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Vulnerabilidad y adaptación del maíz al cambio climático en el Uruguay
Jorge Sawchik1
I- INTRODUCCION
El maíz es el cultivo de verano de secano más importante en el Uruguay. Los rendimientos
del cultivo presentan una importante variación, producto principalmente de condiciones de
disponibilidad de agua en el suelo muy variables. La elección adecuada de prácticas de manejo
como ciclo del cultivar a sembrar, época de siembra, y densidad de siembra entre otras permite un
uso más eficiente del agua por el cultivo. Los modelos de simulación de crecimiento y desarrollo de
los cultivos son herramientas utilizables para evaluar el impacto de estas prácticas agronómicas en
la productividad del cultivo. Sin embargo el uso de los modelos a nivel nacional es muy limitado.
El uso correcto de esta herramienta implica un trabajo de calibración y validación con datos
nacionales.
El fenómeno del cambio climático, caracterizado por el incremento de la concentración de
CO2 y otros gases puede llevar a incrementos en la temperatura y cambios en los regímenes
hídricos. Esto puede alterar las condiciones ambientales para el crecimiento de los cultivos. Los
modelos de simulación pueden convertirse en herramientas de predicción de productividad para los
escenarios climáticos futuros. También aquí las diferentes prácticas agronómicas a adoptar pueden
en cierta medida paliar los resultados de un futuro escenario climático.Con este objetivo y en el
marco de un convenio de cooperación técnica entre el Instituto Nacional de Investigación
Agropecuaria (INIA) y la Comisión Nacional sobre el Cambio Global se llevaron a cabo diversos
experimentos.
Dichos experimentos tuvieron como objetivo principal estudiar la vulnerabilidad y
adaptación al cambio climático del cultivo de maíz en el Uruguay. Para ello se establecieron
experimentos con el fin de calibrar y validar el modelo Ceres-Maize (Jones y Kiniry, 1986) y
posteriormente usar este modelo para analizar la sensibilidad del cultivo a los cambios en los
escenarios climáticos propuestos por los modelos de circulación global.
II- MATERIALES Y METODOS
Los experimentos fueron conducidos en la Estación Experimental La Estanzuela localizada
en Colonia, Uruguay (34.20o de latitud Sur, 57.10o de longitud oeste) durante el año 1995-96, y en
coordinación con el Estudio País sobre Cambio Climático ejecutado por la Comisión Nacional
sobre el Cambio Global del Uruguay. El suelo utilizado para los experimentos corresponde a un
Brunosol Eutrico Típico LAc, con un horizonte Ap de 0 - 25 cm de espesor, de textura limoarcillosa ; un horizonte B2t de 25 - 65 cm, de textura arcillo limosa. El horizonte Ap varía entre 18 y
30 cm según la posición topográfica. Las características principales del horizonte A se detallan en el
Cuadro 1.
1
Ing.Agr., (M.Sc.), GRAS, INIA La Estanzuela
Cuadro 1.
Principales características del horizonte A del suelo seleccionado para los
experimentos.
Características
0-20 cm prof.
P disp.Bray1 (ppm)
8.5
% C. Orgánico
2.10
pH (H2O)
5.8
K (meq/100 g)
0.87
N-NO3 (ppm)
14.9
Textura
limo 61%, arcilla 25%
Se sembraron 2 cultivares comerciales de maíz de ciclo contrastante: DK 821 (ciclo largo) y
DK 664 (ciclo medio) en 3 épocas de siembra: 18 de setiembre, 16 de octubre y 29 de noviembre.
El diseño experimental utilizado fue el de parcelas sub-subdivididas con 3 repeticiones. La parcela
principal representaba los 2 cultivares seleccionados. Las subparcelas fueron 2 densidades de
siembra consideradas óptimas para producción de grano y silo respectivamente (55.000 y 70.000
plantas por hectárea para el cultivar DK 821 y 70.000 y 90.000 plantas por hectárea para el cultivar
DK 664). Las sub-subparcelas representaban 4 dosis de nitrógeno (0, 50, 100 y 200 u. de N como
urea) aplicadas al estado V6 (6 hojas desarrolladas).
