Download Realidad del trasplante de órganos en Chile

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Trasplante y
Procuramiento
de órganos,
realidad en
Chile
Integrantes:
Cristian Peralta, Matías Pérez,
Roberto Peña, Francisco Pujol,
Javier Rebolledo, María Paz Rio
seco, Mauro Rivera, Catalina
Ríos.
Tutor:
Celia Moreno
Mayo - 2010
Ética Médica II
Universidad Católica del Norte
Introducción
La representación de divinidades en las culturas clásicas, elevaron las capacidades humanas al
mezclar nuestras características con la esencia de otros animales, como los egipcios, u otras
fuerzas naturales como lo realizaron los griegos o los romanos. En este punto de la historia es
donde, por finalidades muy diferentes a las actuales, se conoce la mezcla física de dos seres para
representar deidades con poderes infinitamente mayores a los humanos, ayudando el trasplante a
aumentar la fama de estos seres mitológicos. Pero, a medida que la historia universal siguió su
curso, las creencias religiosas y el desarrollo de los conceptos médicos introdujeron un mayor
significado a la palabra trasplante. Ya en el siglo XIII, Santiago de Voránige, en su novela “La
leyenda dorada”, relata la manera en que San Cosme y San Damián, realizaron un milagro
reemplazando la pierna cancerosa de un paciente católico por la pierna de un etíope que ya se
encontraba fallecido, presentándose como la primera descripción de la trasplantología en la
literatura con características médicas similares a las actuales.
Con el paso de muchos siglos y una mayor profundización en las ciencias, se comenzó el desarrollo
de técnicas apropiadas para lograr trasplantes de miembros, como también de órganos. Ya ha
comienzos del siglo XX, los drs. A. Carrel y C. Guthrie, perfeccionaron técnicas que les permitieron
el trasplante viable de riñones en animales caninos, experimentos que significaron un salto en el
conocimiento trasplantológico. Salto que culmina su paso a la viabilidad en humanos el año 1954,
cuando el Dr. David Hume logra el primer trasplante exitoso de riñones en mellizos. Luego, para
diciembre del año 1967, el Dr. Christian Bernard, realiza el primer trasplante de corazón en
humanos en The Groote Schuur Hospital (Cape Town, Sudáfrica), catapultando definitivamente al
trasplante de órganos como una revolución terapéutica en la medicina.
Mientras que en Chile, la historia de la trasplantación no supera mayormente los 50 años, destaca
hitos muy cercanos a la contingencia internacional: Drs. Vargas Delanunoy en el 1967, el primer
trasplante de riñón; Dr. Jorge Kaplán en 1968, el primer trasplante de corazón; Dr. Juan Hepp
Kuschel en 1985, el primer trasplante de hígado y el Dr. Cristián Pizarro en 1999, realiza el primer
trasplante de pulmón en la historia del país.
Pero, ¿es sólo el desarrollo de la técnica la que importa cuando se habla de trasplante?.
Ciertamente, no. En procesos e intervenciones tan riesgosas como las necesarias para estos
métodos terapéuticos, la ética ha jugado un papel de relevancia fundamental, tanto en la
evolución de la técnica necesaria, como en la reglamentación legal y las características sociales
que este tema involucra.
La bioética del trasplante ya ha superado etapas, la experimental (1950-1975) y la de
consolidación (1975-1983), encontrándose hace más de 20 años en la etapa terapéutica en cuanto
a los dilemas éticos que la trasplantación presenta. Dentro de los cuales: el diagnóstico de muerte;
la obtención de órganos y tejidos; y la utilización de recursos escasos, son según nuestra realidad
los conflictos que tratan de ser resueltos en esta etapa según nuestro contexto histórico.
Materiales y Métodos
La búsqueda bibliográfica comienza utilizando como parámetro el modelo español
considerado el más efectivo, su literatura sobre la bioética del trasplante se basa en el
historiador de la medicina Diego Gracia. La bibliografía comienza a focalizarse en
contextos más locales con una mirada latinoamericana en busca de lo descrito en
naciones pares, luego comenzamos nuestra orientación al estudio de lo acontecido en
Chile. Primeramente, las normativas legales vigentes, ley n° 19.451, buscamos conocer las
funciones de distintos organismos en Chile en cuanto al procuramiento y trasplante de
órganos, por ejemplo, la experiencia del Centro de trasplante de la Clínica Las Condes, y la
realidad regional, a través del Hospital San Pablo de Coquimbo. Para recopilar la
información necesaria en la última institución señalada, se realizaron entrevistas a la ex
Coordinadora del Procuramiento de Órganos, como también a profesionales que han
participado de este grupo del mismo hospital.
