Download 21 de Enero: Biocombustibles, ¿el fin del uso del
Document related concepts
Transcript
Biocombustibles: ¿el fin del uso del petróleo?. Primera parte. Hugo Robles, Ana Leonor Rivera y Víctor M. Castaño. Desde mediados del siglo XIX el desarrollo de la Humanidad se ha basado en la extracción del petróleo, en su refinamiento y transformación en combustibles e infinidad de derivados que han hecho la vida humana más cómoda y placentera. En el último siglo, la humanidad ha quemado indiscriminadamente el petróleo, el recurso energético natural que la naturaleza tardo en producir miles de años. Varios estudios internacionales han llegado a la conclusión de que la producción mundial de petróleo alcanzo su máximo en el 2008 y que probablemente empezará a declinar a mediados de esta década. Esto no significa que el petróleo se acabe mañana, sino que tendremos cada vez menos y más caro, por lo que es necesario pensar en fuentes alternativas para garantizar la seguridad energética y el progreso de los países industrializados. El sistema económico global desarrollado en el último cuarto de siglo se basa en la energía barata disponible y cada vez más creciente. En un futuro cercano los recursos comenzarán a agotarse y las políticas ambientales y energéticas a establecerse a nivel mundial en los próximos años determinarán si podemos transitar hacia un sistema más sustentable o hacia un mundo de guerras por los recursos remanentes. Una alternativa ante el declive de la producción biocombustibles. de petróleo Por ha sido desgracia, la producción actualmente de los biocombustibles compiten directamente con la producción de alimentos. Como ejemplo basta citar el caso del bioetanol que es generado a partir del maíz, y del biodiesel que puede ser extraído de la soya o de la semilla de girasol. En este sentido es importante conocer los pros y contras de la producción de biocombustibles para su utilización en los procesos del desarrollo energético mundial, y las consecuencias que estos procesos traen en la alimentación global. A pesar de que existen nuevas tecnologías y productos para la sustitución del petróleo, éste sigue siendo el motor esencial en la economía mundial. Hoy por hoy, la gran mayoría de las cosas que nos rodean están hechas a partir de derivados del petróleo. Además de utilizarlo como combustible y carburante en nuestra moción, generación de electricidad y calefacción, constituye la principal materia prima con la que se fabrican artículos tan habituales como ropa, calzado, alfombras, cortinas para baño, bolsas de basura, fósforos, mangueras, chalecos salvavidas, tiendas de campaña, raquetas de tenis, juguetes, bolígrafos, pegamento, aislantes, cables, muebles (aglomerados), papel (libros, revistas,…), detergentes, ceras, etc. Por otra parte, el gas y petróleo son fundamentales en las industrias de la construcción (carreteras, pavimentos, pinturas…), y de alimentos (en forma de colorantes y conservadores), en la producción agrícola industrializada (fertilizantes y pesticidas), por sólo mencionar algunas. Es decir, el petróleo no sólo se usa como combustible, sino en la producción de varios químicos y derivados de los cuales, desafortunadamente, hemos creado una gran dependencia existencial, los cuales actualmente son difíciles de producir con compuestos de otra fuente que no sea el petróleo. Los autores de este artículo son Hugo Robles, la Dra. Ana Leonor Rivera y Víctor Castaño. Cualquier comentario sobre este artículo favor de dirigirlo a Víctor M. Castaño, al teléfono/fax (442)1926129, correo electrónico [email protected] www.victorcastano.net y página web
Related documents