Se realizó en todos los casos siembra manual con posterior raleo para asegurar una
adecuada implantación del cultivo. El control de malezas consistió en la aplicación de una mezcla
de Atrazina (2.5 kg ia/há) y Metholachlor (1 l ia/há) en presiembra incorporado con disquera. La
fertilización fosfatada se realizó teniendo en cuenta el valor de análisis de suelo.
Se tomaron las siguientes determinaciones durante el desarrollo del cultivo: No de plantas,
ocurrencia de eventos fenológicos, producción de materia seca al estado de 8 hojas y madurez
fisiológica, rendimiento de grano y componentes del rendimiento (espigas/m2, granos/espiga y peso
de mil granos). Se evaluó asimismo el contenido de N-NO3 en los primeros 30 cm de suelo en
diversos momentos durante el ciclo del cultivo, así como los kg de nitrógeno absorbidos al estado
V6 (6 hojas desarrolladas), previo a la fertilización. En base a los resultados obtenidos en estos
experimentos se ajustaron los coeficientes genéticos de crecimiento y desarrollo para los dos
cultivares seleccionados mediante el uso del modelo CERES-Maize. El modelo utilizado fue el
perteneciente al Decision Support System for Agrotechnology Transfer (DSSAT) Versión 3.0
(Tsuji et al., 1994).
Una vez obtenidos los valores de los coeficientes genéticos para los dos cultivares
seleccionados, basados en los resultados de campo, se procedió a la validación del modelo
utilizando datos recolectados por el Programa Nacional de Evaluación de Cultivares durante el
período 1990-1995.
El estudio de vulnerabilidad se realizó con la rutina Seasonal de DSSAT 3.0 utilizando la
serie histórica de datos climáticos 1965-94 de INIA La Estanzuela. Sobre esa serie histórica se
generaron diversos escenarios, bajo la hipótesis de cambio climático, (modificaciones en
temperatura y precipitaciones) para la corrida de los modelos de simulación.
III - RESULTADOS Y DISCUSION
III. 1 Experimentos de campo
La zafra 1995-96 presentó valores de disponibilidad de agua en el suelo por debajo de la
media en el período cercano a floración para las siembras tempranas (setiembre) en comparación
con las siembras normales y tardías. En la Figura 1 se presentan los contenidos de agua disponible
en los primeros 60 cm de suelo para la estación de crecimiento conjuntamente con los valores
históricos promedio para la serie 1965-96.
La densidad afectó significativamente los rendimientos solo en la 2a época evaluada. En
estas condiciones el rendimiento de grano para los dos cultivares fue mayor con las densidades
óptimas para silo. La densidad no afectó ningún componente de rendimiento en la siembra
temprana. En la época normal (octubre 16), la densidad de siembra determinó un aumento en el
número de espigas/m2. Lo mismo sucedió en la época tardía, paralelamente con la disminución en
el peso de 1000 granos. En el cuadro 2 se presentan los valores promedio de rendimiento y
componentes de rendimiento por cultivar y época de siembra. Cabe acotar que para la calibración
de los coeficientes genéticos de crecimiento del cultivo se utilizaron además los datos observados
para cada densidad de siembra.
Cuadro 2.
Valores medios observados de rendimiento y componentes de rendimiento para
los tratamientos evaluados
1
Tratamiento
Peso
granos
DK 821 E11
0.341
DK 821 E2
1000 Granos/espiga
Granos/m2
Rendimiento (14
% humedad)
434
3315
7301
0.376
508
3560
9372
DK 821 E3
0.398
499
3329
9089
DK 664 E1
0.225
518
4738
8246
DK 664 E2
0.247
508
3924
9144
4798
10741
DK 664 E3
0.327
528
E1: siembra 18/9, E2: siembra 16/10, E3: siembra 29/11.
