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ANEXO I
Servicio de Atención a Familias en Recursos Residenciales
Servicio de Atención a Familias en Recursos Residenciales
Conjunto de medios y/o acciones, que se llevan a cabo para responder a la
necesidad de vivienda dentro de un proyecto social de intervención con las familias,
cubriendo necesidades físicas y de desarrollo personal.
Cuenta con una metodología propia y definida; adaptada a las diferentes
posibilidades de acceso, en función de la capacidad, situación social, proceso vital y
por tanto, susceptibles de utilizar como herramienta en las diferentes fases de nuestra
metodología de intervención; todo ello, independientemente de la ubicación física en la
que se lleve a cabo.
Cáritas Madrid dispone de diferentes recursos residenciales de tránsito que se
incluirían en este Servicio: Centro Residencial de Atención al Menor y a su Familia
“Santa María del Parral”, Viviendas de Integración Social “Jubileo 2000” y “Sínodo
2005”.
Objetivos generales:
 Favorecer la autonomía de las personas a través de la vivienda como espacio
integrador y de estabilización.
 Elaborar y diseñar de manera continua nuevas líneas de actuación, metodología,
materiales y documentación que den respuesta a la dinámica de cambio de la
realidad social en que nos movemos.
 Promover la consecución de una vivienda finalista.
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Fases del método de intervención:
FASES METODOLÓGICAS
VIVIENDA
DETECCIÓN
Todos los niveles de intervención en este servicio, nos
están dando pistas sobre las necesidades sociales
existentes; sin embargo, se establece como puerta de
entrada la información y orientación, que nos dará
conocimiento tanto sobre la demanda existente
(necesidades), como de la oferta.
MOTIVACIÓN-RECUPERACIÓN
La vivienda es uno de los elementos integradores que
produce efectos más devastadores cuando se pierde.
El mero hecho de facilitar un espacio de alojamiento
surte un efecto terapéutico y de motivación al cambio.
TRATAMIENTO
La estabilidad residencial es fundamental a la hora de
iniciar cualquier proceso de intervención con personas,
incide en casi todas las áreas del desarrollo humano,
ya que no solo sirve de cobijo, como lugar de
descanso, sino como elemento de identidad, de
integración desde donde se favorecen las relaciones, el
ocio, el estatus social y económico...
INSERCIÓN
A. FUNDAMENTACIÓN
Es necesario realizar una serie de consideraciones previas antes de iniciar el
desarrollo de las líneas de actuación previstas en el Servicio.
La vivienda es una necesidad de primer orden y la ausencia de la misma
implica una serie de pérdidas básicas o dificultades que provocan o aceleran los
procesos de desintegración personal y social.
Es, por tanto, un elemento clave en nuestra organización social que cumple
funciones importantes para la socialización de los seres humanos, ya que es:
-
Elemento de protección: Frente a los elementos naturales, frente a la intromisión,
delito, etc.
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-
Lugar para descansar; recuperarse, para el cuidado personal, aseo, alimentación,
etc.
-
Lugar para guardar las pertenencias.
-
Una dirección, un lugar donde contactar.
-
Espacio personal que permite reconstruir la propia vida individual y familiar (la casa
de uno, suele ser una prolongación de nuestra personalidad y el elemento de
mayor privacidad de los seres humanos).
-
Espacio de socialización controlado y acotado: familia, amigos.
-
Lugar que permite la identificación personal y la pertenencia.
-
Espacio de aprendizaje que permite la reconstrucción de roles, estructuras y
normas sociales.
-
Pertenencia que confiere un status social y una inversión económica.
Su pérdida genera desprotección, falta de higiene, problemas de salud, fatiga,
desorientación, pérdida de identidad, descomposición familiar, pérdida de relaciones,
desadaptación, pérdida del status, dificultades para mantener y/o buscar un empleo,
inseguridad, etc.
La
falta
de
vivienda
suele
producirse
no
solamente
por
factores
socioeconómicos (ingresos insuficientes, empleo precario...) sino también por factores
de vulnerabilidad personal tales como la ausencia de apoyos familiares y sociales,
problemas de salud física y mental, la acumulación de sucesos vitales estresantes que
llevan a las personas a tener una sensación de irreversibilidad en su situación, o la
aparición de conductas tales como alcoholismo y otro tipo de adicciones.
El fenómeno de la vivienda no se puede contemplar de forma aislada sino,
detectando los problemas que genera su pérdida y por los factores que pueden llevar
a esta situación.
Cuando nos acercamos al fenómeno de la falta de vivienda nos encontramos
con diferentes dimensiones del problema que a su vez, van a tener repercusiones de
diferente nivel en las familias, así nos encontramos con:
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-
Familias sin hogar que carecen de vivienda
-
Familias alojadas en infravivienda
-
Familias que viven en situación de hacinamiento o que su vivienda no responde
fundamentalmente, a sus necesidades de movilidad
-
Familias que pasan de una vivienda a otra sin lograr una estabilidad
Por tanto, cuando nos enfrentamos a situaciones en las que existe una
problemática relacionada con la vivienda, es importante tener en cuenta una serie de
factores tales como:
-
El tiempo que llevan sin disponer de una vivienda, para valorar el daño que este
hecho ha podido causar en la unidad familiar (en cada uno de sus miembros y en
las relaciones que existen entre ellos).
