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Migraña con aura, migraña sin aura y cefalea de tipo tensión
Definición
La migraña es una enfermedad cuyo síntoma principal es el dolor de cabeza intenso.
Cursa con días de dolor de cabeza y periodos libres de dolor en los que el paciente no tiene síntomas.
Pertenece al grupo de las cefaleas primarias, es decir, no están causadas por ninguna lesión cerebral ni
se deben al efecto de un tóxico o a un proceso metabólico
Afecta al 10-15% de la población siendo más frecuente en la mujer.
La edad de inicio es muy variable pero generalmente la primera migraña se produce antes de los 30 años.
Diagnóstico
La migraña se diagnóstica por la historia clínica, prestando especial atención a las características del
dolor de cabeza, y haciendo una exploración al paciente que ha de ser normal.
¿Cómo sabemos que es una migraña y no otra cefalea?
El dolor de cabeza en la migraña tiene unas características que nos permiten llegar a su diagnóstico.
Esas características son:
 Duración: Los episodios de dolor, si no se tratan de forma eficaz, duran entre 4 y 72 horas.
 Localización: En aproximadamente el 50% de los migrañosos el dolor se localiza en un lado de la
cabeza aunque muchos localizan el dolor en la frente, alrededor del ojo o en las sienes.
 Cualidad: sordo o pulsátil, es decir, sensación de latido.
 La intensidad: moderada o severa. Eso significa que limita o impide seguir actividades de la vida
diaria con normalidad.
 De forma característica empeora con la actividad física.
 Se acompaña de: náuseas/vómitos y/o fotofobia (aumento de sensibilidad a la luz) y/o fonofobia
(aumento de la sensibilidad al ruido)
No hay pruebas complementarias que confirmen el diagnóstico de migraña.
Tipos de migraña
Dentro de la migraña existen dos subtipos principales:
 La migraña con aura en la que la cefalea se precede de distintos síntomas neurológicos
reversibles conocidos como "aura"
 La migraña sin aura en la que el dolor no se precede del “aura”
Dentro de la migraña, tanto con aura como sin aura, se establece una diferenciación en función del
número de episodios que el paciente presenta al mes.
Es muy importante realizar un calendario en el cual se apunten los días de dolor de cabeza.
Esto facilitará a su médico la elección del tratamiento más adecuado para cada paciente.
¿Por qué tengo migrañas?
No es fácil de explicar ya que no es del todo conocido.
En los pacientes “migrañosos” el umbral de activación del sistema del dolor se encuentra alterado. Esto
hace que determinados estímulos no dolorosos desencadenen un episodio de migraña.
La hiperexcitabilidad puede deberse a una predisposición genética.
El factor genético es el que hace que, los pacientes con migraña, tengan familiares que también las
padecen.
En el dolor están implicadas distintas áreas del cerebro como:
 El hipotálamo responsable de los síntomas previos al dolor
 El nervio trigémino, que recoge la sensibilidad de cara y las meninges y los vasos cerebrales,
libera ciertas sustancias que provocan la sensación de dolor.
 La corteza cerebral en ella se produce una alteración de la actividad eléctrica que es la
responsable del aura
 Núcleos del tronco cerebral implicados en el dolor y su control.
Desencadenantes
Son estímulos que, en una persona con esa “hipersensibilidad”, pueden provocar un episodio de dolor.
El conocerlos nos puede ayudar a evitarlos y así intentar disminuir el número de crisis.
Es importante recordar que los desencadenantes NO son la causa de las crisis.
No hemos de olvidar que podemos sufrir una migraña sin haber estado expuestos a ninguno de los
desencadenantes.
Algunos desencadenantes que debemos conocer son:

El estrés y la ansiedad: especialmente en la fase post estrés

Los cambios hormonales: previo o al inicio de la menstruación

Bebidas alcohólicas: especialmente el vino tinto

Dieta y alimentos: (ver en tratamiento)

Olores

Factores ambientales, cambios climatológicos y de temperatura.

