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Transcript
Mapa curricular, evaluación y alternativas
Presenta:
M.A. Ana Laura Franco Manzano
M.C. Sergio Carrasco Romo
Dr. Darío Morales Aguayo
Profesores–investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
REFLEXIONES ACERCA DEL DISEÑO CURRICULAR
Introducción
La presente propuesta se ubica dentro de las actividades que desarrolla la Comisión Gran
Visión. Plan 2020 del H. Consejo Universitario. Pretende sensibilizar a los actores
involucrados dentro del nivel medio superior así como a todos aquellos que llevan voz y
voto en la toma de decisiones, acerca de la pertinencia del mismo.
Igualmente busca establecer los lineamientos metodológicos necesarios con
un mínimo de rigor para construir una alternativa viable de nuestro bachillerato
universitario, con el objetivo de convertirlo a mediano plazo en la primera opción que un
estudiante egresado de la escuela Secundaria considere para cursar el nivel medio superior,
y una vez concluidos sus estudios pudiera insertarse en el aparato productivo, o bien,
ingresar al nivel de licenciatura en ésta, nuestra Universidad o en la de su preferencia y
desempeñarse de forma exitosa.
Metodología del Diseño Curricular
El diseño curricular debe entenderse como una actividad comprometida con el futuro.
Compromiso de futuro en tres dimensiones: social, institucional e individual. Como lo
señala Guillén (2002), si bien la actividad de diseño curricular se enmarca dentro de una
institución, el compromiso verdadero y trascendente es con los educandos, con aquellos que
van a confiar en que una vez cubierto el plan de estudios sus vidas se modificarán
positivamente, que se responderá a sus expectativas, que lograrán la plena realización y que
por medio de ello alcanzarán la plenitud humana y contribuirán a elevar los niveles de
bienestar y justicia de su entorno personal y social.
El modelo que se presenta toma su base en las técnicas de planeación
estratégica y planeación prospectiva, amén de las que la literatura especializada dicta. No se
presentan las discusiones ideológico–políticas, económico–sociales y filosóficas que
implica el quehacer del diseño curricular. Los aspectos mencionados serán abordados en
diversos momentos del evento que hoy nos ocupa.
La discusión por razones de tiempo desarrollará los principales aspectos del
diseño curricular y la propuesta de estrategias de evaluación; los fundamentos del diseño se
derivan de cuatro ejes principales: el diagnóstico, la definición disciplinaria, el entorno
institucional y las características de los usuarios del servicio educativo. Es pertinente
mencionar que dichos ejes no necesariamente se presentan en un orden jerárquico.
Ejes principales

Un diagnóstico de las condiciones del entorno institucional y social en que se ubica
la propuesta de plan de estudios.

La definición del Nivel Medio Superior para la institución, permite caracterizar las
características de los egresados.

La ubicación de la Misión y Filosofía Educativa, así como la visión de mediano y
largo plazo que sustenta la institución. Con lo cual la propuesta curricular adopta la
personalidad de la institución y asume los compromisos sociales, éticos y
educativos que propone su modelo educativo.

La atención significativa de la naturaleza, necesidades y expectativas de los sujetos
que se definen como potencialmente usuarios del plan de estudios. Sin duda, un
elemento importante y con frecuencia descuidado, son las peculiaridades de los
sujetos que serán impactados por la propuesta curricular, el programa educativo sólo
tiene sentido en la medida que responde a sus usuarios; de otra manera se
deshumaniza y adquiere un significado de cuidado de los aspectos estructurales y de
eficiencia.
Elementos mínimos en una propuesta de diseño curricular
1. Fundamentos o justificación.
1.1. Contexto histórico social.
1.2. Contexto económico.
1.3. Conceptualización del nivel educativo.
1.4. Caracterización de usuarios.
2. Bases pedagógicas.
2.1. Modelo educativo.
2.2. Estrategias didácticas.
2.3. Recursos e infraestructura académica.
3. Perfil de ingreso.
3.1. Conocimientos y aptitudes requeridas.
3.2. Antecedentes académicos.
3.3. Requerimientos académico administrativos.
4. Perfil de egreso.
4.1. Conocimientos.
4.2. Habilidades.
4.3. Actitudes.
4.4. Condiciones para la obtención del certificado.
5. Objetivos o propósitos.
5.1. Generales.
5.2. Áreas curriculares.
