Download Guardar - Creces.cl

Document related concepts

Conmoción cerebral wikipedia , lookup

Encefalopatía traumática crónica wikipedia , lookup

Contusión cerebral wikipedia , lookup

Enfermedad del sistema nervioso central wikipedia , lookup

Juego de la asfixia wikipedia , lookup

Transcript
En el boxeo bastan los primeros golpes para lesionar el cerebro
( Publicado en "Avances del Conocimiento",
Lilian Duery, 1996, Editorial Antártica )
Daño irreversible, microscópico y progresivo, aun cuando los síntomas aparezcan más
tarde. Ello se observó en el cerebro de jóvenes pugilistas fallecidos. Estudio científico
evidencia precoz depósito de neurofibrillas, una de las etapas de la enfermedad de
Alzheimer.
Torpeza y lentitud en los movimientos, dificultades en el lenguaje, pérdida de la memoria
y alteraciones en la capacidad mental acompañan al triunfador hacia el final de su carrera.
Siempre se ha sostenido que el cerebro es el tejido más noble, delicado y complejo. De allí
parten las instrucciones que regulan todas las funciones del organismo. Más aún, allí están
contenidos los procesos químicos que condicionan la inteligencia Y constituyen la
personalidad. Sin embargo, la irracionalidad del ser humano lo ha llevado a desarrollar un
deporte que consiste en remecer y dañar a este órgano a punta de golpes: el boxeo, cuyo
objetivo es provocar al contendor una conmoción cerebral. Cuando se logra, rugen las
multitudes y se levanta el brazo del triunfador.
Mientras tanto, el individuo cae con todo su peso tendido sobre la lona como un fardo de
pasto. En este estado (nocáut), hay una deformación momentánea del cráneo y una
torsión violenta del cuello, lo que afecta gravemente al bulbo cerebral, estructura que
conecta el cerebro con la médula espinal. Además, este órgano se aplasta dentro de la
rígida caja que lo cobija, los nervios y vasos sanguíneos se desgarran debido al brusco
movimiento y se inicia el edema cerebral.
Por lo general la conmoción cerebral mejora (algunos mueren en el instante) y,
aparentemente, no quedan lesiones. Pero hoy se sabe que cada golpe destruye un
determinado número de neuronas que, como no se reponen, se comienza a generar
paulatinamente un deterioro progresivo en el cerebro de los pugilistas. Ello se ha podido
constatar en la torpeza y lentitud de sus movimientos, en las dificultades del lenguaje, la
pérdida de la memoria y el trastorno de su capacidad mental. Es lo que se ha llamado el
"Síndrome de Boxeador", que acompaña a casi todos los que han terminado
"exitosamente" su carrera tras recibir por años impactos cerebrales. Después viene el
olvido o simplemente la compasión del ídolo.
Al examinar el cerebro de estos impetuosos luchadores, se puede observar que las
lesiones son similares a las que presentan los enfermos fallecido de Alzheimer. Se
detectan, al igual que en esta enfermedad, las placas de amieloide que rodean a las
células nerviosas y las redes de neurofibrillas que se ubican al interior el las mismas. Se
trata de un Alzheimer "a pedido".
A corto plazo.- Estos son hechos irrebatibles. No obstante, el boxeo continúa porque mal
que mal el daño sólo se ve al final de la carrera. Por otra parte, los promotores de este
deporte dicen que los perjuicios a la salud se pueden minimizar acortando el número y
tiempo de los round. Pero las cosas no parecen ser así. En una reciente presentación
realizada en la Sociedad Británica de Neuropatología se demostró que el daño cerebral
irreversible se produce con los primeros golpes, aun cuando los síntomas aparezcan más
tarde (New Scientist, 1996).
Jennian Gedds, neuropatóloga del Royal London Hospital, presentó el estudio de un
boxeador joven que había comenzado a los 11 años de edad y que falleció a los 20 por
una hemorragia cerebral. Al estudiar histológicamente el tejido del cerebro, pudo
confirmar que los daños ya se habían producido, en circunstancias que mientras estuvo
vivo no evidenció ningún síntoma sospechoso.
