Download revolución francesa (1): importancia y causas

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
REVOLUCIÓN FRANCESA: IMPORTANCIA Y CAUSAS
1- Importancia histórica de la Revolución Francesa
La más importante de las llamadas revoluciones liberales o revoluciones burguesas que se producen entre
finales del siglo XVIII y finales del XIX = destrucción del Antiguo Régimen. La fecha de la Toma de la Bastilla
(14 de julio de 1789), se ha tomado como referencia histórica para separar la Edad Moderna de la Edad
Contemporánea
Ocurre en Francia: la primera revolución liberal fue la Independencia de los EE UU. La Francia de finales del
XVIII era el reino más poblado y poderoso de Europa, el que marcaba las tendencias en la cultura, el pensamiento,
el arte, la moda y las costumbres. El Imperio Napoleónico, heredero de la revolución francesa, significó un retroceso
en muchos de los avances conseguidos por la Revolución, pero consolidó algunas conquistas. El dominio que
Napoleón ejerció sobre casi toda Europa, extendió estos cambios a todo el continente.
Rapidez y profundidad de los cambios: Aunque en países como Holanda e Inglaterra había cierta igualdad
ante la ley, sociedad de clases, cierta democracia interna, equilibrio de poderes etc, desde 100 años antes que en
Francia, los cambios producidos por la Revolución Francesa son mucho más rápidos y radicales y en solo cinco años
se llegó mucho más allá que en cualquiera de estos países o que en los EE UU.
Participación social: Aunque la burguesía va a ser el grupo que protagonice y dirija, en ella van a participar
otros sectores sociales, convirtiéndose en determinados momentos en sus protagonistas y obligando con su
actuación a tomar decisiones que de otra manera tal vez no se habrían hecho realidad. Tal es el caso de los
campesinos (durante el “El Gran Miedo”), los obreros y artesanos urbanos (“sans-culottes”) especialmente en la
época de la Convención.
2- Causas políticas de la Revolución Francesa
Difusión de las ideas liberales: El pensamiento político de la ilustración = “liberalismo”, era una ideología muy
minoritaria, que solo se extenderá a sectores más amplios de la sociedad (clases populares urbanas, campesinado...) en los
primeros compases de la revolución. Crítica frontal de todos los aspectos del Antiguo Régimen.
Influencia de la Independencia los EE UU: visto por la corona francesa como una victoria estratégica sobre Gran
Bretaña, su principal enemigo, pero para muchos franceses significó el triunfo de un pueblo en su lucha por la libertad.
Aparición de “clubs”: tertulias ilustradas -> círculos de debate, en los que se agrupaban personas con cierta
afinidad en cuanto a ideas políticas (“clubs” feulliants, jacobino, girondino, cordelier....). antecedentes de nuestros actuales
partidos políticos, desarrollarán una importante labor de agitación y organización de las masas durante la Revolución.
3- Causas económicas de la Revolución Francesa
Bancarrota del Estado: en bancarrota desde 1770. Esto significaba que sus ingresos eran menores que sus gastos,
no era capaz de devolver los préstamos solicitados para hacer frente al déficit, y ni siquiera podía hacer frente a los
intereses generados por la inmensa deuda de la Hacienda Real. Los gastos del Estado: militares (33%), intereses de la
deuda (30%), administración (21%), corte (10%) pensiones a cortesanos (6%). Apoyo a los rebeldes de las 13 colonias = gasto
militar se dispara, mientras la corte de Luís XVI y Maria Antonieta vivía en un lujo ostentoso. Crece el descontento
entre el Estado Llano.
Crisis alimentaria: Luís XV como Luís XVI contaron con ministros fisiócratas, que consiguieron introducir
algunas mejoras en la agricultura francesa, lo que sostuvo un importante crecimiento de la población que durante el
siglo XVIII pasó de 19 millones de habitantes a cerca de 27. Pero sobrevino una sucesión de malas cosechas a partir de
1780, lo que unido a la liberalización del precio del trigo produjo un aumento espectacular del precio del pan creando un
gran descontento general y particularmente en las ciudades.
