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LA DICTADURA FRANQUISTA
2.2. El segundo franquismo (1959-1975). Desarrollismo e inmovilismo.
Si bien a nivel social y económico se produjeron importantes cambios, a nivel
político podemos hablar de continuismo con algunos intentos aperturistas o reformistas.
A) 1959-1969. La consolidación del régimen
Estructura del Estado. Reformismo franquista e inmovilismo
Durante estos años de transformación económica y social, el franquismo intento
modernizar su estructura política mediante una apertura sin cambios democráticos y
una reforma de las instituciones que asegurasen su continuidad. Las causas fueron la
crítica situación económica y las primeras protestas sociales y el reconocimiento
internacional del régimen.
El gobierno de los tecnócratas
La ascensión política del almirante Carrero Blanco significó el reforzamiento en
el seno del gobierno de los tecnócratas, muchos de ellos vinculados al Opus Dei. Desde
1957 hasta comienzos de los años setenta, los ministerios clave en la economía se
entregan a hombres procedentes de esta asociación religiosa muy influyente en la
España de los años 60.
La tecnocracia era un modelo económico y político que confiaba la dirección
del país a la labor de especialistas en determinadas materias. Supone la creación de
gobiernos formados por expertos (no por políticos) a los que se les encargaban las
funciones gubernamentales más acordes con su preparación y experiencia, a fin de
lograr la máxima eficiencia gubernativa así como un importante crecimiento económico.
Fue una forma de entender la política que daba mucha más importancia al progreso
económico y a la mejora de la administración, que al mantenimiento de determinados
principios políticos. Los tecnócratas no eran ideólogos sino “técnicos” que nunca
discutirían los contenidos más represivos y antidemocráticos del régimen.
La importancia de los miembros del Opus Dei en los gobiernos de esta década se
hizo en detrimento de las familias tradicionales del régimen (falangistas, militares y
miembros de la Asociación Católica Nacional Propagandística), aunque siempre se
intentó mantener un cierto equilibrio entre ellos así, junto a los ministros tecnócratas del
Opus Dei, aparecen jóvenes falangistas de carácter reformista, como Manuel Fraga
Iribarne.
Los ministros pertenecientes al Opus Dei fueron aumentando su número hasta
que en 1969 se habla ya, por primera vez, de un “gobierno monocolor” por el
predominio de los ministros pertenecientes a esta institución.
Sus principales líneas de actuación fueron: la rápida modernización industrial,
apertura al comercio exterior, medidas para atraer las inversiones de capital extranjero,
fomento del turismo, mantenimiento de impuestos indirectos muy altos combinado con
una baja presión fiscal directa. Podemos decir que el objetivo de estos gobiernos se
orientó esencialmente hacia la promoción del desarrollo económico, pero también
hacia una renovación política que implicase la modernización de la administración, la
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legislación y las instituciones del país. Su programa se centraba en la creencia de que la
prosperidad económica de la población cimentaría la paz social y supliría la falta
de libertades y de participación política de la sociedad española. De este modo “el
desarrollismo” esperaba consolidar el franquismo a través de reformas legislativas y de
una mejora del bienestar social que modernizase la imagen de la dictadura sin variar su
carácter profundamente antidemocrático.
En 1962 se creó la figura del Vicepresidente del Gobierno, cargo que ocupó
desde 1967 el almirante Carrero Blanco que se convirtió en el indiscutible hombre
fuerte del régimen. En 1973 fue nombrado Presidente de Gobierno.
Sin embargo, se produjeron disensiones entre los tecnócratas que apostaban por
la continuidad del franquismo a través de una monarquía autoritaria representada por
Juan Carlos de Borbón, con el fin de desterrar la influencia falangista, y los falangistas
que pretendían impulsar las instituciones del Movimiento como base para el desarrollo
del régimen y situaban la cuestión monárquica en un segundo término.
Triunfo del inmovilismo
Pero las diferencias más significativas y que irían en aumento en el seno del
gobierno, fueron entre inmovilistas y aperturistas, considerando los primeros que el
conocimiento de ciertos escándalos económicos y de corrupción (escándalo MATESA,
1969) por parte de la opinión pública se debía a la Ley de Prensa que se había
promovido por parte de Fraga. Todo ello llevó a la expulsión de los sectores más
aperturistas del gobierno y al triunfo de los inmovilistas ya que Carrero Blanco
defendió la necesidad de endurecer la política interna del régimen modificando en
sentido restrictivo la ley de Prensa, volviendo al recurso del Estado de excepción y
recurriendo el gobierno a la represión sistemática sobre la oposición.