-
Conocer exactamente cuál es el problema, ya que, la gravedad no es la misma si
existe un problema de desadecuación, que si lo que hay es una ausencia total de
vivienda
-
El mayor o menor afianzamiento del área económico-laboral, el área de relaciones
sociales y el sentido vital extendido a la estructura familiar, ya que, un nivel muy
alto de desintegración de estas áreas, complicará la intervención y requerirá de un
acompañamiento muy cercano y cualificado.
-
Los elementos que han precipitado la pérdida de la vivienda.
Desde esta perspectiva y también desde el tipo de recursos destinados a resolver
la problemática de la vivienda (si son transitorios o de carácter finalista), así como los
problemas a los que suele ir unida, nos plantearemos este Servicio, en dos vertientes
diferenciadas: por un lado, nos planteamos la vivienda como un instrumento para la
intervención, un medio para iniciar procesos de cambio y mejora de la situación de las
personas a las que atendemos; y por otro, como una necesidad básica de primer
orden, sin la cual no puede darse un desarrollo pleno ni del individuo, ni de la unidad
familiar.
Plantearnos una u otra vertiente del problema, supone atender a también a dos
planteamientos diferentes de la intervención social que, no por eso son opuestos, sino
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complementarios. Por un lado, aquella intervención que busca la etiología de los
problemas en el sujeto de la intervención; se trata de iniciar procesos de cambio
personales/familiares que le abrirán posibilidades de acceso a los recursos ya
existentes, y por otro, aquella que plantea la inaccesibilidad estructural de los
recursos, las dificultades del sistema para acceder a él, e intenta paliarlas; buscamos
acciones que hagan menos difícil el acceso a aquellas familias que se encuentran en
peor situación.
Hablamos en todo caso de un servicio dirigido a familias con menores a cargo, por
lo que es fundamental, confirmar que es válido, y responde a la realidad con la que
nos encontramos; tarea que nos remite a una permanente confrontación con nuestra
red de atención. Desde ésta, conoceremos las necesidades y potencialidades de las
familias que atendemos, de manera que podamos hacer un ejercicio de adecuación de
nuestros recursos lo más certero posible, optimizando el uso que a estos se les da y
dando respuestas reales a los problemas que detectamos.
B. ALOJAMIENTOS EN TRÁNSITO - Recursos Residenciales
Responden a un criterio de temporalidad, ya que su planteamiento es la
consideración de la vivienda como un instrumento para la intervención, un medio para
iniciar o continuar procesos de cambio y mejora de la situación de las unidades
familiares a las que atendemos. Nuestro objetivo, siempre será modificar la situación,
buscando mejoras.
Se trata de capacitar a la familia, para que logre el acceso a un alojamiento
estable y por tanto, su autonomía. Los aspectos de mejora variarán en función del
punto de partida en que se encuentre la unidad familiar.
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CENTRO RESIDENCIAL DE ATENCIÓN A MENORES Y SU
FAMILIA
SANTA MARÍA DEL PARRAL
1. Descripción
El Centro Residencial Santa María del Parral se ubica en un inmueble en el
Distrito de Moncloa-Aravaca.
Desde el año 2002 Cáritas lo destina a familias monoparentales con hijos
menores a cargo.
El Centro se encuentra en un recinto cerrado con amplios jardines, zona de
recreo infantil e instalaciones comunes contando con 30 viviendas de distintos
tamaños, para el apoyo social y residencial a familias.
El edificio consta de tres plantas sobre rasante y un sótano, con comunicación
interior por escaleras y con acceso desde facha principal y lateral contando con rampa
para minusválidos.
Distribución
Planta Sótano: destinada a servicios comunes, concretamente; lavandería, salas de
actividades, cuarto de instalaciones y almacenes. Se accede desde el interior por
escalera y por la facha lateral del inmueble.
Planta Baja: se accede desde fachada principal. Cuenta con 4 viviendas adaptadas
para minusválidos, zona de despachos para la dirección del centro, equipo de técnicos
y voluntarios, sala control- recepción, biblioteca/aula informática, sala polivalente de
actividades menores, sala polivalente actividades adultos, oratorio y servicios
higiénicos para ambos sexos
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Planta primera y segunda: se comunica por el interior por escaleras. Hay doce
viviendas en la primera planta y catorce viviendas en la segunda planta.
Tipología de los Apartamentos
Tipo A: Minusválidos. 4 viviendas de dos dormitorios con capacidad para un adulto y
tres menores.
Tipo B. 4 estudios con capacidad para un adulto y un menor.
Tipo C: 16 estudios con capacidad para un adulto y dos menores.
Tipo D: 6 Viviendas de dos dormitorios con capacidad para un adulto y cuatro
menores.
Todas las viviendas son exteriores y constan de un baño con ducha, lavabo e
inodoro, un office con cocina completamente equipada, salón comedor. Los pisos
disponen de contadores independientes para los suministros.
Los fines que se persiguen con un centro de estas características son la
promoción de las personas y la vida familiar para ofrecer cauces de inserción a
familias con menores que presentan graves dificultades sociales y económicas por ello
se considera un dispositivo de primer nivel.