Las lesiones, en este caso, eran diferentes a las observadas en boxeadores antiguos. No
había placas de amieloide, pero sí había abundantes redes de neurofibrillas alrededor de
los vasos sanguíneos, tanto en la base del cerebro como en ambos lados del mismo. Es
decir, las lesiones se ubicaban donde mayores elongaciones recibe el órgano corno
consecuencia de los golpes.
Según la científica, estas lesiones representan las primeras fases del deterioro, ya que
posteriormente se van extendiendo. La explicación que da la autora del trabajo es que los
traumatismos continuados dañan los vasos sanguíneos del cerebro, que algo exudan y que
conducen a la formación de estas neurofibrillas. Otra hipótesis es que por la fuerza del
golpe se separan los vasos sanguíneos del tejido circundante que esto es lo que causa una
reacción química que culmina con la formación de las redes de neurofibrillas.
A diferencia del Alzheimer, en este caso las neurofibrillas se comenzarían a formar muy,
precozmente. El estudio completo fue publicado en la edición de febrero de 1996 en el
Neuropathology and Applied Neurobiology.
Posturas.- Sin duda que esto es un llamado de atención para impedir que por lo menos
jóvenes de corta edad practiquen este violento deporte. Según Gedds, hay que tener
presente que los daños son microscópicos y que, por lo tanto, no se detectan ni con el
electroencefalograma ni con el escáner.
Claro que se trata de un solo caso y no se puede emitir una conclusión definitiva. Sin
embargo, motivada por su estudio, la autora reexaminó el cerebro de otro boxeadorque
también falleció muy joven. Usando las mismas técnicas, observó iguales alteraciones
respecto al cerebro del anterior boxeador.
No todos aceptan estos hallazgos. El Comité Británico de Boxeo afirma que no hay
evidencias científicas que demuestren que los pugilistas que pelean tomando las
precauciones recomendadas por la organización sufran realmente daños acumulativos en
el cerebro. Simon Block, secretario general de dicho comité, niega con escepticismo los
resultados relatados por los médicos.
Peter Harvey neurólogo del Hospital Royal Free de Londres, asevera que las lesiones
producidas son una realidad y que le parece absurdo que se abrevien los tiempos y
números de round, porque igualmente los daños se van a producir. Según él, mientras sea
posible no traumatizar el cerebro, obviamente que hay que evitarlo. "Este órgano no está
hecho para ,ser golpeado y es inaceptable que se permita un deporte capaz de provocar
una conmoción cerebral al contrincante. Es cierto que hay muchos riesgos al practicar
cualquier otro deporte, pero no hay ningún otro cuyo objetivo último sea producir ese
daño", destaca.
Todo parece indicar que deberían prohibirse estas exhibiciones. Pero lo probable es que no
suceda nada, porque no es sencillo corregir la insensatez de los seres humanos. En
nuestro país, el Colegio Médico hizo el esfuerzo y no tuvo eco. La gloria que persigue el
boxeador, los espectadores que desean ver correr sangre en el ring y los intereses
económicos que mueven este incivilizado deporte se potencian entre sí.
El tejido cerebral está conformado por miles de millones de neuronas y glias (células
nodrizas que lo envuelven) que se conectan entre sí, integrando una delicada y densa
malla que funciona como una asociación de miles de millones de computadoras
microscópicas de gran capacidad y que trabajan en red. Es sin duda el órgano más frágil y
que cuando se lo daña no se repara. Tanto es así que la naturaleza ha tomado
precauciones máximas para proteger a este órgano del exterior.
Incluso muy pocas sustancias químicas pueden entrar desde la sangre a esta intrincada
trama neuronal, ya que existe una barrera que se la ha denominado "hematoencefálica".
Por algo el cerebro está contenido en una caja ósea muy resistente, el cráneo, para
protegerse de golpes y traumatismos que pueden causarle lesiones para toda una vida.
Artículo extraído de CRECES EDUCACIÓN - www.creces.cl