Traumatismos craneales
Fases de la migraña
Los episodios de migraña se dividen en 3 fases en la migraña sin aura (1, 3 y 4) y en 4 en la migraña con
aura (1, 2, 3 y 4):
1. Fase premonitoria o prodrómica que ocurre horas o días antes de la cefalea
2. El aura, síntomas neurológicos que suelen preceder inmediatamente a la cefalea
3. La fase de dolor y síntomas asociados
4. Fase de resolución
El paciente no ha de pasar por todas las fases.
1. Fase premonitoria:
Es la fase previa al dolor.
Aparece las horas o los días previos a la migraña.
Ocurre en el 60% de los pacientes.
Los pacientes pueden presentar alguno de los siguientes síntomas:

Síntomas psicológicos: Depresión, euforia, irritabilidad, inquietud, lentitud mental, hiperactividad,
fatiga.

Síntomas neurológicos: Bostezos, aumento de la sensibilidad a la luz (Fotofobia) al ruido
(fonofobia) y a los olores (hiperosmia)

Síntomas generales: Rigidez de cuello, sensación de frío, flojera, aumento de la sed, aumento de
la orina, anorexia, diarrea/estreñimiento, retención de líquidos, ansia de comer determinados
alimentos.
2. Fase de aura
El aura son los síntomas neurológicos temporales que aparecen inmediatamente antes del dolor o
coincidiendo con la aparición del mismo.
Aproximadamente el 15-20% de los pacientes con migraña experimentan aura.
Las características del aura son:
 Los síntomas se instauran de forma progresiva
 La duración habitual oscila entre los 10 y los 30 min pero siempre ha de ser menor a 1h.
 La pérdida de fuerza no debe de considerarse un aura.
Las auras más frecuentes son:
a) El aura visual:
Es el tipo de aura más frecuente llegando a estar presente en el 99% de los pacientes que tienen migraña
con aura.
Puede ser muy variada. Su presentación más clásica comienza con un defecto visual/dificultad para
enfocar que aparece en una zona del campo visual, generalmente en el punto de fijación de la mirada, y
se va agrandando hacia la periferia del campo visual. Los bordes del escotoma son brillantes y en zig-zag.
Existen otros como la hemianopsia (pérdida de visión de la mitad del campo visual) o alucinaciones
visuales como por ejemplo la macro o micropsia que consiste en ver los objetos más grandes o más
pequeños de lo que son en realidad.
b) El aura sensitiva:
Segunda en frecuencia.
El paciente puede notar hormigueos o disminución de la sensibilidad.
Se produce una alteración de la sensibilidad que afecta a una o varias zonas de un lado del cuerpo.
Los síntomas sensitivos afectan con más frecuencia a una mitad de la cara junto con la mano o el brazo
del mismo lado.
c) El aura disfásica:
Tercera en frecuencia.
Consiste en una alteración del lenguaje. El paciente puede notar dificultad para hablar, para entender lo
que nos dicen o lo que leemos o incluso dificultad para escribir.
Generalmente se acompaña de alguna de las auras previas.
3. Fase de dolor y síntomas asociados
La duración de la migraña, sin tratamiento, oscila entre 4-72h. En 1/6 pacientes más de 48h.
La crisis de migraña suele empezar como una molestia leve que va aumentando de intensidad. La
cefalea, en un tiempo relativamente corto, llega a hacerse de intensidad moderada (interfiere con
actividades habituales) o grave (impide las actividades de la vida diaria)
En casi la mitad de los pacientes el dolor se localiza en un lado de la cabeza afectando a las sienes o a la
zona alrededor del ojo.
La descripción del dolor varía. Los pacientes lo describen como una presión intensa o un dolor sordo y
casi 2/3 reconocen sensación de latido especialmente cuando el dolor es moderado o fuerte.
El dolor empeora con las luces, los ruidos, los olores, el movimiento cefálico, el ejercicio físico por lo que
el paciente con una crisis de migraña busca estar quieto, sentado o tumbado, en un lugar oscuro y lejos
de ruidos, olores…
Se acompaña de aumento de la sensibilidad a la luz (fotofobia) y al ruido (fonofobia) y/o de náuseas con o
sin vómitos.