Los recursos humanos que Cáritas dispone en este Centro:
Dirección (1), técnicos sociales (4), auxiliar de servicios (1) y persona de
mantenimiento (1).
Son parte también parte del equipo 4 religiosas que residen en el centro con las
que existe un acuerdo de colaboración económica
El Centro cuenta además con la participación de voluntarios que apoyan las
diferentes actividades del proyecto.
2. Objetivos
 Prestar atención residencial a los menores y sus familias facilitando la convivencia
familiar y la asunción de las funciones parentales.
 Prevenir la marginación y exclusión social de la familia y evitar tener que adoptar
medidas de protección de los menores.
 Favorecer la consolidación de la convivencia familiar y el desarrollo integral de los
menores.
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 Iniciar la inserción social y laboral de las familias.
 Favorecer la reincorporación al grupo familiar de los menores que hayan tenido
que ser separados provisionalmente del mismo
3. Destinatarios
Unidades familiares monoparentales (hombre o mujer) con menores de 16
años a su cargo y en situación de desprotección o riesgo moderado/ grave, que
requieran apoyo para iniciar un proceso de integración psicosocial, siendo necesario
para ello un medio residencial temporal.
Estas familias cumplirán además los requisitos siguientes:
-
Unidades familiares en la que el/la progenitor/a o tutor/a sea mayor de edad con
hijo/s menor/es a su cargo legalmente establecido.
-
Padre, madre o tutor sin patología degenerativa que incapacite su autonomía
funcional y el cuidado personal de sus hijos menores.
-
Unidades familiares empadronadas en el Municipio de Madrid.
-
Carecer de vivienda o que ésta sea inadecuada.
-
Con escasa red de apoyo familiar y social
-
Contar con ingresos económicos mínimos equivalentes a 0.5% IPREM y no
superiores a 2.5% IPREM. En caso de no disponer de los ingresos mínimos
establecidos, se tramitarán las ayudas económicas o sociales, a las que la familia
tuvieran derecho, a fin de cubrir la cuantía (*).
-
Con capacidad de desarrollar habilidades económicas procedentes de actividades
laborales lícitas, es decir, que se pueda trabajar la autonomía familiar/autonomía
económica con pronóstico favorable en la intervención.
-
Con intervención previa en la red de Servicios Sociales Municipales del
Ayuntamiento de Madrid.
(*) La familia podrá solicitar una reducción del coste del canon por uso de la vivienda semestral y que vinculará a la
evolución de los ingresos familiares.
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-
-
-
Cualquier miembro de la unidad familiar que presente problemas de Salud Mental
deberá estar en tratamiento, con evolución y pronóstico favorable, contrastada a
través de informe por el órgano competente.
Cualquier miembro de la unidad familiar que presente problemas de adicciones,
deberá estar en tratamiento, con evolución y pronóstico favorable, contrastada a
través de informe por el órgano competente.
Aceptar la intervención y con compromiso previo para participar activamente en el
desarrollo de su Plan de Intervención familiar y propiciar el cambio.
Criterios de exclusión:
-
-
-
Serán excluidos aquellos miembros de la familia que ejerzan violencia de género
de forma activa.
Serán excluidos aquellos miembros mayores de edad que ejerzan violencia
intrafamiliar de forma activa, en un grado tal que el órgano competente considere
que no sea factible abordar el problema con posibilidades de éxito, a lo largo de la
intervención en el residencial.
Familias que hayan sido expulsadas de Recursos de Vivienda o Residenciales de
la red de atención de Servicios Sociales en los últimos seis meses.
Miembros de la unidad familiar víctimas de violencia de género con medidas
judiciales de protección y órdenes de alejamiento que hayan rechazado, sin
justificación, recursos especializados de la red pública.
Familias con problemas que determinen su cronicidad y su situación de exclusión
social.
Familias cuyos ingresos procedan de actividades delictivas.
4. Atención y tiempo de estancia
Cada unidad familiar tendrá un Profesional de Referencia de Cáritas, que será
el responsable de la intervención con la familia en el recurso.
En el periodo inicial, en los tres primeros meses, se recogerá toda la
información necesaria para realizar el diagnóstico y el diseño de intervención familiar;
así como se mantendrán las reuniones necesarias con los recursos derivadores.
La intervención será individual y/o grupal, con los menores y/o adultos;
o
Intervención individual: seguimiento de objetivos, pautas educativas y
acompañamiento del itinerario de inserción.
o
Intervención grupal: actividades grupales para regular la convivencia
vecinal, escuela de padres para la asunción de funciones parentales,
adquisición de habilidades sociales, acompañamiento en el itinerario de
inserción laboral, apoyo escolar, grupos de ocio, actividades de
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conciliación de la vida familiar y laboral, acompañamiento psicológico a los
adultos y aula de psicomotricidad para los menores etc.
El tiempo de estancia será máximo de dos años estableciéndose renovaciones
cada seis meses. La continuidad en el recurso vendrá determinada por el grado de
cumplimiento de objetivos. Siendo a propuesta de los técnicos de Cáritas. No podrán
permanecer en el recurso familias con hijos que hayan cumplido la mayoría de edad.