Reformas legislativas
El proceso de estructuración del Estado español nacido de la Guerra Civil fue muy
lento. Desde la primera de las Leyes Fundamentales, el Fuero del Trabajo, publicada en
1938, hasta la Ley Orgánica del Estado, de 1967, transcurrieron casi treinta años. Aún
así, no puede decirse que la dictadura tuviese carácter invariable. Las mismas Leyes
Fundamentales no permanecieron inalterables, pues muchas de ellas fueron reformadas
y refundidas por las promulgadas después.
El objetivo de las reformas legislativas fue modernizar las instituciones, apaciguar
las tensiones sociales y canalizar las discrepancias entre las familias del régimen.
Entre las reformas cabe citar:
- La creación del Tribunal de Orden Público (1963) que remitía los delitos
políticos a esta jurisdicción civil, hasta entonces juzgados por tribunales militares.
No significó una disminución de la represión, solo pretendía suavizar la imagen
de la dictadura en el exterior.
- Ley de la Seguridad Social que ampliaba los mecanismos de cobertura social con
cargo al Estado (seguro de enfermedad, vejez, viudedad…)
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- Celebración de elecciones sindicales en el Sindicato Vertical, en las que las
candidaturas no identificadas con el franquismo e impulsadas por los sindicatos
clandestinos obtuvieron un gran éxito.
- La Ley de Prensa (1966), suprimía la censura previa y permitía la publicación de
nuevas revistas, periódicos y libros, hasta entonces prohibidos, pero fijaba multas
y suspensiones para penalizar a las publicaciones que superasen el margen de
tolerancia permitida. El Estado se reservaba el derecho de inspeccionar la
inscripción de los diarios y controlaba las noticias del extranjero a través de la
agencia EFE. A pesar de sus limitaciones, la Ley de Prensa tuvo un efecto muy
positivo y se produjo una multiplicación inmediata de nuevas publicaciones
contribuyendo de manera decisiva a divulgar las normas y principios sobre los que
se fundamentaba una democracia, aunque para ello debieron de sortearse multitud
de dificultades.
- La Ley Orgánica del Estado (1967) pretendió ser una culminación y
recapitulación de todas las Leyes Fundamentales anteriores. El régimen habló
entonces de que ésta representaba la definitiva “Constitución” española. Sin
embargo esa ley no provenía de la deliberación de ninguna asamblea democrática.
Por el contrario, se trataba de “disposiciones” dadas por el propio Jefe del Estado,
aprobadas por unas Cortes no democráticas, con lo cual no tenían ninguna
legitimidad para crear un verdadero Estado de Derecho. Con ella Franco
pretendía dejar el futuro “atado y bien atado”. En ella se concretaban las
funciones de los órganos del Estado, manteniendo la concentración de poderes del
dictador, pero introduciendo la separación de Jefe del Estado y Jefe de Gobierno.
La estructura básica del Estado autoritario permanecía.
- Otras leyes fueron: la Ley Orgánica del Movimiento y su Consejo Nacional, la
Ley de Libertad religiosa, que establecía un reducido marco de tolerancia
religiosa y la Ley de Representación Familiar, que regulaba, de forma
restrictiva, la elección de los 108 procuradores del “tercio familiar” por las
cabezas de familia y las mujeres casadas, lo que suponía el cénit del aperturismo.
En 1969 se estableció la Ley que establecía la sucesión definitiva de Franco a
favor de Don Juan Carlos de Borbón. La ley fue aprobada por las Cortes por
una aplastante mayoría y el príncipe prestó su juramento de fidelidad a los
principios del Movimiento, recibiendo el título de Príncipe de España. No se
trataría de un regreso a la anterior Monarquía sino de la instauración de una nueva
(que continuara con el franquismo), aunque con la misma dinastía Borbón. En
1971 se aprobó la Ley Sindical, que reguló globalmente la Organización Sindical
Política exterior: continúa la apertura al exterior
Se busca la plena integración de España en la vida internacional y especialmente en
la Europa Comunitaria; detrás está el deseo de conseguir el reconocimiento del régimen
franquista.
- Acuerdos con Estados Unidos:
Las relaciones de amistad culminan con la visita del Presidente norteamericano
Eisenhower. Los acuerdos de 1953 se renuevan en septiembre de 1963 y ahora se
convierten casi en una alianza. Estados Unidos reconoce el papel básico de España para
la seguridad del Mediterráneo y se compromete a colaborar en la modernización del
ejército y en la gestión de créditos para nuestro desarrollo.
3
- CEE (Comunidad Económica Europea):
España quiere integrarse en su área natural. En 1962 solicita la entrada en la
CEE, camino que encuentra cerrado por no tener un sistema político democrático. Hasta
1967 no empiezan las negociaciones para un acuerdo comercial. Es en 1970 cuando se
firma un Acuerdo Preferencial que permitía reducir considerablemente los aranceles y
favorecer las exportaciones industriales españolas.
