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PASTORELA
DE
JOSÉ AGUSTÍN
VELAZQUEZ
Personajes:
San José
La Virgen María (con el Niño Dios que no habla)
San Miguel
La estrella (que no sale en escena y que solo se escucha su voz)
El enemigo de Dios
Melchor (Rey mago)
Gaspar (Rey mago)
Baltasar (Rey mago)
Andrés (pastor)
Juan (pastor)
Don furioso (pastor)
Doña soberbia (esposa de Don furioso)
Isabel la Vanidosa (hija de Don furioso y de Doña soberbia)
Don fiestas (pastor)
Don billetes (posadero)
Ángeles y ovejas.
ACTO I
Escena I
(Baltasar, Melchor, Gaspar y la Estrella)
Melchor:
Detengámonos a descansar aquí toda la noche.
Y mañana continuaremos el viaje.
(Se sientan)
Gaspar:
Todavía sigo sin entenderlo ¿Qué quiere decir todo esto?
¿Qué significa esta misteriosa estrella que
Venimos siguiendo desde hace tanto tiempo?
Baltasar:
(Poniendo una mano en el hombro de Gaspar)
Gaspar, Gaspar,
Si esa estrella significa algo,
Seguro que lo sabremos muy pronto.
Gaspar:
¿Y si no significa nada?
Baltasar:
Ya verás que sí.
Gaspar:
(Volteando hacia Melchor)
¿Tu qué crees que sea Melchor?
Melchor:
No lo sé, pero sin duda quiere decir algo, estoy seguro.
Baltasar:
Sí, no cabe duda de que eso es una señal del cielo.
Gaspar:
¿Pero que significa? ¿Hacia donde nos lleva? ¡No lo entiendo!
Melchor:
Quizá signifique el nacimiento de alguien importante.
Baltasar:
¿De alguien como un rey?
Melchor:
Tal vez, ¡Quien sabe!
La voz de la estrella a lo lejos, como si viniera del cielo:
¡Melchor! ¡Gaspar! ¡Baltasar!
(Los reyes magos se levantan asustados)
Melchor. (Asustado)
¿De donde vino eso?
Gaspar:
Pareció como si viniera del cielo.
Baltasar:
¿Quién nos llama?
La estrella:
Soy yo, la estrella quien les habla.
Los reyes magos:
¡La estrella!
Estrella:
Si, la estrella que han venido siguiendo
Desde hace varios meses.
Dios me envió a ustedes para guiarlos
Hacia el rey de reyes, que está por nacer.
Melchor:
¡El rey de reyes! ¿Quién es ese?
La estrella:
El que vendrá a salvar
Al mundo del pecado,
El que para la humanidad liberar
Será crucificado.
Las profecías
Desde tiempo muy lejano
Anunciaron a un Mesías,
Que nos salvaría del pecado.
Que a los enfermos curaría,
Y que la verdad al mundo llevaría.
Hijo de una virgen nacerá
Y todo lo hará bien
Y será la gloria de Israel
Melchor:
Pero… ¿Cómo haremos para encontrarlo?
La estrella:
No se preocupen, que yo seré su guía,
Síganme y no duden que llegarán
Melchor:
¿Han oído eso? ¡Sigamos a la estrella!
Baltasar:
¡No perdamos tiempo!
Gaspar:
¡Vamos en busca del rey de reyes!
La estrella:
Id, id, reyes magos en buen momento
Id, que Dios estará de vosotros contento
Y os ayudará en vuestro noble intento.
¡Dichosos los que en el mensaje del señor han creído!
¡Dichosos los que todo han dejado
Para ir en busca del que pronto habrá nacido!
Pues Dios de ellos
Nuca se olvidará
Y con grandes premios
Los recompensará.
(Vanse los reyes magos) Telón.
Escena II
(Andrés, Juan, San miguel Arcángel y dos Ángeles)
Juan:
¡Andrés! ¡Andrés! ¿Dónde estás?
Andrés. (Entrando)
¡Aquí estoy Juan! ¿Que pasa?
Juan:
¿Y las ovejas?
Andrés. (Señalando con su brazo a lo lejos)
Las dejé junto a ese árbol.
Juan:
¡Ya no están allí!
Andrés:
¡Que raro! ¡Siempre las dejaba allí
Y nunca se me escapaban!
¿Se las habrán robado?
Juan:
No creo, seguro que se escaparon
Y están por ahí.
Andrés:
Aún así no deja de ser raro
Juan:
Sí, es muy raro, pero no perdamos tiempo
Y busquémoslas.
