Download Homenaje a Alberto Di Mare. 05 de marzo del 2002 - Di

AÑO CXXIV
La Uruca, San José, Costa Rica
viernes 5 de abril del 2002
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Nº 66 — 72 páginas
Discurso del Presidente de la República, Miguel Angel Rodríguez, durante el
homenaje a Alberto Di Mare. 05 de marzo del 2002
Muy buenas noches.
Es difícil decir unas palabras en homenaje a alguien que considero mi maestro.
Así lo he dicho y repetido siempre. Mi formación intelectual se le debe en mayor
proporción a don Alberto. No mis errores, ni mis defectos, ni mis decisiones,
pero la capacidad, la oportunidad de domar mis inquietudes, se debió de una
manera muy especial a que tuve la suerte de encontrar a don Alberto Di Mare en
la Facultad de Economía de la Universidad de Costa Rica.
Fue una verdadera aventura para un muchacho joven, sin mayor experiencia
intelectual, pero con muchas inquietudes, poderse encontrar con un profesor que
me avivó el interés por las matemáticas, que me abrió el interés en la historia y
me abrió el interés en el pensamiento abstracto, que me abrió el interés en el tema
de la ignorancia; un tema fundamental que desde entonces se ha convertido para
mí en la mayor fuente de conocimientos. Creo que la libertad y la capacidad de
ser libres y de ser tolerantes, es el resultado maravilloso de la extraordinaria
suerte que tenemos de ser ignorantes.
Esa es la condición humana, la que nos hace vivir la extraordinaria estructura de
estudiar, de buscar, de encontrar, de saber oír a los demás, de saber que la razón
no está en los planteamientos propios, sino en los ajenos; de llegar a la conclusión
que probablemente la mayor fuente de irracionalidad en el mundo es el exceso
de confianza en los juicios propios.
Ese extraordinario mundo de aventura intelectual me lo abrió Alberto Di Mare.
Y lo hizo con paciencia, con afecto, prácticamente con ternura, porque además de
tener una capacidad intelectual inmensa, tiene un corazón tan grande,
directamente proporcional a su volumen. Y ciertamente ese gran corazón lo
entrega con gran facilidad a los que hemos tenido la suerte de acercarnos a él
para aprender, para discutir, para hablar.
Polémico en su manera de ser, siempre toma la tesis opuesta a la que se está
discutiendo en un momento, no importa cuál sea, con lo cual logra que los
debates se tornen interesantes, creativos, dinámicos. Enamorado de la libertad,
apasionado de la libertad, busca como infundir en todos ese amor a la libertad de
cada persona, lo que significa también y siempre lo pregona, responsabilidad. Y
ese binomio de libertad y responsabilidad se convierte en algo que establece
sobre todas las posibilidades, sea que está hablando sobre cálculo integral, que
está hablando sobre historia medieval, que está hablando sobre religión o
economía; ese es el tema central de todas sus conversaciones. Y es un tema sobre
el cual pocas veces nos podemos cansar y sobre el cual siempre debemos seguir
buscando y buscando respuestas.
Pero sobre este tema de la libertad y dentro de esta posición totalmente abierta
de don Alberto, con su casi radical convencimiento de nuestra ignorancia y de lo
difícil que es capturar el conocimiento, viene también a aportar esta pasión de
ayudar a los demás a entender, que lo lleva a estar discutiendo por horas.
Repito, tuve la suerte de su formación muy temprana, que me haya llevado a lo
que he estudiado, leído, tratado de entender y me considero muy honrado en
decirlo. De manera que para mí fue un enorme placer poder compartir con
ustedes este libro, que se hace en homenaje a don Alberto. Y esta noche poder
decir unas pocas palabras, que como todas las palabras que nacen del corazón,
no están tan bien hilvanadas, ni tan bien integradas, ni tan organizadas, pero
como les dije antes, son la expresión de un corazón agradecido a un maestro.
Muchísimas gracias.
Publicación oficial del Presidente de la República en ocasión de la presentación del libro
Ensayos en honor a Alberto Di Mare, editado por Roberto Quirós (Academia de Centro América)