Siguen los lazos de amistad y cooperación económica con América Latina. A
cambio del no reconocimiento del Estado de Israel, continúan reforzándose los lazos
con el mundo árabe. Comienzan los primeros contactos con la Unión Soviética, así
como con algunos países de su entorno, firmándose acuerdos comerciales.
- Colonias españolas:
España continúa la descolonización de sus colonias, y en 1956 reconoce la
independencia de Marruecos, cediéndole Ifni. Guinea sigue un proceso de
descolonización lento y hasta 1968 no se independiza. Sigue sin independizarse el
Sáhara Occidental.
- Gibraltar:
Es el tema prioritario de la política exterior. Aunque la Asamblea General de la
ONU da la razón a España frente a Gran Bretaña, el tema se bloquea. España adopta una
serie de medidas de presión y termina por cerrar la frontera, lo que crea un resentimiento
en la población de Gibraltar, que en un referendum se manifiesta a favor de Gran
Bretaña y dos años después (l969) refuerza su autogobierno.
Aspectos económicos. El crecimiento económico de los años 60
En los años 60 y principios de los 70, España se incorporó al importante proceso
de crecimiento económico experimentado por Occidente al finalizar la 2ª Guerra
Mundial, aunque esta incorporación se produjo con retraso debido a las peculiaridades
del régimen franquista.
Fue en esta década cuando se produjo un desarrollismo económico alcanzando
una alta tasa de crecimiento, la segunda del mundo después de Japón, y un aumento de
la renta per cápita de los españoles. Esto se explica porque España partía de una
economía con un nivel muy bajo y se aprovechó de los efectos positivos de la
expansión de la economía europea. Fue posible gracias a la favorable coyuntura
económica mundial y a las medidas de liberalización.
Medidas estabilizadoras y planes de desarrollo
Plan de Estabilización Económica.
Como se ha indicado con anterioridad, a mediados de la década de 1950 era
evidente que las posibilidades de desarrollo económico en España, con su política de
autarquía estaban agotadas. Por ello se hizo imprescindible un cambio de rumbo hacia
una liberalización económica que abriese la economía española al mundo occidental y
permitiese una aceleración del desarrollo económico.
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La primera acción correctora de la política económica vino de la mano del
llamado Plan de Estabilización (1959, obra de Alberto Ullastres y Mariano Navarro
Rubio). Su objetivo era poner fin al fuerte intervencionismo estatal de los años
anteriores y suprimir los obstáculos a la liberalización comercial y financiera.
Su actuación comprendía tres grandes ejes:
- Estabilización de la economía:
- Para reducir la inflación se elevaron los tipos de interés, se limitó la
concesión de créditos bancarios y se congelaron los salarios.
- Para limitar el déficit público se propuso una reforma fiscal que
aumentase la recaudación y limitase el gasto del Estado.
-Liberalización interior de la economía eliminando organismos estatales
interventores y la reglamentación de los precios fijos.
-Liberalización exterior de la economía con el objetivo de eliminar los
obstáculos a la entrada de mercancías extranjeras y facilitar la inversión de
capitales exteriores. A ello respondió la devaluación de la peseta con respecto
al dólar en casi un 50% de su valor y la convertibilidad de la peseta para
facilitar los intercambios.
Estos compromisos se verían compensados con préstamos procedentes
de organismos internacionales (FMI, OCDE) para que España pudiera hacer
frente a su grave situación económica. También todas estas medidas pretendían, a
largo plazo, incorporar la economía española a los mercados internacionales para
poner las bases de su posterior desarrollo económico.
Planes de Desarrollo Económico y Social.
Estos planes acompañaron al Plan de Estabilización. Se promulgaron tres
planes por periodos de cuatro años siendo supervisados por una Comisaría a cuyo
frente estaba López Rodó. Se trataba de una planificación económica indicativa
para impulsar desde el Estado el crecimiento de la economía a partir de la
programación de la actividad del sector público y de la información y previsión a
los sectores privados.
La planificación iba dirigida sobre todo al sector industrial con dos
objetivos:
-reformas estructurales para solucionar problemas de nuestra industria
(pequeña dimensión de las empresas, baja productividad...)
-polos de desarrollo para reducir desequilibrios económicos regionales
promoviendo nuevas industrias en zonas de escasa industrialización.
En el sector agrícola se impulsó el Plan de Concentración parcelaria y
la extensión de los regadíos (construcción de embalses y pantanos)
La planificación resulto un fracaso pues no se cumplieron las previsiones,
se cometieron errores y, en ocasiones, se utilizaron de forma ineficaz los recursos,
pero supo dotar a la iniciativa privada de nuevas infraestructuras y materias
básicas que contribuyeron al crecimiento económico en el marco de una
coyuntura económica favorable.