Finalmente, con la motivación de conocer la apreciación de la comunidad se realizó una
encuesta durante el mes de abril a los pacientes de los Servicios de Medicina de los
hospitales de La Serena y de Coquimbo, además de personas extra hospitalarias sin alguna
particularidad o connotación común entre ellas. La pauta se compuso por 2 preguntas,
cada una con 2 alternativas. Los encuestadores se prepararon previamente, para manejar
íntegramente los conceptos desarrollados en la encuesta. Se consultó a personas que
voluntariamente accedieron a participar del estudio, esto se hizo mediante la lectura de
las preguntas y alternativas por parte del investigador, explicando los conceptos cuando
fuese necesario, y luego el encuestado manifestaba su opción.
Desarrollo
Un trasplante es una cirugía sustitutiva mediante la cual se injerta en un organismo receptor un
tejido o un órgano extraído de un donante, esperando realice en su nueva localización la misma
función que realizaba previamente. Se distingue entre un trasplante autoplástico o autoinjerto
(cuando el donante y el receptor es la misma persona) y el heteroplástico o heteroinjerto (cuando
el donante es una persona distinta del receptor), teniendo el primero una utilización, actualmente,
muy frecuente y con excelentes resultados, no planteando su aplicación ningún tipo de problema
ético.
Un trasplante heteroplástico puede ser aloplástico (cuando el injerto se realiza entre especies
distintas, como el caso entre animal y ser humano) u homoplástico (cuando el receptor y el
donante pertenecen a la misma especie). A su vez, un trasplante homoplástico puede realizarse
entre donante vivo y receptor vivo, o entre donante muerto y receptor vivo.
Esto ocurre a nivel de órganos que pueden ser únicos (el corazón, el hígado) o dobles (los
riñones), y vitales (el corazón, el hígado) o no vitales (el riñón).
Históricamente, en los trasplantes aparecen problemas bioéticos agrupados en las diferentes
etapas por las que han pasado, estas son:
1.
Experimental (1950-1975): se plantean todos los problemas bioéticos de la
experimentación en humanos. Los criterios de Muerte Encefálica (ME) no estaban bien
establecidos y tampoco legislados, considerándose mutilación la obtención de órganos de
donantes vivos.
2.
Consolidación (1975-1983): se legisla acerca de la ME y sobre las condiciones que debe
cumplir el proceso de donación y trasplante, mejora la relación riesgo-beneficio y costo-beneficio,
pero se cuestiona la aplicación de fondos para los mismos.
3.
Terapéutica: aparece la ciclosporina
y con ella una efectiva inmunosupresión,
comenzando a ser el trasplante un tratamiento efectivo. Los dilemas bioéticos que se plantean
están relacionados mayormente con la escasez de recursos y órganos, los altos costos y la justa
elección de los receptores.
La manera en que el concepto de bioética se ha desarrollado junto al de trasplante, hace necesario
conocer otros factores implicados en la dinámica en que progresan estos términos, como lo son
por ejemplo, la normativa legal vigente en Chile, y, además, el conocimiento de algunas
instituciones que en el país trabajan en la trasplantología. Información necesaria para dilucidar la
razón de los principales cuestionamientos éticos presentes hoy en el proceso de procuramiento y
trasplante de órganos.
Normativa en Chile
En nuestro país la reglamentación para los temas de donación y trasplante se especifican en la
denominada “ley del trasplante”, ley n° 19.451. La cuál fue formulada el año 1983 por primera
vez, sufriendo modificaciones los años 1996 y, finalmente, una última en enero de 2010.
Además de sus normas generales, este documento cuenta con cuatro títulos los cuales se resumen
de la siguiente manera:
Disposiciones generales: se realizarán procesos de trasplantación sólo con fines terapéuticos en
lugares que acrediten su reglamentación según esta norma; la donación de algún injerto o tejido
es gratuito; cualquier acto o contrato que prometa la entrega de un injerto o tejido de una manera
dirigida o particular queda nulo y los gastos de extracción son propios del trasplante, los que son
imputables al o a los receptores.
