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PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO DE AP EN EL AULA DE ED. INFANTIL AP EN LAS EMOCIONES – SESIÓN 3 ¿CÓMO RESPIRAS? Este ejercicio posibilita la toma de conciencia de cómo respiran en diferentes situaciones emocionales y ayuda a desarrollar memorias respiratorias de calma. Nos ponemos de pie e invitamos a los niños a que respiren como lo harían en las siguientes situaciones: cuando un niño te quita un juguete (ira), cuando estás esperando para salir a jugar a la calle (ansiedad), cuando un amigo te dice que ya no se junta contigo (tristeza), cuando un niño te dice que te va a pegar (miedo), cuando te traen un regalo (sorpresa), cuando te comes tu postre favorito (alegría). Para terminar les invitamos a sacudir un poco el cuerpo para “quitarse esas respiraciones del cuerpo” ahora y terminan con otro ejercicio que les ayude a traer la respiración de la calma (puede ser el ejercicio de “vuelvo a mi centro” o la “respiración con mudra”). El profesor puede exagerar al principio el tipo de respiración para que los niños entiendan el ejercicio. RESPIRACIÓN CON MUDRA Sentados con la espalda recta y los ojos cerrados, une pulgar con pulgar, índice con índice, corazón con corazón, anular con anular y meñique con meñique… ¿Cómo está tu respiración ahora?… siente cómo se hincha la barriga y el pecho cuando coges aire y cómo se deshincha cuando lo sueltas, como si fuera un globo… Ahora respira muy leeento… y deja que tu barriguita y tu pecho se hinchen hasta el tope y luego suelta el ire despaciiiiito... Se puede comenzar haciendo tres respiraciones e ir incorporando más a medida que se familiarizan con la práctica. LLUVIA DE LUZ La luz representa simbólicamente las virtudes que todos poseemos: la bondad y la belleza. En este ejercicio se invita a dar la propia luz, lo mejor de mí mismo, al otro. Consideramos que la manifestación de las virtudes bondadosas, la generosidad es sólo posible cuando somos capaces de atravesar el miedo. Los participantes permanecen de pie, uno en frente del otro. El que va a recibir la lluvia permanece quieto en posición de recibir un regalo, con los ojos cerrados, mientras el 1 compañero eleva los brazos sobre su cabeza y lentamente, los va bajando en actitud de transmitir su propia luz. Con un contacto suave va deslizando las manos sobre el compañero, bajando desde la cabeza hacia los pies, llegando a tocar los pies. Después desde los hombros hasta las manos de nuevo, sin llegar a apretarlas o agarrarlas. Después se queda frente a él y lo observa durante unos instantes. Después se agradecen con un abrazo y cambian de roles. Músicas sugeridas: Claro de Luna (versión orquestada de la Suite de Bergamasque para piano), Consolation nº 3 en re bemol mayor (Franz Liszt) VISUALIZACIONES Para esta quincena adjuntamos una visualización que pueden hacer tumbados en el suelo o sentados. Les invitamos a que cierren los ojos, podemos poner una música suave y afectiva (si buscáis en google música relajante aparecen algunas) y bajar la luz de la sala para crear una atmósfera que les ayude a entrar en su espacio interior. Se aconseja introducirlas con un pequeño recorrido corporal en el que tensan y luego “dejan caer” o relajan las diferentes zonas (manos, brazos, piernas, barriga, cara y todo el cuerpo). Este recorrido se realiza con lentitud y con voz suave. Esta visualización favorece el desarrollo de la empatía y la amabilidad hacia los otros y hacia uno mismo. Se puede realizar con niños de 4 o 5 años, el momento aconsejado es a la vuelta del patio. LA BOLA DE LUZ Llevamos ahora las manos al centro de nuestro pecho, al corazón, esa parte de nuestro cuerpo que guarda todo nuestro amor, nuestra suavidad, nuestro cariño… Imaginamos que de nuestro corazón sale una burbuja llena de una luz verde suave, esa luz es todo tu cariño y amor, el amor hacia nuestros padres, amigos, profesora… Dejamos que esa burbuja se vaya haciendo más y más grande con cada respiración, imaginamos como con cada se hace más brillante y más y más grande… La burbuja es ahora tan grande que todo nuestro cuerpo está dentro de ella, bañándose con su luz amorosa que nos llena de una sensación muy agradable, muy suave… como cosquillitas… sentimos que nos llenamos de polvitos mágicos de luz verde suave… Imaginamos que podemos agrandar más esta esfera y podemos meter en ella a todos los seres a los que queremos, quizá nuestros padres… hermanos… abuelos o tíos, amigos, vecinos… a todas las personas que queremos y a las que les deseamos que estén muy bien… Para terminar nos estiramos… y cerramos con el ejercicio “manos que curan” (frotar las manos creando calor y acercarlas a los ojos, nos quedamos unos instantes ahí, descansando) 2