Desigual reparto de la riqueza: El clero (2% de la población) acaparaba el 10%; la nobleza (2,5%) el 30%; la
burguesía (10,5% de la población) el 20%, y el bajo pueblo que representaban el 85% de la población, solo poseían el 40%
de la riqueza. Gran parte de su población pasaba penurias VS la ostentación, el derroche y el lujo de la nobleza, la Iglesia
y sobre todo la Corte. La reina Maria Antonieta con su frívola e irresponsable actitud se convirtió en un personaje
aborrecido.
4- Causas sociales de la Revolución Francesa
Hacia 1787, el descontento en Francia era general y la corona y sus medidas criticadas de forma casi unánime,
pero el descontento de cada grupo social, obedecía a causas distintas:
Nobleza y clero: desconfiaban de las medidas reformistas de algunos ministros de Luís XVI y veían con inquietud
la agitación social. El empobrecimiento del pueblo repercutía negativamente en sus ingresos, dificultades para
cobrar los impuestos (diezmo, gabelas...). Su reacción fue aferrarse a sus privilegios tradicionales intentar recuperar
el terreno perdido frente a la monarquía absoluta.
Alta y media burguesía: El crecimiento del comercio y la manufactura durante los siglos XVII y XVIII había
enriquecido a estos grupos. Pero no había ido acompañado de un aumento de su poder político.Sin posibilidad de
influir en el gobierno y altos cargos de la administración, reservados a la alta nobleza.
Pueblo llano urbano: pequeña burguesía, artesanos y obreros urbanos. Descontentos por la carestía de los
alimentos, subida de impuestos y por su falta participación política. Representarán el sector más activo y extremo
durante la Revolución (sans- culottes).
Campesinos: los estamentos privilegiados seguían ejerciendo el poder judicial y administrativo en los señoríos,
tierras de los monasterios y órdenes religiosas. Los pequeños propietarios seguían con la “propiedad en precario”,
mientras que los arrendatarios, aparceros y campesinos sin tierra, ansiaban llegar a conseguir tierras en propiedad.
Era el sector más perjudicado por la subida de impuestos, ya que pagaban a la corona, a la nobleza y a la Iglesia.
Estos tributos significaban el 70% de los de por sí escasos ingresos de un campesino.
5- La revuelta de los privilegiados
Luís XVI intentó gobernar como un monarca ilustrado y nombró a ministros como Turgot, Calonne, Necker y
Brienne con ideas fisiócratas que intentan llevar a cabo reformas y, sobre todo, acabar con el déficit de la Hacienda
Real. Su política chocó con la oposición del llamado partido cortesano integrado por nobles próximos al rey,
encabezados por su propio hermano (Carlos, conde de Artois), que consiguieron que el rey fuera destituyendo a
todos estos ministros.
La Contribución Territorial, impuesto que pagarían todos los propietarios de tierras, incluidos la nobleza y el
clero. Esta propuesta fue rechaza por los representantes de la nobleza y el clero (Consejo de Notables y Parlamento
de París) de forma airada y desafiante, provocando la caída sucesiva de Calonne y Brienne.
Un impuesto de esa naturaleza, solo podría ser aprobado por los Estados Generales, representación estamental
del reino, que no se reunía desde 1640. El nuevo ministro Necker convenció al rey y este convocó elecciones a los
Estados Generales en 1788.
