Download Especial sobre Economía - Observatorio ciudadano Puebla

Document related concepts

Reforma económica china wikipedia , lookup

Economía de mercado socialista wikipedia , lookup

Offshoring wikipedia , lookup

Dumping wikipedia , lookup

Ciencia y tecnología en China wikipedia , lookup

Transcript
Especial sobre
Economía
Número 2
La amenaza china*
Jorge Guajardo
Pocas noticias se han reportado con tanta frecuencia en los medios
internacionales como el espectacular crecimiento de China en las
últimas tres décadas. La historia es tan seductora que ha llevado a
los líderes de opinión a abandonar el criterio razonado y dejarse
llevar por un dato que repiten como mantra: China es ya la segunda
economía
del
mundo.
Si bien este dato es cierto, ha contribuido a una manía que no
recuerdo haber visto cuando Japón o Alemania ocupaban la
posición que ahora ostenta China. El fenómeno chino es tan
arrollador que muchos Gobiernos ven a ese país como la salvación
a
todos
sus
problemas
económicos.
La realidad es que el crecimiento de China, por más impresionante
que sea, representa pocas oportunidades para nuestras empresas y
amenaza directamente su capacidad de competir a nivel mundial.
El caso de México y su relación con China es único en América
Latina porque competimos directamente como exportadores de
manufactura, mientras que la mayoría de los países latinos basan
sus exportaciones en recursos naturales o productos agropecuarios.
Es por esto que China es destino de sólo el 2 por ciento de las
exportaciones mexicanas, mientras que en el caso de Brasil la cifra
es del 17 por ciento y de Chile el 23 por ciento.
Hay dos maneras de interpretar estas cifras: una es pensar que el
mercado chino es una oportunidad desaprovechada y que debemos
enfocarnos en exportar más a China, lo cual traerá grandes
rendimientos económicos. La otra es reconocer que China
representa una verdadera amenaza para la economía mexicana.
La realidad es que hay pocas oportunidades en el mercado chino
para productos mexicanos, y además existe el peligro de la
sobrecapacidad industrial china que resulta en dumping de
productos como cemento y acero, y atenta directamente contra la
viabilidad
de
las
empresas
mexicanas.
La tan cacareada "inversión" china en América Latina es más
quimera que realidad. Lo que China llama inversión son proyectos
de infraestructura que acaba pagando (y cuyo riesgo asume) el país
anfitrión a tasas extorsivas. China tiende a usar su propia mano de
obra en estos proyectos, eliminando los derrames de empleo,
transferencia de tecnología y capacitación que normalmente vienen
con la verdadera inversión. El fallido tren rápido no hubiera sido
excepción, porque de otra manera no sería negocio para las
paraestatales
chinas.
Si México ha de mantenerse competitivo, necesita cambiar su
política hacia China. Nuestro País se encuentra en una posición
privilegiada, ya que todavía conservamos nuestra independencia
económica frente a China. En vez de buscar cómo congraciarse con
el Gobierno chino, el Gobierno de México debe aprovechar esta
situación de ventaja para exigir que China se apegue a las reglas
del juego y no recurra a prácticas anticompetencia que afectan
directamente
a
empresas
mexicanas.
La Organización Mundial de Comercio (OMC) debe ser un foro para
protestar en contra de los subsidios de exportación y los casos de
dumping que representan para las empresas chinas una ventaja que
es desleal. Independientemente de la OMC, México puede aplicar
aranceles unilateralmente para defender a sus empresas de
prácticas desleales. Esto es algo que han hecho bien las
Secretarías de Economía y Hacienda. El Acuerdo de Asociación
Transpacífico (TPP) es también un mecanismo importante porque
excluye a China y consolida los intercambios comerciales de México
con economías que son complementarias a la nuestra en vez de
competencia.
Existe una vieja guardia de apologistas que guarda nostalgia de la
camaradería del Partido Comunista chino con el PRI de Echeverría
y pega el grito al cielo cada vez que se propone alguna medida para
defender a las empresas y productos mexicanos. Desde su punto de
vista, si no se han dado los beneficios económicos es porque no
hemos sabido manejar la relación política con China.
De nada sirvió la supuesta buena química entre Enrique Peña Nieto
y Xi Jinping cuando se canceló el tren rápido y se desencadenó una
crisis diplomática. De nada sirvió rehusarle la visita al Dalai Lama a
cambio de supuestas ganancias económicas que no se han
concretado.
En
esto
no
se
trata
de
ser
cuates.
El ser la segunda economía del mundo no le da a China el derecho
de imponer sus reglas y actuar de manera desleal, y el Gobierno de
México no se puede dejar apantallar de tal forma que lo lleve a
dimitir de su responsabilidad ante las empresas mexicanas.
El autor fue Embajador de México en China de 2007 a 2013.
*Artículo publicado en Reforma el 13 de marzo de 2015