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TEMA 3. PREHISTORIA Y PRIMERAS
CIVILIZACIONES URBANAS
1. Definición y marco temporal
Definición de Historia: es la ciencia que estudia el pasado de la
Humanidad.
Definición de Prehistoria: Es el periodo más largo de la Historia, ya que se
extiende desde el origen del hombre hasta la aparición de los primeros
documentos escritos.
Marco temporal de la Prehistoria: podemos situar la Prehistoria entre las
siguientes fechas: 2,5 millones de años a.C., (antes de Cristo), momento en el
que se produce la aparición del hombre en África Oriental, y el IV milenio a.C.,
momento en el que se produce la invención de la escritura, en Mesopotamia,
(actual Irak).
Al no tener documentos escritos el conocimiento sobre la Prehistoria se
basa en el estudio de los restos materiales de esa época. La ciencia que
estudia esos restos materiales es la Arqueología.
Periodos en los que se divide la Prehistoria: la Prehistoria se divide en
tres grandes periodos. De más antiguo a más moderno son los siguientes:
Paleolítico, Neolítico y Edad de los Metales.
2. El proceso de hominización. El Paleolítico
2.1. Definición de Paleolítico.
El Paleolítico es el periodo más antiguo de la Prehistoria. Abarca desde el
origen del hombre, (hace 2,5 millones de años), hasta que los grupos humanos
son capaces de producir sus propios alimentos, sin depender de la naturaleza,
gracias al desarrollo de la agricultura y la ganadería, (en el 8000-6000 a.C.).
Durante el Paleolítico los grupos humanos dependían de los recursos
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naturales, por lo que eran cazadores-recolectores y llevaban una vida
nómada.
2.2. El proceso de hominización.
Definición: el proceso de hominización es aquel por el que los primates o
simios evolucionaron hasta adquirir las características propias del ser humano.
Este proceso no ha seguido una evolución lineal, desde los primates hasta
llegar al hombre moderno u Homo Sapiens Sapiens, por el contrario diversas
especies de antepasados del hombre u homínidos, se han extinguido sin
evolucionar.
Este proceso evolutivo fue posible por el desarrollo de varios factores,
como los cambios climáticos, que provocaron la desaparición de la selva en
el Este de África y su sustitución por la sabana, lo que, a su vez, obligó a los
simios a desarrollar adaptaciones a este nuevo medio ambiente, como cambios
en la alimentación, con la aparición de una dieta más rica en carne, y el
desarrollo de la locomoción bípeda, es decir, la capacidad de permanecer
erguidos y caminar sobre sus dos patas traseras. Estos cambios físicos
ocasionaron otras transformaciones en la estructura del esqueleto, como la
ampliación de la caja craneana y por lo tanto del cerebro, lo que supuso
un mayor desarrollo de la inteligencia, la liberación de las manos, para
poder fabricar herramientas, y la aparición del lenguaje.
En el proceso de hominización la primera especie de homínido, con
características plenamente humanas fue el Homo Habilis, que apareció en
África Oriental hace 2,5 millones de años. El Homo Habilis es el autor de las
primeras herramientas de piedra. A esta especie le sucedieron otras especies
de homínidos, como el Homo Ergaster, el Homo Erectus, que vivió en Asia, y
el Hombre de Neanderthal, (Homo Sapiens Neanderthalensis), que se
desarrolló en Europa. Ninguna de estas especies era la antepasada de la
nuestra pero tanto su altura, como capacidad craneana y rasgos físicos se
fueron pareciendo cada vez más a los nuestros. Nuestra especie, Homo
Sapiens Sapiens, apareció en el sur de África hace unos 120.000 años. Desde
allí se expandió por el resto del mundo, llegando a Europa hace unos 30.000
años.
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2.3. Cultura material durante el Paleolítico.
El Paleolítico se divide en tres periodos: Inferior, Medio y Superior.
2.3.1. Paleolítico Inferior.
Abarca desde la aparición del hombre hasta hace unos 120.000 años. En
esta etapa los homínidos estaban organizados en pequeños grupos de
cazadores-recolectores que fabricaron las primeras herramientas de piedra
tallada. El material empleado es el sílex. Al principio la talla es parcial y más
tarde la talla es completa, dando lugar a hachas de piedra o bifaces. Hacia el
400.000 a.C. se desarrolla plenamente el lenguaje y el uso del fuego.
2.3.2. Paleolítico Medio.
Abarca desde hace 120.000 años hasta hace unos 40.000 años. Coincide
con la aparición y desarrollo en Europa del Homo Sapiens Neanderthalensis
u Hombre de Neanderthal. Este homínido realizaba herramientas mucho más
variadas y perfeccionadas, como raederas, punzones, raspadores y cuchillos.
Aparecen los primeros indicios de religiosidad y de culto a los muertos,
(primeros enterramientos). El Hombre de Neanderthal vivió durante el último
Periodo Glacial, durante el cual el clima era mucho más frío y el norte de
Europa estaba cubierto por el hielo. La fauna de la época estaba adaptada a
este clima, con especies como el mamut, el rinoceronte lanudo o el oso
cavernario.
2.3.3. Paleolítico Superior.
Abarca desde hace unos 40.000 años hasta la aparición de la agricultura y
la ganadería, hacia el 10000-8000 a. C. En esta época la especie humana
dominante es la nuestra, Homo Sapiens Sapiens. Se diversifica enormemente
el número y tipo de herramientas, así como las técnicas de talla. Los útiles no
se realizan solo en piedra tallada, sino también en hueso, asta y madera. El
hombre tiene ya un pensamiento plenamente abstracto, como lo demuestran
la complejidad de sus ritos religiosos y la aparición de las primeras
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manifestaciones del Arte, (arte rupestre, realizado en las paredes de las
cuevas).
3. El Neolítico
3.1. Definición, origen y difusión del Neolítico.
3.1.1. Definición de Neolítico.
Al final del Paleolítico, hace unos diez mil años, se produjo un cambio
climático, el clima frío de las glaciaciones fue sustituido por un clima más
cálido y húmedo y las especies de animales de las que dependía el hombre
para su supervivencia se extinguieron.
Ante esta situación de cambio el hombre se adaptó, pasando de una
economía depredadora, basada en la caza y la recolección, a una
economía productora, basada en la agricultura y la ganadería. Este
importante cambio en el modo de vida del hombre se conoce como
Neolítico.
El desarrollo de la agricultura y la ganadería permitió al hombre dejar de
depender de la naturaleza para sobrevivir, ya que ahora es capaz de dominar y
modificar el medio natural.
3.1.2. Origen del Neolítico.
El Neolítico surgió de manera independiente en varios lugares, como
China, América Central, Perú, el valle del Indo y Egipto, sin embargo el
núcleo neolítico más antiguo se localiza en Próximo Oriente, en los valles
de los ríos Tigris y Eúfrates, (Mesopotamia), hacia el 8000 a.C., momento
en el que se comenzaron a cultivar los cereales y se domesticaron por primera
vez cabras y ovejas.
3.1.3. Difusión del Neolítico.
El Neolítico de difundió desde Egipto y Mesopotamia hacia el oeste, a lo
largo del Mediterráneo y por el este y centro de Europa, entre el VI y el V
milenio a.C.