Andrés:
Hablando de cosas raras
¿No sientes como si algo fuera a pasar?
Juan:
¿Cómo qué?
Andrés:
No sé… Algo importante
Juan:
Olvida eso y busquemos las ovejas
Antes de que se nos haga de noche.
(Empieza Juan a caminar como para salir del escenario, pero se detiene y se queda como
paralizado, cae de rodillas, Andrés se acerca corriendo hacia él)
Andrés:
¡Juan! ¡Juan! ¿Qué sucede?
Juan:
¡Mira hacia allá! (Señala con su brazo a lo lejos)
Andrés:
¡Cielo santo!
(Cae de rodillas asustado)
(Entra Miguel Arcángel con dos ángeles)
Los ángeles:
¡Gloria a Dios en el cielo y en la tierra
Paz a los hombres de bien!
Juan. (Asustado)
¿Quienes son ustedes?
Miguel Arcángel:
No tengan miedo pastores
Que hemos venido a darles una gran nueva
Sepan pastores que esta por nacer
El Mesías en Belén
Y que ustedes han sido escogidos
Con sus compañeros
Para ser los primeros
En adorarlo
Juan y Andrés:
¡Si! ¡Iremos a Belén y lo adoraremos!
Miguel Arcángel:
Vayan, pastores y no pierdan tiempo
(Andrés y Juan se quieren ir, pero Miguel Arcángel los detiene)
Miguel Arcángel:
Pero antes déjenme advertirles algo,
Satanás, el enemigo de Dios, desea
La perdición de los hombres
Y hará todo lo posible
Para evitar que vayan y adoren al niño,
Así que estén alerta pues él
No perderá ninguna oportunidad para hacerlos retroceder
Pero si ustedes permanecen firmes
Y no le hacen caso, lo vencerán
Vayan y que Dios los bendiga
(Vanse Miguel y los ángeles)
Juan:
¡Andrés! ¡Andrés! ¡Llama a los demás!
¡Nos vamos a Belén!
Andrés:
¿Ahora?
Juan:
¡Por supuesto que ahora!
¡No podemos perder ni un momento!
Andrés:
¿Y las ovejas?
Juan:
¡No te preocupes por ellas! ¡Vámonos!
(Vanse.) Telón.
Escena III
(El enemigo de Dios, San Miguel Arcángel)
(El enemigo de Dios pasea de un lado a otro, se detiene y se voltea hacia el público, viste
como los ángeles salvo que su traje es negro)
El enemigo de Dios:
¡Muy triste día es este!
Todo lo que soy,
Lo he dedicado a una sola cosa:
¡La perdición de los hombres!
Les hice creer que Dios no existía
Los hice vanidosos,
Logré convencerlos de que lo
Único que importa son ellos mismos
Hice que se preocuparan del dinero
Más que de Dios
Logré que se olvidaran de Dios
Y que lo ofendieran todo el tiempo
Creí que Dios se enojaría con ellos
Y los condenaría
¡Pero no! ¡En vez de eso les envía a su propio Hijo!
Dándoles la oportunidad de arrepentirse
¡Pero no será así! ¡No!
¡No me rendiré hasta lograr lo que quiero!
(Entra el Arcángel Miguel)
Arcángel Miguel:
¿Quién te da derecho de hablar así contra
Dios y contra los hombres?
El enemigo de Dios:
Yo no tengo por qué responder de lo que diga
¡Pues soy más grande que el propio Dios!
Arcángel Miguel:
¡Quién como Dios!
(Pausa)
(Al enemigo de Dios)
No sabes lo que dices
Todas esas palabras son obra
De la amargura
Y mientras gritas eso, en el fondo
Sabes que estás derrotado
Porque Dios se ríe de ti
Porque Él es infinitamente grande y poderoso
Porque todo lo creó Él
Y tú mismo fuiste creado por Él
En vano gritas y te engañas
Pues la victoria será de Dios
El enemigo de Dios:
¡Basta! ¡Basta!
Quizá Dios es poderoso, pero el hombre
Es débil y yo lo usaré para vencer a Dios
Miguel Arcángel:
Pero recuerda que yo estaré
Siempre cerca para impedir
Tus maldades
(Vase.)
El enemigo de Dios:
Ya verás, ya verás como venzo yo
Y como logro que el hombre se condene
A sí mismo.
(Vase.) Telón. Fin del primer acto.