REVOLUCIÓN FRANCESA (2): LA MONARQUÍA PARLAMENTARIA
1-La reunión de los Estados Generales
En 1788 se abrió el proceso para que cada estamento eligiera a sus representantes en los Estados
Generales. Se permitió la libertad de imprenta, lo que tuvo como resultado una rápida difusión de las ideas
políticas ilustradas entre sectores de la sociedad que las desconocían. Estas propuestas se publicaban en los
llamados Cuadernos de Quejas, el más célebre de los cuales será “¿Qué es el tercer Estado?” de Sieyes. Los
representantes del Tercer Estado reclamaban sobre todo dos cosas: que los Estados Generales no se limitaran
a aprobar la Contribución Territorial, iniciando reformas más profundas y que el voto en ellos fuera individual
y no por estamento. Funcionamiento tradicional de los Estados Generales: En ellos el clero (2% de la
población) disponía de 1/3 de los representantes, lo mismo que la nobleza (2,5% de la población) y que el
tercer Estado (95% de la población). Cada grupo disponía de un solo voto conjunto Esto aseguraba la victoria
en las votaciones de los estamentos privilegiados. Necker consiguió que el rey duplicara el número de
representantes del tercer Estado, pero no el voto individual, por lo que la situación se mantenía igual.
Luís XVI presidió la Apertura de los Estados Generales en mayo de 1789. Los representantes del
tercer Estado exigieron la imposición del voto individual y que los Estados Generales redactaran una
Constitución. El rey optó por disolver la reunión y cerrar los salones de Versalles. Ante esto, los
representantes del tercer Estado más algunos de la nobleza y el clero (Sieyes, Lafayette, Talleyrand,
Mirabeau) reunidos en un frontón realizaron el Juramento del juego de pelota, comprometiéndose a no
separarse hasta haber dotado a Francia de una Constitución. El rey reunió a tropas mercenarias (Guardia
Suiza) en Versalles para intervenir en París, a lo que los “patriotas” respondieron creando una milicia
ciudadana (la Guardia Nacional) y Comunas o ayuntamientos populares tanto en París en como otras ciudades.
El 14 de julio de 1789, la Guardia Nacional apoyada por una multitud de parisinos, protagonizó la Toma de la
Bastilla, fortaleza en la que la corona detenía a los enemigos del Estado y arsenal de París. El rey se reabrió
los salones de Versalles donde volvieron los representantes y donde se reunieron como Asamblea Nacional
Constituyente, como representantes de la nación con la misión de redactar una Constitución para Francia.
2- La Asamblea Nacional Constituyente (1789-1791)
El rey conservó su corona y siguió ejerciendo el poder ejecutivo. Los campesinos tomaron la iniciativa
y protagonizaron asaltos a los castillos de los nobles, motines y rebeliones. Los principales objetivos eran los
cobradores de impuestos y las bibliotecas en las que los nobles guardaban los documentos que mantenían las
tierras de los campesinos “en precario”. Durante “El Gran Miedo” muchos nobles (los “emigrados”)
abandonaran Francia. Refugiados en distintas cortes europeas, empezarán a conspirar para convencer al resto
de los reyes absolutistas de que intervinieran en Francia. La Asamblea Nacional decretó la Abolición del
régimen feudal. En una sola noche se estableció la igualdad ante la ley, el fin de los privilegios estamentales,
de los tributos feudales y de la jurisdicción de nobles y clérigos sobre sus territorios. Pero la igualdad ante la
ley no tenía sentido si no se sabía a qué tenía derecho cada ciudadano francés, por lo que la Asamblea Nacional
redactó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, como adelanto de la Constitución
que se estaba redactando.
La crisis alimentaria subsistía haciendo crecer el malestar en las ciudades. En octubre de 1789 una gran
masa de habitantes de París, se dirigió a Versalles para protestar por la escasez de pan (comentario “oficioso”
de Maria Antonieta). Esta Manifestación en Versalles encabezada por mujeres, terminó por enfrentarse a la
Guardia Real e irrumpir en el palacio, obligando al rey y a la Asamblea Nacional a desplazarse a París. La
Asamblea Nacional tomó una importante medida conocida como la Constitución Civil del Clero que
implicaba la disolución de las órdenes religiosas (clero regular: monjes y monjas), la expropiación de su
patrimonio (tierras y edificios) que sería puesto a la venta por el Estado. El Estado se haría cargo de la
manutención del clero secular (curas de iglesias y parroquias) siempre que cada cura jurara la Constitución.
