de las propuestas recogidas el año pasado
por estas fechas en la carta pastoral de los obispos de las diócesis vasconavarras.
Aquella carta fue mas rigurosa denunciando los “desmanes” que originó la
primera crisis, la de los bancos. Esta declaración, sin embargo, está más
preocupada por el riesgo de que se desmorone la articulación de la Unión
Europea. Por eso sus propuestas aluden, sin ningún disimulo, a políticas y
normas concretas que, según los principios éticos proclamados, la Unión
debería reformular.
Me ha parecido un documento valiente e incluso provocador. Para quien quiera
escucharlo, lleno de retos concretos y sugerentes. Quizá los economicistas lo
considerarán contradictorio y poco realista pero si queremos darle la vuelta a
esto, y hay que dársela, me parece importante que nos dejemos guiar por los
principios éticos que durante demasiado tiempo han estado ausentes de los
negocios y de las relaciones de trabajo. Es la hora de las ideas creativas las que
se atrevan a desafiar lo que hasta ahora nos podía parecer impensable.
Si disponéis de 20 minutos para leer la declaración, ¡¡¡NO LA DEJEIS
PASAR!!!!
Bego Ocio