3.2. Las transformaciones del Neolítico.
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Los cambios producidos por la neolitización en el modo de vida del hombre
fueron tan importantes que se habla de Revolución Neolítico. Estos cambios no
se limitaron a la agricultura y la ganadería sino que supusieron múltiples
transformaciones:
3.2.1. La sedentarización y la aparición de los primeros núcleos
permanentes de población.
La agricultura y la ganadería acabaron con la vida nómada, el hombre se
convirtió en sedentario. Surgen así los primeros poblados permanentes y la
arquitectura, al construirse viviendas, realizadas en piedra y adobe.
3.2.2. Innovaciones técnicas.
Las herramientas de piedra tallada son sustituidas por herramientas de
piedra pulimentada. Aparecen nuevos instrumentos para las labores
agrícolas, como hoces y molinos de mano. Aparece la cerámica, para cocinar
y almacenar los alimentos. Se inventa el telar, que permite fabricar los
primeros tejidos, con la lana del ganado.
3.2.3. El comercio.
Se generaliza el desarrollo del comercio, gracias a la existencia de los
excedentes agrarios. Se comercia con diferentes materias primas, mediante el
trueque. Las rutas comerciales se convertirán en el camino de difusión de los
avances que se producen en este periodo.
3.2.4. El desarrollo de sociedades más complejas.
El rápido aumento de la población durante el Neolítico hizo que la
sociedad se organizara en comunidades cada vez mayores y más
complejas. Se produjo una división y especialización del trabajo y la
estratificación, o división en diferentes clases, de la sociedad, en la que la
mujer tiene una posición dominante.
3.2.5. Cambios religiosos.
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La dependencia de la tierra para la práctica de la agricultura hizo que
surgiera una religiosidad nueva, basada en la fertilidad de la tierra. También
se rinde culto a los muertos, que son enterrados bajo las viviendas.
4. La Edad de los Metales: Calcolítico, Edad del Bronce y Edad del Hierro
Hacia el IV milenio a.C. se inició la Edad de los Metales, gracias a la
realización de objetos de metal, en Mesopotamia.
4.1. El Calcolítico.
El Calcolítico, (Edad del Cobre), es la primera etapa de la Edad de los
Metales. La fundición del cobre se inició en el IV milenio a.C. en Mesopotamia,
llegando a la Península Ibérica hacia el final de ese milenio.
4.2. El Megalitismo.
Entre el final del Neolítico y el inicio de la Edad de los Metales se desarrolló
el Megalitismo, que es una técnica constructiva, que consiste en la realización
de construcciones con grandes bloques de piedra. El Megalitismo se
extendió por el oeste de Europa y el Mediterráneo. Entre sus principales
construcciones destacan: el menhir, (bloque de piedra en vertical), el dolmen,
(enterramiento con una cámara formada por bloques verticales cubiertos por
uno horizontal), el cromlech, (círculo de grandes bloques de piedra), los
alineamientos y los sepulcros de cámara y de corredor, (que eran
enterramientos colectivos, formados por una gran cámara funeraria, cubierta
con un túmulo de tierra y con un corredor de acceso).
4.3. La Edad del Bronce.
En el II Milenio a.C. se desarrolló la Edad del Bronce al fabricarse objetos
en ese metal, que es una aleación de cobre y estaño, más dura y resistente.
Durante esta época aparecen en el Mar Egeo, (Mediterráneo Oriental), las
primeras
civilizaciones
históricas,
(con
escritura),
de
Europa,
la
civilización minoica, en la isla de Creta, y la micénica, en Grecia
continental. Durante la Edad del Bronce se desarrolló en el oeste de Europa la
19
Cultura del Vaso Campaniforme, llamada así por las piezas de cerámica con
forma de campana, características de la misma.
4.4. La Edad del Hierro.
Al final del II Milenio a.C. diferentes pueblos, procedentes del interior de
Asia, introdujeron la metalurgia del hierro en Próximo Oriente y el
Mediterráneo, dando inicio a la Edad del Hierro. En Europa la Edad del
Hierro se inició en el siglo IX a.C.
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TEMA 4: PREHISTORIA Y PRIMERAS
CIVILIZACIONES URBANAS II
1. La Prehistoria en España
1.1. El Paleolítico.
En el Paleolítico Inferior destaca el yacimiento de la Sierra de Atapuerca,
(Burgos), donde se han encontrado los restos de homínidos más antiguos de
Europa. Corresponden a la especie Homo Antecesor, con una antigüedad de
entre un millón y 800.000 años.
En el Paleolítico Medio aparecen restos del Hombre de Neanderthal y de
sus útiles de piedra en diversos yacimientos, desde Gibraltar a Cataluña.
Los restos del Paleolítico Superior se localizan, sobretodo, en dos zonas:
 La zona cantábrica: destacan los yacimientos en cuevas como
Altamira,
donde
aparecen
instrumentos,
enterramientos
y
manifestaciones artísticas, como las pinturas rupestres.
 La zona levantina: abarca desde Cataluña hasta Andalucía, situándose
los yacimientos en abrigos naturales y cuevas, como la de El Parpalló.
1.2. El Neolítico.
El Neolítico español se inició en el V milenio a.C. desarrollándose en
primer lugar en la zona mediterránea y en el sur. Los asentamientos neolíticos
incorporaron las técnicas, instrumentos y tipos de cerámica propios del
Neolítico del Mediterráneo.
1.3. La Edad del Bronce.
La Edad del Bronce se desarrolló en la Península Ibérica desde el III
milenio a.C. en dos núcleos fundamentales: Portugal y el sureste de
España, en donde destaca el yacimiento de Los Millares, en Almería.
También en esta misma zona se desarrolló, en el II milenio a.C. la Cultura de
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El Argar. Al final de la Edad del Bronce, en el siglo XII a.C., apareció en la
Meseta la Cultura de Cogotas.
1.4. La Edad del Hierro.
La Edad del Hierro se inició en el siglo VIII a.C. La metalurgia del hierro fue
introducida en el norte, centro y oeste de la Península Ibérica por los celtas,
que procedían de Centroeuropa, y en Levante y Andalucía por los pueblos
colonizadores del Mediterráneo Oriental, (fenicios y griegos), que
introdujeron el uso de la escritura, con la que la Península Ibérica entró en
la Historia. Durante este periodo en nuestro país se desarrollaron tres
grandes culturas: la cultura celta, en el norte y noroeste, la cultura
celtíbera, en el centro y oeste, y la cultura ibera, en el este y en el sur.
2. El Arte en la Prehistoria
El arte apareció durante el Paleolítico Superior y podemos distinguir 2 tipos:
el arte rupestre y el arte mueble.
2.1. El arte rupestre.
El arte rupestre paleolítico está constituido por pinturas realizadas en las
paredes de las cuevas. Se representaban, sobretodo, figuras de animales,
de forma realista, en varios colores, (policromía), y aprovechando las
formas de la roca para adaptarlos a la anatomía de las figuras. También se
representaban manos y pictogramas de difícil interpretación. Destacan las
pinturas de las cuevas de Lascaux en Francia y Altamira en España.