Muchos campesinos pudieron acceder a la tierra comprando las antiguas posesiones de la iglesia, por lo que
empezarán sentir simpatía por la causa revolucionaria (pero monárquicos moderados); la puesta en cultivo
paliará el problema del hambre y el Estado, lo que contribuyó a reducir la deuda que se arrastraba. La
respuesta de la iglesia católica fue la de excomulgar a cualquiera que jurara la Constitución y oponerse con
todas sus fuerzas a la Revolución.
El rey y la Asamblea Nacional, se sentirán cada vez más presionadas por las masas de la ciudad (sansculottes). Desde las Tullerías, Luís XVI se puso en contacto con el Emperador de Austria para preparar su
huida. La familia real disfrazada y aprovechando la noche, consiguió huir de París, pero fueron interceptados
por la Guardia Nacional en la localidad de Varennes y obligados a volver. El resultado de la Noche de
Varennes, fue una multitudinaria manifestación de parisinos que exigían la detención y destitución de Luís
XVI. Lafayette ordenó disparar contra los manifestantes produciéndose la Matanza del campo de Marte.
El pueblo empezará a considerar a su rey como un traidor y a abrazar la causa republicana.
3- Posturas políticas durante la Revolución Francesa
En un primer momento (Estados Generales), la división se producirá entre los absolutistas
(“realistas”), partidarios del Antiguo Régimen y “patriotas”, partidarios de introducir profundas reformas en
él. En los primeros días de la Asamblea Nacional, los primeros ocuparon los asientos de la derecha de la sala y
los segundos en los de la izquierda, origen de la actual denominación política de “derechas” (conservadores) e
“izquierdas” (progresistas). El bando “patriota” se dividió más tarde entre “monárquicos constitucionalistas”(o
feullants, partidarios de la monarquía parlamentaria) y “republicanos”. A su vez los republicanos durante la
época de la Convención, se dividieron en “moderados”, que ocupaban los asientos bajos del hemiciclo por lo que
se les conocerá como “El Llano” (su grupo más importante serán los “girondinos”) y “radicales” (jacobinos,
cordeliers, hebertistas) que por ocupar los escaños altos se les conocerá como “la Montaña” o “montañeses”.
“REALISTAS”
Ideología:
Partidarios del
Antiguo
Régimen,
la
monarquía
absoluta,
los
privilegios
estamentales, las
tradiciones y el
Estado
confesional.
Apoyos:
Nobleza, clero e
Iglesia católica.
Personalidades:
Conde de Artois,
Maria Antonieta,
Cazales,Maury.
¿Luís XVI?
MONÁRQUICOS
Ideología: Partidarios
de
la
monarquía
parlamentaria, sufragio
censitario, limitación de
libertades y derechos
para el bajo pueblo.
Apoyos:
Nobleza
ilustrada, burguesía de
París,
campesinos
acomodados
Personalidades:
Mirabeu,
Lafayette,
Bailly,
Necker,
Talleyrand, Sieyes. A
partir de 1792, , unos a
los “realistas” y otros a
los
republicanos
moderados.
GIRONDINOS
Ideología:
Republicanos
moderados. Gironda
(Burdeos). Partidarios
de
una república
federal.
Sufragio
censitario, limitación
de
libertades
y
derechos para el bajo
pueblo.
Apoyos: Alta y media
burguesía, campesinos
acomodados.
Personalidades:
Roland,
Condorcet,
más tarde Talleyrand
y Sieyes
JACOBINOS
Ideología: su lugar de reunión
(Iglesia de Saint Jaques) y admiración
por las ideas de Jacobo Rousseau.
Republicanos radicales, partidarios de
un Estado centralista (departamentos),
del
sufragio
universal,
plenas
libertades e igualdad, y de redistribuir
la riqueza a través de los impuestos
progresivos.
Apoyos: Masas urbanas. (sansculottes),
pequeña
burguesía.,
artesanos y obreros urbanos.