Esta circunstancia habrá de ser tenida en cuenta en el momento de la derivación por
los tiempos de estancia en el proyecto.
CENTROS RESIDENCIALESJUBILEO 2000 y SÍNODO 2005
VIVIENDAS DE INTEGRACIÓN SOCIAL (VIS I y VIS II)
1. Descripción
El Centro Jubileo 2000 (VIS I) es un recurso residencial, compuesto por pisos
de distintos tamaños para el apoyo social y residencial a familias.
Se trata de un edificio en un recinto cerrado con 60 viviendas de Protección
Pública en la catalogación de Viviendas de Integración Social (VIS) promovidas y
construidas por la Fundación la Constructora Benéfica. En el año 2003 la Fundación
cedió a Cáritas la gestión social.
El inmueble consta de siete plantas con alojamientos de diferentes
dimensiones complementándose con espacios donde se desarrollan actividades y
servicios para los moradores que son familias vulnerables necesitadas de especial
protección.
Distribución
Planta sótano: Cuenta con una recepción, zona de despachos para equipo
técnico y voluntarios y la dirección del centro y servicios higiénicos para ambos sexos.
En el resto del edificio se ubican las viviendas.
Tipología de los Apartamentos
Tipo A: 20 viviendas de tres dormitorios, salón, cocina y cuarto de baño.
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Tipo B: 8 viviendas dos dormitorios, salón, cocina y cuarto de baño.
Tipo C: 30 estudios con sala de estar –dormitorio, cocina y cuarto de baño.
Tipo D. 2 viviendas adaptadas para minusválidos de dos dormitorios, salón, cocina y
cuarto de baño.
Los recursos humanos que Cáritas dispone en este Centro Jubileo 2000 (VIS I)
son:
Dirección (1), técnicos sociales (3), persona de mantenimiento (1).Son parte
también del equipo, y residen en el centro, 4 religiosas con las que existe un acuerdo
de colaboración económica.
El centro cuenta además con la participación de voluntarios que apoyan las
diferentes actividades del proyecto.
El Centro Residencial Sínodo 2005 (VIS II) es un proyecto gemelo al anterior,
se trata de tres edificaciones con 60 viviendas en total de Protección Pública en la
catalogación de Viviendas de Integración Social (VIS) promovidas y construidas por la
Fundación la Constructora Benéfica con capacidad aproximada de 224 plazas y cedido
la gestión social a Cáritas en el año 2005.
Distribución
Planta baja: local destinado a aulas de integración, y despachos para equipo técnico,
voluntarios y la dirección del centro, servicios higiénicos para ambos sexos y cuartos
de instalaciones comunitarias. El acceso a las viviendas es por tres portales a sendos
edificios de viviendas; en esta planta se ubican dos viviendas adaptadas para
minusválidos.
Plantas 1ª, 2ª y 3ª se sitúan seis viviendas por planta en cada uno de los tres edificios.
Tipología de los apartamentos:
Tipo A: 20 viviendas de tres dormitorios, salón, cocina y cuarto de baño.
Tipo B: 8 viviendas dos dormitorios, salón, cocina y cuarto de baño.
Tipo C: 30 estudios con sala de estar –dormitorios, cocina y cuarto de baño.
Tipo D. 2 viviendas adaptadas para minusválidos de dos dormitorios, salón, cocina y
cuarto de baño.
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La finalidad que se persigue con este dispositivo y el funcionamiento del mismo
es exactamente el mismo que el explicado para el centro residencial Jubileo 2000.
Los recursos humanos que Cáritas dispone en este centro Sínodo 2005 (VIS II)
son:
Dirección (1), técnicos sociales (3), persona de mantenimiento (1). Son parte
del equipo, y residen en el centro, 4 religiosas con las que existe un acuerdo de
colaboración económica.
El Centro cuenta además con la participación de voluntarios que apoyan las
diferentes actividades del proyecto.
Todas las viviendas (VIS I y VIS II) son independientes, cuentan con
contadores individuales para los suministros. El periodo de estancia es de seis meses
prorrogable hasta un máximo de dos años.
2. Objetivos
El objetivo general perseguido en ambos recursos residenciales es ofrecer una
alternativa a familias en situación de vulnerabilidad de forma que, en un periodo
máximo de dos años, puedan desarrollar sus capacidades, completando procesos de
inserción y afrontando la búsqueda de un lugar donde vivir. Por ello, es considerado un
dispositivo de segundo nivel.
Los objetivos específicos:

Prestar atención residencial a los menores y sus familias facilitando la convivencia
familiar y la asunción de las funciones parentales.
 Prevenir la exclusión social de las familias y evitar tener que adoptar medidas de
protección de los menores.
 Favorecer la consolidación de la convivencia familiar y el desarrollo integral de los
menores.
 Apoyar la inserción social y acompañamiento laboral de las familias.
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3. Destinatarios
Unidades familiares (monoparentales o parejas) con menores a su cargo en
situación de desprotección o riesgo moderado, que se encuentran en la fase final de
su
tratamiento social y necesitan de un espacio residencial supervisado para
asentamiento y generalización de los objetivos conseguidos.