El arte rupestre neolítico se localiza en España en la zona levantina. Se
representaba la figura humana en diferentes escenas, (de danza, de
recolección, de caza, etc.). Las figuras son monocromas, (en un solo color),
en ocre, blanco o negro, son figuras muy estilizadas y sencillas, que dan
lugar al denominado arte esquemático levantino.
2.2. El arte mueble.
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El arte mueble prehistórico se manifiesta en objetos como grabados en
piedra, hueso y asta en bastones de mando, placas de piedra, etc. y en
pequeñas
esculturas
de
mujer,
las
llamadas
“venus”,
que
eran
representaciones femeninas de la fecundidad, en las que se exageran los
partes de la mujer relacionadas con la misma.
3. Las primeras civilizaciones urbanas: Mesopotamia y Egipto
3.1. Origen de las primeras civilizaciones urbanas.
Las primeras grandes civilizaciones urbanas, poseedoras de escritura,
(por lo tanto primeras civilizaciones históricas), aparecieron a partir del IV
milenio a.C., en los valles de grandes ríos, como el Nilo, (Egipto), Tigris y
Eúfrates, (Mesopotamia), Indo, (India y Pakistán), y, posteriormente, en
otros lugares, como China, América Central y América del Sur.
En estas zonas, las comunidades agrarias surgidas durante el Neolítico,
experimentaron
importantes transformaciones económicas, políticas,
sociales y culturales, que condujeron a la aparición de las primeras
ciudades y de los primeros estados e imperios de la historia.
Las primeras civilizaciones urbanas fueron Egipto, en el valle del Nilo, y
Mesopotamia, llanura situada entre los ríos Tigris y Eúfrates, en el actual
Iraq.
3.2. Principales características de las civilizaciones de Egipto y
Mesopotamia.
 Aumento de la producción agraria: formación de un excedente.
El excedente es lo que sobra después de haber cubierto las
necesidades básicas de un grupo de personas. La existencia de un
excedente permite que una parte de la población no tenga que dedicarse
a la agricultura y la ganadería y pueda dedicarse a otras actividades,
(comerciantes, artesanos, sacerdotes, soldados, etc.).
Los
primeros
excedentes
agrarios
aparecieron
en
Egipto
y
Mesopotamia, gracias un aumento de la producción agrícola. Dicho
aumento fue posible por:
23
 Buenas condiciones ambientales: clima apropiado, suelos
fértiles y agua en abundancia, gracias a la existencia de grandes
ríos, (Nilo, Tigris y Eúfrates).
 Dominio de las técnicas de regadío y drenaje: mediante la
construcción de canales, diques etc. Para construir estas grandes
obras se necesitaba una gran cantidad de trabajadores, por lo
que era necesaria la existencia de una compleja organización
social y de una autoridad fuerte.
 Progresos técnicos.
Entre los principales progresos técnicos de esta época destacaron:
 La invención de la metalurgia, es decir, la fundición de los
metales para fabricar objetos. Inicialmente se trabajó el cobre en
el IV milenio a.C., más tarde, en el III milenio a.C., el bronce,
(aleación de cobre y estaño), el oro y la plata. La necesidad de
obtener metal favoreció el desarrollo del comercio entre Oriente
Medio y las zonas ricas en minerales de Europa y el Mediterráneo.
 La mejora de los transportes, gracias a la invención de la rueda,
que permitió construir los primeros carros, lo que mejoró las
comunicaciones y facilitó el comercio, y al desarrollo de la
navegación a vela por los grandes ríos y por la costa. La mejora
de los medios de transporte hizo posible que las ciudades
mandaran sobre territorios cada vez más extensos y que pudieran
ser abastecidas con productos de lugares lejanos.
 La invención de la escritura. Los primeros sistemas de escritura
aparecieron en Mesopotamia, (escritura cuneiforme), y Egipto,
(escritura jeroglífica), a mediados del IV milenio a.C., por la
necesidad de disponer de un sistema de registro permanente que
permitiera controlar y contabilizar la producción de bienes y los
impuestos, recoger las leyes, las tradiciones religiosas y las
relaciones con otras ciudades y estados. La aparición de la
escritura supone el paso de la Prehistoria a la Historia.
24
 La
invención
astronomía,
de
las
astrología
primeras
y
ciencias:
medicina.
matemáticas,
Las
matemáticas
desarrollaron sistemas numéricos y de pesos y medidas, así como
el cálculo sexagesimal. En medicina se intentó buscar remedios a
las enfermedades conocidas en la época. En astronomía y
astrología se crearon calendarios muy precisos, para controlar las
épocas de las distintas tareas agrícolas y para tratar de adivinar el
futuro de los hombres, ya que se creía que éste estaba
determinado por los astros.
 El desarrollo del comercio.
La existencia de excedentes agrícolas y de mejores medios de
transporte,
permitieron
productos,
como
intercambiar
metales
esos
excedentes
y materias primas.
Los
por
otros
intercambios
comerciales se realizaban por medio del trueque.
 La división o especialización del trabajo.
Los excedentes agrarios o de alimentos permitieron que parte de la
población no tuviera que ocuparse de producir sus alimentos y se
pudiera dedicar a otros trabajos. Surge así la división del trabajo, al
aparecer nuevos oficios, como artesanos, comerciantes, soldados,
escribas, sacerdotes, etc.
 La jerarquización o estratificación de la sociedad.
Poco a poco las diferencias de poder y riqueza entre los que
controlaban la producción y el trabajo, por un lado, y los que producían,
por otro, fue aumentando, ya que los primeros se quedaban con la mayor
parte de lo que se producía. El reparto desigual de la riqueza hizo que
la sociedad se dividiese en dos grupos claramente diferenciados:
 El grupo privilegiado, estaba formado por los que controlaban la
riqueza y el poder político: el rey o faraón, los sacerdotes y los
funcionarios.
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 El grupo de los no privilegiados, formado por todos aquellos
que trabajaban para los privilegiados: campesinos, artesanos y
esclavos. Este grupo formaba la mayor parte de la población.
 La aparición del Estado y de las primeras leyes escritas.
Podemos decir que hay un Estado cuando todos los habitantes de un
territorio
determinado
tienen
una
organización
común,
(leyes,
autoridades, administración, ejército, etc.).
Los primeros estados fueron creados por las primeras civilizaciones
urbanas: Egipto y Mesopotamia.
En estos primeros estados el poder político estaba en manos de un
rey, que en Egipto recibía el nombre de faraón. Por debajo de esta
máxima autoridad se encontraban los sacerdotes. Para mantenerse en
el poder y controlar el Estado, el rey y los sacerdotes recurrían a los
funcionarios, el ejército, las leyes y la religión. La aparición de un
poder fuerte está relacionada con la necesidad de dirigir y coordinar las
grandes obras necesarias para el mantenimiento de las ciudades, como
la construcción de templos y murallas, de canales de riego, de diques y
presas…
El ejército surgió por la necesidad de defender los intereses,
riquezas y fronteras de un territorio frentes a los de los territorios vecinos
y para fortalecer la autoridad de los reyes.
También fue necesario crear una administración, formada por
funcionarios, al servicio del Estado, para crear y hacer cumplir las
leyes, administrar justicia y recaudar y gestionar los impuestos, entre
otras tareas. Los funcionarios recibían el nombre de escribas, ya que
eran los únicos que sabían escribir, lo cual les permitía ocupar los altos
cargos del Estado.