Personalidades: Robespierre, Saint
Just (jacobinos); Danton, Marat
(cordeliers),
Hebert,
Babeuf
(precomunista)
4- La Asamblea Nacional Legislativa (1791-1792)
En septiembre de 1791, se promulgará la Constitución de la Monarquía Parlamentaria. La
Asamblea Nacional Constituyente se disolvió, comprometiéndose sus representantes a no presentarse a la
reelección (a propuesta de Robespierre), para que otras personas desarrollaran la Constitución y crearan las
nuevas leyes desde la Asamblea Nacional Legislativa. La constitución aprobada (Constitución de 1791),
establecía la monarquía parlamentaria, en el que el rey o sus ministros ejercerían el poder ejecutivo con
derecho al veto sobre las decisiones de la Asamblea Nacional; el poder legislativo sería ejercido por la
Asamblea Nacional (unicameral) elegida por sufragio censitario indirecto y muy restrictivo. Sólo tenían
derecho al voto el 30% de los hombres (ricos), que elegían a su vez a 50.000 electores (0,5% de la población
masculina) aun más ricos. Estos electores designarán a los miembros de la Asamblea Nacional y los tribunales
locales y nacionales (poder judicial). La Constitución limitaba además de forma severa los derechos de las
capas populares (voto, asociación, reunión, huelga...) Esta constitución colmaba las aspiraciones de la alta
burguesía y de la nobleza ilustrada.
En agosto de 1791, el rey de Prusia y el Emperador de Austria, declararon su derecho a intervenir en
Francia para “restaurar el orden”. La respuesta de la Asamblea Nacional fue la Declaración de Guerra a
Austria y Prusia. Los realistas deseaban la guerra ya que pensaban que Francia sería rápidamente derrotada
por las potencias absolutistas; los monárquicos moderados porque pensaban que una guerra uniría al rey con
su pueblo y éste recuperaría su popularidad; los girondinos porque pensaban que la guerra produciría un
levantamiento general en Europa. Solo Robespierre y algunos jacobinos advirtieron que la guerra solo podía
tener como consecuencia la destrucción de la Revolución o que ésta se convirtiera en una dictadura.
La Guerra de la 1ª Coalición (Austria y Prusia), se inició con graves derrotas francesas, sus generales
(nobles) combatían sin interés, cuando no se pasaban directamente al enemigo. La Guardia Nacional formada
por voluntarios, no estaba aun preparada para hacer frente a las tropas profesionales. Estas derrotas
provocaron la indignación de muchos franceses que se sentían traicionados y acusaban (no sin razón) a la
nobleza, al clero y al rey, de connivencia con el enemigo. En este ambiente de gran tensión se hizo público el
Manifiesto del Duque de Brunswick, en el que el jefe de las fuerzas de la 1ª Coalición, amenazaba con pasar
a cuchillo a la Guardia Nacional y a la población de París si Luís XVI era agredido en cualquier forma.
Esta declaración fue tomada como una provocación y la Guardia Nacional apoyada por los sansculottes, se enfrentó a la Guardia Real, produciéndose el Asalto al Palacio de las Tullerias, donde residía
Luís XVI que será apresado y depuesto produciéndose la Proclamación de la República en agosto de 1792.
REVOLUCIÓN FRANCESA (3): LA 1ª REPÚBLICA
1- La Convención Girondina (1792-1793)
La nueva Constitución será promulgada en 1793. República como forma de Estado, en la que una nueva
cámara, la Convención Nacional ejercería el poder legislativo. Sería elegida por sufragio universal
masculino; aunque se levantaron voces para que la mujer tuviera derecho al voto, no fueron escuchadas. El
poder ejecutivo sería ejercido a través de Comités. El más importante de todos será el Comité de Salvación
Pública, que ejerció como gobierno provisional y cuya misión era salvar la Revolución. El poder judicial lo
ejercerían Tribunales revolucionarios y Jurados Populares designados por la Convención.