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Una industrialización acelerada
El sector industrial actuó de motor central de la expansión económica. Ello se
debió a: una mejora de la productividad gracias a los bajos salarios, la importación de
tecnología e inversión de capitales extranjeros. Aumentó el peso de las industrias
que fabricaban bienes de equipo, hasta ahora insuficientes, y al aumentar la
productividad se produjo un descenso de los precios de los productos fabricados y se
estimularon las exportaciones. También aumento la demanda interna de productos
gracias a una subida de salarios y la difusión de la venta a plazos.
Los sectores industriales que lideraron este crecimiento fueron el químico, el
energético, el siderúrgico, el de la construcción naval y el del automóvil.
Geográficamente continuaron su crecimiento las zonas industriales tradicionales
(Cataluña, País Vasco, Asturias) pero también este crecimiento se extendió a otras zonas
como Madrid, Valencia, Vigo, Sevilla…
La dependencia del exterior
La contribución de las economías más desarrolladas de Europa y la favorable
coyuntura económica fueron fundamentales para lograr el rápido crecimiento
económico. Del exterior vino la tecnología que revolucionó nuestra productividad,
cuantiosas inversiones y transferencias de capital con las que se equilibró la balanza
comercial (entrada de remesas de divisas de los emigrantes), los recursos aportados por
el turismo, la absorción de mano de obra excedentaria en España, que habría podido
dificultar su crecimiento porque el desempleo habría aumentado y esa mano de obra
abundante y barata habría frenado la mecanización en el campo.
La reconversión de la agricultura tradicional
En esta década se produjo la crisis de la agricultura tradicional que se había
caracterizado por abundancia de mano de obra, bajos salarios, minifundismo,
latifundismo, escasa productividad…
El desarrollo de la industria ofrecía nuevas oportunidades de trabajo provocando
un éxodo rural y un importante descenso de mano de obra en el campo lo que
provocaría una subida de los salarios. Esta situación impulsó un proceso de
mecanización y de uso de abonos que provocaría una intensificación de los cultivos.
Además la población, al disponer de un mayor poder adquisitivo, provocó una
diversificación de la demanda de productos agrícolas y ganaderos.
La política de concentración parcelaria impulsada desde el gobierno y la
construcción de nuevos regadíos alteró el aspecto del campo español: desaparecieron
muchas pequeñas explotaciones, otras mejoraron su productividad y la población agraria
disminuyó considerablemente.
El avance del sector terciario (terciarización de la economía)
En esta década también se produjo un considerable aumento del sector servicios
y en este crecimiento tuvo un papel destacado la mejora de los transportes, el intenso
proceso de urbanización y, sobre todo, el desarrollo del turismo de sol y playa.
La llegada masiva de turistas provocó el aumento de la actividad hotelera y de
servicios complementarios. Estos turistas procedentes la mayoría de los países
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desarrollados de Europa encontraron en España un destino preferente para sus
vacaciones pues iban a disfrutar de sus playas, de su sol y de unos servicios a precios
baratos.
Las limitaciones de la economía española
Podemos destacar las siguientes, que se harán evidentes con la crisis económica
de 1973:
-Las acciones emprendidas se polarizaron en el sector industrial y de
servicios, dejando algo abandonado al sector agrario y a una parte de su
población en el paro viéndose obligada a emigrar a Europa.
-Gran dependencia de la tecnología y de las inversiones extranjeras que
hacía que nuestro crecimiento estuviera supeditado a las decisiones de
empresas extranjeras.
-Nuestro sistema financiero era poco competitivo pues no inició su
transformación hasta mediados de la década del 70 al introducirse en
los circuitos de la banca internacional.
-Fuerte inflación y escasa capacidad de creación de empleo.
-Especialización de la industria en actividades tecnológicamente poco
intensivas a diferencia de otros países.
-El Estado no fue capaz de cumplir suficientemente su papel de
redistribución, ni de impulsar la creación de infraestructuras adecuadas
para dar solidez y continuidad al crecimiento.
Aspectos sociales.
El aumento de la población: sus causas
En esta década la tasa de crecimiento anual fue la más importante de todo el
siglo debido al descenso de la mortalidad, sobre todo la infantil, a una elevada natalidad,
debida a las mejores expectativas económicas, y a la política natalista del régimen. Ese
boom demográfico vino también acompañado de un crecimiento de la población mayor
de 65 años debido al aumento de la esperanza de vida.
Los movimientos migratorios: la emigración interior (el éxodo rural) y la exterior a
Europa
El crecimiento demográfico vino acompañado de importantes movimientos
migratorios. El proceso de mecanización y modernización del campo dejó sin trabajo a
muchos campesinos que vieron en la emigración la posibilidad de obtener mejores
condiciones de vida lo que produjo un intenso éxodo rural.