ACTO II
Escena I
(Juan, Andrés, Don Furioso, Doña soberbia, Isabel la vanidosa, Don fiestas y el enemigo
de Dios.)
Doña soberbia
¿Nos falta mucho pa´ llegar?
Juan:
Creo que todavía nos falta un poquito. Usté no se desespere Doña soberbia.
Isabel:
¿Podemos detenernos a descansar un poco?
Juan:
Está bien Isabel.
(Se sientan)
Doña soberbia:
¡Uf! ¡Hasta que nos sentamos!
Isabel:
¡Ya era hora!
Además que me hace daño estar expuesta al sol tanto tiempo.
Don furioso:
Yo, la verdad, sigo pensando que es completamente absurdo todo este viajecito
Juan:
Puede parecer ridículo, pero créame Don furioso que esto de veras que vale la pena.
Andrés:
La verdad que sí.
Don furioso:
¡Pero yo tengo muchas cosas importantes que hacer!
Andrés:
No hay nada más importante que adorar a Dios, créame Don furioso.
Don fiestas:
Bueno, ¿y cuándo comeremos?
Eso sí que es importante
Juan:
Bueno, Don fiestas, voy a ver si encuentro algo de comer.
Don furioso:
¿Qué? ¿No te trajiste nada de comer? ¿Cómo te atreves?
Juan:
¡Don furioso!
Don furioso:
Nos traes aquí en busca de un reyecito cualquiera, nos haces caminar un montón ¡y luego
no traes de comer!
Andrés:
¡Cálmese Don furioso!
Don furioso:
¡Cierra tú el pico!
Andrés:
A mí nadie me habla así Don furioso.
Don furioso:
¿A si? ¡Pues ya verás!
(Andrés y Don Furioso intentan abalanzarse sobre el otro, Juan trata de separarlos)
Juan:
Don furioso, Andrés
¡Por favor cálmense!
Don furioso:
¡Ya le enseñaré yo a ese necio!
(Entra el enemigo de Dios y los separa)
El enemigo de Dios:
Señores, ¿Qué están haciendo?
¿Por qué se golpean? ¿No saben acaso que la ira es mala consejera?
Don furioso:
¿Quién es usted?
El enemigo de Dios:
Un pastorcito
Que va de un lado por otro, ayudando
A los demás ¿Me quieren decir qué está pasando aquí?
Don furioso:
Es que éste tipo (señala a Andrés) me insultó por tener hambre.
Andrés:
¿Yo? ¡Si usted fue quien me insultó!
El enemigo de Dios:
Bueno, si el problema es la comida, aquí tengo yo mucha y les comparto, (les da unos
tacos)
Don furioso:
¡Gracias señor!
Don fiestas:
¡Están riquísimos!
Juan:
Usted, si que es una buena persona ¿Por qué no nos acompaña?
El enemigo de Dios:
¿A dónde van?
Andrés:
A Belén.
El enemigo de Dios:
¡Qué coincidencia! ¡Yo también voy a Belén!
Juan:
Pues véngase con nosotros.
El enemigo de Dios:
Pues vámonos.
(vanse)
Telón
Escena II
(Juan, Andrés, Don furioso, Doña soberbia, Isabel, don fiestas, El enemigo de Dios,
Miguel Arcángel, y la estrella)
(Entra el enemigo de Dios con doña soberbia e Isabel)
El enemigo de Dios:
¿Entonces ustedes van a Belén en busca de un niño que disque es el Mesías? ¡Eso es
absurdo!
Doña soberbia:
¿Por qué?
El enemigo de Dios:
Si Dios enviara a alguien para salvarnos sería una persona muy rica y poderosa ¿no?
Doña soberbia:
¡Cierto!
El enemigo de Dios:
Y ese escuincle seguro que es un niño como cualquier otro. Además ¿Pa´ qué Dios nos
enviaría un salvador?
Nosotros estamos muy bien.
Isabel:
Cierto
El enemigo de Dios:
¡Me extraña que ustedes se hayan dejado engañar! ¡Ustedes que son tan guapas y listas!
Doña soberbia:
Y usted que es tan bueno y sabio ¿Qué nos recomienda hacer?
El enemigo de Dios:
Ustedes nomás hagan lo que yo les iré diciendo al oído ¿De acuerdo?
Doña soberbia e Isabel:
De acuerdo.
El enemigo de Dios:
Ahora, permítanme un momento en lo que yo hablo con Don fiestas.
(Doña soberbia e Isabel se hacen a un lado, el enemigo de Dios llama a Don fiestas)
El enemigo de Dios:
¡Don fiestas!