En los primeros estados también se elaboraron las primeras leyes
escritas, para resolver los múltiples conflictos y problemas que se
producían. El más conocido es el Código de Hammurabi, rey de la
ciudad mesopotámica de Babilonia.
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 La aparición de las ciudades.
Las primeras ciudades aparecieron en esta etapa, siendo los centros
de gobierno, y los centros económicos y religiosos. Se trata de grandes
núcleos de población, cuyos edificios más importantes eran el palacio,
residencia del rey, y los templos, controlados por los sacerdotes. Desde
estos edificios se gobernaba el territorio controlado por la ciudad, se
recaudaban los impuestos y se organizaba la vida religiosa.
 La religión.
En las primeras civilizaciones urbanas la religión estaba al servicio de
los más poderosos, reyes y sacerdotes, que la utilizaban para legitimar
su poder. Las religiones de Egipto y Mesopotamia eran politeístas, (se
adoraba a varios dioses), y sus dioses se relacionaban con las fuerzas
naturales que influían en la agricultura y la ganadería. También tenía una
gran importancia, en particular en Egipto, el culto a los muertos y a las
divinidades relacionadas con el “Más Allá”.
3.3. El arte en Egipto y Mesopotamia.
3.3.1. Características generales.
 Los artistas seguían unas normas o cánones fijos.
 Las obras tenían como finalidad honrar a los dioses y a los reyes y
perpetuar la memoria de los difuntos.
 Las obras de arte eran encargadas por los poderosos, que imponían
las normas sobre como tenían que hacerse.
3.3.2. Arquitectura.
Destacó por su monumentalidad, (eran edificios de gran tamaño). En
Mesopotamia, la falta de piedra obligó a emplear materiales más pobres, como
el ladrillo, por lo que apenas se han conservado restos. En Egipto, el empleo de
la piedra y el gran tamaño de los edificios han permitido que hayan llegado
hasta nuestros días, en particular las tumbas, (mastabas y pirámides), y los
templos.
3.3.3. Escultura.
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En Egipto las esculturas se caracterizaban por su hieratismo o falta de
movimiento, por su frontalidad y por su simetría. En Mesopotamia se
desarrollaron sobre todo los relieves.
3.3.4. Pintura.
Únicamente se conservan pinturas en Egipto, se trata de pinturas murales,
que decoraban las tumbas.
TEMA 5. LOS CLIMAS DE LA TIERRA
1. El tiempo y el clima
 Definición de tiempo atmosférico.
Podemos definir tiempo atmosférico como el estado de la
atmósfera en un momento y en un lugar determinado.
 Definición de clima.
El clima es la sucesión periódica y normal de los diferentes tipos
de tiempo atmosférico que se dan en un lugar concreto.
Como el tiempo atmosférico puede variar mucho de un año para otro,
para conocer las características medias o normales de un determinado
tipo de clima, debemos disponer de series de datos ininterrumpidas de
un largo periodo de tiempo, de al menos 30 años.
 Definición de régimen.
El régimen es el ritmo anual de cada uno de los elementos del
clima, (temperatura, precipitaciones y presión atmosférica).
2. Elementos y factores del clima
2.1. Factores del clima.
Son características geográficas que influyen en cada uno de los
elementos del clima. Los principales factores del clima son: la latitud, la
continentalidad, la altitud, la orientación, la orografía o relieve, las
corrientes marinas y los vientos.
2.2. Los elementos del clima.
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Son las características físicas de la atmósfera, que determinan como
es un determinado clima. Los elementos del clima se ven modificados en los
diferentes puntos de la Tierra por los factores del clima. Los principales
elementos del clima son: la temperatura, las precipitaciones y la presión
atmosférica.
2.2.1. La temperatura.
La temperatura indica la cantidad de calor que almacena el aire que forma
la atmósfera, en un determinado lugar. Se mide con el termómetro, en grados
centígrados,
(ºC),
o
en
grados
Fahrenheit,
(ºF).
En
los
mapas
meteorológicos las temperaturas se representan mediante líneas que unen
los puntos con la misma temperatura, llamadas isotermas.
Los factores que condicionan las temperaturas son:
 Latitud: a mayor latitud menor temperatura y mayor variación de ésta a
lo largo del día y del año.
 Continentalidad: la variación de las temperaturas es mayor cuanto más
lejos se encuentre un punto de la costa.
 Altitud: a mayor altura menor temperatura, entre 0,6ºC y 1ºC por cada
100 metros de ascenso.
 Las corrientes marinas y los vientos también influyen en las
temperaturas, al desplazar grandes masas de agua y aire de distintas
temperaturas a zonas, a veces, muy lejanas.
En función de la temperatura podemos distinguir tres zonas en nuestro
planeta:
 Zona cálida: entre los 0º, (Ecuador), y los 30º, (trópicos). La temperatura
media anual es superior a los 20ºC.
 Zona templada: entre los 30º y los 60º de latitud. La temperatura media
se sitúa entre los 0ºC y los 20ºC.
 Zona fría: entre los 60º y los 90º, (polos). La temperatura media anual es
inferior a 0ºC. En esta zona también podemos incluir las áreas de alta
montaña.
29
2.2.2. Precipitaciones.
Las precipitaciones, en forma de lluvia, nieve o granizo, se miden con el
pluviómetro en milímetros o litros por metro cuadrado. En los mapas
meteorológicos las precipitaciones están representadas mediante las isoyetas,
líneas que unen puntos con las mismas precipitaciones.
Los factores que influyen en las precipitaciones son:
 Latitud: podemos decir que las precipitaciones se concentran,
sobre todo, en la zona ecuatorial.
 Continentalidad: llueve más sobre los mares y en las costas, en
particular en las costas occidentales de los continentes, que en el
interior de los continentes.
 Orientación de las laderas de las montañas: llueve más en las
laderas de barlovento, (las situadas de cara al viento), que en las
de sotavento, (las que se encuentran de espaldas al viento).
Tipos de precipitaciones. Por su origen las precipitaciones pueden ser:
 Convectivas: se producen cuando el aire, al calentarse en la superficie
terrestre, se eleva, enfriándose, formando nubes y produciendo
precipitaciones. Es el tipo de precipitaciones característico de la zona
cálida y de las tormentas de verano.
 Orográficas o de relieve: se producen cuando las nubes ascienden por
la ladera de una montaña o de una cordillera. En ese ascenso, al
enfriarse el vapor de agua de las nubes se condensa y produce
precipitaciones.
 De “frente”: son las producidas por los frentes cálidos y fríos, que se
forman en las zonas de bajas presiones o borrascas de la zona
templada.
 De “Jet Stream”: la también llamada “Corriente en chorro”, es una
corriente de aire frío que circula a gran altura en la zona templada.
Dentro de esta corriente se pueden formar bolsas de aire muy frío que
provocan lluvias torrenciales, conocidas como “gotas frías”.
30
2.2.3. Presión atmosférica. Los vientos.
La presión atmosférica es el peso de la columna de aire en un determinado
punto de la superficie terrestre. Se mide en milibares, (mb), con un instrumento
llamado barómetro. En los mapas meteorológicos la presión atmosférica se
representa mediante líneas que unen puntos de igual presión, llamadas
isobaras.