Las condiciones de suministro de nitrógeno por parte del suelo fueron excelentes en las 3
épocas evaluadas. En ningún caso se detectó respuesta al agregado de nitrógeno. Algunos
indicadores de suficiencia con respecto al agregado de este nutriente fueron evaluados: a) la
concentración de N en planta entera al estado de 6 hojas (Binford et al., 1992) y b) la concentración
de N-NO3 en los primeros 30 cm de suelo en el mismo estadio fenológico (Binford et al., 1992).
Los valores promedio para los 2 indicadores utilizados según época de siembra se detallan en el
Cuadro 3.
Cuadro 3.
Indicadores de disponibilidad de nitrógeno en planta y suelo según época de
siembra.
EPOCA DE SIEMBRA
N-NO3 en el N-NO3
en % N en planta3 Estadio V6
suelo (ppm) suelo (ppm)
Siembra1
Estado V62
18 Setiembre
35.4
30.3
4.00
16 Octubre
35.1
22.3
3.92
29 Noviembre
18.2
23.5
4.32
1
Concentración de nitratos en el suelo para los 30 cm superiores previo a la siembra del cultivo de
maíz.
2
Concentración de nitratos en el suelo para los 30 cm superiores al estadio fenológico V6 (6 hojas
desarrolladas).
3
% de nitrógeno en planta entera al estado V6 del cultivo de maíz.
En todos los casos los valores promedio encontrados para estos parámetros estuvieron cerca
de los niveles críticos reportados por encima de los cuales no habría respuesta al agregado de
nitrógeno (Binford et al., 1992). Esto permite asumir que la calibración del modelo se realizó con
tratamientos sin limitante de nitrógeno.
La descripción de los estados fenológicos se realizó en todas las épocas de siembra. En el
cuadro 4 se presentan los valores observados de ocurrencia de eventos fenológicos principales para
los dos cultivares seleccionados.
Cuadro 4.
Valores observados de principales eventos fenológicos para los cultivares
utilizados.
Cultivar
F. Siembra
F. Emerg.
Días emerg.- Días
floración
floraciónmad. fisio.
DK 821
18/9
2/10
86
58
DK 821
16/10
23/10
76
57
DK 821
29/11
4/12
67
59
DK 664
18/9
2/10
77
56
DK 664
16/10
23/10
72
58
DK 664
29/11
4/12
60
57
Con los valores observados se calibraron los coeficientes genéticos de desarrollo
(determinantes de la ocurrencia de eventos fenológicos).
III. 2. Calibración del modelo CERES-Maize: obtención de coeficientes genéticos
Los coeficientes genéticos calibrados fueron: P1, que representa la suma térmica, tomando
como base 8o C de temperatura, entre el período emergencia - fin del estadio vegetativo; P2, que
representa los días de retraso en la iniciación de la panoja masculina por cada hora en el incremento
del fotoperíodo por encima de 12.5 hrs; P5, que representa la suma térmica con base 8o C para el
período floración - madurez fisiológica. Estos 3 coeficientes son llamados coeficientes de desarrollo
del cultivo. Se calibraron además dos coeficientes de crecimiento del cultivo: G2, que representa
el número potencial de granos/espiga y G3, que representa la tasa de llenado del grano en mg/día
bajo condiciones óptimas de crecimiento (este último dato no fue medido). Los coeficientes
genéticos fueron calculados tomando en cuenta los menores desvíos entre los datos observados y
los simulados por el modelo CERES Maize. En el Cuadro 5 se reportan los coeficientes genéticos
calculados para los dos cultivares seleccionados.
Cuadro 5.
Coeficientes genéticos obtenidos para los cultivares DK 821 y DK 664
Coeficiente
genético
estimado
P1 (Período emergencia - fin
del estadio vegetativo)
P2 (Efecto del fotoperíodo en
floración masculina)
P5 (Período floración-madurez
fisiológica)
G2
(No
potencial
de
granos/espiga)
G3 (Tasa de llenado de grano)
DK 821
DK 664
325.0
275.0
0.000
0.150
810.0
763.0
400.0
580.0
9.10
7.80
Los coeficientes genéticos fueron calibrados utilizando la rutina GenCalc del modelo
DSSAT3.
