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POLITICA DEL PENDULO
Moscú Dirá la Penúltima Palabra Sobre el Descontento de
Polonia
Por VICTOR ALMAGRO
EXCLUSIVO
PARIS.En la séptima asamblea plenaria del Comité Central del partido
comunista de Polonia, el presidente Bierut ha formulado palabras de inquietud. La
oligarquía polaca, íntimamente unida a la casta dirigente de la URSS, encuentra resistencia
entre los campesinos. Como es sabido, la política comunista en el campo ruso costo ríos de
sangre: los agentes del Kremlin preferían las pistolas a la persuasión. Ahora el caso se
repite en Polonia. La policía “realiza el socialismo”. Como es natural, el presidente Bierut,
tiene motivos para preocuparse; pues la evolución de la industria polaca es más rápida que
la transformación de la economía agraria. Este desequilibrio en un plazo, más o menos
rápido, se expresará en los altos costos de los productos alimenticios y caerá sobre las
espaldas de los obreros industriales de las ciudades. Según el informe de Bierut, los
elementos capitalistas privados han sido ya casi totalmente expulsados de la industria y
desde 1951 la industria socializada 1(…) a el 93,4% del conjunto de la producción.
Cualquiera sea el valor relativo de estas cifras del comunismo polaco, cuya noción de
verdad es aun más relativa, resulta evidente la relación de fuerzas en el seno de la economía
polaca. El capitalismo ha sido exterminado, por lo menos en la esfera de la industria. Pero
el atraso tradicional del campo en Polonia, fenómeno extensivo a toda Europa oriental,
constituye una carga para el nuevo régimen. La estructura económica del campo esta tejida
sobre relaciones artesanales de producción, que impiden el ascenso en la producción
agrícola y que se vuelve peligrosamente contra la propia expansión industrial. Esta
desproporción entre la industria y la agricultura entraña un peligro suplementario, que ya es
de naturaleza política: el divorcio entre el campesinado y el proletariado que amenaza la
estabilidad general del régimen.
También las sequías
A esta situación se ha sumado una fuerte sequía en el último otoño. La
disminución en la producción agrícola ha provocado dificultades en el aprovisionamiento
de alimentos por parte de la clase obrera urbana. Los precios han subido en flecha en el
mercado libre, la especulación se ha desencadenado. La mayor parte de los ingresos de los
1
Articulo borroso, no se llega a distinguir la palabra.
obreros fue a parar a los bolsillos de los obreros acomodados (o “kulaks”) que atesoraban
los escasos cereales producidos. Ante estos acontecimientos, el gobierno polaco acudió a un
racionamiento parcial y a un sistema de entregas obligatorias al Estado. En su informe, el
presidente Beirut observo que la única solución al problema de la productividad agrícola
reside en la implantación de métodos científicos y en ejemplos prácticos. Esos campesinos
“no pueden ser llevados al socialismo más que gracias a una política económica razonable y
a una actitud fraternal”. Como siempre en casos análogos, la oligarquía reacciona por obra
de los golpes. Oscilante entre la derecha y la izquierda, su política se dirigirá, quizás, en
este periodo, a halagar a los campesinos ricos, después de haber levantado su látigo contra
ellos. Estos zig zag recuerdan extrañamente a los saltos efectuados en la etapa de la
“colectivización forzosa” en la URSS hace 20 años. Del informe resalta claramente que
los elementos que resisten la política oficial no son solamente los campesinos acomodados
sino gran parte de los agricultores pobres. Esta resistencia campesina pone en riesgo todos
los proyectos económicos de Polonia. ¿O se recurrirá finalmente a la fuerza? Moscú dirá la
penúltima palabra.
Articulo publicado en el diario Democracia
Edición del Jueves 28 de agosto de 1952 Pág. 1