En los mapas las zonas de altas presiones o anticiclones se
representan mediante isobaras con una A en el centro. Las zonas de
bajas presiones, llamadas también ciclones o borrascas, se representan
mediante isobaras, con una B en el centro. Los anticiclones provocan
tiempo seco y estable. Las borrascas producen tiempo inestable y
precipitaciones.
Los vientos. El aire se desplaza desde las zonas de altas presiones o
anticiclones hasta las zonas de bajas presiones o borrascas. Este movimiento
del aire da lugar al viento. En el Hemisferio Norte, en los anticiclones el aire se
mueve en el sentido de las agujas del reloj y de forma descendente. En las
borrascas el aire se mueve en sentido contrario a las agujas del reloj y en
forma descendente. En el Hemisferio Sur el sentido de giro del aire es justo el
contrario.
3. Los climas del planeta
3.1. Los climas de la Zona Cálida, (climas cálidos).
Los climas cálidos se dan en la zona cálida del planeta, es decir, en la
franja situada entre el Ecuador y los trópicos de Cáncer y de Capricornio,
(entre los 0º y los 30º de latitud). Se caracterizan por su elevada
temperatura media anual, superior a los 20ºC.
Existen cinco tipos de climas cálidos: ecuatorial, tropical, monzónico,
desértico y estepario.
3.1.1. Clima ecuatorial.
Localización: se localiza en una estrecha franja al norte y al sur del
Ecuador, entre los 0º y los 10º de latitud.
31
Temperatura: se caracteriza por la elevada temperatura media anual, en
torno a 25ºC y por la escasa oscilación térmica anual, (la diferencia entre el
mes más frío y el más cálido no supera los 3ºC).
Precipitaciones: llueve abundantemente durante todos los meses de
año.
Paisaje: la vegetación característica del clima ecuatorial es la selva,
bosque de vegetación muy densa e impenetrable, que alberga una enorme
biodiversidad de plantas y animales. Las principales selvas del planeta se
localizan en la cuenca del río Amazonas, (Sudamérica), en la cuenca del
río Congo, (África), y en el sureste de Asia e Indonesia.
3.1.2. Clima tropical.
Localización: el clima tropical se da en la franja comprendida entre el
clima ecuatorial y los desiertos subtropicales, entre los 10º y los 25º de
latitud aproximadamente.
Temperatura: temperatura media anual elevada, pero con mayores
oscilaciones térmicas que en el clima ecuatorial.
Precipitaciones: el clima tropical tiene dos estaciones: estación seca, en
la que prácticamente no llueve, se desarrolla en invierno, con una duración de
entre 5 y 8 meses, y estación lluviosa, en verano, en la que se producen
precipitaciones muy abundantes, a veces superiores a los 800 mm
anuales.
Paisaje: la formación vegetal típica es la sabana, formada por hierbas altas
y densas y matorrales, con árboles aislados, adaptados a la sequía y más
abundantes cuanto más llueva. La fauna es muy rica, con grandes herbívoros,
como elefantes, rinocerontes, jirafas, búfalos, etc. y sus depredadores, como el
león, el leopardo, el guepardo y la hiena.
3.1.3. Clima monzónico.
Localización: se localiza en el sureste de Asia, (la India, Indochina,
sureste de China).
32
Características: este clima se caracteriza, sobre todo, por la existencia de
dos estaciones: una estación lluviosa, de mayo a octubre, en la que se
producen lluvias torrenciales, que superan los 2.000 mm y pueden llegar a
los 5.000 mm, provocando grandes inundaciones. Estas lluvias tan intensas se
producen por el monzón de verano, viento cálido y muy húmedo, que sopla
desde el océano hacia el continente asiático. Además hay una estación seca
en invierno, producida por el monzón de invierno, viento frío y seco que
sopla desde las altas presiones del interior de Asia, en esa época del año. Las
temperaturas son elevadas.
Paisaje: la vegetación característica del Asia Monzónica es la selva
caducifolia o jungla, que alberga una fauna muy rica.
3.1.4. Clima desértico.
Localización: los grandes desiertos cálidos se sitúan en torno a los
trópicos de Cáncer y de Capricornio, entre los 20º y los 30º de latitud,
aproximadamente, siendo los más importantes, el Sahara, en el norte de
África, Kalahari y Namib, en el sur de dicho continente, el desierto de
Arabia, los desiertos del norte de México y suroeste de Estados Unidos,
en Norteamérica, el desierto de Atacama, en Chile y Perú, y los desiertos
del oeste e interior de Australia.
Temperatura: el clima desértico se caracteriza por la gran oscilación
térmica entre el día y la noche, ya que de día las temperaturas superan los
40ºC, mientras que por la noche pueden caer hasta cerca de los 0ºC.
Precipitaciones: la principal característica de este tipo de clima es la
escasez de precipitaciones, inferiores a los 250 mm anuales, existiendo
zonas en las que pueden pasar años enteros sin llover.
Paisaje: la falta de agua hace que la vegetación apenas exista, sin embargo
hay plantas que sobreviven en este medio tan duro, ya que han desarrollado
mecanismos para almacenar agua, (mediante tallos esponjosos, como los
cactus), y para reducir la evaporación, (sustituyendo las hojas por espinas). La
fauna también es escasa y adaptada a la falta de humedad. En los escasos
puntos que disponen de agua todo el año se forman los oasis, en el resto de la
33
superficie predominan los campos de dunas o “erg” y grandes extensiones
pedregosas o “hamada”.
3.1.5. Clima estepario.
Se localiza en el borde de los desiertos, con mayores precipitaciones,
aunque siguen siendo escasas, y menores oscilaciones térmicas. El paisaje
típico es la estepa, en la que predominan hierbas y matorrales, con ausencia
de árboles.
3.2. Climas templados.
Son los que se desarrollan en la Zona Templada de la Tierra, entre los
30º y los 60º de latitud. Su temperatura media anual oscila entre los 0ºC y
los 20ºC.
Existen cuatro tipos de climas templados: mediterráneo, oceánico,
chino y continental.
3.2.1. Clima mediterráneo.
Localización: se localiza en las latitudes más bajas de la zona templada,
(entre 30º y 40º), en la fachada occidental de los continentes. Es el clima
propio de la cuenca del Mar Mediterráneo, de la costa de California en
Norteamérica, de la costa del centro de Chile en Sudamérica, del extremo
suroccidental de África del Sur y del suroeste de Australia.
Características: están determinadas por la posición y desplazamiento, a lo
largo del año, de los anticiclones subtropicales y de las borrascas generadas
por el Frente Polar. Las precipitaciones son escasas, entre 400 y 600 mm
anuales, siendo la principal característica de este clima la acusada sequía
estival, (no llueve en verano), única en el mundo. Las temperaturas son
suaves en invierno y calurosas en verano.
Paisaje: la vegetación típica es el bosque mediterráneo, formado por
especies de hoja perenne, bien adaptadas a la sequía estival, como encinas y
alcornoques, pinos y un rico sotobosque de matorral, (tomillo, romero, jara,
etc.). El bosque mediterráneo ha sido muy degradado por la acción humana, lo
que ha afectado tanto a la flora como a la fauna de este rico ecosistema.
