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CELEBRACIÓN DE M. CARMEN
(Se comienza con la Capilla sin luces, sólo la del Sagrario)
INTRODUCCIÓNAmanece cada día en el mundo. La vida recupera su ritmo. Amanece cada
día en el corazón que permanece atento al soplo de la Gracia.
Amanece también en la Iglesia seres luminosos, que cantan la hermosura
y el dolor del mundo, que descubren en él las huellas del paso de Dios...
En un pueblo llamado Vich, cuando las plantas comienzan a echar sus
brotes, cuando con un estallido de luz y color llega la primavera, amaneció un 9
de Abril: CARMEN SALLÉS, mujer entre las mujeres de su tiempo, necesitadas,
ante todo, de medios sobre los que construir su vida de forma digna: cultura y
fe.
Hizo, entonces, recuento de sus pequeñas posibilidades y de los inmensos
tesoros de Dios, y se lanzó —llena de amor y coraje— a desvelar las huellas del
paso de Dios sobre cada persona.
Cuando murió, quedaba en el mundo una flor nueva que, todavía hoy,
recuerda que una vez, en algún sitio, hubo alguien que amó a Dios y al mundo,
e invita a seguirla.
(Al leer esto último, se coloca una flor grande simbólica encima del Altar)
CANCIÓN: “Un día nuevo amanece” (Cancionero Adamah)
(Se van llevando hasta el presbiterio, mientras se canta, los símbolos:
cuadro de M. Carmen, globos, planta).
1. CARMEN, AYER. (Se lee entre dos personas)
(Colocar letrero en corcho delante del Altar: ‘Carmen, ayer’).
1. ¿Cuál era el secreto de la vida de esta mujer que hoy nos sigue
invitando a que dejemos a Dios actuar en nosotros?... Escuchemos.
2. Tan sólo dos días después de nacer, el 11 de Abril, Carmen recibe un
nombre nuevo: hija de Dios por el Bautismo. Entonces nadie sabía lo que llegaría
a ser; pero Dios tenía un sueño para ella, un sueño blanco y azul. Con ella brotó
la primera semilla Concepcionista.
1. Hoy queremos dar gracias al Señor por las huellas que fue marcando en
su vida y la felicitamos a ella por haber sido fiel y valiente para seguir este
camino que Dios le trazó.
Respondemos: GRACIAS, SEÑOR
1
* Gracias, Señor, porque quisiste que M. Carmen hiciera de su vida una entrega
total a Cristo y en ese seguimiento le pusiste como modelo a María Inmaculada...
* Gracias porque la hiciste depositaria de lo que Tú más amas, que son los niños
y jóvenes; porque la llamaste a atenderlos a través de la educación...
* Gracias porque le diste un espíritu misionero, emprendedor, generoso, abierto
siempre a nuevos lugares, nuevas tierras, nuevos medios...
2. Respondemos: GRACIAS, M. CARMEN
* Porque no te importó lo que los demás pensasen de ti cuando tuviste que
cambiar de congregación y aparentemente fracasaste ante los demás, sino que
fuiste sincera y coherente con lo que buscabas y Dios te pedía...
* Porque no viviste tu vida al margen de los que te necesitaban, porque fuiste
responsable en tu trabajo, porque no te asustaste ante las dificultades y el
cansancio, porque tu corazón y tus pasos caminaban siempre al ritmo del:
¡Adelante, siempre adelante!…
* Porque nos has dejado en herencia tu espíritu de familia, porque no nos
abandonas y sigues presente entre nosotros, porque podemos sentir la emoción y
el orgullo de pertenecer a la familia Concepcionista teniendo como Madre y
Modelo a María Inmaculada...
2. MARÍA, SIEMPRE (Se lee entre dos personas)
CANCIÓN: “Es María”
(Se coloca el letrero: “María, siempre”)
3. A través de María, M. Carmen descubre un camino muy concreto de seguir a
Cristo.
4. Durante el tiempo que pasa con las Adoratrices, trata con chicas con
problemas; conoce de cerca lo que hace el pecado en las personas y sus causas, y
encamina su tarea a liberar a las jóvenes de esta situación.
3. Es entonces, al contemplar a María cooperando en la obra de la salvación,
cuando siente una inspiración y descubre que más vale prevenir que curar, que
preservar del mal es mejor que rescatar.
4. Así comienza una nueva etapa en su vida: la de educar el corazón de los niños
y jóvenes según el modelo de la criatura más perfecta que salió de las manos del
Creador, María Inmaculada.