Leyes desarrolladas: abolición de la esclavitud y de la tortura, el matrimonio civil, el divorcio, el
reconocimiento de los derechos de asociación y huelga, los impuestos progresivos y el derecho a la educación
pública. Los grupos políticos más importantes de la cámara serán en un primer momento los girondinos y
más tarde los jacobinos, que tenían que contar con una gran masa de diputados indecisos de centro (“El
Llano”) que daban su apoyo alternativamente a los primeros o a los segundos.
Los ejércitos Austria y Prusia avanzaban de forma inexorable hacia París, por lo que se decidió la
Creación del Ejército Voluntario, en el que se mezclaban los uniformes blancos de los antiguos soldados y
los azules de los nuevos reclutas. Estos dos colores más el rojo (“sangre derramada por la libertad”) formarán
la “bandera tricolor”. Miles de voluntarios se unieron al nuevo ejército, un grupo de ellos procedente de
Marsella, se unirá cantando una canción que se convertirá en el himno revolucionario “La Marsellesa”. Este
ejército conseguirá su primera victoria en la Batalla de Valmy, que marcará un punto de inflexión en la
guerra.
La Convención tuvo que decidir sobre la suerte de Luís XVI. Tras una reñida votación (un voto de
diferencia) se aprobó la Ejecución de Luís XVI en la guillotina, a la que siguió la de su mujer Maria
Antonieta (enero de 1793). El resultado fue la Ampliación de la 1ª Coalición, a Austria y Prusia, se
añadieron Gran Bretaña, España, Portugal, Holanda, Saboya, Nápoles y casi todos los Estados italianos y del
Imperio Alemán. Francia fue invadida por todas sus fronteras, los girondinos, desbordados, perdían el control
de la Convención Nacional, que encargará a Robespierre la dirección del Comité de Salvación Pública.
2- La Convención Jacobina (1793-1794)
Los jacobinos tuvieron que hacer frente a cuatro grandes problemas. Lo hicieron de forma enérgica y
contundente y salvaron a la Revolución, pero a costa de convertirla en una dictadura. La Convención Jacobina,
constituye el período más radical de la revolución y en el que se producen cambios más profundos y leyes más
avanzadas, pero es también su etapa más sangrienta y violenta.
La Guerra: solo París y una ¼ parte de Francia luchaban contra el resto del mundo. Creación del Ejercito
Revolucionario realizada por Carnot. Se establecerá el servicio militar obligatorio, deber y derecho de todos
los ciudadanos franceses. Movilización General por quintas (de forma igualitaria) y levantar un ejército de
cerca de 1.000.000 de soldados que equilibrará las fuerzas con las tropas invasoras. Se incorporaron nuevas
tácticas apropiadas a soldados sin experiencia y los ascensos por méritos y no por extracción social.
Comisarios enviados por la Convención, para evitar traiciones y deserciones. Ejército francés = maquinaria
bélica invencible, que inicia las primeras conquistas de la época revolucionaria como Bélgica, Saboya, Niza y
Holanda, (República Bátava, 1794). Las necesidades bélicas obligaron a recurrir a la leva en masa y a las
requisas de alimentos, lo que creó un gran malestar entre el campesinado, principal perjudicado.
El Hambre: La guerra trajo de nuevo el hambre a Francia. Con la Fijación de precios máximos para el
trigo y de salarios mínimos proporcionales al precio oficial del pan intentaron paliarlo. Esta medida
beneficiaba sobre todo a las clases populares urbanas, pero perjudicaba a los campesinos propietarios y a los
comerciantes, que empezaron a ocultar el trigo a las autoridades, para venderlo en el “mercado negro”,
agravándose así los problemas de escasez y desabastecimiento. La reacción de los jacobinos, fue la persecución
de estos “estraperlistas” o “especuladores” para los que se decretará la pena de muerte. También intentaron
redistribuir la riqueza de los franceses a través de los impuestos progresivos.