La emigración fue tanto a ciudades industriales europeas como españolas. En
Europa los destinos fueron sobre todo Francia, Alemania, Suiza y Bélgica. Pero la
emigración en el interior de nuestro país aún fue mayor, dirigiéndose de las zonas
agrícolas del interior (Andalucía, Extremadura, Castilla…) a las zonas de mayor
dinamismo económico como Madrid, Cataluña, País Vasco y Valencia.
Estos desplazamientos de población provocaron acusados desequilibrios
demográficos y económicos entre los distintos territorios de España: las áreas más
dinámicas concentraban la mayor parte de la población y conocían un intenso proceso
de urbanización y otras áreas se iban quedado despobladas. El chabolismo y la
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proliferación de barrios mal equipados con viviendas precarias caracterizaron el
urbanismo de aquellos años.
Cambios en la estructura social
Aumento de la población urbana y reducción de la población rural. Aumento de
la población activa dedicada a los sectores secundario y terciario y disminución de la
dedicada al sector primario, todo ello como consecuencia de los cambios
experimentados en la economía española a partir de los años 60.
La modernización de la sociedad española
La enorme expansión de la economía en los años sesenta vinieron
acompañados de la modificación sustancial de las características propias de una
sociedad tradicional como la española, en la que habían predominado las formas
culturales y las pautas de comportamiento de tradición rural. En poco más de una década
la sociedad española se hizo mucho más moderna.
Factores que promueven el cambio social.La influencia del turismo, que actuaba como revulsivo de una sociedad marcada
por los estrictos cánones del nacionalcatolicismo. El turismo influye en las costumbres,
en el paisaje de la costa, incrementando el contraste entre un centro peninsular más
deprimido y una periferia que atraía flujos de emigrantes para el trabajo en la
construcción y en los servicios.
Los medios de comunicación, sobre todo la televisión. A través de ella
llegaban programas, imágenes, música que manifestaban el aperturismo. El cine dejó el
tono heroico para mostrar una sociedad más desenfadada y con unos valores que se
dirigían hacia el bienestar social y el consumismo.
Los emigrantes, que pudieron conocer el funcionamiento y desarrollo de las
sociedades democráticas occidentales.
Viajes de los españoles al exterior, por estudios o por vacaciones lo que
promocionó una idea más cosmopolita y distanciada de los valores tradicionales
dominantes en las últimas décadas.
Las nuevas pautas sociales y culturales
La expansión económica comportó una profunda transformación de la
sociedad española hacia pautas sociales y hábitos culturales propios de las sociedades
modernas y avanzadas.
Entre los cambios observamos:
- La entrada en España de una sociedad de consumo, debido al incremento del
poder adquisitivo de la población.
- La demanda de educación lo que llevo a la promulgación de la Ley General
de Educación (1970, Ley Villar Palasí), que remodeló el sistema educativo y
supuso un aumento de la sociedad escolarizada así como un aumento de las
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inversiones del Estado en educación. Con ello el analfabetismo descendió de manera
drástica, acercándonos a los niveles de los países más avanzados, y además tenía
lugar una progresiva democratización del sistema educativo con la incorporación de
un elevado número de estudiantes de familias obreras.
- Se pasó de una familia amplia de tradición rural a una familia nuclear (padres e
hijos) típica del mundo urbano e industrial.
- La condición femenina también cambió. La mujer fue abandonando el papel que
tradicionalmente se le había asignado (esposa y madre) incorporándose a estudios
universitarios y dedicándose a trabajos remunerados sobre todo en actividades
administrativas y de servicios. Desarrollo del movimiento feminista.
- Una renovación de la Iglesia como consecuencia del Concilio Vaticano II, que
influyó notablemente en un sector de la Iglesia española que comenzó a distanciarse
del régimen y a alinearse con los sectores sociales que reclamaban su
democratización. En esta época se produjo una secularización en masa de miembros
del clero.
El cambio social, lejos de fortalecer el régimen, estimuló el fortalecimiento de una
nueva oposición que reclamaba la democratización del régimen, libertades políticas y
sindicales, y una sociedad más abierta en consonancia con los nuevos movimientos
culturales europeos.
Conflictividad social y oposición política. El fortalecimiento de una
oposición de masas
Los movimientos sociales de oposición: los conflictos laborales y la protesta
estudiantil
La protesta de los trabajadores fue el principal foco de oposición al régimen a
partir de la década del 60. La conflictividad laboral (huelgas) aumentó
considerablemente sobre todo en Asturias, Barcelona, Vizcaya, Madrid, Sevilla,
Valencia…
Los conflictos se iniciaban por reivindicaciones laborales pero acababan
politizándose a lo que respondían las autoridades franquistas con métodos represivos.
