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TEXAS: UN MERCADO A EXPLORAR PARA EL SECTOR DE LA ABOGACIA Estados Unidos constituye un socio comercial cada vez más importante para España. Las relaciones económicas bilaterales se han incrementado sustancialmente en la última década, y si bien la balanza comercial bilateral ha sido tradicionalmente deficitaria para España, en los últimos años se observa una tendencia creciente en las exportaciones. En 2014 las exportaciones españolas han subido un 14,5%, mientras que las importaciones han decrecido un 1,0% en dicho período. Dentro de los Estados Unidos, Texas es uno de los Estados a tener más en cuenta. El conocido como Estado de la estrella solitaria tiene una posición geográfica privilegiada: ocupa la parte central del Sur del país, linda con Méjico, país con el que mantiene una estrecha relación económica y su salida al Golfo de Méjico le ofrece una posición privilegiada para acceder por mar al Caribe, a América Central, al Sudeste de los Estados Unidos y a los puertos atlánticos de América Latina. Su extensión geográfica es de 696.240 km2, muy superior a los 504.645 km2 que ocupa España y su población es de casi 27 millones de personas. La población se agrupa fundamentalmente en torno a grandes urbes, como son Houston, Dallas, San Antonio o la capital administrativa, Austin. En Texas no existe lengua oficial; sin embargo, el inglés americano es la lengua más extendida. El español es también muy utilizado, con un 29% de población hispanoparlante. Este porcentaje se incrementa aún más en ciertas ciudades como Houston (77,3% de población hispanoparlante), Austin (78,8%), Dallas (76,4%) y San Antonio (91,8%). Texas es una gran potencia económica. Su PIB asciende a más de 1,5 millones dólares, lo que le sitúa como el segundo Estado con más peso económico de los Estados Unidos, sólo por detrás de California. Por ponerlo en perspectiva, si se tratara de una economía independiente sería la decimotercera potencia mundial, por delante de países como México, Corea o España. Se trata además de una economía diversificada. La industria del oil & gas le confiere una tremenda riqueza. Pero ello no ha impedido el desarrollo de otros sectores industriales de alto valor añadido, el mantenimiento de una importante industria agrícola y ganadera o el desarrollo de un sector servicios especializado en determinados nichos, como los servicios médicos, además de contar con un importante sector financiero. Junto a estos datos, por si mismos suficientes para tener en cuenta a Texas en cualquier estrategia de internacionalización, hay una serie de razones que, ahora más que nunca, nos aconsejan volver los ojos hacia este Estado. Primero, su senda de crecimiento económico. Se trata del Estado que menos se resintió por la pasada crisis económica y que ha protagonizado buena parte de la creación de empleo del país: el pasado año Texas lideró la creación nacional de empleo, creando 457,900 puestos de trabajo; su tasa de desempleo, por debajo de la media nacional, bajó al 4,6%. A pesar de la caída en el precio del petróleo, las perspectivas para esta economía siguen siendo optimistas. En Texas el índice de confianza del consumidor se encuentra un 4.7 por ciento más alto que en el 2014. Se anticipa un crecimiento en empleos, si bien más moderado que en el 2014, de aproximadamente un 3 por ciento. A su vez, la Reserva Federal de Dallas anticipa que la economía de Texas crecerá un 3.5 por ciento en el 2015. En todo este proceso de crecimiento lo hispano está llamado a jugar un papel ciertamente importante. Según las previsiones, la población de Texas en 2020 alcanzará los 30.942.177 millones, lo que supone un crecimiento de un 10%, un 42% del cual estará protagonizado por los hispanos. Por otra parte, el crecimiento de esa economía se apoya en buena medida en el comercio exterior. De hecho, Texas es el Estado de EE.UU. que más exportó al mundo en 2014. Más de dos terceras partes de sus exportaciones tienen como destino países del sur del continente americano. De ello se deduce que Texas es un socio estratégico para abordar las relaciones económicas con América latina, muy en particular con Méjico. A ello hay que añadir que los intereses españoles no son ajenos a este proceso de desarrollo económico. España representa el sexto país con mayores inversiones directas en Texas, que entre 2009 y 2013 supusieron el 4% del total de las efectuadas en el Estado. En la actualidad son más de 70 las compañías españolas establecidas en ese territorio, algunas con un peso importante en sus respectivos sectores. Sirvan de ejemplo BBVA Compass, la cuarta entidad financiera más importante del Estado; Repsol, con más de 800 trabajadores; Cintra, que gestiona una importante red de autopistas de peaje o Abengoa Water, que ha ganado recientemente el contrato para la gestión del agua en la ciudad de San Antonio. Pero también hay presencia española en sectores industriales de la alimentación o de los servicios. El proceso de internacionalización de la economía española requiere que nuestros despachos de abogados acompañen a la empresa española en su salida al exterior. Los despachos españoles necesitan entender la realidad jurídico-económica a la que se enfrentan sus clientes cuando tratan de hacer negocio en terceros mercados, ya sea para darles un servicio también globalizado o para asesorarles en sus relaciones con despachos extranjeros y mejor relacionarse con éstos. Por ello, los despachos de abogados españoles no pueden ser ajenos al proceso de penetración de las empresas española en Texas y a las oportunidades que este mercado puede ofrecer para ellas.