(Entra Don fiestas)
Don fiestas:
¿Quién me busca?
El enemigo de Dios:
Venga un momento Don fiestas, ¿Es cierto que van en busca del Mesías, el salvador del
mundo?
Don fiestas:
Claro.
El enemigo de Dios:
Oiga, pero esto hay que celebrarlo ¿ya preparó la cena para celebrar?
Don fiestas:
¡La cena! ¡Se me había olvidado!
El enemigo de Dios:
¡Cómo! ¿y que pasó con el pavo de Navidad? ¿y los romeritos? ¡No me vaya a decir que
se le olvidaron también los regalos!
Don fiestas: (preocupado)
¡Ay no! ¡También se me olvidaron!
El enemigo de Dios:
¡No puede ser! ¡Si los regalos es más importante de toda la fiesta!
Don fiestas:
Pero yo… ¿Qué puedo hacer?
El enemigo de Dios:
No hay de otra, tiene que ir a hacer la cena y a comprar los regalos.
Don fiestas:
¡Pero tengo que ir a Belén!
El enemigo de Dios:
Los regalos y la cena son lo más importante ¡De veras! Después puede ir a Belén, pero lo
importante ahorita es la cena y los regalos.
Don fiestas:
Tiene razón ¡Me voy volando a prepararlo todo!
(Entra Juan, Andrés y don furioso)
Juan:
¿A preparar qué, don fiestas?
Don fiestas:
¿Cómo que qué? ¡La fiesta con regalos, cena y todo!
Juan:
¿Qué fiesta?
Don fiestas:
La del Mesías que va a nacer.
Juan:
La fiesta es lo de menos, ¡Lo importante es ir a Belén!
Don fiestas:
Claro que no, debo ir a preparar la fiesta.
Juan:
Allá usted, los demás nos vamos a Belén.
(El enemigo de Dios le dice algo al oído a doña soberbia, ésta se acerca a los demás)
Doña soberbia:
Yo no voy.
(El enemigo de Dios le dice algo a Isabel, ésta se acerca)
Isabel:
Yo tampoco.
Don furioso:
¿Cómo que no van?
Doña soberbia: (a quien el enemigo de Dios le sigue susurrando)
Y ya estoy harta de obedecer a un tonto como tú.
Don furioso:
¿Cómo dijiste?
Isabel (lo mismo que doña soberbia)
Yo estoy de acuerdo con ella y tú eres un tonto
Don furioso:
¡Cómo se atreven! ¡Ya verán!
Doña soberbia (irónica)
¡Ay qué miedo!
(Desafiante) ¡A ver hazme algo!
El enemigo de Dios:
¿Va a dejar usted que su esposa le hable así?
Don furioso:
¡Claro que no!
Doña soberbia:
¡A ver hazme algo!
El enemigo de Dios:
¡Péguele Don furioso! ¡No se deje! ¡No se deje!
Don furioso:
¡Vas a ver! (levanta la mano para pegarle a doña soberbia)
Juan y Andrés:
¡No don furioso! ¡Deténgase!
El enemigo de Dios:
¡No se deje don furioso! ¡Péguele!
(Don furioso está a punto de pegarle a doña soberbia cuando entra el Arcángel Miguel)
Arcángel Miguel:
¡Alto todos!
Los pastores: (asustados)
¡Cielo santo!
Arcángel Miguel:
¡Alto he dicho!
(el enemigo de Dios retrocede jalándose desesperado los cabellos)
Arcángel Miguel:
¿Qué es lo que hacen pastores?
¿No les advertí que fueran cuidadosos?
¿Cómo es entonces que están furiosos?
¿Cómo es que le hacen caso a Satanás?
Porque ése que está ahí no es otro más que el demonio.
Juan:
¡El demonio! ¡Ahora lo comprendo todo! ¡Él ha causado todo esto!
Arcángel Miguel:
Sí, él ha sido
pero ustedes son los que le hicieron caso y olvidaron al que pronto habrá nacido
¡Arrepiéntanse y pídanse perdón entre ustedes!
(Pausa, todos se quedan mirando al piso como reflexionando)
Don furioso: (a Doña soberbia e Isabel)
Lamento haberme enojado lo siento mucho.
Doña soberbia e Isabel:
La culpa fue nuestra por dejarnos llevar por Satanás, lo sentimos mucho.
Arcángel Miguel:
Y usted Don fiestas entienda que lo importante no es la fiesta sino adorar al Mesías.