Estas familias cumplirán los requisitos siguientes:
-
-
-
-
-
Unidades familiares en la que el/la progenitor/a o tutor/a sea mayor de edad con
hijo/s menor/es a su cargo legalmente establecido.
Padre, madre o tutor sin patología degenerativa que incapacite su autonomía
funcional y el cuidado personal de sus hijos menores.
Unidades familiares empadronadas en el Municipio de Madrid.
Carecer de vivienda o que ésta sea inadecuada.
Con escasa red de apoyo familiar y social
Contar con ingresos económicos mínimos equivalentes a 0.5% IPREM y no
superiores a 2.5% IPREM. En caso de no disponer de los ingresos mínimos
establecidos, se tramitarán las ayudas económicas o sociales, a las que la familia
tuvieran derecho, a fin de cubrir la cuantía (*).
Con capacidad de desarrollar habilidades económicas procedentes de actividades
laborales lícitas, es decir, que se pueda trabajar la autonomía familiar/autonomía
económica con pronóstico favorable en la intervención.
Con intervención previa en la red de Servicios Sociales Municipales del
Ayuntamiento de Madrid.
Cualquier miembro de la unidad familiar que presente problemas de Salud Mental
deberá estar en tratamiento, con evolución y pronóstico favorable, contrastada a
través de informe por el órgano competente.
Cualquier miembro de la unidad familiar que presente problemas de adicciones,
deberá estar en tratamiento, con evolución y pronóstico favorable, contrastada a
través de informe por el órgano competente.
Aceptar la intervención y con compromiso previo para participar activamente en el
desarrollo de su Plan de Intervención familiar y propiciar el cambio.
(*) La familia podrá solicitar una reducción del coste del canon por uso de la vivienda semestral y que vinculará a la
evolución de los ingresos familiares
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Criterios de exclusión:
-
-
-
Serán excluidos aquellos miembros de la familia que ejerzan violencia de género
de forma activa.
Serán excluidos aquellos miembros mayores de edad que ejerzan violencia
intrafamiliar de forma activa, en un grado tal que el órgano competente considere
que no sea factible abordar el problema con posibilidades de éxito, a lo largo de la
intervención en el residencial.
Familias que hayan sido expulsadas de Recursos de Vivienda o Residenciales de
la red de atención de Servicios Sociales en los últimos seis meses.
Miembros de la unidad familiar víctimas de violencia de género con medidas
judiciales de protección y órdenes de alejamiento que hayan rechazado, sin
justificación, recursos especializados de la red pública.
Familias con problemas que determinen su cronicidad y su situación de exclusión
social.
Familias cuyos ingresos procedan de actividades delictivas
4. Atención y tiempo de estancia
Cada unidad familiar tendrá un profesional de referencia de Cáritas, que será el
responsable de la intervención con la familia en su institución.
En el periodo inicial, los tres primeros meses, se recogerá toda la información
necesaria para realizar el diagnóstico y el diseño de intervención familiar.
La intervención será individual y/o grupal, con los menores y/o adultos:
o
Intervención individual: seguimiento de objetivos, pautas educativas y
acompañamiento del itinerario de inserción.
o
Intervención grupal: actividades grupales para regular la convivencia
vecinal, escuela de padres para la asunción de funciones parentales,
adquisición de habilidades sociales, acompañamiento en el itinerario de
inserción laboral, apoyo escolar, grupos de ocio, acompañamiento
psicológico a los adultos y menores etc.
El periodo máximo de estancia es de dos años. En el primer año el periodo
inicialmente establecido se revisará a los seis meses y al finalizar el año; durante el
segundo año de estancia las revisiones de permanencia se estudiarán cada tres
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meses. La continuidad en el recurso estará en función del cumplimiento de
los
objetivos planteados.
C. ACCIONES Y PROCEDIMIENTOS PARA EL DESARROLLO DEL SERVICIO
1. Proceso de Valoración
Podrán solicitar plaza aquellas familias que cumplan los requisitos previos
establecidos y que vengan derivadas de los Servicios Sociales de Atención Primaria y
Especializada del Ayuntamiento de Madrid. La Dirección General de Familia, Infancia,
Educación y Juventud (DGFIEJ) será la encargada de hacer llegar las solicitudes al
Técnico Social del Servicio Diocesano de Vivienda (SDV) de CARITAS DIOCESANA
DE MADRID.
Toda solicitud de plaza se realizará a través de un Informe Social tipo junto con
todos aquellos informes y/o documentación complementarios que se consideren
necesarios para la valoración (ej. Informe social CAI, CAF, CAD, Informes psiquiátricos
o psicológicos, Informes de Servicio de Educación social etc.…)
En el proceso de valoración participarán los técnicos sociales del SDV y los
Técnicos de la Comisión de Valoración de Residenciales. Órgano colegiado que es el
encargado del estudio de la documentación recibida y de realizar todo el proceso.
Dichos equipos estará formado por técnicos sociales y psicólogos.
La valoración de los expedientes se realizará en el menor tiempo posible.