6. Estructura curricular.
6.1. Unidades educativas.
6.2. Organización académica.
6.3. Mapas curriculares.
6.4. Integración vertical y horizontal.
6.5. Coherencia lógica y pedagógica.
7. Plan de estudios.
7.1. Identificación.
7.2. Ciclos escolares.
7.3. Créditos.
8. Programas de las unidades educativas.
8.1. Identificación.

Es común que en un programa del nivel superior las asignatura se midan en créditos.
8.2. Objetivos y propósitos.
8.3. Contenidos.
8.4. Experiencias de aprendizaje.
8.5. Recursos didácticos.
8.6. Evaluación.
9. Evaluación curricular.
9.1. Evaluación formal.
9.2. Evaluación de procesos.
9.3. Evaluación de resultados.
9.4. Seguimiento de egresados.
Es conveniente señalar que de ninguna manera el esquema anterior pretende
mostrar que el diseño curricular es lineal, por el contrario, las distintas etapas se van
afinando conforme se va avanzando en el diseño. El proceso más bien es dinámico,
cuestiona permanentemente lo realizado retroalimentándose continuamente de la
participación de quienes en él intervienen.
La planeación puede ser desde dos planos; el directivo, o el participativo.
Para diseños completamente nuevos el primero es el recomendado. En innovaciones de
planes ya existentes el segundo es conveniente; entre más incluyente sea el proceso, más
probabilidades de éxito tendrá, por lo que funcionarios, alumnos, trabajadores y demás
quienes hacen escuchar su voz para la toma de decisiones deberán estar presentes. Tanto en
el primero como en el segundo el grupo de expertos en diseño curricular deben de
encontrarse con las estructuras que se encargarán finalmente del diseño.
A continuación y de forma sintáctica se describirán las etapas señaladas en
los Elementos mínimos de diseño curricular.
La fase de fundamentación o justificación dará sustento a la propuesta.
Dicha fase suele ser compleja y costosa, por la inversión de tiempo y de recursos para la
realización de diagnósticos de necesidades. Además de que al invertir un exceso de tiempo,
la realidad diagnosticada inicialmente ya ha cambiado. Sin embargo, el diagnóstico sirve
para reconocer las debilidades y fortalezas con las que se cuentan y cuáles de éstas deberán
de promoverse o bien de atenderse para arribar al escenario que se pretende.
Cualquier propuesta se enmarca en un espacio y tiempo determinado, es
producto del grupo social que le dio origen; deberá atender a las necesidades presentes y
procurar la atención de las necesidades futuras, aquellas que tendrá la sociedad a mediano y
largo plazo. Por lo que la reflexión prospectiva para el diseño de los posibles escenarios
permitirá conformar una propuesta más idónea en la construcción de las aspiraciones
sociales.
Asimismo, en la medida de lo posible el diseño curricular debe atender los
aspectos macrosociales y económicos, así como los elementos regionales y locales, también
a los de grupos y a los individuales, los niveles de desarrollo deben buscar la armonía que
permita atender las distintas necesidades de los distintos niveles o actores sociales, siempre
con la visión prospectiva.
La conceptualización del nivel educativo aclara cómo se entiende conceptual
y académicamente el nivel. Desde luego debe basarse en el ideario de la institución que
sustenta el programa educativo en cuestión. Es decir, para un egresado de la institución del
nivel medio superior, cuáles serán las características o cualidades que obtendrá de tal
manera que lo distinguirán del resto de egresados del mismo nivel de otras instituciones
educativas. Las respuestas a preguntas como, ¿qué cualidades tiene un egresado? ¿Qué se
espera de un estudiante que egrese del nivel medio superior? ¿Qué respuesta se pretende
dar con el plan de estudios? ¿A quiénes responde el plan?, contribuirán a la
conceptualización del mismo.
Es menester señalar que el plan estudios debe estar al nivel de las
características, necesidades e intereses de los posibles usuarios del plan. Un error frecuente
en la planeación curricular es una excesiva atención a los factores externos, economía,
desarrollo, aparato productivo y demás, y una escasa o nula atención a las condiciones y
necesidades de los alumnos que serán sometidos a esa propuesta. La educación se ha
entendido siempre como factor fundamental de promoción social, sin embargo, como lo
señala Rossana Rosanda “bajo el disfraz de una educación igual que, siendo aplicada de
la misma manera a los desiguales, lleva evidentemente a un resultado desigual”. Lo anterior
provoca altas tasas de deserción escolar y bajas tasas de eficiencia terminal del sistema.