La Desorganización: En cinco tres regímenes políticos (monarquía absoluta, parlamentaria y RepúblicaLa
desorganización del país era absoluta. Los jacobinos establecerán una nueva división territorial y
administrativa del país, más racional y centralista, dividiéndolo en departamentos dirigidos férreamente
desde París. Cambiaron el calendario gregoriano (católico) por el Calendario Revolucionario, vigente en
Francia hasta 1806. Intentaron crear una nueva religión (“Culto a la Diosa Razón”) basada en ideas
racionales y que pudiera ser asumida por el pueblo. No tuvo mucho éxito. Durante esta época también se
dieron los primeros pasos para la adopción del sistema métrico decimal. Los cambios tuvieron su
repercusión en las costumbres, las diversiones o la moda.
La Contrarrevolución: La oposición política, cada vez más activa, organizó sublevaciones contra la
revolución en distintas regiones de Francia y empezó a asesinar a dirigentes de la Convención (terrorismo
contrarrevolucionario), siendo el Asesinato de Marat de Carlota Corday, el más sonado de ellos. Los
jacobinos iniciaron una feroz persecución de la oposición interna en un período al que se conocerá como “El
Terror”. Recorrieron Francia sofocando a sangre y fuego los levantamientos contrarrevolucionarios. Se
establecieron Tribunales Revolucionarios que tras un rápido juicio enviaban a los condenados a la guillotina.
Fueron guillotinados entre 10.000 y 40.000 franceses entre opositores políticos, desertores, especuladores y
curas refractarios.
En julio de 1794, la Revolución se había salvado. Un grupo de diputados de “El Llano” junto a un
sector del ejército, empezó los preparativos de un golpe de Estado contra los jacobinos. Cuando Robespierre
se dirigía a la Convención Nacional para solicitar su confianza para seguir al frente del Comité de Salvación
Pública, fue herido de un disparo realizado por un diputado conjurado, mientras el ejército irrumpía en la sala
y detenía a los diputados jacobinos. Al día siguiente Maximilien Robespierre (llamado “El Incorruptible”) y
otros 21 dirigentes jacobinos fueron guillotinados sin juicio previo. (9 Termidor)
La Convención Termidoriana solo fue un período de transición mientras lod que habían participado en la
conspiración preparaban un nuevo régimen político (El Directorio). Muchas de las medidas tomadas por los
jacobinos fueron eliminadas, produciéndose la Supresión del precio máximo del trigo. Los partidarios de
“La Montaña” sufrieron una feroz represión acompañada de Ejecuciones masivas; miles de radicales y “sansculottes” fueron guillotinados en lo que se conoce como “El Terror blanco”. Se decretará la Prohibición de
La Marsellesa, considerada a partir de ahora como un himno jacobino, y se producirá la Supresión de la
Comuna de París, dominada siempre por los “montañeses” que será sustituida por un Prefecto.
3- El Directorio (1795-1799)
En septiembre de 1795 se promulgo la Constitución del año III. En ella el poder ejecutivo lo componía
un Directorio de cinco personas, institución débil y poco operativa. El poder legislativo sería bicameral, con
un Consejo de Ancianos, formado por los antiguos diputados de la Convención Termidoriana (250 diputados
vitalicios), y el Consejo de los 500 elegido por sufragio censitario e indirecto muy restrictivo. Se
mantuvieron los tribunales y jurados para ejercer el poder judicial. Régimen profundamente corrupto, en el
que muchos políticos y empresarios aprovecharon para amasar grandes fortunas. Solo el ejército era capaz de
hacer frente a las amenazas, lo que le convertirá en la única institución con prestigio social y merecedor de
cierto respeto. Fue capaz de contener a la oposición política mientras seguía consiguiendo victorias en el
exterior. Paz de Basilea (1795), España y Prusia abandonaban la coalición. En 1796 España y Francia
firmarán el Tratado de San Ildefonso (1796), por el que volvían a su tradicional alianza contra Gran Bretaña.
