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LA TRAGEDIA SOCIAL DE VENEZUELA
Asdrúbal Baptista, 2006
El curso económico de Venezuela, a lo largo del tiempo transcurrido entre los
años finales de la década de los setenta y el cercano presente, es desconcertante. La
plétora de recursos financieros, el estado social y político de la nación hasta avanzados
los años ochenta, el tamaño de la población y su relativa homogeneidad, todo ello hace
difícil dar cuenta de que luego de los años setenta la economía no volvió nunca más a
crecer de manera sostenida.
CUATRO INDICADORES
Pero esto último no basta para decir lo que debe decirse. En estos casi treinta años
transcurridos, la situación social sufrió un gravísimo deterioro, claramente manifiesto
en la distribución de los ingresos y la dotación de viviendas.
LA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO
El primero de los indicios, convencional mas no por ello insustancial, es el
cociente entre el ingreso del 5 por ciento más rico y el del 5 por ciento más pobre.
Entre 1981 y 2004 los más ricos se hicieron claramente más ricos. Veinte años atrás el
cociente entre ambos montaba a unas treinta veces. ¡Para el 2004 esa diferencia había
crecido hasta llegar a 58 veces!
LOS SALARIOS REALES
Para la inmensa mayoría de los venezolanos la fuente principal de la subsistencia
es el ingreso proveniente del trabajo, es decir, el salario. Los ingresos salariales en
términos reales por hogar, a finales de los años setenta, alcanzaron una cifra cercana a
72.000 bolívares anuales. Para el año 2004 esos ingresos se habían reducido en dos
tercios, hasta 23.400 bolívares.
INFLACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO
Adicionalmente, si se comparan los desempeños de los ingresos salariales reales
por estrato socioeconómico entre 1979 y 2003, resulta que la calda sufrida por el 25
por ciento más pobre de los venezolanos fue significativamente mayor que la caída
experimentada por el 25 por ciento más rico. Pero esta caída, si la comparación se
hace no para los ingresos salariales sino para el ingreso disponible real, es aún mayor.
DOTACIÓN DE VIVIENDA POR HOGAR
Existe un indicador de una enorme importancia, al cual debe dirigirse la atención:
se trata de la dotación de espacio de vivienda por hogar. Lo notorio de este indicador
es que exhibe un desempeño especial: en general no disminuye. En abono de esta
afirmación hay una sustancial masa de información estadística que se obvia en estas
páginas, y que en algunos casos cubre dimensiones temporales muy prolongadas.
1
Aquí es conveniente brindar dos indicios. El primero de ellos tiene que ver con el
valor de las viviendas por hogar, en bolívares de 1984, desde 1920 hasta el año 2004.
Desde aproximadamente el año 1983 ese valor no ha hecho más que caer. Este
desempeño configura, por lo dicho, una genuina anomalía que no hace sino confirmar
el grave deterioro experimentado por Venezuela en el curso de los años pasados.
Ahora bien, de acuerdo con el supuesto de que la pro- piedad sobre la vivienda
sigue aproximadamente el curso de la distribución del ingreso disponible, puede
ofrecerse un cálculo de la dotación de vivienda basado en metros cuadrados, antes que
en bolívares. Al así hacerlo, 56 hace patente cómo la caída del valor de las viviendas
ha tenido un acento mucho mayor para los venezolanos más desposeídos.
Surgen de estos números al menos tres consideraciones. La primera se refiere ala
situación relativa de los más ricos frente a los más pobres. En 1983, por cada metro
cuadrado de vivienda habitada por los más pobres, los más ricos poseían 3,2 metros.
Veinte años después, la brecha se ha ensanchado hasta 4,6. En segundo término, la
cuantía del espacio de vida en el estrato más pobre, para el año 2004, revela el grado
de extrema miseria en la cual se hallan millares de familias venezolanas, lo que
conforma una situación social francamente aberrante. Por último, el deterioro afecta
con especial crudeza y tragedia a los más desfavorecidos. Los números ofrecidos se
expresan por si solos. En todo caso, no está de más señalar que los más pobres viven
hoy; relativamente hablando, mucho peor que como vivían dos décadas atrás.
¿QUÉ HACER?
Si hay un rasgo sobresaliente de la distribución del ingreso es su estabilidad. Ello,
con entera razón de parte de quienes así se sienten, provoca un gran desaliento. Una
situación como la descrita para Venezuela, efectivamente, no puede menos que mover
con genuina urgencia ala acción, y siempre será una pésima noticia la de que los
posibles efectos se darán a un ritmo muy lento.
En dos celebrados estudios de Jan Tinbergen -Income differences: recent research e
Income distribution: analysis and policies- publicados en los años setenta, se evaluaba
el curso de los esfuerzos realizados para afectar la distribución del ingreso en un grupo
de países avanzados. Sus conclusiones fueron muy interesantes. La segunda de ellas,
que por necesidad aquí se cita fuera de su contexto, era que la reducción de la
desigualdad ala mitad, de mantenerse la tasa ala cual estaba ocurriendo, habría de
tardar entre cincuenta y ochenta años. Los años ochenta, en general, frenaron la
marcha a favor de los más pobres, por cuya razón la conclusión referida, ya en sí
misma dolorosa, perdió algo de su validez y se hizo aún más dramática.
Tributación y educación. Éstas son parte de las respuestas clásicas de la política
económica a la pregunta de esta sección final. No bastan, desde luego, se podría
además decir, y con más razón en las circunstancias actuales de Venezuela. En el caso
venezolano, se trata de un conjunto de condiciones mínimas que permitan la
incorporación productiva a la vida económica. Estas condiciones no pueden disociarse
de algo tan básico y elemental que ni siquiera se nombra: el techo. Simplemente,
pues, hay centenares de miles de venezolanos que carecen de techo, en su sentido
2
más literal. Es allí donde debe poner el acento, y huelga decir, por décadas, si es que
se desea tener una estructura social con un mínimo de viabilidad.
Ingreso Salarial Vial por Hogar, 1975-2004
(bolívares de 1984 por año)
80000
70000
60000
50000
40000
30000
20000
10000
0
1975
1979
1983
1987
1991
1995
1999
2003
Variación anual promedio de los ingresos de los venezolanos 1979-2003
(porcentajes por estrato socioeconómico)
0-25% (25% más pobre)
26-50%
51-75%
76-100%(25% más rico)
Ingreso disponible real
-4,84
-4,34
-3,82
3,24
salarial real
-5,38
-5,11
-4,87
-4,63
Ingreso
3
Valor del acervo de vivienda por familia, 1920-2004
(miles de millones de bolívares de 2004)
300
250
200
150
100
50
0
1920 1926 1932 1938 1944 1950 1956 1962 1968 1974 1980 1986 1992 1998 2004
Dotación de viviendas 1983-2004
(metros cuadrados por familia y estrato socioeconómico)
0-20% (20% más pobre) 21-40%
41-60%
61-80%
81-100%(20% más rico)
1983
42
56
78
101
134
2004
23
37
54
73
107
Variación entre 1983 y 2004
-45%
-34,2%
-30,2%
-27,8%
-20,7%
Nota: los datos presentados en los gráficos y los cuadros provienen del libro de Asdrúbal
Baptista, Bases cuantitativas de la economía venezolana: 1830- 2002 (Caracas, Fundación Polar,
en prensa) y de la monografía inédita «La distribución del ingreso en Venezuela» (Caracas:
IESA).
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