Durante todo proceso se establecerán coordinaciones con la DGFIEJ. El Técnico
Social de SDV informará por escrito a la DGFIEJ de todas las resoluciones (que
tendrán que ser motivadas) y de las citas a las familias para las entrevistas.
En el plazo máximo de 5 días hábiles, desde la recepción del informe, se
realizará el estudio de la solicitud. El Técnico Social de SDV solicitará a la DGFIV toda
aquella documentación o informes que no se hayan incorporado al expediente y sean
necesarios para realizar una prevaloración procediendo en éste caso a paralizar el
cómputo de días en el tiempo de valoración.
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Con la documentación completa se citará a la familia, enviando correo
electrónico al recurso derivador correspondiente, para una primera entrevista social.
Esta entrevista se realizará en las dependencias de SDV de Cáritas Madrid y
deberán acudir a ella los progenitores/tutores y todos los adultos de la unidad familiar
incluidos en la solicitud. Su objetivo es valorar fundamentalmente si existe algún
impedimento para el acceso a cualquiera de los Centros Residenciales, confirmar y
ampliar los datos recogidos en el expediente y explicar y formalizar la solicitud con el
acuerdo de la familia.
Se remitirá la valoración a la UACI de Cáritas Madrid para entrevista
psicológica de capacidades y/o detección de posibles patologías de los miembros
adultos de la unidad familiar.
Esta fase de entrevista social y psicológica no podrá exceder de 20 días
laborales a contar a partir de la asistencia a entrevista social de la familia.
Las valoraciones se simultanearan hasta un máximo de tres expedientes por
plaza. La no asistencia de las familias a las citas programadas sin causa justificada
podrá entenderse como falta de motivación por tanto, podría ocasionar la anulación de
la solicitud.
Se podrán solicitar aclaraciones al recurso derivador del caso, a través de la
DGFIEJ, si en la entrevista se detectara alguna contradicción o información nueva que
fuera relevante.
Una vez finalizada ésta fase el Equipo Técnico de valoraciones remitirá el caso
a la Comisión de valoración de Residenciales que emitirá un Acuerdo con un primer
diagnóstico y propuesta de intervención, indicando por áreas, los objetivos a trabajar
en el Recurso Residencial.
Si la valoración es favorable, en el plazo de una semana, se citará a todos los
miembros de la unidad familiar en el Centro Residencial para que conozcan la
vivienda. También se les explicará la normativa del Centro y se les informará de la
propuesta de Intervención.
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Se procederá a la lectura y explicación del contrato normativo y de intervención
que los solicitantes deberán firmar con el fin de que toda la unidad familiar conozca en
profundidad los compromisos que deben asumir durante su tiempo de estancia en los
centros residenciales.
Acto seguido se formalizará la cita para la firma del contrato de cesión de uso
de la vivienda que se suscribirá después de firmar el contrato normativo y el de
intervención.
Se fijará la fecha de ingreso, en un periodo no superior a 5 días hábiles de la
firma del contrato para preparar y acondicionar el alojamiento asignado.
2. Proceso de Intervención.
Fase de Diagnóstico
Con carácter previo a la incorporación de la familia al alojamiento, se le
asignará un profesional de referencia, que será el encargado de confirmar el
diagnóstico de la situación familiar y de analizar y acordar las áreas prioritarias de la
intervención.
Esta fase tendrá una duración máxima de tres meses desde la fecha de
incorporación de la unidad familiar al recurso residencial. Durante este tiempo, el
recurso que ha hecho la derivación se compromete a mantener todos los elementos de
apoyo que hasta el momento prestaba a la familia y desde el centro residencial se
ejecutarán todas aquellas acciones inmediatas necesarias para el funcionamiento de
la unidad familiar. (El empadronamiento y la escolarización de los menores, no se
realizará en esta fase, al no ser que se considere imprescindible).
Es importante tener en cuenta, que en esta fase habrá que atender otra serie
de necesidades que se derivan de la incorporación de la familia a la vivienda, tales
como la de conocimiento del funcionamiento de la vivienda, de los servicios básicos de
la zona y el establecimiento del vínculo con su profesional de referencia.
Dentro de esta fase encontramos tres momentos diferenciados, necesarios
para culminarla adecuadamente:
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Martín de los Heros, 21. 28008 Madrid. Tel. 91 548 95 80. Fax 91 541 87 59
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Estudio de la situación:
Se recopilará toda la información necesaria para la realización del diagnóstico,
registrándola en la Historia Social. Esta información vendrá determinada por las diez
áreas de intervención determinadas por Cáritas Madrid.
El estudio de cada una de las áreas, además de contener una información de
tipo descriptiva referente a situaciones y a hechos, debe tener en cuenta también los
siguientes elementos:
-
Componente cognitivo: Conocer cuales son las ideas, creencias o formas de
pensar del sistema familiar con respecto a esa situación o hecho. Estas
normalmente, parten de modelos de referencia anteriores, experiencias vividas,
creencias culturales. Las expectativas que tienen respecto a nosotros.
-
Componente afectivo: Qué sentimientos, emociones, afectos... le produce a la
familia la situación.
-
Componente conductual: Cómo se comporta ante la situación, cuál es su
conducta, qué planes tiene respecto a la resolución del problema.
