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El autoconsumo fotovoltaico inyectado a red.
La Medición neta, saldo neto, balance neto o net metering.
Hasta hace poco tiempo, en muchos países, legalmente sólo era posible instalar paneles solares para
autoconsumo en viviendas, empresas o instalaciones que no tuvieran la posibilidad de conectarse a la red
eléctrica. La producción de electricidad y su distribución sólo estaba autorizado a las compañías eléctricas, razón
por la cual el modelo eléctrico imperante en el mundo es el de las grandes centrales de producción eléctrica, que
a través de complejos sistemas de transporte, lo distribuyen a los consumidores.
Esta situación sin embargo ha empezado a cambiar en los últimos años y ya algunos países han avanzado
legislativamente para permitir a particulares y empresas que no estuvieran en lugares remotos la instalación de
sistemas de energías renovables con los que generar electricidad, para autoconsumo y/o para inyectarla a la red
eléctrica.
.
Uno de los esquemas más interesantes, y quizá el de mayor futuro, es el que se ha venido en llamar de medición
neta, saldo neto o balance neto y que también es conocido con el término inglés Net Metering
Ejemplo de balance de en una instalación fotovoltaica conectada con balance neto
Componentes de los sistemas fotovoltaicos inyectados a red
Una de las ventajas de este sistema es que se necesitan menos componentes que en el caso de los sistemas
fotovoltaicos aislados, ya que no requiere de una batería que almacene la energía sobrante, por lo que resultan
más económicos. Así, un sistema fotovoltaico con conexión a red en balance neto o net metering sólo requiere de
los siguientes elementos:
Paneles solares fotovoltaicos– Son los encargados de transformar la luz solar en energía eléctrica. Los paneles
solares producen electricidad en corriente continua (CC)
Inversores– Es el componente del sistema que transforma las características de la corriente eléctrica que
producen los paneles para hacerla apta para el uso doméstico.
Los inversores transforman la electricidad de corriente continua, que es como sale de los paneles, a corriente
alterna que es como se usa en las viviendas. También estos sistemas transforman la corriente eléctrica de 12 V, el
voltaje con el que suelen salir del campo de paneles, a 240 V o 120 V que es el que requieren las viviendas de
Europa y América respectivamente.
El inversor puede ser un único aparato que transforma toda la corriente que llega del campo de paneles o bien
tratarse de microinversores acoplados a cada uno de los paneles que transforman de manera individual la
corriente generada por cada único panel. Contadores de doble sentido– Es el elemento que contabiliza por un
lado la cantidad de electricidad sobrante que la vivienda no ha usado y que inyecta a la red como por otro la que
la vivienda toma de la red. Este tipo de contadores son semejantes a los que las compañías eléctricas tienen
instalados en las vivienda, sólo que con la función de descontar.
Ventajas y beneficios de las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo conectadas a la red.
Ahorro económico
La instalación de un sistema de paneles solares fotovoltaicos para autoconsumo conectado a red, puede suponer
un ahorro en la factura de electricidad de en torno al 60% o 90% en función del tamaño de la instalación y de su
nivel de cobertura de la demanda. El ahorro se deriva de que al generar electricidad de manera gratuita con el sol
para autoconsumo, se deja de gastar dinero en la compra de ese mismo volumen de electricidad a la compañía
eléctrica.
Se ha calculado que el periodo de retorno de la inversión (Es decir el tiempo necesario para que la suma de los
ahorros generados iguale a la compra del equipo) está en un rango de entre 3 y 7 años aproximadamente al precio
actual de la electricidad (este tiempo se irá acortando conforme el precio de la electricidad suba). Esto
considerando exclusivamente el ahorro producido y sin considerar la posible remuneración que la venta de
excedentes a la compañía eléctrica pueda conllevar, lo cual en España aún no está regulado, pero en otros países
de habla hispana sí.
Considerando que un sistema solar fotovoltaico puede funcionar por 25 años como mínimo, aunque algunos tipos
de reguladores tienen una vida más corta y necesitarán ser cambiados antes, a partir de que se cumpla el periodo
de retorno, el ahorro económico que produzca el sistema será neto.