También asistimos a un nuevo sindicalismo. La UGT tenía una cierta actividad
clandestina y la CNT prácticamente había desaparecido. Es en este periodo cuando
surge Comisiones Obreras (1964), un sindicato democrático e independiente que
impulsaba la lucha laboral (horarios, salarios…) y la política (derechos civiles, libertad
sindical…). Combinaba la acción ilegal (huelgas) con la legal, aprovechando las
elecciones a enlaces sindicales para ocupar parte de la estructura del sindicato franquista
(CNS). En 1967, un grupo de sindicalistas vinculados a las Juventudes Obreras
Cristianas se separaron de CCOO y formaron USO (Unión Sindical Obrera).
La protesta estudiantil se convirtió en el segundo frente de conflictividad social
sobre todo en Madrid y Barcelona. Estas protestas universitarias impulsaron la creación
de sindicatos democráticos de estudiantes enfrentados a la dictadura y opuestos al
sindicato oficial (SEU)
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La oposición política: Partido Comunista, PSOE, Democracia Cristiana y los
partidos nacionalistas
La extensión de la conflictividad social propició el crecimiento y la
recomposición de la oposición política al franquismo.
A pesar de su ilegalidad, los partidos políticos de izquierda reactivaron su
oposición en el interior del país:
- El Partido Comunista de España (PCE), dirigido por Santiago Carrillo, era el
de mayor implantación ya que se había introducido en organizaciones de masas
como asociaciones de vecinos, asociaciones de estudiantes, también en
Comisiones Obreras.
- El PSOE, en el congreso celebrado en Suresnes, renovó su actuación y eligió una
nueva dirección liderada por Felipe González.
- En la extrema izquierda surgieron grupos terroristas como el FRAP (Frente
Revolucionario Antifascista Patriótico)
Entre los partidos de oposición moderada se encontraba la Democracia
Cristiana, que reunía partidos de centro con líderes de prestigio como Joaquín Ruiz
Jiménez y José Mª Gil Robles. En 1962 participaron en el Congreso del Movimiento
Federal Europeo, calificado por el franquismo como el “contubernio de Munich” En
este congreso participó tanto la oposición española en el exilio como los llegados del
interior del país. Las fuerzas de la oposición pidieron la desaparición del régimen y el
paso a una España democrática. Los asistentes a esta reunión fueron encarcelados o
desterrados a su regreso.
Los partidos nacionalistas históricos, como Esquerra Republicana de
Cataluña y el Partido Nacionalista Vasco se revitalizaron. En Cataluña, ya en 1974
asistimos al nacimiento de un partido de centro nacionalista, Convergencia
Democratica de Cataluña, liderado por Jordi Pujol.
Dentro del planteamiento nacionalista una gran repercusión tuvo la aparición de
ETA, un grupo en el que se mezclaban las ideas socializantes y el nacionalismo radical
y que apoyaría la estrategia de lucha armada contra el franquismo a partir de 1968.
Aspectos culturales.Una cierta liberalización cultural
Fue impulsada por el ministro Fraga Iribarne que ocupó la cartera de Información
y Turismo en 1962 y promovió la Ley de Prensa.
Se toman medidas para favorecer la dinámica editorial que permite publicar
obras de autores que están en el exilio así como obras que estaban prohibidas como "La
Regenta". Su publicación en ediciones de bolsillo, más económicas, favorecieron su
difusión.
Paralelamente se inicia una recuperación de nuestro pasado cultural más reciente
(Machado, Azaña).
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Este proceso de liberalización coincide con una tendencia en las distintas áreas
del saber, que exige unas libertades básicas y un mayor rigor científico.
En educación la nueva Ley de Ordenación Universitaria no resolvió los
problemas derivados del gran aumento del alumnado y aunque el SEU desapareció y
surgieron las asociaciones profesionales de estudiantes, el clima de protesta en la
Universidad fue en aumento.
B) 1970-1975 - La crisis del régimen.
Estructura del Estado:
La crisis política del régimen: inmovilistas frente a aperturistas
Factores que influyeron en la crisis del régimen:
- la crisis económica internacional y la ola de democratización internacional
- el asesinato de Carrero Blanco la enfermedad de Franco
- las tensiones y divisiones entre inmovilistas y aperturistas
- el crecimiento de la oposición (unión de la oposición antifranquista que aumenta
su capacidad de presión y aumento de la actividad terrorista de ETA)
- distanciamiento de la Iglesia.
La incapacidad del franquismo para adaptarse a las demandas sociales y al
contexto internacional precipitó la crisis del régimen franquista.
