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Transcript
Muy queridos hermanos en CRISTO JESÚS REY: ¡ GLORIA A
CRISTO ... REY DEL UNIVERSO! Les enviamos esta Carta Abierta,
escrita por nuestro Padre Fundador, con gran caridad, celo por la
Gloria y el Honor de la Santa Madre Iglesia Jerárquica y amor
apasionado por la Verdad Católica integral. "VÉRITAS LIBERABIT
VOS". Con el afecto de siempre en el AMOR A CRISTO REY Y A
SANTA MARÍA REINA CORREDENTORA ...
P.Daniel Tomás CR. ----- Original Message
Sent: Wednesday, January 12, 2005 10:00 PM
Subject: Carta abierta al Sr Antonio Caponnetto
Roldán, 11 de enero de 2005
CARTA ABIERTA AL SR. ANTONIO CAPONNETTO
(se ruega su difusión)
Mi estimado amigo en Cristo:
Después de leer su mensaje electrónico difundido el día 31 de diciembre pasado (11:26 a.m.)
bajo el título: "una clara y olvidada lección del Cardenal Bergoglio", siento, como sacerdote del
"Instituto Cristo Rey", la dolorosa obligación de manifestar y difundir mi total desacuerdo con su
actitud (no exenta de cierta prepotente y desvergonzada arrogancia) de criticar públicamente al
Arzobispo de Buenos Aires (¡nada menos!) por su homilía de la Misa de Nochebuena en la
catedral porteña.
¡Afirmar que "la homilía del cardenal es heterodoxa" es un ridículo y ofensivo disparate!
Más aun: sacar a relucir (y difundir) una carta personal-privada (¡en verdad magnífica!) que le
escribió, hace tiempo, el entonces Vicario Episcopal de Flores (Monseñor Jorge Mario Bergoglio)
para lanzársela públicamente a la cara, me parece un gesto de una deslealtad y bajeza más que
lamentable.
¡Un "caballero cristiano" no hace eso!
Sorprende además en Ud. la imprudencia de fiarse "a priori" de un diario como "La Nación"
(31/XII/04) así como citar solamente una frase (esencial o no) de dicha homilía, con una crítica
apresurada, sin haber leído antes, y en la presencia de Dios, el texto oficial e íntegro de la
misma, texto que los lectores tienen el derecho de conocer, antes que cualquier réplica.
Es más. Tratándose de un "Cardenal de la Santa Iglesia", el buen espíritu nos moverá siempre a
tratar de comprender el sentido que el predicador quiere dar a sus palabras, salvando, en este
caso, su buena intención, en lugar de hacer "dialéctica" y reaccionar con amor propio y ácido
resentimiento.
Y ya que termina Ud. su diatriba nombrando a San Ignacio de Loyola, debería usted saber, que
en la regla 10ª "para sentir con la Iglesia" (Ejercicios Espirituales nº 362), el santo nos enseña
(como él mismo lo practicó): 1º) a estar siempre pre-dispuestos a "sintonizar" con la Jerarquía y
con el Magisterio (aunque sea ordinario) de la Iglesia; y 2º) a no desautorizar públicamente a los
superiores jerárquicos, ni criticar sus enseñanzas... "porque dado que algunas no fuesen válidas
(correctas), hablar contra ellas, sea predicando en público, sea delante del pueblo sencillo,
engendraría más murmuración y escándalo que provecho, y así, se indignaría el pueblo contra
sus mayores (superiores)...".
Una vez, estando en Roma, San Ignacio reprendió al padre Jerónimo Otello S.I. por el simple
hecho de haber dicho, desde el púlpito (en una Iglesia) "ciertas cosas que sería bien hiciese el
Papa", y le propinó una penitencia delante de la Comunidad.
Censurar públicamente a la Jerarquía equivale a mermar su autoridad ante la "opinión pública"
y a hacer el "caldo gordo" al Enemigo, incitando a la confrontación y a la división del Cuerpo
Místico, pecado abominable a los ojos de Dios.
"Entonces dijo Jesús: «Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño»"(Mateo 26, 31)
¡El diablo bailará de contento si consigue que todos (cualesquiera sean sus intenciones o
situaciones): marxistas y liberales, ateos y de otras religiones, progresistas y lefevristas... y también
¿por qué no? hasta los llamados "tradicionalistas" y "nacionalistas", lancen sus dardos contra
los "sucesores de los Apóstoles"... comenzando o acabando por el mismo Vicario de Cristo!
Desgraciadamente "el virus lefevrista" sigue circulando (abierta o solapadamente) por la sangre
de no pocos integrantes del "tradicionalismo", cuyo " concepto teológico" de la "Tradición" no es
del todo "ortodoxo", como lo dijo el Papa Pablo VI a Monseñor Lefebvre, poco antes del deplorable
cisma.
Del mismo modo, hay que reconocer que son relativamente pocos los católicos que tienen una
idea "exacta" de la Realeza, del Reino y del Reinado de Cristo, de acuerdo con la Palabra de
Dios, con la Sagrada Tradición y con el Magisterio vivo de la Iglesia.
A este propósito, se escuchan a veces ¡Vivas a Cristo Rey! un tanto "sospechosos"... parecidos a
aquellos que hirieron los oídos de Jesús el domingo de Ramos... ¡huelen más a política que al
Misterio de la Cruz!
Por eso nosotros somos "tradicionales" (por ser sencillamente "católicos", sin más añadiduras),
pero no somos "tradicionalistas" (¡que no es lo mismo, quede claro, una vez por todas!).
En las actuales circunstancias que los católicos soportamos, en que la Santa Madre Iglesia es
marginada, agraviada y perseguida en y por un "sistema democrático" corrupto, pagano y
laicista, no puede ser más inoportuno y equivocado un "movimiento" como el que Ud. lidera, aun
reconociendo los aspectos positivos y loables, que se podrían resumir con una sola palabra: la
reacción valiente, tenaz y arriesgada en defensa de los valores cristianos y humanos, así como
el celo contra el error, la blasfemia y el sacrilegio...
¡Sí! Luchemos "el buen combate" de la fe, pero al estilo de Cristo, de los Apóstoles, de los mártires
y de los santos, nuestros únicos modelos.
Pido a Jesús, nuestro Salvador, por intercesión de la Santísima Virgen, nuestra bendita Madre, que
estas palabras caigan en buena tierra, de modo que, en lugar de provocar resentimiento del amor
propio o estéril polémica, sirvan para la reflexión y la oración, a fin de reparar el mal hecho,
restituir la fama quitada, y seguir extendiendo el Reino de Cristo con la humildad, caridad y
libertad de los hijos de Dios, con espíritu de servicio, rezando especialmente por nuestros amados
Pastores, cuya investidura sagrada merece cristiano respeto: ¡"No toquéis a mis ungidos, no
hagáis daño a mis profetas"! (salmo 104,5)
Debemos preguntarnos siempre: ¿Cómo ando en mi vida sobrenatural, ascética y sacramental?
¿Conozco bien y tengo presentes las reglas ignacianas sobre el "discernimiento de los
espíritus"? ¿Hago dirección espiritual con un sacerdote escogido?
Mi estimado amigo: ruegue por mí y por mis numerosos hijos. Nosotros también rezamos por Ud. y
por su querida familia
"ALGUIEN TIENE QUE DEFENDER A LA JERARQUIA DE LA IGLESIA"
Le bendice y abraza en Cristo Rey y María Reina
P. José Luis Torres-Pardo C.R.
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