De la extracción a donantes vivos: por lo menos 2 médicos deben acreditar la aptitud física y
mental del donante; se debe hacer efectivo el consentimiento informado y el donante puede
revocar su decisión sin sujeción a formalidad alguna.
De la extracción a personas en estado de muerte: la voluntad declarada ante notario o funcionario
del registro civil o médico del gabinete psicotécnico de la Municipalidad debe realizarse en
periodos de competencia del donante. En cuanto a los menores de edad sus responsables legales
tomarán la decisión en el momento pertinente.
La certificación de muerte se debe realizarse comprobando la abolición de las funciones
encefálicas: ningún movimiento voluntario o involuntario por 1 hora, test de apnea de 3 minutos y
ausencia de reflejos troncales.
De las sanciones: El que facilite o proporciones órganos con animo de lucro, recibirá una pena de
presidio menor en su grado mínimo o menor en su grado máximo.
Disposiciones varias: la importación o exportación de órganos sólo será autorizada por Ministerio
de Salud; el Instituto de Salud Pública será el encargado de llevar el registro nacional de receptores
de órganos; deberá conformarse una Comisión nacional de trasplante de órganos que debe ser
integrada por: Ministro de salud, Presidente del depto. De ética del colegio médico, Académico
designado por decanos de las facultades de medicina, Académico designado por decanos de las
facultades de economía, Representante de corporaciones relacionadas con el trasplante de
órganos, Representante de organizaciones que agrupan pacientes que requieren o han sido
trasplantados, Algún directivo del servicio de salud y un abogado.
Realidad del trasplante de órganos en Chile
Tanto en Chile como en el mundo, la principal dificultad para los trasplantes es la falta de
donantes, que se traduce en un crecimiento exponencial del tiempo y la mortalidad de los
pacientes en lista de espera.
Durante el año 2008 hubo un incremento considerable en el porcentaje de donantes no efectivos
que superó el 60%. (Fig 1)Durante los últimos 3 años se evidencio un descenso en el número neto
de donantes. (Fig 2) y en la tasa de donante por millón de habitantes registrándose la más baja en
los últimos 11 años.(fig3). Mientras que en la región de Coquimbo se ve un aumento en el numero
neto de donantes efectivos en comparación al año anterior. Siendo inferior al máximo logrado
durante el año 2004. (Fig. 4)
En Chile, la donación de órganos inicia a principios de los 80 al alero de la Asociación de
Dializados (ASODI), pero no es hasta 1990 en que se crea un institución privada sin fines de lucro
encargada de coordinar las etapas relacionadas con la donación de órganos y tejidos para
trasplantes denominada Corporación nacional del trasplante (CNTx). Al ser la CNTx una institución
privada no esta sustentada dentro del Ministerio de Salud, por lo tanto no cuenta con las
herramientas básicas para realizar una intervención concreta en esta área de la salud, que son la
capacidad de gestión y fiscalización del mismo sistema de salud.
Otra problemática que se puede observar en el proceso son los desafíos que se presentan
en las diferentes etapas de la donación de órganos, determinándose las 3 etapas más importantes
para incrementar en forma sustancial la donación de órganos:



Mejorar la detección de potenciales pacientes
Mantenimiento del potencial donante.
Disminución de la negativa familiar (marco legal)
La pérdida de donantes no efectivos en Chile el año 2008, por ejemplo, se sustenta en diferentes
factores: por un lado 57 donantes no efectivos por negativa familiar, 46 donantes por
contraindicación médica que representa un mejoramiento en la pesquisa precoz; la pérdida de 30
potenciales donantes efectivos por problemas de mantenimiento, más de 40 potenciales donantes
perdidos por problemas administrativos (falta de personal de pabellón, dificultades para el
diagnóstico de muerte encefálica, falta de EEG, etc.) (Fig.5)
La Corporación Nacional de Fomento del Trasplante en Chile calculó que hasta el año 2009, un 55
a 61% de los potenciales donantes no llegan a convertirse en donantes efectivos, de los que un
11% se pierde por un inadecuado manejo medico en el periodo que media entre la donación y la
extracción de los órganos donados en pabellón, estadística que se mantiene en otros países,
siendo el manejo inadecuado una de las causas mas importantes que motivan el que un donante
potencial se pierda.