III. 3. Validación del modelo CERES-Maize: Datos del Programa Nacional de Evaluación de
Cultivares
En una etapa posterior se procedió a la validación del modelo CERES-Maize con datos
provenientes de experimentos no utilizados para la calibración del modelo. Se utilizaron para ello
datos recolectados por el Programa Nacional de Evaluación de Cultivares desde 1990 para el
cultivar DK 821 y desde 1992 para el cultivar DK 664.
En primer lugar se validaron los datos fenológicos (ciclo siembra-floración y floraciónmadurez fisiológica). Las Figuras 2 y 3 muestran los datos de floración observados y estimados por
el modelo para los cultivares DK 821 y DK 664 respectivamente. En general se obtuvo un ajuste
bastante adecuado de este parámetro fenológico para los dos cultivares. Una fuente de error a
considerar es la diferencia de criterio en la lectura de floración entre el modelo (75 % de la parcela)
y los datos recolectados por el Programa Nacional de Evaluación (50 % de la parcela). El ciclo
floración-madurez fisiológica para los valores observados y estimados se reporta en el Cuadro 6.
Cuadro 6.
Ciclo floración-madurez fisiológica (días) observados y estimados por CERESMaize para los dos cultivares evaluados.
DK 821
Observado
Simulado por DK 664
Observado
CERESMaize
Experimento
Experimento
1
LE1 1994
60
57
LE1 1994
62
LE1 1995
54
56
LE2 1994
52
LE2 1995
62
62
LE1 1995
55
LE3 1995
55
56
1
LE representa datos tomados de experimentos de INIA La Estanzuela.
Simulado por
CERESMaize
58
54
53
Para esta variable se contaba con datos muy escasos ya que la lectura de madurez fisiológica
no se realiza como rutina en los ensayos de evaluación de Maíz con la excepción de los
experimentos para silo. El ajuste logrado con los datos obtenidos fue adecuado y surge como
importante la recolección de datos de este parámetro en el futuro.
El tercer parámetro validado fue el rendimiento en grano. El suelo utilizado para la
validación de estos experimentos fue el mismo en todos los casos. Se utilizó el suelo descripto por
Baethgen y Magrin (1995) al cual se le agregaron 30 cm más de perfil. Esto debido a que en años
secos, y con el suelo mencionado, el modelo simulaba un corte en la etapa de llenado de grano por
agotamiento de las reservas de agua del suelo. Surgen con respecto a ésto algunas restricciones en
la información disponible en dinámica de agua para nuestros suelos.
a) El modelo simula déficits de agua en el suelo muy limitantes para el cultivo para la mayoría de
los suelos caracterizados del litoral agrícola uruguayo. Esto implica el estudio en mayor detalle de
las relaciones agua-suelo-planta como forma de obtener parámetros hídrológicos adecuados. Esto
sin duda permitiría un mejor comportamiento del modelo en especial para los cultivos de verano.
b) La capacidad de exploración de las raíces por el cultivo de maíz tiene una fuerte interacción con
las condiciones de preparación de suelo para la siembra y disponibilidad de agua durante el ciclo
del cultivo. Si bien el modelo es sensible a cambios en la profundidad de exploración de las raíces,
estos efectos no estan debidamente cuantificados para nuestras condiciones. Esto permitiría una
elección de suelo adecuada para las condiciones particulares de cada estación de crecimiento.
c) Resulta necesario profundizar algunos aspectos relacionados con la dinámica de nitrógeno. En
particular, la ausencia de información nacional en aspectos de lavado de nitratos impide una
interpretación adecuada de la rutina de nitrógeno del modelo CERES-Maize. Esto está muy
relacionado con los procesos descriptos en a).