34
3.2.2. Clima oceánico.
Localización: en las latitudes más altas de la zona templada, (entre los
40º y los 60º), en la fachada occidental de los continentes. Las principales
zonas con este tipo de clima son: la costa atlántica europea, el noroeste de
Estados Unidos.
Temperaturas: son suaves todo el año, con poca oscilación térmica.
Precipitaciones: son abundantes durante todo el año, especialmente
en invierno, superando ampliamente los 1.000 mm anuales.
Paisaje: el paisaje resultante de este tipo de clima es el bosque templado
de caducifolias o bosque atlántico, formado por grandes árboles de hoja
caduca, como hayas y robles. En las zonas degradadas este bosque es
sustituido por matorrales o landas y por prados. Es un ecosistema muy
alterado por el hombre, por lo que la fauna salvaje es escasa.
3.2.3. Clima chino.
Localización: se da en las mismas latitudes que el clima oceánico, pero
en las fachadas orientales de los continentes. Es característico de la costa
de China, este de Estados Unidos, costa este de Argentina y sureste de
África del Sur y Australia.
Temperatura: tiene veranos cálidos y húmedos, e inviernos secos y suaves.
Precipitaciones: son moderadas, situándose en unos 1.000 mm
anuales, dándose en particular en verano.
Paisaje: el paisaje es muy variado, con una mezcla de plantas
caducifolias y de especies subtropicales.
3.2.4. Clima continental.
Localización: aparece en zonas amplias del interior y del este de los
continentes de la Zona Templada, estando condicionado el clima por el gran
alejamiento del mar de estas áreas. Es el clima propio del interior y este de
Europa, del interior de Asia y del interior de Norteamérica.
35
Temperatura: la nula influencia del mar sobre las temperaturas hace que
éstas presenten fuertes oscilaciones anuales, con inviernos muy fríos y
secos y veranos cortos, suaves y algo más húmedos.
Precipitaciones: son más bien escasas, inferiores a 600 mm anuales,
debido al alejamiento del mar.
Paisaje: es variado, en las latitudes más altas y frías aparece la taiga o
bosque boreal de coníferas, en las latitudes medias el bosque caducifolio y
en las latitudes más bajas se desarrollan estepas.
3.3. Los climas fríos.
Son los que se dan en la Zona Fría del planeta, (entre los 60º y los 90º
de latitud). La temperatura media anual en estos climas está por debajo
de los 0ºC. Se distinguen dos tipos: clima de tundra y clima polar.
3.3.1. Clima de tundra.
Localización: en el extremo norte de Asia, (norte de Siberia), de
Canadá, de Alaska y de Escandinavia.
Temperatura: la temperatura media anual es muy baja, por debajo de 0ºC,
con inviernos muy largos y veranos cortos, en los que la temperatura se sitúa
entre 0ºC y 10ºC.
Precipitaciones: escasas y en forma de nieve.
Paisaje: las bajas temperaturas y los vientos helados imposibilitan el
crecimiento de los árboles, por lo que el paisaje característico es la tundra,
formada por musgos, líquenes y pequeñas plantas, que crecen en verano
sobre el permafrost o suelo congelado. La fauna está adaptada al frío y es
especialmente importante la fauna marina.
3.3.2. Clima polar.
Localización: se da en los dos polos, (Océano Glacial Ártico y
Antártida), y en Groenlandia, caracterizándose por el frío extremo.
Temperatura: ningún mes del año la temperatura media supera los 0ºC,
llegándose en la Antártida a una mínima de -89ºC.
Precipitaciones: son casi nulas, en forma de nieve.
36
Paisaje: está formado por inmensas superficies de hielo y nieve, no existen
plantas y la fauna es muy escasa por la dureza del clima.
3.3.3. Clima de montaña.
La temperatura disminuye con la altitud, por lo que, a medida que vamos
ascendiendo por una gran cadena montañosa, podemos ir encontrando
características propias de diferentes tipos de climas. En la parte baja nos
podemos encontrar un clima cálido, en alturas intermedias un clima templado y
en las zonas más altas un clima frío, con presencia de nieve y hielo. Estas
diferentes zonas climáticas dan lugar a los llamados pisos altitudinales, en
los que, en función de la altitud, varía el tipo de clima y los tipos de
plantas y animales asociados al mismo.
Encontramos este clima en las principales cordilleras de la Tierra,
como el Himalaya, los Andes, las Montañas Rocosas, los Alpes, los
Pirineos, etc. .
4. Los climas de España
4.1. España: un país con una gran diversidad de climas.
Nuestro país se caracteriza por contar con una gran diversidad de climas:
clima oceánico en el norte, mediterráneo en el este y en el sur,
mediterráneo con matices continentales en el interior, desértico y
estepario en el sureste y en el Valle del Ebro, subtropical en Canarias y de
montaña en las principales cordilleras españolas.
Esta gran diversidad se debe a varios factores:
 El desplazamiento, a lo largo del año, de la posición del anticiclón
de las Azores y del Frente Polar y sus borrascas asociadas.
 La situación de la Península Ibérica, en el borde sur de la Zona
Templada, próxima al área de clima desértico de la Zona Cálida.
 El relieve montañoso de la Península Ibérica, que hace que el clima
del interior tenga rasgos continentales y que tengamos espacios de
alta montaña.
 La situación meridional de las Islas Canarias.
37
4.2. Tipos de clima en España.
4.2.1. Clima oceánico.
Lo encontramos en todo el norte de la Península Ibérica, (Galicia,
Asturias, Cantabria, País Vasco y norte de Navarra). Las precipitaciones
son abundantes todo el año, por encima de los 800 mm anuales, y las
temperaturas son suaves, con escasa oscilación térmica.
4.2.2. Clima mediterráneo.
Se extiende por el centro, este y sur de la Península Ibérica y por las Islas
Baleares. Podemos distinguir dos subtipos:
 Clima mediterráneo costero: se da en las Baleares y en la costa
mediterránea
y
sur
de
Andalucía.
Se
caracteriza
por
sus
precipitaciones escasas, (entre 300 mm y 700 mm anuales), y
temperaturas suaves en invierno y calurosas en verano, en
particular en el valle del Guadalquivir.
 Clima mediterráneo de interior o continentalizado: se localiza en el
interior de la Península Ibérica, (Meseta). El alejamiento del mar, el
aislamiento de la Meseta por las cordilleras que la rodean y su elevada
altitud media, hacen que en este clima los inviernos sean más fríos y
la amplitud térmica anual sea mayor.
4.2.3. Climas áridos, (desértico y estepario).
Estos climas secos se localizan en el sureste de la Península Ibérica,
(Almería, Murcia y sur de Alicante), y en el Valle del Ebro. La escasez de
precipitaciones, inferiores a 250 mm anuales, se debe a la barrera que
suponen para los frentes de lluvia las cadenas montañosas que rodean estas
zonas. En Almería se encuentra el único desierto de Europa, (Desierto de
Tabernas).
4.2.4. Clima subtropical canario.
38
Las Islas Canarias disfrutan de un clima cálido subtropical por varias
razones:
 Su situación, muy al sur de la Zona Templada y cercana al desierto
del Sahara.
