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¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
Marcos 11:9
Jesucristo está haciendo Su entrada triunfal a Jerusalén. Es domingo. Y es más que domingo:
¡Es EL DÍA DEL REY!
Su ingreso a la ciudad es intensamente apoteósico. Sus discípulos y la multitud seguidora hacen
para Él una corte impresionante, tendiendo sus mantos en el camino, para que pase Jesús
sentado sobre un pollino de asna. Las profecías del Salmo 118 están saltando de gozo en su
cumplimiento, y se oye la voz resuelta de los que declaraban: “¡Hosanna! ¡Baruch ha ba
B'Shem Adonai!”
El espíritu es altamente mesiánico, y esas palabras estaban reservadas por la Escritura para la
aparición del Ungido de Jehová. La ciudad se conmociona y vive una gran fiesta; aun los
muchachos ovacionan al Mesías, y a los fariseos se les pudren las entrañas de enfado. Es que
ellos no pueden digerir que el Mesías hiciese su aparición sin que los reconociera y sin que
ellos lo aprobaran, y conminan al Señor a que acabe con eso: “¡Maestro, reprende a tus
discípulos!”, Le dicen (Lucas 19:39), juzgando que aquello es una blasfemia, porque
desconocían a Jesús como el Mesías.
Pero no hay manera de detener el cumplimiento de lo que Dios ha establecido, y ha llegado
su momento: ¡El REY ingresa triunfal a la ciudad de David! ¡El Mesías esperado ha llegado!
Ese es el sentir que debe avivar nuestro corazón en este día. Los que tenemos al Mesías en
nuestro corazón, los que somos Sus seguidores que no Le abandonaremos, también debemos
unirnos a la voz de ese día: “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!” El Padre
ha enviado a Su Hijo, “el Rey de los judíos”, como lo llamaron los magos de oriente en Su
nacimiento; “el Verbo de Dios” y “la Estrella Resplandeciente de la Mañana”, como lo
escribiera el apóstol Juan; y también “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”,
como lo declarara el Bautista señalando Su destino de cruz.
El inicio y el fin de la conmemoración de la semana de la pasión de Cristo declaran la solemne
verdad que, aunque sería ensombrecida en los días intermedios, es la que prevalece: ¡El REY
está aquí, y ha venido en nombre de DIOS a buscar y salvar lo que se había perdido! Su
Pueblo también está aquí, y Le proclama: ¡Hosanna! ¡Baruch ha ba B'Shem Adonai!
Neyo Pin Rodríguez