Los resultados de la validación para los dos cultivares se observan en las Figuras 4 y 5. La
mejor validación del modelo con los datos observados se logró con el cultivar DK 821.
III. 4. Vulnerabilidad del maíz a escenarios con cambio climático.
En primer lugar se corrieron los modelos, mediante el uso de la rutina Seasonal de DSSAT
3.0, para el escenario climático actual utilizando la serie histórica de datos climáticos de INIA La
Estanzuela entre 1965-94. Esta serie se simuló luego suponiendo un incremento de temperatura de
2o C y 4o C. Se utilizaron para las corridas del modelo 6 tratamientos: los dos cultivares DK 821 y
DK 664 en 3 épocas de siembra (1o de Setiembre, 1o de Octubre y 1o de Noviembre), a las
densidades recomendadas y con nitrógeno no limitante.
El impacto del incremento de la temperatura en los eventos fenológicos más importantes se
detalla en el cuadro 8.
Cuadro 8.
Cultivar
Duración de ciclo siembra - floración y floración - madurez fisiológica (días)
promedio por cultivar y época de siembra para el escenario actual y con incrementos
en la temperatura.
Esc. 11
Esc. 2
Esc. 3
Ciclo siembra – floración (días)
Esc. 1
Esc. 2
Esc. 3
Ciclo floración - madurez fisiológica
(días)
DK 821
E. Temp.1
109
97
86
55
50
47
E. Normal 93
83
74
55
49
46
E. Tardía
79
71
65
57
49
45
DK 664
E. Temp.
103
92
80
52
47
46
E. Normal 88
77
70
52
46
43
E. Tardía
74
67
61
53
46
42
1
o
Esc. 1: Actual para la serie histórica 1966 a 1994; Esc. 2: Actual más 2 C; Esc. 3: Actual más 40
C.
2
E. Temp.: 1o Setiembre; E. Normal: 1o Octubre; E. Tardía: 1o Noviembre.
La ocurrencia de eventos fenológicos en maíz depende fundamentalmente de la temperatura
y de la sensibilidad al fotoperíodo (Kiniry, 1991). Para los cultivares evaluados, se detecta un leve
efecto del fotoperíodo en el cultivar DK 664. El incremento de temperatura en los escenarios
climáticos futuros tiene un impacto en el acortamiento del ciclo para todas las épocas de siembra. El
incremento de la temperatura en 2 y 4o C acortó el período siembra - floración en un 12 % y 20 %
respectivamente en promedio para los dos cultivares. Este efecto es más importante en las siembras
tardías (diciembre). El período floración - madurez fisiológica (fase de llenado de grano) se acortó
entre un 10 y 20 % para los dos incrementos de temperatura respectivamente. Esto puede
obviamente afectar el rendimiento.
En el cuadro 9 se presentan los rendimientos potenciales (sin limitantes de nitrógeno) para
la serie histórica referida con el escenario actual y las modificaciones producto de las salidas de los
modelos de circulación global.
Cuadro 9.
Rendimiento potencial medio (Kg/ha) por cultivar y época de siembra para el
escenario actual y los escenarios futuros (sin limitante de nitrógeno).
Cultivar
Esc. 11
Esc. 2
Esc. 3
Esc. 4
Esc. 5
DK 821
E. Temp.2
6659
5971
5544
7382
5807
E. Normal
7336
6350
5421
7810
6293
E. Tardía
7809
6796
6036
8207
7159
DK 664
E. Temp.
8113
7231
6780
8781
7135
E. Normal
8751
7428
6655
9202
7848
E. Tardía
8965
8076
6922
9186
8220
1
o
Esc. 1: Actual para la serie histórica 1966 a 1994; Esc. 2: Actual más 2 C; Esc. 3: Actual más 40
C.; Esc. 4: Actual más 20 % de precipitación y Esc. 5: Actual menos 20 % de precipitación.