En el ejército la movilidad social era posible. Cualquiera podía ascender rápidamente (si sobrevivía)
demostrando valor, inteligencia, capacidad y/o liderato, ya que el continuo estado de guerra y las bajas en la
oficialidad, permitían ascensos meteóricos. De entre estos militares emergentes, uno empezará a destacar
sobre todos los demás: Napoleón Bonaparte.
4- El encumbramiento de Napoleón
Napoleón (Córcega 1769. Santa Helena 1821) nació en el seno de una familia de la pequeña nobleza. Su
origen hidalgo (solo los nobles podían ser oficiales del ejército), le permitirá seguir la carrera militar en París
donde se forma como artillero. Allí se pondrá en contacto con las ideas de la ilustración y cuando estalla la
revolución mostrará simpatías por los jacobinos aunque mostró rechazo por la falta de disciplina de los “Sans
Culottes”.
En 1793 actuó como Comisario de la de la Convención Jacobina, alcanzando el grado de general de
brigada con solo 24 años. Esta actuación le valió la cárcel tras la caída de los jacobinos y casi la vida, de no ser
por la intervención de su por entonces amante, Josefina. Rehabilitado por El Directorio, se hace cargo de la
guarnición de París, al frente de la cual aborta un Levantamiento monárquico lo que le convierte en una
pieza clave.
Campaña de Italia (1796-1797) Austria amenazaba los nuevos territorios franceses (Saboya y Niza).
Napoleón se hace cargo del ejército del sur, desmoralizado, mal equipado, mal dirigido y al borde de la
derrota. Tras reorganizarlo desarrollará una impresionante campaña, en la que tras se planta a las puertas de
Viena. Austria se verá obligada a firmar la Paz de Campoformio, que dejaba en manos de Napoleón, la mitad
el norte de Italia. Allí fundará nuevas “Repúblicas satélite” a las que trasladará los cambios operados en
Francia. Los tributos salvarán al Directorio de una inminente bancarrota. La popularidad de Napoleón,
convertido en un héroe, creció como la espuma
Campaña de Egipto (1798-1799) A Francia ya solo le quedaba un enemigo, Gran Bretaña, cuyo poder se
basaba en su poderosa marina, su comercio y su imperio colonial. Napoleón elabora un ambicioso plan en el
que debía conquistar Egipto (del Imperio Otomano, aliado de Gran Bretaña) y desde allí lanzar un ataque por
tierra hasta la India. Para ello la marina española, que se enfrentó a la británica en la Batalla del Cabo de San
Vicente, lo que permitió a Napoleón conquistar Malta y desde allí desembarcar en Egipto. Derrotará a los
mamelucos en la Batalla de las Pirámides, conquistando Egipto. Destacan de este período, las
investigaciones arqueológicas (Champollion) y el expolio artístico que se produce que hoy podemos admirar
en el Museo del Louvre. Pero la marina británica al mando del almirante Nelson llegó hasta Egipto,
destruyendo la flota francesa en la Batalla de Abukir. Pese a encontrarse aislado, Napoleón continuó adelante
con su plan, avanzando hacia el norte por la costa del Líbano, donde fue atacado por las tropas turcas,
perdiendo casi toda su artillería. Esta derrota unida a una epidemia de peste que diezmó su ejército, hicieron
inviables sus planes. Aun así, Napoleón y sus aliados supieron “vender” la Campaña de Egipto en la prensa
francesa como una gran hazaña, por lo su popularidad aumentó.
Las potencias organizarán la 2ª Coalición (Gran Bretaña, Austria, Rusia, Nápoles, Imperio Otomano y
Portugal) una amenaza que difícilmente podría resistir el débil Directorio. Napoleón llega a Francia en
noviembre de 1799, donde con la ayuda de sus colaboradores dentro del régimen (Fouche, Talleyrand,
Luciano Bonaparte) organizará un golpe de Estado que hará caer El Directorio (18 Brumario).