De ahí la importancia de definir cuales son los problemas que enfrentamos actualmente
para incrementar el número de donantes y cuales serian las estrategias eficientes para disminuir la
brecha existente entre donantes, trasplantes y lista de espera.
Experiencia nacional
Centro de trasplante de Clínica Las Condes (CLC)
Un centro importante de referencia en nuestro país, es el centro de trasplantes de la
Clínica Las Condes (CLC), centro que ha aportado enormemente, en los últimos años, al
modelo de trasplante existente en Chile. Este centro se formó en 1994, con el objetivo de
aplicar las técnicas de los trasplantes de órganos sólidos a receptores con insuficiencia de
variados órganos abdominales y torácicos. Quince años después se pueden mostrar
resultados que considerados en su conjunto son inéditos en el país: 212 trasplantes
hepáticos, 179 trasplantes renales, 60 trasplantes de pulmón, 20 trasplantes cardiacos, 13
trasplantes combinados de páncreas y riñón, 2 de intestino y uno de islotes de páncreas.
Si bien los resultados clínicos son comparables a los de centros especializados de países
desarrollados, no es posible comparar este modelo privado de servicio con la realidad
nacional ni regional, ya que en el priman finalidades distintas a las políticas públicas, en las
cuales al disponer de otras características técnicas, además de contar con menos recursos
financieros hacen parecer sus resultados menos satisfactorios.
Realidad de funcionamiento en el Hospital San Pablo de Coquimbo
1
GSC 3-4
TAC cerebral
Edad hasta 65 años
Exámenes de sangre
2
a
3
b
1. Nivel extrahospitalario primario.
Todo paciente en estado crítico con alteración neurológica expresada en escala de Glasgow ≤
4, será trasladado por el SAMU desde sitio accidente o desde el SAPU en el que se encuentre,
manteniendo medidas de reanimación pertinentes hasta su ingreso a la unidad de emergencia del
Hospital Clínico San Pablo Coquimbo, donde será ingresado al box de reanimación y evaluado por
jefe de turno y Neurocirujano.
Una vez evaluado por ambos médicos, se confirmara si el paciente cumple con los siguientes
criterios para ser considerado potencial donante y dar aviso a coordinadora de procuramiento:
1. Glasgow 3-4
2. TAC cerebral, demostrando lesión que explica condición neurológica y siendo considerada fuera
de alcance neuroquirúrgico.
3. Edad hasta 65 años.
4. Exámenes de sangre según listado correspondiente.
El aviso deberá ser vía telefónica y la responsable será la enfermera de turno de la Unidad de
Emergencia Hospital (UEH) y/o neurocirujano de turno. La coordinadora deberá acudir ante
llamado y recabara los antecedentes necesarios para realizar la completa evaluación potencial
donante, así como también realizara el examen neurológico.
Siendo considerado potencial donante, y en común acuerdo con neurocirujano de turno, este
último tendrá la misión de solicitar cama a la Unidad de Paciente Crítico, de igual manera que se
solicita para todo paciente grave que requiere ingreso a esa unidad.
El residente de la Unidad de Paciente Critico (UPC) otorgara dicha cama siempre y cuando exista 1
cupo más disponible para otro ingreso o la posibilidad de egresar a un pacte si fuese necesario.
Debe existir claridad dentro de las unidades de apoyo respecto de la gestión de cama
considerando la conversión de las mismas si es necesario para mover pacientes desde el
intermedio para dar cabida al paciente proveniente de UPC.
De no existir un cupo adicional dentro de la unidad de paciente crítico se evaluara la posibilidad de
ingresarlo en UPC intermedio, siempre y cuando se cuente con la disponibilidad de ventilación
mecánica y monitorización invasiva.
De no existir estas posibilidades se dará como perdido al potencial donante registrando como
causa la falta de camas en UPC, dando por finalizado el proceso.
2. Nivel extrahospitalario secundario
Si se presentara un paciente en las condiciones indicadas en el punto anterior en los siguientes
hospitales:






Vicuña
Salamanca
Los Vilos
Illapel
Ovalle
La Serena
El médico de turno de cada hospital deberá dar aviso a neurocirujano residente de
UEH Coquimbo para la correspondiente derivación y evaluación del paciente para que autorice el
traslado a este centro para su evaluación.