Valoración diagnóstica:
Se realizará sobre la base del sistema de evaluación diagnóstica utilizado por
Cáritas Madrid sobre de 10 áreas de intervención: familia, salud, relaciones, ocio,
laboral, economía, formación, jurídica, vivienda, desarrollo personal.
Partiendo de un análisis de la información recogida, el diagnóstico debe definir
las áreas carenciales, aquellas prioritarias para la intervención y los aspectos de la
propia familia, como de su entorno que puede favorecer la resolución del problema,
como aquellos, que pueden dificultarla, de manera que, a la hora de planificar
podamos potenciar unos, y compensar o corregir los otros. Una vez realizado este
trabajo de análisis, se planificará la intervención a realizar con la unidad familiar.
Es conveniente que para el buen fin de la atención podamos organizar la
información recogida, teniendo en cuenta las funciones que se asignan a la familia
como institución y que por tanto, deben apoyarse y reforzarse durante todo el proceso
de intervención. Estas podrían organizarse en tres áreas:
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-
Subsistencia: Recoge todos los aspectos relacionados con la satisfacción
de las necesidades básicas. Nuestra intervención debe ir dirigida a
favorecer mejoras relacionadas con el área económica, de trabajo y
vivienda.
-
Asistencia: Recoge todos los aspectos relacionados con la seguridad,
protección y cuidados. Nuestra intervención estará dirigida a cubrir
carencias relacionadas con la alimentación, la higiene, la salud, el cuidado
de los miembros dependientes, y la organización doméstica.
-
Socializadora: Recoge todos los aspectos relacionados con la educación, la
transmisión de valores, la expresión de sentimientos, la transmisión cultural,
la generación de hábitos... cuya finalidad es lograr por un lado, un
desarrollo equilibrado de cada uno de sus miembros, y por otro, una
adecuada integración de los mismos en la sociedad en la que viven.
Nuestra intervención estará dirigida a favorecer una adecuada educación de los
hijos y educación para la ciudadanía, una buena convivencia familiar y con el entorno y
el equilibrio emocional de todos los miembros.
Programa de Intervención Familiar
El Diseño de Intervención Familiar (PIF) se elaborará en un plazo que no debe
superar los tres meses desde la entrada de la unidad familiar al recurso residencial.
Contemplará:
-
Áreas prioritarias de intervención
-
El tipo de intervención que se va a realizar
-
Los miembros de la unidad familiar con los que se realiza la intervención.
-
Las redes sociales de apoyo con las que vamos a contar.
-
Los recursos y prestaciones a utilizar en la intervención.
-
Los objetivos que queremos alcanzar.
-
Las actividades a realizar y su temporalización.
-
Los tiempos y frecuencia en que se va supervisar la realización de las
acciones y a evaluar el cambio experimentado.
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El PIF refleja en un documento los compromisos asumidos por la unidad
familiar para y por el profesional de referencia e irá vinculado a los plazos de estancia
en el alojamiento asignado.
Intervención Social
Una vez diseñada la intervención, y acordados los compromisos con la unidad
familiar, se inicia la intervención social propiamente dicha.
El seguimiento de la familia se apoya fundamentalmente en tutorías periódicas
programadas, que son establecidas por el profesional de referencia, en función de los
aspectos que hemos visto anteriormente, de la situación de la unidad familiar, sus
tiempos y el momento del proceso en que se encuentra.
En los recursos residenciales se realizan dos tipos de tutorías: educativas, con
el profesional de referencia asignado y terapéuticas, realizadas por psicólogas, en las
que se trabajan aspectos del área de desarrollo personal y que inciden
transversalmente en el resto de las áreas. En ellas, se analiza su situación, se revisa
el cumplimiento de los compromisos acordados, se plantean alternativas de mejora
con la participación de la familia y se favorece el establecimiento de nuevos
compromisos a través de los cuales la implicación familiar se materializa en acciones
concretas y tiempos determinados. Además de estas tutorías programadas, se
realizan entrevistas no programadas a solicitud de la familia cuando existen razones
que así lo aconsejan.
El seguimiento de la intervención se realizará de forma semestral, coincidiendo
con la renovación de los contratos de alojamiento.
Es en este momento, cuando se ponen en marcha todos los elementos de
apoyo previstos en la intervención, lo que supone en la mayoría de los casos, la
presencia de más profesionales en la vida de la unidad familiar, cobrando vital
importancia, la coordinación como una parte más de la intervención.
Para que la coordinación sea adecuada, debe partir de una actitud de respeto
hacia el otro profesional que interviene, compartir información que pueda ser relevante
para la intervención que estamos realizando, definir el tipo de intervención y la relación
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que se va a establecer con la unidad familiar, y responder a preguntas tales como:
Qué objetivos persigue la intervención, en qué aspectos vamos a intervenir cada uno,
qué elementos de apoyo vamos a articular.
Además de esta intervención individualizada con cada familia, se realizan
también intervenciones grupales para trabajar objetivos comunes.