Don fiestas:
Cierto, me había equivocado.
La estrella:
Pastores, pastores
Vean que ya ha nacido
El Mesías, El Salvador
¡Vayan y adórenlo!
¡Vayan y adórenlo!
Juan:
¡Sí! ¡Vamos a Belén!
(vanse)
El enemigo de Dios:
¡No! ¡No vayan! ¡No vayan!
San Miguel
¡Vete de aquí!
¡Y no vuelvas más!
¡Que Dios así lo quiere!
El enemigo de Dios:
Sí, he sido vencido ¡Pero seguiré luchando hasta el fin del mundo!
Y cada Navidad volveré a hacer que los humanos se peleen, hagan fiestas y se
preocupen nada más de su arreglo y sus regalos olvidando al Redentor.
(vase el enemigo de Dios)
Arcángel Miguel:
Sí, pero de cada persona dependerá el hacerte caso o no.
(Sale el Arcángel Miguel)
Telón.
Escena III (opcional)
(Don billetes, San José y la Virgen María)
(Don billetes en la posada, está ordenando sillas y mesas)
Don billetes:
Vaya, es maravilloso, hoy se llenó tanto la posada que ya no hay espacio pa´ nadie más.
Y eso me viene muy bien ¡Porque significa muchísimo dinero! ¡y yo amo el dinero! ¡Lo
adoro! ¡No hay nada como él!
(Tocan a la puerta)
Don billetes:
¡Ya no hay más cuartos!
San José (afuera):
¿Es usted Don billetes el posadero?
Don billetes:
Soy yo mismo, ¿pa´que soy bueno?
San José:
Por piedad, abrid posadero que mi esposa y yo estamos cansados.
Don billetes:
Ya le dije que no hay pá’ más gente.
San José:
¡Pero mi esposa está embarazada! ¡Por favor ábranos!
Don billetes:
Bueno, si traen dinero quizá les encuentre algún lugar.
San José:
No tenemos nada de dinero.
Don billetes:
¡Entonces quédense afuera!
(Continúan tocando)
Don billetes:
¡Bueno! ¡Está bien! ¡Les voy a abrir!
(les abre, entran San José y la Virgen María)
Don billetes: (cae de rodillas)
¿Qué me pasa? ¿Quiénes son ustedes?
San José:
Yo soy José y ésta es María quien es mi esposa, ella va a ser madre del Mesías.
Don billetes:
¡Del Mesías!
San José:
Sí, del Mesías, que salvará al mundo. Necesitamos un lugar para descansar. ¿Nos
podrías dar uno?
Don billetes:
El establo es lo único que me queda.
San José:
Gracias buen posadero, Dios te lo pagará.
Don billetes:
¿Puedo ir con ustedes?
San José:
Claro.
Telón
Última escena
(La virgen María con el Niño, San José, los pastores, los reyes magos, don billetes, las
ovejas)
(la Virgen María con el Niño Jesús, San José y don billetes, entran los reyes Magos)
Melchor:
¡Por fin! ¡Hemos llegado!
Baltasar:
¡Miren, ahí está el Niño!
Gaspar:
¡Vamos a adorarle!
(se acercan los reyes magos y se hincan)
Melchor:
Rey de reyes
Nosotros Melchor, Gaspar y Baltasar
Venimos a adorarte y a alabarte
Te traemos diferentes regalos
Que esperemos que te agraden.
Yo traje la mirra.
Gaspar:
Yo incienso
Baltasar:
Y yo oro.
San José:
Gracias reyes, Dios os lo pagará.
(vanse los reyes magos)
(Entran los pastores)
Juan:
¡Andrés! ¡Llegamos!
¡Lo logramos!
Andrés:
¡Miren! ¡Qué lindo es el Niño!
(Entran las ovejas balando)
Andrés:
¡Mira Juan! ¡Las ovejas! ¡Nos siguieron!
Don furioso:
¡Es un milagro!
Don fiestas:
¡Es increíble!
Doña soberbia:
¡Démosle gracias al Niño Dios!
(Se acercan todos al Niño Dios y se hincan)
Juan:
Rey de reyes, Salvador del mundo
Te venimos a alabar y a suplicar
Para que cada día seamos buenos y amemos a Dios.
( se vuelve al público)
Y ustedes no se hagan sordos al mensaje
Y recuerden que lo más importante de la Navidad
No es la cena, ni los regalos, ni convivir en familia,
que aunque son cosas buenas
no es lo principal, sino adorar al Niño Dios.
Telón