Deberá ser trasladado por SAMU en las condiciones que correspondan, una vez ingresado a la
UEHC se aplicara la misma conducta anteriormente detallada.
3. Nivel intrahospitalario Secundario (Hospital de Coquimbo)
a) Si estando hospitalizado en Neurocirugía, o en el intermedio UPC un paciente presenta
Glasgow ≤ 4, será responsabilidad de la enfermera de turno de ese servicio dar aviso a
Neurocirujano para su evaluación y si cumple con los criterios establecidos en el caso 1 se
aplicara la misma conducta.
b) Si el paciente se encuentra hospitalizado en el intensivo UPC adulta y/o pediátrica y
presenta deterioro neurológico a Glasgow 3, habiendo sido considerado por neurocirujano
previa evaluación fuera de alcance Neuroquirúrgico (NQ), será responsabilidad del médico
de turno de esa unidad, dar aviso a coordinadora y al Neurocirujano para establecimiento
de diagnóstico de Muerte Encefálica (ME).
La coordinadora deberá acudir ante llamado y realizara las evaluaciones correspondientes
activando cadena de procuramiento.
Apreciación de los chilenos ante el proceso y el conocimiento de los trasplantes
Mediante una encuesta aplicada a 66 personas se obtuvieron los siguientes resultados:
1. ¿Sería usted donante de órganos?
50 de los encuestados que corresponde al
76 % del total contesto que le gustaría donar
sus órganos. Mientras que 16 personas, que
corresponden al 24 % del total, manifestaron
que no les gustaría donar sus órganos.(Fig 6).
2. ¿Donaría usted
integrante de su familia?
los
órganos
de
algún
50 de los consultados manifestaron que si lo harían,
correspondiendo al 76 % del total de entrevistados,
mientras que 16 de los encuestados, manifestaron su
negación a donar los órganos de sus familiares. (Fig.7)
Cabe destacar que 2 de los entrevistados que corresponde al 3% del total. Que manifestaron que
no donarían sus órganos, opto por si donar los de sus familiares, mientras que 2 de los
entrevistados que corresponde al 3% del total que manifestaron que si donarían sus órganos, no
donarían los de sus familiares.
Discusión
Es importante considerar que previo a cualquier planteamiento bioético, se deben dilucidar los
aspectos científicos y/o técnicos involucrados ya que una “mala ciencia” (en lo metodológico y lo
técnico) es una “ciencia mala” (en lo ético, lo moral) por el principio fundamental de la nomaleficencia.
En la actualidad, la gran mayoría de los trasplantes se realiza como un acto terapéutico, ya
validado por experimentación previa, por lo tanto, los problemas éticos pasan a ser
principalmente tres:
1) El diagnóstico de muerte encefálica: la gran mayoría de los órganos para trasplante se obtienen
desde cadáver. La definición consensuada por la gran mayoría de la sociedad, de la muerte
neurológica como “verdadera muerte” es el hito que ha permitido el desarrollo de la era de los
trasplantes. Por esa relación y el riesgo ineludible que supone ante la gran demanda de órganos
existente, el acto médico del diagnóstico de muerte debe ser motivo de preocupación ética
permanente de los médicos que lo realizan.
Desde la perspectiva filosófica, el problema es establecer qué es la vida y qué es la muerte. Siendo
la vida humana una vida animal dotada de razonamiento e integralidad de funciones, la muerte se
producirá cuando se pierdan total e irreversiblemente esas condiciones. Éste es el caso de la
muerte cerebral o encefálica. En este orden de ideas, los dos principales problemas éticos en este
sentido son: La certeza del diagnóstico clínico e instrumental y la validez del criterio neurológico
de muerte para todas las personas.
La ley chilena pide necesariamente que se cumplan los siguientes criterios para diagnosticar la
muerte encefálica:
1. Ausencia de movimientos voluntarios e involuntarios durante 1 hora
2. No presentar movimientos respiratorios espontáneos durante la realización de la prueba
de apnea.
3. Ausencia de reflejos troncales.
4. Electroencefalograma isoeléctrico (necesario en menores de edad)
2) La obtención de órganos y tejidos: el respeto del principio de autonomía obliga a consultar
siempre antes de extraer un órgano o tejido para trasplante, sin embargo existe un conflicto entre
el “consentimiento explícito” y “consentimiento presunto” que en las legislaciones
latinoamericanas ha sido resuelto en favor del primer concepto, excepto Chile, que cambio el
consentimiento explicito a consentimiento presunto en enero de 2010, donde el solo hecho de
haber nacido nos hace potenciales donantes.