En el caso de los alojamientos de apoyo a la inserción, únicamente se pondrán
en marcha aquellas, que no sólo satisfagan necesidades comunes, sino que además
no encuentren respuesta en el entorno, ya que, es necesario potenciar el uso de los
servicios comunitarios de la zona, facilitando alternativas a largo plazo que fomenten
la autonomía y por tanto, huyan de la dependencia institucional. No ocurrirá así en el
caso de las viviendas de apoyo al tratamiento, ya que, en ocasiones los servicios
comunitarios
existentes,
no
darán
respuesta
a
estas
unidades
familiares,
fundamentalmente, por sus escasas habilidades y recursos personales. Además el
espacio grupal, es un buen vehículo para el aprendizaje, tanto de conocimientos, como
de habilidades.
Se plantearán las actividades grupales, tanto dentro como fuera del recurso
residencial, acorde a las necesidades detectadas en las familias, priorizando aquellas
que den respuestas a las problemáticas de los menores y a las áreas de vivienda y
desarrollo personal y de apoyo a la salida del residencial.
3. Finalización de la intervención
Una vez próximo al cumplimiento del plazo de estancia en el alojamiento, se
prepara a la familia para su salida del recurso.
Es fundamental, que esto se realice al menos seis meses antes de que ésta se
produzca, de manera que se puedan evaluar los resultados de la intervención, se
planifique el seguimiento posterior si fuera necesario, bien internamente o desde algún
recurso externo al servicio;
Toda la información relativa a cada familia se archiva en un expediente que
contiene el diagnóstico social, el proyecto de intervención, los compromisos
acordados, el seguimiento y todo lo relativo a la estancia de las familias en el proyecto.
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No obstante, a lo largo de todo el proceso de intervención, los equipos de los
recursos residenciales contarán con la supervisión y el asesoramiento de una Unidad
de Acompañamiento a la Intervención, tanto en lo que se refiere al diagnóstico de la
situación, como a la intervención propiamente dicha.
D. RECURSOS HUMANOS Y MATERIALES, ZONA DE INFLUENCIAS,
TEMPORALIDAD,
BENEFICIARIOS
POTENCIALES,
INSTRUMENTOS
Y
HERRAMIENTAS
RECURSOS MATERIALES
Centro Residencial Santa María del Parral, tipología de vivienda para
tratamiento con 30 viviendas
Centro Residencial Jubileo 2000 y Sínodo 2005, tipología de vivienda para
inserción y normalización con 60 viviendas cada dispositivo.
RECURSOS HUMANOS
Servicio Diocesano de Vivienda de Cáritas Madrid
-
Responsable del Servicio Diocesano de Vivienda
-
Técnico social de Centros Residenciales
-
Auxiliares Administrativos
-
Auxiliares de Servicio
-
Personal de mantenimiento
En los Centros Residenciales
-
Director/as
-
Profesionales de Referencia para las familias;
o
Psicólogos
o
Trabajadores Sociales
o
Educadores/ Integradores.
-
Comunidades de Vida (religiosas que residen el los centros residenciales)
-
Voluntariado
Apoyo de los departamentos y Servicios Centrales de Cáritas Madrid:
-
Psicólogos de la Unidad de Acompañamiento a la Intervención del Servicio
de Acompañamiento Familiar
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-
Servicio Diocesano de Empleo
-
Equipo Técnico Diocesano
-
Asesoría Jurídica
-
Departamento de Comunicación
-
Departamento de Servicios Generales
-
Departamento de Administración
-
Voluntariado que colaboran en todas las actividades que se realizan en los
recursos residenciales y en su mantenimiento y adecuación.
Para el desarrollo de las siguientes tareas:
-
Atención directa a las familias beneficiarias: Información, valoración,
intervención psicosocial y acompañamiento.
-
Coordinación con los profesionales de referencia de los recursos de Cáritas
Madrid implicados en el trabajo con las familias atendidas
-
Coordinación con otras entidades que intervienen con las familias
atendidas.
-
Apoyo para la solicitud de ayudas públicas e institucionales necesarias para
la intervención con las familias atendidas
-
Mantenimiento y gestión de los inmuebles donde radican los alojamientos
ZONA DE INFLUENCIA
El Servicio en sus fases metodológicas de detección y motivación-recuperación
se desarrolla territorialmente en el municipio de Madrid, ámbito de actuación de
Cáritas Diocesana de Madrid.
TEMPORALIDAD
La duración prevista para el proyecto objeto de esta convocatoria es de un año
natural (01/01/14 al 31/12/14).
INSTRUMENTOS Y DOCUMENTACIÓN
-
Ficha Social
-
Historia Social
-
Ficha de registro de usuarios.
-
Modelos de contratos; admisión al proyecto social de apoyo a la familia y de
cesión de vivienda,
-
Programa de intervención familiar (PIF).
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-
Modelo de compromiso.
-
Base de Datos de Acogida.
-
Ficha evaluación de la situación familiar y proyecto.
-
Registro de seguimiento, coordinaciones y acuerdos establecidos.
-
Guía de entrevista para detección de problemáticas familiares.
-
Indicadores de evaluación en las distintas áreas.
-
Instrumentos técnicos específicos: cuestionario de relaciones intrafamiliares,
genograma y ecomapa.
-
Informes de derivación
-
Solicitud de Ayudas Institucionales Cáritas Diocesana Madrid
-
Guías de recursos
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