Además, al generar un porcentaje importante de la electricidad que consume de forma gratuita, el productor
doméstico sufre mucho menos las posibles fluctuaciones (normalmente al alza) de los precios de la electricidad.
Eficiencia energética, transporte
Producir la energía eléctrica en el mismo lugar en que se consume resulta mucho más eficiente que producirla de
manera centralizada y distribuirla. Se estima que en el transporte y la distribución de la electricidad se pierde en
torno al 10 % de la misma. Esto supone una gran cantidad de dinero y energía desperdiciados y cuando la energía
es origen es fósil, una emisión de CO2 gratuita.
Reducción de emisiones de Co2
Asunto que, aunque esta actualmente menos presente, sigue siendo de vital importancia. Los paneles solares
fotovoltaicos, al generar la electricidad a partir del Sol, no generan ningún tipo de CO2 en su funcionamiento. La
instalación masiva de este sistema, lo cual en pocos años podría ser una realidad debido a las constantes bajadas
de precio de los equipos (en los últimos 4 años los paneles solares fotovoltaicos han bajado un 70 % y las
previsiones son que la bajada de precios continúe), supondrá una reducción importante de las emisiones de CO2
a la atmósfera.
Fomento de empleo y sostenibilidad
La posibilidad de que los ciudadanos puedan generar su propia electricidad para autoconsumo a través de paneles
solares fotovoltaicos e inyectarlo a la red promoverá la creación y el mantenimiento de un conjunto de empresas
instaladoras que generarán empleo local. A la vez se fomentará la industria fotovoltaica, que en muchos países es
también local, lo que supondrá que la tecnología del sector siga avanzando y que se sigan reduciendo los precios
y aumentando la eficiencia. También se permitirá que en un futuro muy próximo la electricidad fotovoltaica
resulte más barata que la generada con combustibles fósiles.
Experiencias con el Balance neto práctico, el caso de Nueva Jersey
Las legislaciones que permiten y regulan el balance neto o net metering son aún recientes en los países de habla
hispana que la tienen, pero llevan tiempo existiendo en otros países como Japón, Alemania o Estados Unidos. De
este último país es el caso del funcionamiento de la ley en el Estado de Nueva Jersey, que sirve para ilustrar
claramente las ventajas del sistema.
A principios de la pasada década, la población y la economía del estado de Nueva Jersey crecieron de manera
importante. Pronto, las infraestructuras eléctricas, que no habían cambiado, resultaron insuficientes para
gestionar el aumento de la demanda eléctrica que el incremento de la población y la economía suponía. Por ello,
el sistema eléctrico se desestabilizó, empezando a ser frecuentes los apagones. Estos supusieron importantes
pérdidas económicas en restaurantes, supermercados y empresas de distribución de alimentos ya que la comida
de las cámaras frigoríficas y congeladores que dejaron de funcionar por falta de suministro eléctrico, se echaron
a perder y hubo que tirarlas
Después de estudiar las diferentes opciones, una comisión encargada de solucionar el problema, tomó la decisión
de destinar 800 millones de dólares en subvenciones para instalar sistemas solares fotovoltaicos conectados a red
en hogares y en empresas bajo el esquema de Net metering o balance neto. De esta forma, por cada 8 dólares
invertidos por la persona o empresa que optaba por instalar sistemas solares fotovoltaicos conectados a la red
eléctrica, el estado subvencionaba 5.
El resultado de dicho plan fue que la red eléctrica de Nueva Jersey, al reducir la demanda sobre el sistema eléctrico
por parte de los productores fotovoltaicos que se la proporcionaban electricidad a sí mismos con sus paneles
solares, se estabilizó y desaparecieron los grandes apagones. Con ello se evitó la inversión de 2.000 millones de
dólares en la ampliación del sistema eléctrico. Además también se evitó la importación de electricidad desde las
centrales de carbón el estado de Ohio, (ya que en Nueva Jersey se dejó de producir electricidad con carbón debido
al problema de la lluvia ácida que estaba destruyendo los bosques del estado) lo que supuso un ahorro económico
adicional neto para la economía del estado. Con la iniciativa, además, se crearon miles de puestos de empleo y se
redujeron las emisiones de CO2 a la atmósfera por este concepto.