El posible conflicto entre los principios bioéticos de la autonomía, la beneficencia y el bien común
(justicia) tiene lugar cuando se establece el dominio del cuerpo, es decir si se es competente o
incompetente para la exigencia o no de consentimiento explícito tendiente a la donación. Cuando
no existe expresión previa de voluntad, serán los familiares más cercanos quienes documenten el
consentimiento para la extracción de órganos.
Lamentablemente, en este punto es que se presenta la gran limitante del proceso de
procuramiento: obtener los recursos. Y al hablar de recursos no solo hablamos de necesidad de
órganos, sino la falta de organización y accionamiento del sistema desde mucho antes que cuando
es que se necesita el funcionamiento del equipo de procuramiento, de la necesidad de
conocimientos, equipos y recursos.
Dada la tremenda escases de órganos disponibles para ser donados, el perder a un donante
potencial por un inadecuado manejo medico en esta fase resulta intolerable. Por lo tanto es
imperativo conocer a fondo la fisiopatología de estos pacientes, para poder anticiparse e los
eventos que de desarrollan en su evolución. Pero para lograr este nivel de organización, es
menester mantener al equipo de salud actualizado y preparado para actuar ante la eventualidad
de un paciente con ME.
También tenemos que los potenciales donantes que llegan bien hasta este punto, tienen que
pasar aun por el filtro de la evaluación familiar. La familia no siempre percibe la real situación y la
falta de esclarecimiento genera la duda de alguna equivocación del médico. Los principales
motivos de la negación familiar a la donación son: Falta de información a la familia de parte del
personal de salud, desconocimiento de muerte encefálica, falsas percepciones acerca de ME y la
falta de conocimiento del proceso de procuramiento.
Con acciones tan simples como informar pertinentemente a la familia del estado de salud del
familiar, darles el soporte emocional y la asistencia necesaria a los familiares del donante y dar
información veraz y detallada acerca del proceso de donación se puede mejorar mucho mas las
cifras que hoy por hoy estamos experimentando.
3) La utilización de recursos escasos: La principal preocupación ética en la escasez de recursos lo
constituye la justicia distributiva, tanto de órganos y tejidos existentes, como en los recursos
monetarios y de personal especializado, a las personas que más lo necesiten. Respecto del
principio de equidad en los trasplantes tradicionales, la evaluación costo-beneficio actual es
ampliamente favorable a la indicación de trasplante en la mayoría de los órganos.
El principio de justicia en salud debe permitir el mayor beneficio de los miembros de una
comunidad, estableciendo un trato diferencial solo en favor de aquellos sectores menos
aventajados de la sociedad. Para ello es necesario la moderación y el equilibrio; considerando a la
transparencia, publicidad y el pluralismo como ingredientes necesarios para la toma de decisiones
en la distribución de recursos.
En materia de trasplantes el principio de justicia se concretaría en el establecimiento de
condiciones de igualdad para todas las personas que podrían beneficiarse con la dación de
órganos y tejidos, tratando con la misma consideración y respeto a todos aquellos que se
encuentren en condiciones similares.
La solidaridad es la dimensión social del principio de dignidad, importa considerar a los demás
como personas; compromete el desarrollo de lazos e instrumentos de cooperación social, sin los
cuales la vida en comunidad sería impracticable. El desafío comunitario consiste en determinar, en
un marco de escasez de recursos, qué criterios deben utilizarse para la selección y distribución de
dichos bienes; fortaleciendo previamente el valor de la donación, como representación práctica de
la solidaridad.
En el reparto de recursos escasos, como el caso de órganos para trasplantes, debe considerarse la
aplicación de principios de justicia distributiva; para ello debe atenderse a un equilibrio equitativo
entre las personas, sin establecer distinciones arbitrarias en el reparto de derechos y deberes.
Así, siendo un modelo de donación de órganos una forma de contrato social que tiene por fin
alcanzar la satisfacción de una necesidad de la que teóricamente todos somos potenciales
benefactores y/o beneficiarios, sea como donantes y/o receptores, es evidente que la
participación de los ciudadanos debe entenderse como parte del abanico de posibilidades que el
ejercicio de la libertad en una sociedad libre permite, y esta misma libertad es la que se ejercita
para que los donantes siempre sean voluntarios y su acto se considere altruista, y siempre sea
exento de cualquier coerción o coacción.