Aún así, a la educación se le reconoce su importante papel para el desarrollo del país y para
el desarrollo del individuo.
Toda propuesta educativa debe considerar que sus usuarios son sujetos
concretos con expectativas e ilusiones y que el sistema tiene la obligación de conocer y
atender esas esperanzas, para poder contribuir en la creación del conjunto de habilidades
intelectuales y repertorios conceptuales que les permita el logro de metas particulares y la
plena realización individual y social.
Las bases pedagógicas se relacionan con la concepción y operación del plan
de estudios, así como la puesta en escena del programa académico. El modelo educativo
expresa la idea que se tiene sobre la educación, sus implicaciones filosóficas y sociales. El
concepto de aprendizaje, enseñanza y la estrategia metodológica que los une. Explicita el
ideario, la misión y propósitos, así como la visión de mediano y largo plazo que sustenta la
institución.

Rosanda, Rossana. El manifiesto. México, Era, 1973, p. 128
El modelo incorpora la filosofía institucional y los principios teóricos que se
han asumido respecto a los actores del proceso de la acción educativa. Igualmente han de
incluirse los compromisos sociales y éticos que se asumen con el currículum, la vinculación
con los distintos sectores sociales y con el proceso económico, así como el proceso de
desarrollo personal de los destinatarios y diversos actores involucrados en el plan de
estudios.
Las estrategias didácticas a seguir deben reflejar la organización del plan, si
este es llevado de manera anual, semestral, cuatrimestral; si las unidades de aprendizaje se
organizan en asignaturas, módulos o cualquier otra forma; las cargas horarias, la duración
de las unidades de aprendizaje. La congruencia entre el modelo y las estrategias además de
consistencia le brinda a la propuesta posibilidades de logro. Igualmente se explicitan las
estrategias de enseñanza aprendizaje.
Para una buena operación del plan, deben señalarse los recursos deseables,
los imprescindibles y el momento de su requerimiento. Recursos humanos, materiales e
infraestructura en talleres y laboratorios y cómo se integran en las estrategias didácticas
pueden determinar el éxito del programa académico.
En cuanto al perfil de ingreso se reconoce a partir de los posibles usuarios
del plan académico, la necesidad de contar con procesos de selección de aquellos aspirantes
que reúnan los conocimientos y actitudes que el plan exige. El proceso de selección debe
reunir confiabilidad y equidad. Sin embargo, debe atender a las características que un
aspirante al plan debe reunir para tener éxito en el mismo. Es decir, deben ser explícitos los
conocimientos básicos que el usuario del plan debe contar para desempeñarse
adecuadamente en el mismo; dichos conocimientos deben ser acordes a los exigidos por el
plan y al modelo pedagógico y a las estrategias didácticas en la operación del plan.
Igualmente debe considerarse en la selección, las aptitudes del aspirante, entendidas éstas
como las habilidades básicas que le permitirán a un estudiante del plan, aprender y
aprehender la propuesta del programa académico.
La literatura especializada reporta que un factor fundamental de predicción
de éxito en los estudios, son los antecedentes académicos que un estudiante tiene,
regularmente reflejado como el promedio ciclo inmediato anterior. De ahí que debe ser
considerado dentro del perfil de ingreso. Igualmente se debe considerar aquellos
requerimientos académico administrativos que la institución considere convenientes.
Procurando sobre todo aquella información que en su oportunidad, permita realizar un
seguimiento de los egresados y al mismo tiempo investigación educativa para determinar
los factores de éxito de un estudiante.
En relación con el perfil de egreso, éste debe señalar con precisión que se
espera de un estudiante al término del programa. A partir de la conceptualización del nivel
y de la caracterización de los usuarios, y en congruencia con la propuesta pedagógica,
deberá mencionarse cuáles son los conocimientos que le permitirán al término de la
instrucción desarrollarse ya sea, en el aparato productivo y/o bien continuar preparándose
en nivel siguiente.
Sin embargo, es generalmente aceptado por los especialistas en educación
que no son sólo los conocimientos adquiridos los que permiten a una persona desarrollarse
plenamente y por lo tanto sentirse realizado y feliz. Las habilidades que se adquieren y
desarrollan durante las distintas etapas de formación son responsables en gran medida del
éxito pleno. De ahí que la puesta en marcha del plan y de las estrategias didácticas incluyen
componentes relacionados con las habilidades intelectuales marcadas dentro del propio
plan.
