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Rosas y vino para el dos veces centenario Viernes Poético y para su
fiel anfitrión. Las rosas: las féminas; el vino: la savia dionisiaca de
sus poemas. Feliciter!
1. Grecia Antigua: Safo (siglo VI a.C.)
Στᾶθι κἄντα φίλοV,....
καὶ τὰν ἔπ᾽ ὄσσοιV ἀμπέτασον χάριν.
Ponte ante mí como amigo. . .
y despliega la gracia en tus ojos
ἝροV δ’αὖτέ μ᾽ ὀ λυσιμέλεV δόνει,
Eros, que desata los miembros, me
perturba de nuevo,
dulceamarga ineluctable bestezuela.
γλυκύπικρον ἀμάχανον ὄρπετον.
Οὐκ οἶδ᾽ ὄττι θέω, δύο μοι τὰ νοήματα.
No sé qué quiero, tengo dos
pensamientos.
Δέδυκε μεν ἀ σελάννα
καὶ ΠληΐαδεV, μέσαι δὲ
νύκτεV πάρα δ᾽ ἔρχετ᾽ ὤρα,
ἔγω δὲ μόνα κατεύδω.
Se puso, pues, la luna
y las Pléyades; media
noche es y las horas se van.
Mas yo estoy reclinada sola.
Γλύκεια μᾶτερ, οὔ τοι δύναμαι κρέκην τὸν ἴστον,
πόθῳ δάμεισα παῖδοV βραδίναν δἰ Ἀφρόδιταν.
Dulce madre, no puedo tejer el paño,
subyugada por la tierna Afrodita
con el anhelo de un joven.
2. Roma: Sulpicia (siglo I a.C.)
Tandem venit amor, qualem texisse pudori
quam nudasse alicui sit mihi fama magis.
Exorata meis illum Cytherea Camenis
attulit in nostrum deposuitque sinum.
Exsolvit promissa Venus: mea gaudia narret,
dicetur si quis non habuisse sua.
Non ego signatis quicquam mandare tabellis,
ne legat id nemo quam meus ante, velim.
Sed peccasse iuvat, vultus componere famae
taedet: cum digno digna fuisse ferar.
Al fin llegó amor tal que ocultarlo
me fuera fama y revelarlo pena.
Orada Citerea por mis Camenas [Musas]
lo trajo a él y lo posó en mi pecho.
Cumplió promesas Venus: mis goces narre
si se dijera que alguien no ha tenido suyos.
Quiera yo confiar nada a tablillas selladas [cartas]
por que nadie las lea antes que el mío.
Pero pecar agrada; es tedioso
componer a la fama buena cara:
dígase que fui digna con el digno.
3. Alemania: Hildegard von Bingen, “la Sibila del Rhin”
(1098-1179)
O vos, felices radices
cum quibus opus miraculorum,
et non opus criminum,
per torrens iter perspicuæ umbræ plantum est.
Et o tu, ruminans ignea vox,
præcurrens liminatem lapidem,
subvertentem abyssum,
gaudete in capite vestro.
Gaudete in illo,
quem non viderunt in terris multi,
qui ipsum ardenter vocaverunt.
Gaudete in capite vestro.
Oh vosotras, felices raíces
con las que obra de milagros,
y no obra de crímenes
se ha plantado por el ardiente camino de nítida sombra.
Y oh tú, ígnea voz repetidora,
que superas la piedra pulidora
que subvierte el abismo,
alegraos en vuestra cumbre.
Alegraos en aquel
al que no vieron muchos en la tierra
que llamaron al mismo con fervor.
Alegraos en vuestra cumbre.
4. México: Juana de Asbaje
Una décima ajena de la que hizo dos versiones en latín:
Ya el Alma al Verbo se ase,
ya estriba en el Corazón,
y tirando, de la unión
rompe el nudo y se deshace.
Ya sale . . . ¡Ay!, antes que pase,
labios, pues que sois tan sabios,
que perdone mis agravios
pedidle, antes de partir. . .
Mas ¡ay!, aquello es morir:
ya dio su Espíritu.
Iam Anima Verbo adhæret,
iam nititur Corde puro;
Iam cupit Anima exire,
iam nititur Corde
puro,
et Corpori vix casuro,
iamque nimbo vult
obscuro
unione rupta, non hæret.
oculos Mors impedire.
Per vos, o Labia, se feret . . .
Ut dignetur me exaudire,
Disserta si quidem estis,
Ora sacra, postulate:
exorare nunc potestis
pro inimicis supplicate
veniam tanto nostro errori . . .
Eius piissimo Amori
Sed Heu !, iam illud est mori:
Sed Heu !, iam illud
.. .
est mori:
iam dedit Spiritum.
iam dedit Spiritum.
Soneto :
Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.
Si al imán de tus gracias, atractivo,
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero
si has de burlarme luego fugitivo?
Mas blasonar no puedes, satisfecho,
de que triunfa de mi tu tiranía:
que aunque dejas burlado el lazo estrecho
que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.
5. Guadalupe (Pita) Amor
¿Por qué me desprendí de la corriente
misteriosa y eterna en la que estaba
fundida, para ser siempre la esclava
de este cuerpo tenaz e independiente?
¿Por qué me convertí en un ser viviente
que soporta una sangre que es de lava,
y la angustiosa oscuridad excava,
sabiendo que su audacia es impotente?
¡Cuántas veces, pensando en mi materia,
consideréme absurda y sin sentido,
farsa de soledad y de miseria,
ridícula criatura del olvido,
máscara sin valor de inútil feria
y eco que no proviene del sonido!
6. Concha Urquiza
Como Alonso Quijano . . .
Como Alonso Quijano buscando la Dulcinea
por ásperas moradas, bajo la noche aciaga,
el pensamiento oscila de forma en forma vaga,
y el corazón en líricos quebrantos se recrea.
Más triste y desolada que el pobre caballero,
bien sé que no sustenta palacios el Toboso,
y aun sigo las pisadas del viento presuroso
y escucho las palabras del bárbaro escudero.
En el encantamiento de moza y hacanea
el pensamiento mira lo que el sentido ignora
y el corazón adora lo que el sentido crea.
Y así en confuso giro, sin tregua, hora tras hora,
de corazón a mente, de reina a labradora,
ante el concilio triple suspira Dulcinea.
7. Rosario Castellanos
Parábola de la inconstante
Antes cuando me hablaba de mí misma, decía:
Si yo soy lo que soy
y dejo que en mi cuerpo, que en mis años
suceda ese proceso
que la semilla le permite al árbol
y la piedra a la estatua, seré la plenitud.
Y acaso era verdad. Una verdad.
Pero, ay, amanecía dócil como la hiedra
a asirme a una pared como el enamorado
se ase del otro con sus juramentos.
Y luego yo esparcía a mi alrededor, erguida
en solidez de roble,
la rumorosa soledad, la sombra
hospitalaria y daba al caminante
- a su cuchillo agudo de memoria el testimonio fiel de mi corteza.
Mi actitud era a veces el reposo
y otras el arrebato,
la gracia o el furor, siempre los dos contrarios
prontos a aniquilarse
y a emerger de las ruinas del vencido.
Cada hora suplantaba a alguno; cada hora
me iba de algún mesón desmantelado
en el que no encontré ni una mala bujía
y en el que no me fue posible dejar nada.
Usurpaba los nombres, me coronaba de ellos
para arrojar después, lejos de mi, el despojo.
Heme aquí, ya al final, y todavía
no sé qué cara le daré a la muerte.