Download Tesoros Está tu corazón dispuesto a conocer a Jehová

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
¿Está tu corazón dispuesto a conocer a Jehová?
Esta es un pregunta que todos deberíamos de hacernos continuamente, y esto es así por
que como sabemos, nuestro corazón encierra lo que nosotros somos, por lo tanto, cuando
Jehová examina nuestro corazón él sabe exactamente lo que este encierra. Por medio de
este, él puede conocer nuestros sentimientos, inclinaciones y lo que escondemos. Jehová
puede saber si nuestro corazón está enfermo espiritualmente como lo estaba el de los
habitantes de Judá.
En una ocasión Jehová utilizo los higos para comparar a los Israelitas, pero no lo hizo para
que supiéramos lo bueno que estos eran o sus propiedades nutritivas. Más bien lo hizo para
ayudarnos a entender lo relacionado, a lo que el corazón de ellos enceraba.
Veamos lo que Jehová le dijo a aquellos Israelitas
Jeremías 24:1-3
Si me acompañan a su guía de actividades ahí podemos ver exactamente como se lo ilustro
Jehová a Jeremías, ahí están las dos cestas, una con higos muy buenos y agradables con
buen sabor y la otra con los que no servían para nada, solo para ser desechados. Jehová
los comparó a personas y así como había higos agradables también había personas
agradables a vista de Jehová, de la misma forma se comparan los higos malos con
personas desagradable a la vista de Jehová.
¿Qué representan los higos buenos?
Jeremías 24:4-7
Los higos buenos representaban a quienes tenían un corazón dócil y obediente, como los
de algunos Judíos que pronto regresarían para reconstruir Jerusalén y su templo. Y eso fue
lo que sucedió, De lo que dijo Jehová en este pasaje podria desprenderse que vendrían
tiempos mejores, que la nación de Judá no sería totalmente aniquilada.
Pero ¿qué ocurre con la cesta de higos malos de la visión de Jeremías?
Jeremías, 24:8-10
¿A quiénes representaron los higos malos de la visión de Jeremías, y qué les
ocurriría?
Los higos malos representaban a aquellos judíos quienes tenían un corazón rebelde y
desobediente. Como el Rey Sedequías y a otras personas parecida a él que sufrirían a
manos del rey Nabucodonosor y sus ejércitos.
Sin duda alguna, en nuestros días hay una cesta de higos malos en la Tierra. Jehová dice
que estos ‘no pueden comerse de malos que son’. Las palabras que Jehová transmitió
mediante Jeremías siguen resonando en nuestros días: ‘¡Ellos se acabarán!’.
La cólera de Jehová contra la cristiandad será irremediable.
Como hemos visto hermanos esta ilustración de las dos canastas de higos tiene que ver con
el corazón, pues significaba vida o muerte.
Los Israelitas tenían estar dispuestos a conocer a Jehová, tenían que re evaluar lo que
había en su corazón, lo mismo ocurre en nuestros días Hermanos.
Repasemos lo que dice el versículo, 7 de Jeremías 24
7 7dice, “Y de veras les daré un corazón para que me conozcan, que yo soy Jehová; y
tendrán que llegar a ser mi pueblo, y yo mismo llegaré a ser su Dios”
¡Dios quiere darnos un corazón dispuesto para que lo conozcamos!
Pero, ¿Qué podemos hacer para tener un corazón dispuesto a conocer a Jehová?
Aquí el corazón se relaciona con nuestra inclinación.
Tenemos que tener la disposición correcta para conocer a Jehová y dar todos los pasos que
sean necesarios de manera que podamos ser contados como parte de su pueblo.
Por ejemplo: Tenemos que estudiar, analizar, aplicar y obedecer los mandatos bíblicos. De
igual forma debemos mostrar total arrepentimiento por nuestros actos y una vez hagamos
esto queremos dedicar nuestra vida a Jehová haciendo publico nuestro compromiso de
dedicación por medio del bautismo.
Sin importar cuántos de esos pasos hayamos dado, todos necesitamos seguir vigilando
nuestra actitud y conducta.
Debemos recordar que estamos muy cerca del fin de este sistema de cosas, entonces como
queremos ser:
¿Cómo los higos buenos, o como los higos podridos?
Sin duda deseamos ser personas agradables a Jehová, teniendo un corazón dispuesto a
conocerlo, ¿Cuáles son algunas cosas que podemos hacer para que esté listo?
Pregúntese:
¿Tengo un estudio concienzudo de la biblia?
¿Estoy al día en la lectura de las publicaciones de la organización?
¿Estoy apoyando al mayor grado posible los arreglos de la predicación?
¿Participo de las reuniones, asambleas y demás actividades teocráticas?
¿Recibo de buena gana los consejos y ayuda de parte del cuerpo de ancianos?
¿Le demuestro mi amor fraternal a mis hermanos de la congregación, visitando a los
enfermos y haciéndome disponible para aquellos que necesitan ayuda?
No hay duda que si analizamos y contestamos estas preguntas de manera afirmativa,
podremos decir,
Que tenemos el corazón dispuesto a conocer a Jehová.