 Su carácter insular, que determina una gran influencia del mar en el
clima.
 Su relieve montañoso y muy accidentado.
 La posición del anticiclón de las Azores, que hace que las islas se
vean afectadas todo el año por los vientos alisios, (vientos del noreste).
 La Corriente de Canarias, corriente marina fría que pasa por las Islas
Canarias.
Este clima subtropical se caracteriza por temperaturas suaves todo el
año, con escasa amplitud térmica anual. Las precipitaciones se
concentran al norte y al oeste del archipiélago, siendo muy escasas en la
parte sur y este de las islas. Las Canarias presentan una vegetación única
en el mundo, con un gran número de especies endémicas, adaptadas a su
peculiar clima y al suelo volcánico.
4.2.5. Clima de montaña.
El clima de montaña se encuentra en las principales cadenas montañosas
españolas, por encima de los 1.500-2.000 metros de altitud, como es el caso
de las principales sierras del Sistema Bético, (como Sierra Nevada), el
Sistema Central, Sistema Ibérico, Cordillera Cantábrica, Pirineos y las
cumbres más elevadas de las Islas Canarias.
39
TEMA 6. LA ACCIÓN HUMANA SOBRE EL MEDIO
AMBIENTE
1. El aprovechamiento humano del medio
A lo largo de la historia de la Humanidad, el Medio Ambiente, es decir, la
Naturaleza en la que vivimos, ha sufrido un importante deterioro por culpa
de la acción del hombre, en particular, desde el comienzo de la
Revolución Industrial, a finales del siglo XVIII, hasta hoy. Ese daño al
medio natural, no solo no se ha reducido, sino que va en aumento, dando
lugar a importantes problemas medioambientales, que ponen en peligro
nuestro propio futuro en la Tierra.
2. Problemas medioambientales
2.1. La pérdida de biodiversidad
 Concepto de biodiversidad.
La Biodiversidad es el conjunto de todos los seres vivos de nuestro
planeta. La riqueza de formas de vida en la Tierra es enorme: actualmente el
hombre ha identificado 1,9 millones de especies distintas y se piensa que es
solo una pequeña parte del total.
40
 La pérdida de biodiversidad.
El modelo de desarrollo del hombre actual supone la destrucción de
los lugares en los que habitan los seres vivos, su eliminación y el
agotamiento de los recursos que necesitan para sobrevivir, lo que tiene
como consecuencia su extinción o desaparición a gran escala. Se calcula
que en el siglo XXI el ritmo de extinción de especies provocado por el hombre
es unas mil veces superior al ritmo de extinción natural de los seres vivos. La
consecuencia de esta extinción de especies tan rápida es la pérdida
acelerada y a gran escala de la biodiversidad de la Tierra, de manera que
sabemos que cada día desaparecen especies de plantas y animales antes de
que lleguemos a conocerlas.
Hoy sabemos que existe una compleja interrelación entre todos los
seres vivos y el medio en el que viven, por lo que la desaparición de una
especie acaba afectando a todas las demás, incluido el hombre, es decir,
la pérdida de biodiversidad supone, no solo un perjuicio para la
naturaleza, sino también para todos nosotros.
 La destrucción de las selvas tropicales.
La pérdida de biodiversidad es especialmente grave cuando se
destruyen las selvas tropicales, ya que en ellas viven al menos el 50% de
todas las especies de seres vivos. Cada año se deforesta una superficie de
selvas tropicales equivalente a unos 100.000 km2, es decir, en 5 años se
destruye una superficie de selva equivalente a la superficie de toda España.
La destrucción de las selvas tropicales, como la del Amazonas en
Sudamérica, la Cuenca del Congo, en África y los bosques de Indonesia, en
Asia, no solo afecta a la biodiversidad, sino también al clima de la Tierra,
ya que estos grandes bosques absorben una gran cantidad de CO2 del
aire y producen buena parte del oxígeno que respiramos y del agua que
necesitamos para vivir.
 La pérdida de biodiversidad en España.
En la actualidad el “Catálogo de Especies Amenazadas de España” incluye
cerca de 600 especies de plantas y animales en peligro. De ellas, 157 están
catalogadas “en peligro de extinción”, es decir, pueden desaparecer en
41
breve si no se toman medidas de protección. En este grupo encontramos
especies como el oso pardo, el lince ibérico y el águila imperial, por lo que es
un deber para todos nosotros evitar que desaparezcan para siempre, ya
que, cuando un ser vivo se extingue ya no se puede volver a recuperar.
2.2. Las aguas.
El agua es el elemento básico de la vida, ya que sin agua no puede
sobrevivir ningún ser vivo.
De toda el agua de la Tierra sólo es agua dulce un 2,5%. De ese 2,5% la
mayor parte se encuentra en forma de hielo en los polos, mientras que la que
podemos aprovechar más fácilmente, la de ríos y lagos, supone un
escaso 0,3% del total de agua dulce del planeta.
En
relación
con
el
agua
se
producen
dos
graves
problemas
medioambientales:
 La sobreexplotación de los recursos hídricos.
En la actualidad el consumo de agua en determinadas zonas es
superior a la cantidad de agua disponible, lo cual lleva al agotamiento o
sobreexplotación de los recursos hídricos.
Esta situación se debe a dos factores:
 El rápido aumento de la población mundial.
 El
elevado
consumo
de
agua
en
las
sociedades
desarrolladas, debido a la expansión del regadío, al aumento
del consumo de agua en la industria y al elevado consumo
doméstico.
Un buen ejemplo de las consecuencias de la sobreexplotación del
agua lo tenemos en nuestra propia provincia, en la que, el crecimiento
descontrolado de la superficie de regadío en La Mancha, ha conducido al
agotamiento de la principal reserva de agua de la zona, el Acuífero 23,
con graves repercusiones medioambientales, (desecación de Las Tablas
de Daimiel), y socioeconómicas, (imposibilidad de mantener el actual
modelo de agricultura de regadío a medio y largo plazo).
42
 La contaminación del agua.
El otro gran problema medioambiental que afecta al agua es su
contaminación, es decir, el deterioro de la calidad del agua, debido al
efecto de diversas sustancias contaminantes.
 Contaminación
de
continentales,
(ríos,
las
aguas
lagos
y
continentales.
acuíferos),
Las
reciben
aguas
agentes
contaminantes desde diferentes focos:
-
La agricultura: los productos químicos empleados en la
agricultura, (fertilizantes y pesticidas), se filtran en el suelo, a
través del agua de lluvia y del riego, y alcanzan los acuíferos y los
ríos, contaminándolos.
-
La industria: la contaminación industrial es la más grave. Las
industrias vierten a las aguas una gran cantidad de productos
químicos y metales pesados altamente contaminantes. Además
los gases que emiten las industrias a la atmósfera, al mezclarse
con el agua de lluvia, también contaminan extensas zonas.
-
Las ciudades: los vertidos de los desagües y sistemas de
alcantarillado de las ciudades son otro importante foco de
contaminación de las aguas, sobre todo si no se depuran
previamente.
