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Fibrilación Auricular (FA) y tratamiento
La FA es una enfermedad grave, compleja y progresiva
La Fibrilación Auricular (FA) es la arritmia (ritmo cardiaco) cardiaca prolongada más frecuente y está
provocada por una actividad eléctrica
anormal en el corazón.1
En la FA, el control del ritmo cardiaco ejercido
por su marcapasos natural, el nodo sinusal,
es sustituido por una actividad eléctrica
anormal procedente de otras áreas de las
cámaras superiores del corazón, la aurícula.1
Como consecuencia de ello, la aurícula late
de forma descoordinada y desorganizada,
con
un
ritmo cardiaco
irregular y
generalmente rápido.1 La FA deteriora la
función cardiaca1 e impide que la sangre se
bombee eficazmente hacia el resto del
organismo.
Cuadro 1: Conducción eléctrica de una función cardiaca normal frente a la FA
Existen tres tipos de FA
→ Paroxística – episodios recurrentes que cesan de manera espontánea al cabo de siete días.
→ Persistente – FA recurrente prolongada con una duración superior a siete días y que requiere
intervención médica para restablecer el ritmo normal.
→ Permanente – FA de larga duración en la que la cardioversión no resulta eficaz o no se consigue.
Estos tipos de FA no son mutuamente exclusivos – un paciente puede sufrir varios episodios de FA
paroxística y una FA persistente ocasional o viceversa.1
Más de tres cuartas partes de los pacientes con FA paroxística presentan FA permanente al cabo de
unos 14 años.2
Los síntomas pueden variar
→ Los individuos pueden presentar períodos con FA sintomática y asintomática. Los síntomas consisten en
palpitaciones, dolor torácico, dificultad para respirar, fatiga o una ligera sensación de vértigo.1
→ Aproximadamente, entre el 15% y el 35 % de los casos son asintomáticas. Generalmente, en este tipo de
pacientes, la FA suele ser solamente diagnosticada durante chequeos médicos rutinarios o exámenes
para otro tipo de enfermedades1
→ Con el tiempo, y especialmente en las personas mayores, las palpitaciones sintomáticas pueden
desaparecer y los pacientes que presentan FA permanente pueden convertirse en asintomáticos.1
Las consecuencias de la fibrilación auricular pueden ser devastadoras
→ La FA duplica el riesgo de mortalidad3, aumenta el riesgo de ictus unas cinco veces4, aumenta el riesgo
de insuficiencia cardiaca 3,45 veces y empeora el pronóstico de los pacientes que presentan factores de
riesgo cardiovascular.1,6 La FA aumenta el riesgo de ingreso entre 2 y 3 veces.7
→ La FA reduce el estado general del paciente y la calidad de vida aproximadamente una tercera parte.8 It
impairs su capacidad para realizar las actividades cotidianas, reduce su capacidad para actuar en un
entorno social y contribuye a la depresión y a la ansiedad.8
Tratamiento
→ El tratamiento farmacológico es el tratamiento de primera línea de la FA. Las opciones terapéuticas
consisten en fármacos de control y antiarrítmicos (AADs). La medicación consiste en:
→ Antiarrítmicos (para que el corazón vuelva a un ritmo normal).
→ Reguladores de la frecuencia cardiaca (como los betabloqueantes y los bloqueantes del canal del
calcio), que ralentizan la frecuencia cardiaca rápida.
→ Generalmente, los pacientes son tratados con anticoagulantes (como la warfarina) y antiplaquetarios
(como la aspirina), además de fármacos para controlar la frecuencia o el ritmo cardiaco, para ayudar
a reducir el riesgo de ictus.
→ La cardioversión es una intervención médica que reinicia y restablece el ritmo sinusal. Puede
conseguirse con antiarrítmicos o mediante shocks eléctricos. Es muy eficaz, especialmente en el caso de
episodios recientes de FA (días o semanas en lugar de meses o años). Sin embargo, la cardioversión
requiere anestesia general y aumenta el riesgo de desplazar coágulos sanguíneos hacia la corriente
sanguínea. La profilaxis anticoagulante, iniciada antes de la cardioversión, reduce este riesgo.
→ Existen otras opciones de tratamiento que consisten en la técnica de ablación quirúrgica, en la que se
insertan uno o más tubos flexibles y delgados (catéteres) a través de los vasos sanguíneos del corazón o
e las pequeñas áreas de tejido inmovilizado que originan señales eléctricas anormales. Existen diferentes
tipos de técnicas de ablación, las complicaciones no son frecuentes, pero pueden ser graves y estos
procedimientos quirúrgicos invasivos sólo pueden realizarse en centros altamente especializados.
El tratamiento de la fibrilación auricular supone una gran carga para los sistemas sanitarios
→ Los ingresos hospitalarios por FA han aumentado un 66 % en los últimos 20 años, debido al
envejecimiento de la población, a la creciente prevalencia de la enfermedad cardiaca crónica y a otra
serie de factores.9,10
→ En Europa, más del 70 % del coste anual del tratamiento de la FA se produce en los hospitales y debido
a los procedimientos quirúrgicos.11
→ En 2006, la FA se convirtió en la principal causa de ingresos por arritmia, en EEUU, y representó un
tercio de los ingresos por arritmia, en Europa.1
La fibrilación auricular es un problema sanitario cada vez mayor
→ Se calcula que las cifras de la FA prácticamente se triplicarán antes 2050.12 Aproximadamente 3,1
millones de americanos y 4,5 millones de ciudadanos de la Unión Europea conviven con la FA13. La FA
afecta a 1 de cada 25 adultos mayores de 60 años y a 1 de cada 10 adultos mayores de 80 años. El
riesgo a lo largo de la vida de desarrollar FA es de 1 de cada 4 sujetos mayores de 40 años.14
→ La prevalencia de la FA aumenta con la edad y los factores de riesgo de la FA son frecuentes. 14 Algunos
de estos factores son la obesidad, la hipertensión, la diabetes mellitus, la insuficiencia cardiaca, el infarto
de miocardio (IM), las patologías de las válvulas del corazón, la tiroides y las patologías pericardiales.
→ Asimismo, los pacientes más jóvenes representan el 30 – 45 % de los casos de FA paroxística y entre el
20 y el 25 % de los casos de FA persistente.15
Conclusión
El tratamiento de la FA es complejo para médicos y pacientes y supone una tremenda carga para los
sistemas sanitarios.
Notas
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2
4
5
6
6
7
8
10
11
12
13
14
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