En junio de 1973, Carrero Blanco fue nombrado presidente del gobierno,
convirtiéndose en la persona clave para mantener la unión de las familias franquistas y
asegurar la continuidad del régimen tras la muerte del dictador. Estos planes quedaron
truncados al ser asesinado en un atentado llevado a cabo por la banda terrorista ETA
(diciembre de 1973)
A partir de ese momento, se produjo una fractura cada vez mayor entre los
inmovilistas que apostaban por la permanencia del régimen a toda costa, aunque fuese
haciendo uso de la represión, y los aperturistas que apoyaban la necesidad de un
cambio progresivo creando asociaciones políticas dentro del Movimiento. En esta
situación los sectores ultras, que se oponían a cualquier transformación, afianzaron sus
posiciones, constituyendo el llamado “bunker”, que agrupaba a mandos militares,
viejos falangistas y políticos defensores a ultranza del régimen.
El nuevo gobierno, formado en enero de 1974, estuvo presidido por Carlos
Arias Navarro, que pretendía unir a inmovilistas y aperturistas. En su discurso de
gobierno, pronunciado en febrero, hizo una serie de promesas y habló de una apertura
del régimen hacia un mayor pluralismo político (promesas de reformas: municipal, ley
de asociaciones políticas y reforma sindical). Pero pronto se comprobó que las reformas
prometidas eran un formalismo con poco contenido real, demostrando que el régimen
era incapaz de democratizarse. En todo ello influyeron las denuncias hechas por los
grupos ultraderechistas, en un momento en que Franco estaba ya gravemente enfermo,
lo que llevó a Arias Navarro a inclinarse hacia el inmovilismo, provocando la salida del
gobierno de los ministros aperturistas.
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Política exterior
Sigue desarrollándose en un marco no muy diferente al de la época anterior. El
ministro de Asuntos Exteriores, López Bravo, emprende una política muy activa
orientada a estrechar los lazos con el mundo occidental.
- Con Estados Unidos.: se renueva un acuerdo considerado básico para el régimen. Es
un nuevo tratado de Amistad y Cooperación, por cinco años que se firma en 1970.
España continúa sin ser un aliado en condición de igualdad ya que, en caso de conflicto
menor, los americanos pueden utilizar las bases españolas sin consultar al gobierno
español. Los dirigentes norteamericanos más conservadores quieren que España se
integre en la OTAN, pero la mayor parte de los miembros que la integran se oponen.
- Con CEE: el mayor éxito de López Bravo es el Acuerdo Comercial Preferente
firmado en junio de 1970 con la CEE. Era un convenio limitado, pero con repercusiones
inmediatas y positivas para el comercio exterior.
- Con la Europa del Este: López Bravo inaugura la ostpolitik española con un viaje a
Moscú en 1970. Dos años más tarde se firma un acuerdo comercial con la U.R.S.S.,
pero el gobierno no accede a establecer unas relaciones diplomáticas plenas. Sí que se
establecen relaciones plenas con Alemania Democrática y con China y acuerdos
consulares con Polonia, Hungría, Bulgaria y Checoslovaquia.
- Con el Sáhara: la colonia la pretenden Marruecos y Mauritania. Surge el Frente
Polisario, grupo independentista formado por jóvenes saharauis. En 1973 el gobierno
español promete la autodeterminación, sin establecer fechas. Los organismos
internacionales se declaran a favor de la independencia. El rey de Marruecos presiona y
organiza la "·macha verde" en octubre de 1975. Por el Tratado de Madrid, España se
compromete a retirarse y el Sahara se reparte entre Marruecos y Mauritania (1976), sin
oír la opinión de los saharauis. El abandono provocó un conflicto, aun no resuelto, entre
el FP y Marruecos.
Aspectos económicos
Del crecimiento a la crisis económica.
España en 1970 es un país que ha logrado un importante desarrollo, pero con una
economía muy vinculada a la europea y con fuertes desequilibrios internos.
La expansión económica puede continuar si siguen entrando las remesas de
emigrantes, los ingresos por turismo y las transferencias de capital.
Pero en 1973 estalla una crisis económica mundial, conocida como la crisis del
petróleo y España no se encuentra en muy buena situación para hacerle frente. El país
tiene una gran dependencia de productos energéticos, especialmente de petróleo pues
depende de éste para el 69% de sus necesidades energéticas. Al principio de la crisis se
siguen importando grandes cantidades de petróleo.
La mentalidad de desarrollo hace que no se tomen medidas ante los primeros
síntomas de la depresión y en el primer semestre de 1974 nos afecta de lleno. La
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economía se desacelera y la crisis se manifiesta en un enorme aumento del ya tradicional
déficit de la balanza comercial y en consecuencia por un aumento de la deuda externa.
También por una aceleración de la inflación, un debilitamiento de la peseta y un
aumento del paro.
Industrias como la metalurgia o de la construcción son incapaces de competir en
las nuevas condiciones del mercado internacional. Anteriormente, la competitividad, ya
difícil, se basaba en una mano de obra barata, pero la importante ofensiva reivindicativa
del movimiento obrero se había traducido en subidas salariales.