 Contaminación de las aguas marinas. También el agua del mar
recibe agentes contaminantes, procedentes de vertidos desde la
costa y de vertidos realizados por los barcos. La contaminación
marina es especialmente grave en mares cerrados, como el
Mediterráneo, y en las costas.
2.3. La atmósfera
2.3.1. La contaminación atmosférica.
Las actividades humanas, (industria, agricultura, transporte, calefacción,
etc.), emiten a la atmósfera una gran cantidad de gases, que alteran su
composición natural, contaminándola, lo que perjudica al medio ambiente y a la
salud de las personas.
43
La contaminación atmosférica es más intensa en las ciudades y áreas
industriales, por la mayor concentración de gases contaminantes, generando
importantes problemas de salud, (enfermedades del sistema respiratorio, daños
en el sistema inmunológico, incremento de las alergias, etc.).
2.3.2. La lluvia ácida
Una consecuencia grave de la contaminación atmosférica es la “lluvia
ácida”, que se produce cuando los óxidos de azufre y nitrógeno, emitidos a la
atmósfera por las industrias, los vehículos, las calefacciones y las centrales
térmicas, se mezclan con el agua de lluvia, que los transforma en ácido
sulfúrico y nítrico, que caen a la superficie, ocasionando graves daños en la
vegetación y en los monumentos.
2.3.3. La destrucción de la capa de ozono.
La capa de ozono, formada por el gas ozono, se sitúa a unos 22 kilómetros
de altura, protegiendo la superficie de la Tierra de la radiación ultravioleta
del Sol. Sin esta protección la vida no sería posible en la superficie
terrestre. Desde los años 70 del siglo XX se ha venido observando una
progresiva destrucción o adelgazamiento de la capa de ozono, debida a la
emisión a la atmósfera de los gases CFC, (clorofluorcarbonados). El daño a la
capa de ozono es más intenso en la Antártida.
2.3.4. El cambio climático.
¿Qué es el “cambio climático”?.
Uno de los problemas medioambientales más graves a los que se enfrenta
la Humanidad es el cambio climático, provocado por la emisión de gases
de “efecto invernadero” a la atmósfera.
El “efecto invernadero” es la capacidad que tienen algunos gases de la
atmósfera para retener el calor que se desprende desde la superficie
terrestre, actuando de la misma manera que el plástico de un invernadero. Se
trata de un proceso natural, por el que el 70% de la energía solar pasa a través
de la atmósfera y es devuelta a ella quedando retenida. Esto hace que la
temperatura media del planeta se sitúe en unos 15ºC, de manera que, de no
44
existir el “efecto invernadero”, la temperatura sería unos 30ºC más baja,
impidiendo el desarrollo de la vida.
El problema es que las actividades humanas están aumentando muy
deprisa la cantidad de gases de “efecto invernadero” en la atmósfera,
calentándola en exceso y provocando un cambio del clima a nivel mundial.
El principal gas de “efecto invernadero” es el dióxido de carbono, (CO2).
Otros gases de “efecto invernadero” son: el metano, el vapor de agua y el óxido
de nitrógeno. Estos gases se emiten a la atmósfera al quemar combustibles
fósiles, (petróleo, gas y carbón). Se calcula que, al actual ritmo de emisión de
estos gases, la temperatura media de la Tierra subirá entre 2ºC y 6ºC al final
del siglo XXI, lo que cambiará por completo el clima del planeta.
Pruebas del cambio climático.
Las pruebas de que el cambio climático se está empezando a producir son
numerosas. Podemos señalar las siguientes:
 Deshielo de los casquetes de hielo polares de Groenlandia, el Océano
Glacial Ártico y la Antártida.
 Deshielo de los glaciares de las cadenas montañosas de todo el planeta.
 Aumento de la temperatura de las aguas marinas.
 Aumento del nivel del mar.
 Proliferación,
cada
vez
mayor,
de
fenómenos
meteorológicos
catastróficos e impredecibles. (Inundaciones, sequías, huracanes, etc.).
 Cambios en los períodos de emigración de los animales y en el ritmo
biológico de las plantas.
Consecuencias del cambio climático.
Las consecuencias del cambio climático son ecológicas, sociales y
económicas, destacando las siguientes:
 El tiempo se volverá mucho más impredecible y aumentarán los
fenómenos meteorológicos catastróficos.
 Aumento de la desertización.
 Reducción de la producción agrícola y de la disponibilidad de agua y
alimentos, (aumento del hambre a nivel mundial).
45
 Pérdida masiva de biodiversidad.
 Como los más afectados serán los habitantes de los países pobres
aumentará el flujo de refugiados e inmigrantes hacia los países
desarrollados.
 La subida del nivel del mar provocará la inundación de las zonas
costeras, en las que viven cientos de millones de personas y dañará
seriamente al sector turístico.
 El aumento de las temperaturas favorecerá la difusión de enfermedades
tropicales, como la malaria, en países de la zona templada.
Para tratar de evitar el cambio climático, en 1997 se aprobó el Protocolo de
Kyoto, en el que se establecía una reducción de gases de “efecto
invernadero”. Desgraciadamente los objetivos de este acuerdo no se han
cumplido y las reuniones para llegar a un nuevo acuerdo, (Copenhague,
Cancún y Durban), han concluido sin resultados.
2.4. El suelo
El suelo se puede contaminar por diferentes razones, como la acumulación
de metales pesados, procedentes de la industria, y de productos químicos de
uso agrícola.
Otro problema que afecta al suelo es la erosión, favorecida por actividades
humanas, como la deforestación. La erosión o pérdida de la capa fértil del
suelo provoca la desertización, que afecta gravemente a países como España.
La expansión urbana e industrial y las grandes obras públicas, aceleran la
destrucción del suelo.
2.5. Otros problemas medioambientales
2.5.1. La contaminación acústica.
La contaminación acústica es el exceso de ruido en un determinado lugar.
España, por ejemplo, es el segundo país más ruidoso del mundo. El ruido se
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concentra en determinados espacios, como las ciudades y ocasiona serios
problemas de salud, tanto físicos como psíquicos.
2.5.2. La contaminación radioactiva.
Las altas dosis de radiactividad producidas por el uso de la energía nuclear,
con fines pacíficos y militares, así como la manipulación y almacenamiento de
los residuos radioactivos, pueden tener consecuencias graves, pudiendo
ser incluso mortales. La contaminación radioactiva afecta a las personas,
suelos, alimentos y agua potable y procede de los residuos generados
por las centrales nucleares, hospitales e industrias, que usan esta
energía, y las pruebas militares con armas nucleares. Podemos recordar
los desastrosos efectos del accidente de la central nuclear de Chernobyl, en
1986, que afecto a cientos de miles de personas, de buena parte de Europa y
del de la central de Fukushima, en Japón, en 2011.
3. El coste ecológico del desarrollo.
El actual modelo de desarrollo, hace que el impacto que producen sobre el
medio ambiente las sociedades de los países ricos sea mucho mayor que la
que ocasionan los habitantes de los países del Tercer Mundo, ya que el mundo
desarrollado es el mayor consumidor de energía, procedente de la quema de
combustibles fósiles y de recursos naturales, y es el que genera la mayor
cantidad de agentes contaminantes y de residuos peligrosos para la naturaleza.
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