Al mismo tiempo, se debe cumplir una segunda condición, que todos gocen de igualdad de
oportunidades en similares circunstancias, esto equivale a decir por ejemplo que nadie sufra
discriminación alguna que perjudique su condición de candidato a trasplante por causas ajenas a
los criterios médicos internacionalmente reconocidos.
En el caso chileno una concepción de institucionalidad referida a la donación de órganos para
trasplante no puede soslayar el paisaje social y económico de desigualdad que advertimos en
distintos ámbitos de la vida nacional, y que son especialmente graves en áreas como educación y
salud. Y como ya fue mencionado, las sociedades libres deben perseverar y alcanzar la creación de
instituciones justas. Por esta razón adquiere especial significancia y consideración en nuestro
contexto resguardar el principio de equidad. Es por esta necesidad de las sociedades libres de
dignificar la naturaleza humana, que un modelo de donación de órganos para trasplante debería
fundarse en la equidad (especialmente en Chile).
Los principios de eficiencia, transparencia y credibilidad completan los pilares insustituibles de
cualquier modelo de donación de órganos y todos ellos se orientan a cautelar el principio de
justicia distributiva para un recurso escaso como es la donación de órganos. Es evidente, que un
programa de donación de órganos para trasplante debe ser eficiente pues se trata de administrar
con responsabilidad los recursos humanos y materiales (siempre escasos) para maximizar sus
beneficios. Dicha eficiencia debe llevarse a cabo de acuerdo a las más estrictas normas de calidad
durante todo el proceso y debe incluir:
1. Calidad en la administración: incluye el personal entrenado y la organización; adecuados locales,
equipos y materiales; acuerdos contractuales basados en criterios técnicos que puedan auditarse,
especialmente aquellos que se celebran con compañías farmacéuticas.
2. Documentación.
3. Selección del donante, procuramiento, procesamiento.
4. Almacenamiento, distribución y transporte.
5. Control de calidad y validación del personal en sus tareas.
6. Trazabilidad (se refiere a un sistema que permite que el itinerario tomado por cada trasplante
sea trazado, desde el donante al receptor y viceversa).
7. Investigación de reclamos y retiro de productos defectuosos o sospechosos.
8. Investigación de errores y accidentes, y reporte de eventos adversos.
9. Auditorías internas y externas.
Además, debe ser transparente en todas y cada una de las diferentes etapas del largo proceso de
donación y trasplante lo que significa que, exceptuando aquellos ámbitos que deben gozar de
confidencialidad, cualquier participante del sistema puede solicitar información que debe ser
pública y recibirla con precisión y oportunidad; todo esto para resguardar con celo la credibilidad
del conjunto del sistema pues no se puede olvidar que antes que todo un programa de donación
de órganos para trasplante nace como una necesidad social que se basa en el ejercicio voluntario,
altruista y gratuito de los donantes, y que sólo es sostenible en cuanto la confianza de los
participantes no sea vulnerada. Así, las responsabilidades de los diferentes organismos del modelo
deberán ser de tal índole que siempre deban poder rendir cuentas por sus decisiones.
En definitiva, una institucionalidad de donación de órganos para trasplante debe promover y
proporcionar similares beneficios a todos sus participantes. Todos los participantes - los
ciudadanos - en este tipo de contrato social, deben participar libremente y en igualdad de
oportunidades, y desearán hacerlo en cuanto el modelo provea soluciones equitativas de
bienestar para todos.
Conclusión
La donación debe ser anónima, altruista, solidaria, por amor al prójimo y sin que por ella exista
ningún tipo de retribución económica, puesto que esto de una u otra manera podría fomentar la
desigualdad de las oportunidades de seguir viviendo gracias a un trasplante, a favor de los ricos
que tendrían la oportunidad de comprar y a desmedro de los pobres que se ven obligados a
vender parte de su propio cuerpo para satisfacer sus necesidades básicas de supervivencia, con lo
cual también se abre una ventana hacia el tráfico de órganos y tejidos humanos.