2
E. Temp.: 1o Setiembre; E. Normal: 1o Octubre; E. Tardía: 1o Noviembre.
En primer lugar llama la atención el alto potencial de rendimiento alcanzado en todos los
casos sobre todo considerando la alta variabilidad en contenido de agua en el suelo reportada
generalmente durante nuestros veranos. La explicación de ésto puede ser que el suelo utilizado para
la corrida de los modelos (con gran capacidad de almacenaje de agua y buena profundidad de
exploración radicular) tienda a sobreestimar los rendimientos que se concretan en veranos secos en
nuestras condiciones. De todas formas el modelo CERES-Maize mostró una alta sensibilidad al
parámetro cantidad de agua disponible en el suelo, lo que enfatiza la importancia de profundizar en
estos aspectos. Los rendimientos mostraron una alta variabilidad entre años. Para el escenario
climático actual, el cultivar de ciclo medio (DK 664) mostró globalmente menores coeficientes de
variación que el de ciclo largo (DK 821). Existió además una tendencia al incremento de los
rendimientos con las siembras tardías (1o de diciembre). Esto parece estar relacionado con un mejor
ambiente hídrico durante la fase de floración - llenado de grano. Las siembras tempranas
(setiembre) ampliamente adoptadas en nuestro país pueden presentan condiciones hídricas adversas
durante la fase de llenado de grano, pero consideraciones de orden agronómico (fecha de cosecha,
liberación temprana del rastrojo) hacen que esta práctica esté ampliamente difundida.
Los escenarios con incremento de temperatura muestran globalmente una disminución en
los rendimientos. Esto afectó a todas las épocas de siembra evaluadas, pero en mayor medida a las
siembras normales (octubre). La disminución promedio de rendimiento fue del 15 % para un
incremento de 2o C frente a un 11 % en las otras dos épocas evaluadas.
Los rendimientos, frente a un escenario posible de 20 % más de precipitación, respondieron
favorablemente en el orden de un 5 a 10 % para los dos cultivares evaluados. Este impacto fue
mucho mayor cuando se consideró un suelo de menor capacidad de almacenaje (datos no
reportados). Finalmente frente a un escenario de 20 % menos de precipitación, el modelo estimó
rendimientos entre un 10 y 13 % menores que bajo las condiciones del escenario actual.
III. 5. Medidas de adaptación al cambio climático
Se realizó un ejercicio de adaptación al cambio climático utilizando el cultivar DK 821 que
había mostrado mejores ajustes entre datos observados y simulados por el modelo CERES-Maize.
Debido a la muy alta variabilidad climática entre años, se seleccionaron dentro de la serie histórica
2 años de regímenes hídricos contrastantes. Como año seco se eligió la zafra 1988-89, y el año
1993-94 como año húmedo. Para estos años se evaluaron 4 épocas de siembra: 31 de agosto, 30 de
setiembre, 30 de octubre y 15 de diciembre (en donde se pretendía simular una siembra de 2a.). No
se utilizó la rutina de nitrógeno para la corrida del modelo. Para las 4 épocas de siembra se
evaluaron los siguientes tratamientos: 1) agua limitante dada por los datos climáticos reales; 2)
producción potencial sin agua limitante; 3) 20 % menos de precipitación, 4) incremento de 2o C en
la temperatura y 5) suelo de desarrollo normal de raíces como contraste al suelo inicialmente
seleccionado. Los datos de rendimiento de grano para cada situación se reportan en el Cuadro 10.
Cuadro 10.
Ejercicio de adaptación al cambio climático. Rendimientos de grano según
tratamiento y época de siembra.
Agua
no2 20 % menos
limitante
de
precipitación
1
1988 E1
6386
8625
1750
1988 E2
4124
9104
3036
1988 E3
2953
9037
2199
1988 E4
9708
10708
9600
1993 E1
8810
8810
8810
1993 E2
8177
8246
7858
1993 E3
10179
10352
9724
1993 E4
9595
9595
9595
1
1988 año seco, 1993 año húmedo. E1= 31 de agosto, E2 = 30
E4 = 15 de diciembre.