MOMENTOS DE REFLEXIÓN (Música tranquila mariana; se apaga alguna luz)
2
* María... Carmen... Dos nombres, dos vidas que estuvieron estrechamente
unidas: ¿Se podría decir lo mismo de cada uno de nosotros?...
* “Madre” es la expresión que más le gustaba darle a la Virgen y despertaba en
ella un montón de sentimientos: cercanía, amor, ternura, apoyo…: ¿Qué
significa en tu vida María?...
* “Que todos puedan ver que os habéis educado en una Casa de María
Inmaculada”, recordaba con frecuencia M. Carmen: ¿Pueden de verdad los
demás descubrir en nosotros esa presencia de María?...
3. CONCEPCIONISTAS: TÚ Y YO, HOY. (Se lee entre dos personas)
CANCIÓN
(Se coloca el letrero:’Concepcionistas: tú y yo, hoy’).
1. ¿Ya habéis descubierto el secreto que llenó de sentido y color la vida de
Carmen Sallés?...
2. Ella, en principio, fue fiel a lo que el Bautismo le exigía diciendo: Creo en Dios
y en todo lo que a Él me acerca, y renuncio a todo aquello que me aleja de Él.
1. Hoy nosotros formamos parte de este sueño blanco y azul, estamos
embarcados en la misma aventura con rumbo concepcionista. ¿Cuál será nuestra
aportación?...
2. Ser fieles también a nuestro Bautismo, dejando crecer a Jesús en nuestro
corazón por la vida de la Gracia como lo hizo María; ser transparentes en
nuestras actitudes, en nuestras relaciones con los demás, en lo que somos y
hacemos.
1. ¿Y después?... 2. Ser nosotros mismos, manteniendo siempre la esperanza y la
alegría, sin regateos, sin cansancios; atentos a descubrir el paso de Dios y acoger
su Voluntad en nuestra vida.
4. FELICIDADES POR TU ESTILO DE VIDA.
3 Hemos recordado algunos rasgos de su existencia y hemos visto que todavía
tiene algo que decirnos. Carmen Sallés no es alguien que pasó, sino que su
presencia se prolonga en cada religiosa y permanece en el corazón de cada
alumno concepcionista. Por eso, aunque hayan pasado 100 años desde su
muerte, hoy queremos celebrar su espíritu vivo y alegre.
4. Me pregunto: ¿qué haría M. Carmen para llegar a vivir al estilo de Jesús y
estar ahora para siempre con Él? Os invito a que alguno de vosotros, después de
pensarlo unos momentos, vengáis espontáneamente a expresarlo.
(Se acercan a decirlo de forma espontánea)
2. Ella, en principio, fue fiel a lo que el Bautismo le exigía diciendo: Creo en Dios
y en todo lo que a Él me acerca, y renuncio a todo aquello que me aleja de Él.
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1. Hoy nosotros formamos parte de este sueño blanco y azul, estamos
embarcados en la misma aventura con rumbo concepcionista. ¿Cuál será nuestra
aportación?...
2. Ser fieles también a nuestro Bautismo, dejando crecer a Jesús en nuestro
corazón por la vida de la Gracia como lo hizo María; ser transparentes en
nuestras actitudes, en nuestras relaciones con los demás, en lo que somos y
hacemos.
1. ¿Y después?...
2. Ser nosotros mismos, manteniendo siempre la esperanza y la alegría, sin
regateos, sin cansancios; atentos a descubrir el paso de Dios y acoger su Voluntad
en nuestra vida.
ORACIÓN FINAL.
Vamos a terminar dirigiéndonos a M. Carmen con estas sencillas palabras que
quieren ser, a la vez, poema y deseo:
Mírame, M. Carmen,
con tus ojos, muy adentro;
da luz a los míos
para descubrir la imagen de Dios
que grabada llevo
y el lugar que Él tiene en mí
para el encuentro.
Escúchame en silencio.
Quiero, apoyado en ti,
decirte mis problemas y deseos,
mis cariños, mis amores e ilusiones,
mis esperanzas y secretos,
todo lo que ansío y quiero.
Cógeme de la mano,
y háblame muy bajito, que te entiendo;
cuéntame de Dios, a quien yo busco,
de la Virgen, a quien tanto quiero;
de los hombres, mis hermanos,
que caminan, como yo, a su encuentro.
Enséñame cómo se vive en paz
y se regala a los demás,
cómo se camina entre las gentes
dando amor y ofreciendo perdón.
Dí que me quieres
y vas a acompañarme siempre
en el viaje de mi vida.
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