Para lograr la realización de los trasplantes con donantes cadavéricos, se requiere sin embargo,
un alto grado de sensibilización y conocimiento por parte de la población de los resultados
perseguidos y logrados con el trasplante de órganos y la aceptación de que la muerte encefálica es
la muerte de la persona.
Por lo tanto para mejora la donación de órganos de un país es necesario contar con una política de
salud que priorice la donación de órganos y trasplantes como un problema sanitario relevante
para el país, y que dentro de sus funciones se preocupe de analizar las diferentes etapas del
proceso de donación determinando las dificultades existentes y los puntos de mejora en el
sistema.
La ética, un conocimiento en lo práctico, debe abarcar todo esto y reflexionar sobre nuestras
obligaciones morales en estas circunstancias como participantes activos en la salud de la
población, considerando que los seres humanos merecen consideración y respeto, deben ser
tratados como fines y no como medios, por lo que debemos decir que seremos NO
MALEFICIENTES realizando el diagnóstico más certero de muerte en el estado actual de los
conocimientos médicos. El diagnóstico de ME, debe ser independiente de la eventual donación de
órganos.
Seremos JUSTOS si con el nuevo concepto de muerte, que tiene gran repercusión social por su
estrecha relación con los trasplantes de órganos se hacen públicos sus criterios, fomentándose así
en el debate social y familiar para que INDIVIDUALMENTE cada persona decida qué hacer en el
caso de estar en ME, convirtiéndose la donación de órganos en un acto autónomo, el último, a
pesar de no ser competente hasta el final.
Es un deber de BENEFICENCIA de todos los que de una u otra forma nos relacionamos con estas
acciones, educar a la sociedad para que comprenda la situación de la ME y esto no quede
reservado a unos pocos y redunde en beneficio colectivo.
Bibliografía
 REV.MED.CLIN.CONDES – 2010; 21(2) 152-159;300-305; 308-334]
 Informe ETHOS, Trasplante y Donación de órganos, Centro de Ética ALMIRANTE BARROSO N°6
.SANTIAGO. TELÉFONO: 692 02 00 .FAX: 692 02 16, Tony Mifsud s.j. , Elizabeth Lira, Pablo Salvat
y Verónica Anguita.
 LA `MUERTE´ ENCEFÁLICA Y LA DETERMINACIÓN PRÁCTICA DE LA MUERTE: OTRA OPINIÓN
DISIDENTE, Cuadernos de Bioética (Santiago de Compostela, España) X : 149-159, 1999
 LEY DE TRASPLANTE n° 19.451, biblioteca del Congreso Nacional
 “Problemas bioéticos de los trasplantes de órganos entre personas vivas”, Dr. Juan M. Carral
Novo y Dr. Jaime Parellada Blanco, Grupo de Trasplantes Hospital Militar Central, Dr. Luis Díaz
Soto, Rev Cub Med Int Emerg 2003;2(2)
 http://bioeticaurgencias.blogspot.com/2010/03/problemas-bioeticos-para-la-donacion.html.
 DOCUMENTO DE RESPALDO AL FLUJOGRAMA DE PROCURAMIENTO DE ÓRGANOS Y TEJIDOS,
Elaborado por Coordinadora Hospitalaria Procuramiento de órganos Hospital San Pablo de
Coquimbo y Dirección de Salud. Región de Coquimbo, La Serena, Enero 2010.
 Transplantes de órganos: su historia y principios aplicables, Facultad de Derecho, Universidad
de Buenos Aires.
 Manzini Rueda, Roberto, Conflictos bioéticos en trasplante de órganos y tejidos,
Programa Regional de Bioética OPS/OMS: e-mail: [email protected], Pág.
Web: www.bioetica.ops-oms.org
 DOCUMENTO DE INTENCIÓN SOBRE LOS PRINCIPIOS ETICOS EN LA PROCURACION Y
TRASPLANTES DE ORGANOS Y TEJIDOS EN PAÍSES DEL CONO SUR. Marzo 2000, Comité
de Bioética, INCUCAI.
(http://www.incucai.gov.ar/docs/otros_documentos/intencion_principios_cono_sur.pdf)
 DONACIÓN DE ÓRGANOS PARA TRASPLANTE: UNA OPORTUNIDAD PARA LA
EQUIDAD EN CHILE -DR. MARCELO MUÑOZ C. [REV. MED. CLIN. CONDES 2010; 21(2) 308 - 314]