2
Excepto este tratamiento, condiciones de agua limitante.
Epoca
siembra
de Agua
limitante
2o C más de Suelo raíces
temperatura
normales
4367
6106
3800
8357
6353
7140
7244
9560
setiembre, E3 =
1713
1755
2755
6251
7007
4105
5226
6179
30 de octubre y
Las estrategias de adaptación al cambio climático en el cultivo de maíz pueden ser muy
variadas. Bajo el supuesto de incremento de la temperatura existirían básicamente 3 alternativas:
1) siembras muy tempranas (Agosto por ejemplo) serían favorecidas por una aceleración del
período siembra-emergencia y menores modificaciones en el ciclo total del cultivo. 2) utilización
de cultivares con sensibilidad al fotoperíodo. Esto limitaría la acumulación de suma térmica
necesaria para la ocurrencia de los estadios fenológicos (en especial la floración), 3) Elección
correcta de los ciclos de cultivares a sembrar. Los modelos de simulación podrían ser
herramientas de predicción de estados fenológicos principales teniendo en cuenta las
consideraciones sobre cambio climático. Para este ejercicio en particular se observó un efecto
diferencial de la temperatura en años contrastantes. La aceleración del ciclo del cultivo para un
año muy seco (1988) incrementó en algunas épocas de siembra los rendimientos alcanzados,
producto probablemente de una mayor eficiencia en el uso del agua (kg de MS/ mm de
evapotranspiración).
Una probable disminución en las precipitaciones puede tornar al riego como estrategia
importante de adaptación. El impacto va a ser mayor en las épocas de siembra que en promedio
presentan menores valores de agua en el suelo. Esto puede apreciarse en el Cuadro 10 para el año
seco (1988) en donde el incremento de rendimiento es mayor en siembras normales.
Un incremento en las precipitaciones (por ejemplo 20 %) puede influir fuertemente en la
eficiencia de uso del nitrógeno. Las pérdidas por lavado y denitrificación pueden aumentar y por
lo tanto el manejo de la fertilización nitrogenada debería realizarse teniendo en cuenta criterios
de fraccionamiento y uso de indicadores objetivos.
El incremento en las precipitaciones puede asimismo determinar condiciones dificultosas
para el laboreo. Una mala preparación del suelo traería como consecuencia una disminución en la
capacidad de almacenaje del suelo y capacidad de exploración radicular. La importancia en la
elección del suelo se demuestra en el Cuadro 10. Aún en un año húmedo (1993), la restricción al
crecimiento de las raíces y menor profundidad del perfil total determinan pérdidas en el
rendimiento. En esas condiciones es esperable un aumento significativo en las pérdidas por
escurrimiento superficial.
IV. CONCLUSIONES
- La calibración - validación del modelo CERES-Maize puede considerarse apropiada para la
estimación de eventos fenológicos en nuestras condiciones.
- La validación de rendimientos de grano debe necesariamente considerar variaciones en factores
agronómicos, en especial los relacionados con el regimen de precipitaciones (tipo y preparación
de suelo, disponibilidad de nitrógeno por ejemplo).
- Los escenarios de cambio climático con incremento de temperatura muestran en general
menores rendimientos que bajo el escenario actual. Lo mismo sucede con una posible
disminución en las precipitaciones.
- Algunas medidas de adaptación como la época de siembra, el riego, ciclo del cultivar y manejo
adecuado del nitrógeno son estrategias adecuadas para el cambio climático.
- El conocimiento de los procesos relacionados con la dinámica de agua en nuestros suelos surge
como la principal restricción al uso del modelo de simulación evaluado.
V. CITAS BIBLIOGRAFICAS
Baethgen, W.E. y G. Magrin. 1995. Assessing the impacts of climate change on winter crop
production in Uruguay and Argentina using crop simulation models. In ASA (ed) Climate
Change and Agriculture: Analysis of potential International Impacts. ASA Special publication
no. 59.
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