En ocasiones el vómito es reparador.
4. Fase de resolución
La cefalea y los síntomas asociados disminuyen progresivamente de intensidad hasta desaparecer.
El 80% de los migrañosos reconocen encontrarse mal tras el dolor de cabeza. Es lo que denominan
“resaca”.
Los síntomas más frecuentes en esta fase son cansancio, somnolencia, dificultad de concentración e
hipersensibilidad al ruido. A mayor intensidad del dolor más intensos y prolongados serán estos síntomas.
Tratamiento de la migraña
El tratamiento de la migraña consta de tres partes:
1.- Identificar, modificar o suprimir, si es posible, los desencadenantes de las crisis o los factores
de riesgo de cronificación de la cefalea
2.- Tratamiento del dolor y de los síntomas acompañantes
3.- Tratamiento preventivo, si es preciso
1.- Identificar, modificar o suprimir, si es posible, los desencadenantes de las crisis o los factores
de riesgo de cronificación de la cefalea
Algunas reglas básicas para evitar desencadenantes comunes:
a) Dieta:
Menos del 20% de los pacientes con migraña tienen como desencadenante algún alimento por lo que no
se han de eliminar alimentos de forma generalizada.
Según los datos actuales, los pacientes con migraña deben evitar SÓLO aquellos alimentos que el propio
paciente relaciona con sus migrañas.
Deben de evitar el ayuno y no deben saltarse comidas.
Algunos de los alimentos que se han relacionado con las migrañas son: Alcohol-vino tinto, comida china,
ahumados, chocolate, frutos secos, queso curado, paté, cafeína, zumos de cítricos, tabaco
b) Higiene del sueño:
Los pacientes con migrañas han de intentar dormir un número de horas similar y con un horario más o
menos constante.
Han de evitar dormir más los días de descanso (vacaciones-fines de semana)
c) Hormonas:
Hay pacientes que sólo presentan migrañas en los días previos o durante la menstruación.
Esto está relacionado con la caída de los estrógenos.
Los anticonceptivos pueden empeorar la migraña haciendo que los episodios sean más intensos y
frecuentes. No han de tomarse en caso de migraña con aura.
2.- Tratamiento del dolor y de los síntomas acompañantes
Es el tratamiento utilizado para aliviar el dolor/hacer que cedan las crisis. Este ha de ser escogido en
función de las características del paciente y de sus crisis.
En muchos pacientes es el único tratamiento necesario.
Es importante recordar que no hemos de esperar a que el dolor sea fuerte para tomar el tratamiento
porque esto hará que sea menos efectivo. Tomando el tratamiento al inicio del dolor conseguimos una
mayor y más duradera respuesta al fármaco.
Los fármacos empleados en el tratamiento de las crisis los clasificamos en:
a) Inespecíficos: analgésicos y antiinflamatorios
b) Específicos: triptanes y ergóticos
c) Coadyuvantes para tratamiento de nauseas y/o vómitos: antieméticos/procinéticos.
a) Inespecíficos

Analgésicos:
Paracetamol: su utilidad es muy escasa en el tratamiento de la migraña
Metamizol: ha demostrado una eficacia limitada. Es preferible el uso de otros fármacos más
efectivos y con menos efectos secundarios.
Han de evitarse las combinaciones de analgésicos con barbitúricos, codeína y/o cafeína, por
favorecer la cronificación de la migraña

Antiinflamatorios:
Se utilizan en crisis de intensidad leve o moderada salvo contraindicaciones o falta de respuesta.
Forma de tomarlo (consultar con su médico): 1 al inicio del dolor repetible cada 8h si persiste el dolor o
reaparece.
Se ha de evitar tomar analgésicos o antiinflamatorios más de 15 días al mes por riesgo de cronificación
de la cefalea
Los antiinflamatorios con eficacia demostrada son
 Ácido acetilsalicílico (500-1000 mg).
 Naproxeno sódico (550-1100 mg).
 Ibuprofeno (600-1200 mg).
 Dexketoprofeno (25-50mg).
 Diclofenaco (50-100 mg).
Es importante saber que no son eficaces contra las náuseas o los vómitos por lo que en ese caso
deberíamos asociar un fármaco antiemético metoclopramida/domperidona
b) Específicos:

Ergóticos:
Se recomienda no utilizar los ergóticos para el tratamiento de las crisis dado que disponemos de los
triptanes que tienen una mayor eficacia y menos efectos secundarios.

triptanes:
No son medicamentos “fuertes” sino específicos.
Son el tratamiento de elección en las crisis de intensidad moderada grave.
Son muy eficaces y mejoran los síntomas asociados.
Los distintos triptanes disponibles son:
Sumatriptán, Zolmitriptán, Naratriptán, Rizatriptán, Almotriptán, Eletriptán, Frovatriptán
Es muy importante tomar el triptan al inicio de la migraña, cuando el dolor es leve. Si espera a que el dolor
sea intenso la respuesta será menor.
Forma de tomarlo (consultar con su médico): 1 dosis al inicio del dolor repetible a partir de las 2 horas en
caso de que el dolor no ceda o reaparezca dolor. Máximo 2 cada 24h.
En caso de que no responda se podrían añadir antiinflamatorios.
Es importante que intente evitar tomar triptanes más de 10 días al mes por riesgo de cronificación.
c) Tratamiento de otros síntomas
Es importante que si la migraña se acompaña de nauseas y/o vómitos se añada desde el inicio de la crisis
un fármaco procinético como la metoclopramida o la domperidona
3.- Tratamiento preventivo, si es preciso
El objetivo del tratamiento preventivo es reducir el número de crisis así como su intensidad. Es verdad
que su uso también puede mejorar la respuesta a los tratamientos agudos.
La respuesta al tratamiento preventivo no se puede valorar hasta pasadas al menos 4-6 semanas.
Es imposible generalizar el tiempo que se ha de mantener aunque sabemos que, salvo intolerancia, un
mínimo de 3 meses a dosis adecuadas.
Tanto la instauración como la retirada del tratamiento preventivo han de ser progresiva.
Los fármacos utilizados son muy diferentes unos de otros.
Algunos de los grupos de fármacos utilizados son:

Betabloqueantes como el propranolol, nadolol, atenolol

Antiepilépticos como el topiramato

antagonistas del calcio como flunarizina, nicardipino, nimodipino

antidepresivos tricíclicos como amitriptilina

antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina: venlafaxina
Estos fármacos han demostrado ser útiles para prevención de la migraña. Que el médico se los prescriba
no significa que usted tenga o su médico piense que sufre epilepsia, depresión…
Cefalea tensional
Pertenece al grupo de las cefaleas primarias, es decir, no están causadas por ninguna lesión cerebral ni
se deben al efecto de un tóxico o a un proceso metabólico.
Se considera la cefalea más frecuente. Aunque hay pocos datos su prevalencia (personas que la
padecen) fluctúa entre el 30- 78% de la población.
Es más frecuente en mujeres. Su prevalencia disminuye con la edad.
¿Cómo sabemos que es una cefalea tensional?
Sabemos que es una cefalea tensional por las características del dolor. Tales características son:
 Duración: entre 30 minutos y 7 días. Generalmente lo más frecuente es que dure entre 4-13
horas.
 Localización: bilateral. Afecta a toda la cabeza y con mayor frecuencia se localiza en la frente, el
vertex o región occipital.
 Cualidad: El dolor es opresivo. Los pacientes lo comparan con tener una cinta alrededor de la
cabeza, una sensación de presión o peso sin latido asociado
 Intensidad: leve/leve-moderada. En muchas ocasiones descrita como una molestia o un peso
más que un dolor. Permite continuar con las actividades de la vida diaria
 No empeora con la actividad física pero, con frecuencia, empeora a lo largo del día.
 Se puede acompañar de:
o fotobia o fonobia (aumento de sensibilidad a la luz o al ruido) pero no de ambas.
o dolor o molestia a la palpación de algunos puntos en la cabeza y el cuello.
o mareo, cansancio, dificultad de concentración, alteraciones del sueño.
 No se acompaña de nauseas ni vómitos.
Tipos de cefalea tensional
Dentro de la cefalea tensional se establecen subgrupos en función del número de días con dolor de
cabeza. Por ello es importante apuntar los días de dolor. Esto facilitará su médico la elección del
tratamiento más apropiado.
¿Por qué tengo cefalea tensional?
La causa no se conoce con exactitud. Sí sabemos que intervienen distintos factores/mecanismos como
son:
Factores genéticos
Factores ambientales como el estrés y la ansiedad
Mecanismos periféricos
Los pacientes con cefalea tensional presentan con frecuencia un aumento de la sensibilidad en zonas de
la cabeza y del cuello. En ocasiones esto se debe a una contracción muscular mantenida de esos
músculos que produce irritación de los nervios que recogen la información de esa área.
Mecanismos centrales:
Los pacientes con cefalea tensional tienen una disminución en el umbral del dolor lo que provoca una
mayor sensibilidad al dolor y que estímulos no dolorosos produzcan dolor.
Diagnóstico de la cefalea tensional:
La cefalea tensional se diagnóstica por la historia clínica, prestando especial atención a las características
del dolor de cabeza, y haciendo una exploración al paciente que ha de ser normal.
En algún caso será necesaria la realización de pruebas complementarias para descartar cualquier otra
enfermedad que pueda causar dolor de cabeza.
Desencadenantes:
Los desencadenantes son situaciones o estímulos que pueden provocar un dolor de cabeza.
No son la causa del dolor de cabeza
Estos son algunos de los desencadenantes descritos en la cefalea tensional:
-
Estrés
Posturas inadecuadas o contracción muscular mantenida
El hambre
La deshidratación
Ansiedad y depresión
Cambio en los horarios de sueño
La abstinencia de cafeína
Fluctuaciones hormonales en mujeres.
El conocerlos nos puede ayudar a evitarlos y así disminuir el número de dolores de cabeza.
Tratamiento:
Hay dos tipos de tratamiento:
a)
b)
No farmacológico:
En él se incluyen recomendaciones dirigidas a tener unos hábitos de vida saludables y evitar
posibles desencadenantes y factores cronificadores
Farmacológico:
Consiste en la toma de medicamentos.
a)
El tratamiento no farmacológico incluye:
1. Intentar evitar desencadenantes y factores cronificadores
2. Tener hábitos de vida saludables. Algunos ejemplos:
•
Mantener un horario de sueño regular
•
Hacer ejercicio
•
Evitar el consumo de alcohol y tabaco
3. las técnicas de biofeedback en las que el paciente aprende a controlar la tensión
muscular
4. Otras terapias, que también podrían ser útiles, como la terapia cognitiva conductual, las
técnicas de relajación, la punción seca de puntos gatillo, la fisioterapia y la acupuntura
b)
Tratamiento farmacológico:
1. Tratamiento de las crisis de dolor
2. Tratamiento preventivo
1. Tratamiento de las crisis de dolor:
Para tratar el dolor utilizamos:
 Analgésicos como el paracetamol y el metamizol
 Antiinflamatorios como Ácido acetilsalicílico Ibuprofeno, Naproxeno, Ketoprofeno,
Dexketoprofeno, Diclofenaco.
Los analgésicos o antiinflamatorios no deben de tomarse más de 2 días a la semana ya que puede
provocar una cronificación del dolor (que cada vez sea más frecuente hasta hacerse diario o casi diario)
En caso de que el número de cefaleas sea superior a una a la semana debería consultar a su médico.
Se han de evitar las combinaciones de fármacos.
2. Tratamiento preventivo:
Se ha de utilizar en aquellos pacientes con 2 o más días de dolor a la semana.
Los fármacos utilizados son antidepresivos como la amitriptilina.
El tratamiento ha de mantenerse al menos entre 3-6 meses.