También es reconocido que la actitud que el usuario desarrolle durante el
plan le permitirá en su caso, encontrar el éxito personal e insertarse adecuadamente en las
estructuras sociales de su entorno y promoverlas para alcanzar niveles superiores. En otras
palabras, los conocimientos, las habilidades y las actitudes que un estudiante adquiera y
desarrolle durante el programa académico, en gran medida determinarán su desarrollo
personal, de su familia, de su entorno tanto local como regional; contribuyendo en la
construcción de una sociedad más justa y equilibrada. La institución, obedeciendo a la
conceptualización del nivel medio superior y los que en el diseño curricular se encuentran
involucrados determinará los requisitos académicos administrativos pertinentes que
aseguren que un estudiante egresado obtenga el certificado correspondiente del nivel.
Los objetivos o propósitos del programa académico deben responder a dos
elementos esenciales: ¿Cuáles son los objetivos generales? Y para la consecución de esos
objetivos, ¿cuáles son las áreas curriculares qué deben incluirse en el programa?
Evidentemente, la respuesta al primer elemento deberá estar enmarcada por
la conceptualización del programa académico, es decir, qué es lo que se pretende conseguir
con el plan curricular, cuáles son las características que el programa otorgará al usuario que
lo curse, de tal manera que lo distinga de otros programas académicos similares. En pocas
palabras, porqué debe un egresado de la escuela secundaria considerar al nivel medio
superior de la institución como su primera opción para cursar el nivel medio superior.
Por las mismas razones, las áreas curriculares se conformarán
adecuadamente para conseguir ese sello característico que un estudiante del programa
académico debe mostrar. Dichas áreas deberán conformar los conocimientos, habilidades y
actitudes que le permitirán a un egresado insertarse de manera conveniente en el nivel
siguiente o bien, en el aparato productivo.
La estructura curricular dará el soporte desde el cual el programa
académico se desarrollará. A partir de los objetivos del plan, el mismo será impartido en
unidades educativas, las cuales darán cuerpo a la organización académica de la estructura
con la que se cuenta o bien de la que debe crearse o en su defecto modificarse. Tanto los
miembros que participan en las unidades educativas, así como en la organización
académica deben mantener una permanente comunicación durante el desarrollo del
programa. Lo anterior permitirá a los responsables de la conducción del plan una correcta
implementación del mismo y en su caso reorientar las acciones para no desvirtuar los
objetivos del programa.
Es conveniente la construcción del mapa o mapas curriculares que muestren
todas las relaciones entre las unidades educativas de tal manera que presenten una correcta
integración vertical y horizontal. En una condición necesaria jerarquizar las unidades del
programa académico para que las relaciones descritas tengan una coherencia lógica y
pedagógica. Uno de los errores frecuentes que se cometen por los diseñadores curriculares
y más que éstos, por las actores involucrados en el diseño, es que en lugar de buscar la
coherencia lógica y pedagógica entre el modelo educativo elegido y de las estrategias
didácticas que conduzcan un desarrollo armónico del programa, se privilegia los nichos
existentes.
Como se ha mencionado, el proceso de diseño curricular es dinámico; la
estructura curricular debe ser evaluada periódicamente para asegurar que los propósitos del
programa y el modelo así como las estrategias didácticas se encuentran fielmente
implementadas. La revisión del programa de una unidad educativa se facilita si la estructura
curricular es sólida, ya que al contener la estructura, todas las directrices generales así como
los modelos convenientes para la consecución del perfil de egreso propuesto, la adecuación
del programa en cuestión se facilita y no se requiere de una cirugía mayor. Sólo en el
supuesto que las condiciones contextuales cambiarán dramáticamente, debiera entonces
revisarse nuevamente el diseño adoptado.
Una vez que se ha conceptualizado el nivel, definido el modelo educativo y
las bases pedagógicas de su implementación, así como los usuarios del plan académico y
delineado sus características de ingreso y egreso, además de las estructuras que soportarán
el mismo, se está en condiciones de conformar el plan de estudios. El plan de estudios
refleja la filosofía educativa de la institución, de ahí que es necesario incluir toda aquella
información que proporcione la identidad del programa con la institución así como su
visión y misión del nivel. Igualmente contiene la duración del programa académico, la
cantidad de ciclos escolares en que un usuario del programa cursará el plan de estudios;
asimismo el tiempo mínimo y máximo en el que puede ser cursado, amén de toda aquella
información que permita su identificación; sobre todo, si no es el único programa
académico que la institución brinda.