La crisis provoca un descenso general del nivel de vida y de la capacidad
adquisitiva; amplios sectores de la población ven en peligro su recién adquirida buena
situación económica. El aumento del paro no es solo el resultado de la crisis mundial,
sino que se debe también a factores estructurales pues el campo tiene aún un excedente
de mano de obra.
El "milagro español" ha terminado y la crisis saca a la luz los defectos
estructurales del desarrollo. Además la crisis económica coincide con la crisis final del
régimen franquista; no hay política económica, no se hace nada por detener la inflación.
Las medidas que toma el gobierno tienen escasa repercusión y son tardías ya que se
confía en que la crisis es pasajera.
Aspectos sociales
Ampliación de la protesta social a partir de 1973
En la Universidad continua el movimiento estudiantil pero ahora tiene clara
preponderancia el movimiento obrero: crecen las huelgas, hay enfrentamientos con las
fuerzas de orden público. Aunque la protesta se da en toda España, es mayor en el País
Vasco aquí, además, por razones políticas.
La distancia entre la Iglesia y el gobierno crece a medida que lo hace la postura
crítica de aquella. La asamblea conjunta de obispos y sacerdotes, presidida por Vicente
Enrique Tarancón, (arzobispo de Toledo y presidente de la Conferencia Episcopal)
elabora un documento en el que piden libertad de expresión, de asociación, sindicatos
libres y respeto a las minorías.
El número de colectivos sociales que forma parte de la oposición se amplia,
incluso entre los militares donde un grupo minoritario de oficiales forma la Unión
Militar Democrática (UMD).
Las actuaciones frente a ETA (Consejo de guerra en Burgos) refuerzan esta
organización terrorista al atraer a parte de las juventudes nacionalistas vascas y llamar la
atención sobre las aspiraciones del pueblo vasco. ETA empieza a multiplicar sus
actuaciones terroristas no sólo en el País Vasco sino en toda España. A las acciones
terroristas de ETA se suman en 1974 las de otros grupos (GRAPO –Grupos de
Resistencia Antifascista Primero de Octubre- y FRAP).
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La oposición se afianza: hacia la unidad de la oposició nantifranquista
Desde 1969 la actividad de la oposición sigue aumentando y crece el número de
militantes de sindicatos y de partidos, pero en su conjunto está muy lejos de tener la
fuerza necesaria para terminar con el régimen.
A partir de 1973 las fuerzas de oposición promueven la creación de organismos
unitarios para reivindicar la democratización del país e impedir la continuidad del
franquismo. Así se creó la Asamblea de Cataluña, que englobaba a toda la oposición
catalana. En 1974 el PCE constituyó la Junta Democrática de España, que integraba a
Comisiones Obreras, partidos de izquierda e incluso políticos de la derecha democrática.
El1975 el PSOE constituyó la Plataforma de Convergencia Democrática junto con la
Democracia Cristiana, la UGT y el PNV. En 1976 se fundirían ambos organismos en
Coordinación Democrática ya que tenían un programa similar: formación de un
gobierno provisional que implantase un régimen democrático y legalizase todos los
partidos políticos.
La muerte del dictador (Testamento político de Franco)
Franco falleció el 20 de noviembre de 1975, dejando tras de sí un régimen
anacrónico y una profunda crisis. Pero el creyó que lo dejaba todo atado y bien atado y
que el franquismo sobreviviría a su muerte, en la figura del nuevo monarca Juan Carlos
de Borbón. Pero este régimen comenzaría su desaparición meses más tarde, iniciándose
un proceso de transición democrática, impulsado por el Rey, que devolvería a nuestro
país el sistema democrático.
Último mensaje al pueblo español:
“Quiero agradecer a cuantos han colaborado con entusiasmo. entrega y
abnegación en la gran empresa de hacer una España unida, grande y
libre. Por el amor que siento por nuestra patria os pido que perseveréis en
la unidad y en la paz y que rodeéis al futuro Rey de España, Don Juan
Carlos de Borbón, del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado
y le prestéis, en todo momento, el mismo apoyo de colaboración que de
vosotros he tenido. No olvidéis que los enemigos de España y de la
civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros y para ello
deponed frente a los supremos intereses de la patria y del pueblo español
toda mira personal. No cejéis en alcanzar la justicia social y la cultura
para todos los hombres de España y haced de ello vuestro primordial
objetivo. Mantened la unidad de las tierras de España, exaltando la rica
multiplicidad de sus regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de
la patria.
Quisiera, en mi último momento, unir los nombres de Dios y de
España y abrazaros a todos para gritar juntos, por última vez en los
umbrales de mi muerte:
¡Arriba España! ¡ Viva España
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