En cuanto a los programas de las unidades educativas es conveniente que
los mismos reúnan los datos que los identifiquen, estos datos se refieren a la estructura
curricular formal y deberán incluir al menos: el programa académico en el cual están
insertados, el nombre de la asignatura, el modulo o la modalidad que se haya seleccionado,
el código o clave de registro, las horas destinadas a la teoría y en su caso, las horas
destinadas a la práctica y cuáles son los requisitos de la estructura curricular que deben
cubrirse para poder aspirar a cursar el programa en cuestión. También, los objetivos que la
unidad persigue, sin olvidar que los mismos deberán estar incluidos en el propósito del
programa, así como los contenidos temáticos. Mención especial es sobre las experiencias de
aprendizaje
Dependiendo de la modalidad educativa seleccionada del programa, puede
conformarse en ciclos: básicos, formativos, de especialización, etcétera; igualmente, en
pertinente señalar de manera explícita los requisitos académicos –conocimientos,
habilidades y actitudes– requeridos para el adecuado desempeño en la unidad educativa y
los elementos académicos que se adquirirán para cursos posteriores. Asimismo, puede
señalarse a partir del ciclo escolar al que pertenece la unidad educativa, la conveniencia de
tomar la misma en determinado momento.
La importancia de la unidad educativa es redactada por los expertos de la
misma, que si bien ellos son los que conocen en detalle el contenidos específicos es muy
común que pierda de vista el todo, por una de sus partes. Por lo que la importancia del
curso en cuestión tiene que estar en función directa de la Visión y de la Misión que como
nivel educativo se tiene, no hay que perder de vista la formación de seres humanos.
La redacción de objetivos debe obedecer igualmente a la Visión y a la
Misión que en la conceptualización del nivel se construyó. Los objetivos deben plasmar con
sumo cuidado que se busca de un estudiante al terminar una unidad en particular. Los
mismos deben de responder tanto a las exigencias que el aparato productivo exige a los
egresados como a la formación de los mismos que el nivel señala, y en consecuencia con lo
establecido por la institución.
Los contenidos de las unidades deben de ser coherentes con los objetivos
buscados; nuevamente no debe perderse la visión del todo por una de sus partes. Los
contenidos deberán desarrollar las destrezas, habilidades y/o actitudes manifestados en los
objetivos. En el marco de la legislación institucional, existen lineamientos para que un
usuario de un programa académico tenga derecho a obtener una nota de la unidad educativa
que esté cursando, por lo que la acreditación se debe entender como el cumplimiento de los
criterios establecidos para la obtención de la nota respectiva. Regularmente esta basada en
criterios y normatividades institucionales, fijados por entidades académicas y/o colegiadas;
los mismos pueden basarse en el cumplimiento de: la asistencia, las tareas del curso, los
trabajos de investigación, el número de parciales aprobados, etcétera.
Cualquier institución educativa que se precie de serlo, debe promover entre
sus estudiantes la lectura de las fuentes primarias o secundarias de contenidos científicos –
amén de aquellas que formen integralmente a sus egresados– por lo que una cultura de
adquisición de textos para una formación de calidad debe promoverse. Qué mejor manera
que el estudiante cuente con –al menos– un texto para profundizar y consolidar su
aprendizaje, que le permita esa adquisición de destrezas y habilidades y al mismo tiempo
fomente las actitudes que el propósito del programa persigue. La elección del mismo,
también deberá observar la calidad académica del libro y su consistencia con los objetivos,
los contenidos y las actividades de aprendizaje. Tanto la bibliografía básica como de
consulta debe ser asequible para el estudiante del plan.
Para comenzar una discusión entre los docentes que imparten una unidad
educativa y consecuentemente la elaboración de las experiencias de aprendizaje es
recomendable responder a preguntas como ¿Qué aprender? ¿Cómo aprender? ¿Cuándo
aprender? .
Acorde con los objetivos que se persiguen; qué contenidos se deben
contemplar en el curso; qué actividades deben diseñarse para el logro de los objetivos
marcados, etcétera. Igualmente puede contribuir al desarrollo de las experiencias de
aprendizaje el identificar cuestiones como: en los contenidos de una unidad educativa en
particular, en cuáles contenidos se divide naturalmente y cuál es su secuencia ideal, cuántas
sesiones se deben dedicar al contenido en particular, cuál o cuáles recursos didácticos son
convenientes, en cuáles momentos deben realizarse exámenes parciales, así como el peso
específico de cada uno de ellos en la nota final y en la evaluación, ésta última debe
responder a preguntas como ¿Para qué evaluar? ¿Qué evaluar? ¿Cómo evaluar? ¿Cuándo
evaluar? entre otras.
Finalmente la evaluación curricular permitirá avanzar en su constante
perfeccionamiento, siempre será conveniente que la evaluación pueda ser comparada con
parámetros internacionales. Afrontar con decisión y objetividad todas las cuestiones que se
pudieran derivar de una evaluación sistemática y sistémica y asumir una actitud proactiva
ante los problemas que se manifiesten de estos procesos, sin duda redundará en un
beneficio a los usuarios del programa académico.
Uno de los elementos torales de toda experiencia educativa es la evaluación
de los aprendizajes. La propuesta es entender la evaluación como un proceso de búsqueda
permanente de logros y la oportunidad de corregir los caminos para alcanzar éstos. Instalar
a la evaluación como un mecanismo para establecer control sobre los actores del programa
académico en poco o nada contribuirá al logro del propósito general del nivel.
Es posible afirmar que cualquier evaluación de los sistemas educativos
debería contemplar el empleo de, por lo menos, seis tipos distintos de enfoques o líneas.
Los estudios estadísticos que recojan todos los datos e informaciones relacionadas con el
sistema educativo, incluyendo su tratamiento y puestos al alcance de todos los posibles
usuarios tanto internos como externos. La evaluación de los alumnos con parámetros
nacionales permitirán contrastar los alcances del programa a nivel local, regional y/o
nacional de tal manera que permita a los posibles usuarios decidirse a tomar el programa
académico por las bondades que ofrece. La evaluación del personal para conocer los
efectos resultantes sobre la calidad de la enseñanza, en especial de su formación continua.
La evaluación de las innovaciones para conocer los efectos sobre el programa,
manteniendo el carácter científico. La evaluación de los centros de enseñanza con el
objetivo de determinar cuáles son los factores de eficiencia por medio del estudio y análisis
pormenorizados de cómo funcionan los unidades académicas donde los alumnos obtienen
mayores rendimientos. La evaluación del sistema, persigue el objetivo de informar, con
indicadores pertinentes cuidadosamente escogidos, acerca de los gastos, funcionamiento y
resultados del sistema.
Para terminar con la evaluación curricular, es menester mencionar que la
literatura reporta cuatro tipos de funciones de la evaluación, aplicables tanto al nivel micro
–referido al aula– como al nivel macro –de todo el sistema del nivel– o bien a las
modalidades curriculares adoptadas para el nivel a saber: descriptiva, analítica, normativa,
y experimental.
A manera de conclusión cabe mencionar la importancia de construir un
círculo virtuoso de mejora continua; dicha construcción debe ser realizado por todos los
actores que intervienen en el nivel. La pertinencia y viabilidad del nivel no podrá ser puesta
en duda si se construye un círculo virtuoso en donde como eje fundamental sea la mejora
del servicio que la institución ofrece; es pocas palabras, tener un programa académico del
nivel medio superior de calidad educativa y de calidad de los servicios que se ofrecen en él.
Referencias
Durán Ramos, Teresita “La evaluación como diálogo” En Revista Paedagogium Año2, No.
8 Noviembre–Diciembre, 2001. p. 5
Guillén Niemeyer, Benito “Evaluación de la calidad de educativa” En Revista
Paedagogium Año2, No. 8 Noviembre–Diciembre, 2001. p. 18
Guillén Niemeyer, Benito “Notas sobre metodología del diseño curricular 1ª de tres partes”.
En Revista Paedagogium Año2, No. 11 Mayo–Junio, 2002. p. 16
Guillén Niemeyer, Benito “Notas sobre metodología del diseño curricular 2ª de tres partes”.
En Revista Paedagogium Año3, No. 13 Septiembre–Octubre, 2002. p. 4
Gento Palacios, Samuel (1996) Instituciones Educativas para la Calidad Total, Madrid,
España, Editorial La Muralla, S.A. Colección Aula Abierta.
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