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TEMA 9. LOS FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DEL ESTADO 1. PRINCIPALES INTERROGANTES DE LA FILOSOFÍA POLÍTICA La filosofía política supone la reflexión sobre los fundamentos de la vida en sociedad, su origen y su vertebración. Los principales interrogantes que se plantea la filosofía política son: - La sociabilidad humana: ¿somos sociales por naturaleza o vivimos en sociedad por pura necesidad? Si no somos sociales por naturaleza, ¿cómo surge, entonces, ese vivir en sociedad? - El estado: ¿cómo se origina? ¿qué función tiene? ¿es lo mismo estado que sociedad? - Los regímenes políticos: ¿por qué hay diferentes formas de gobierno? ¿es posible dilucidar cuál es la más adecuada de todas ellas? ¿por qué han aparecido nuevos sistemas políticos y por qué, progresivamente, han desaparecido otros? 2. LA UTOPÍA PLATÓNICA La propuesta política de Platón es utópica porque dibuja una estructura social ideal, fundamentada en la virtud de la justicia, en la que tanto los ciudadanos como el estado deben buscar la felicidad y anteponer los intereses particulares a los de la polis. El ser humano es social por naturaleza. La felicidad no es alcanzable de modo aislado. Hizo una propuesta sobre la manera de articular la vida en sociedad, no solo para la consecución de la felicidad, sino también para posibilitar la existencia de hombres y mujeres justos y, en consecuencia, una sociedad justa en su conjunto. La sociedad justa es aquella en la que cada uno realiza la función que le es propia, es decir, se dedica a aquello para lo que está más dotado por naturaleza. A los dotados de la virtud de la templanza con predominio del apetito, les corresponde el grupo social inferior. A este grupo se le asigna el desempeño de las labores manuales destinadas a cubrir las necesidades materiales de los habitantes de la polis. A los dotados de la virtud de la fortaleza con predominio del ánimo, les corresponde el grupo social de los guardianes. Su misión es velar por la seguridad de los ciudadanos y defenderlos de posibles amenazas exteriores. A los dotados de la virtud de la prudencia con predominio de la razón, les corresponde el grupo social de los gobernantes. Estos ejercen el poder sobre los demás y son los encargados de la legislación, de la administración y de la educación de la polis. Deben poseer el grado superior del conocimiento y una conducta irreprochable. Este grupo social solo estará integrado por filósofos, los únicos preparados para estas funciones. Platón plantea una estructura social jerárquica en la que el bien común debe prevalecer sobre el bien particular. Para conseguirlo, se necesitan argumentos racionales y no medidas disuasorias; por eso, para Platón, la polis es, esencialmente, un organismo educativo. 3. EL REALISMO POLÍTICO DE MAQUIAVELO Maquiavelo (1469-1527) fue precursor del pensamiento político moderno y fundamentó teóricamente el absolutismo además de desvincular la ciencia política de planteamientos éticos y religiosos. Propone un realismo político: el gobernante debe analizar la situación dejando al margen consideraciones morales o ideológicas. La política, como cualquier otra ciencia, debe alcanzar certezas sobre cómo regular el orden social y sobre cómo las formas de gobierno llegan a ser lo que son. Además, la actividad política debe conocer correctamente la naturaleza humana: el hombre es esencialmente malo y el orden político es necesario porque hay vicios y, por tanto, el gobernante debe ser especialista en la dosificación de la brutalidad y de la cortesía en el ejercicio de su poder. Todo aquello que resulte útil para ejercerlo, o para obtenerlo, será considerado como bueno. Por ello, las leyes deben obligar a todos los ciudadanos a procurar el bien común del estado en su conjunto. El fin del estado es la vida en paz de sus ciudadanos y la prosperidad económica. Para conseguirlo, es lícito emplear medios inmorales si las circunstancias lo exigen. La razón de ser del estado es el propio estado. 4. EL CONTRACTUALISMO Durante los siglos XVI, XVII y XVIII se concreta la teoría del contrato social según la cual la sociedad humana surge de un pacto entre los seres humanos y no es una consecuencia de una tendencia natural de ellos. Entre los pensadores que proponen esta teoría destacan Hobbes, Locke y Rousseau. Presentamos, a continuación, un cuadro en el que se recogen sus tesis fundamentales: Autor contractualista Hobbes Locke Rousseau Condición humana presocial El hombre es un lobo para el hombre Bueno, pero puede actuar mal Bueno por naturaleza, buen salvaje Se cede en el Para conseguir pacto Resultado final Libertades personales Estado absolutista Derecho castigar Convivencia pacífica a Seguridad propiedad privada Los derechos a Libertad civil la voluntad general y Estado liberal Estado social 5. VIGENCIA DEL CONTRACTUALISMO: JOHN RAWLS Rawls (1921-2002) es uno de los pensadores actuales más influyentes. Su obra Teoría de la justicia (1971), todavía origina todo tipo de debates políticos al mismo tiempo que recupera las teorías contractualistas como fundamento esencial de las actuales sociedades democráticas y se sitúa en contra del utilitarismo de Stuart Mill. Para Rawls el objeto del contrato social es la justicia y, en este sentido, enuncia dos principios básicos que deben regir cualquier orden social: - El primer principio se refiere a todas aquellas libertades individuales que cualquier individuo debe poseer: libertad de expresión, libertad de pensamiento, libertad de asociación, libertad religiosa, etc. Cualquier organización social y cualquier estado deben respetarlas y salvaguardarlas. Es el principio de igualdad que otorga los mismos derechos y los mismos deberes fundamentales a todos los ciudadanos. - El segundo principio es el principio de diferencia. Las desigualdades económicas y sociales son justas solo si producen beneficios compensatorios para cada uno y, en particular, para los miembros menos aventajados de la sociedad. Se trata de promover, desde el ejercicio del poder, leyes compensatorias que reequilibren esa desigualdad. 6. POPPER Y LA SOCIEDAD ABIERTA Popper (1902-1994) ocupa un lugar importante en la filosofía por sus aportaciones epistemológicas críticas con respecto al neopositivismo. Sus contribuciones al debate social – como defensor a ultranza de la democracia, la cultura occidental y la convivencia pacífica entre los hombres ocupan también un lugar destacado en la historia del pensamiento político. Sus aportaciones en este campo están recogidas en sus obras La sociedad abierta y sus enemigos (1945) y La miseria del historicismo (1957). Popper realiza un análisis de la historia del pensamiento filosófico para encontrar las causas del totalitarismo dominante en su época que, en forma de nacionalsocialismo y comunismo, ahogaba las libertades individuales y conducía a la confrontación de los seres humanos. Platón, Hegel y Marx representan una concepción cerrada de la sociedad, es decir, totalitaria, ya que sus postulados dan lugar a sistemas políticos tiránicos en los que la democracia –ideal político que Popper denominará sociedad abierta- resultará inviable. Popper fundamentará su defensa de la democracia en su paralelismo con el conocimiento científico. Una ley puede ser cambiada por otra cuando es falsada; lo mismo debe ocurrir con los sistemas políticos y con la clase política, si se muestran como ineficaces. La grandeza de la democracia reside en que todo está por hacer y todo, por tanto, debe hacerse entre todos. Sociedad abierta no es sinónimo de capitalismo, sino que es una propuesta destinada a favorecer el clima de diálogo y de consenso político. La clase política debe ocuparse de evitar que ocurran desgracias y tragedias y de proporcionar los medios adecuados para el bienestar de todos. El individuo, dueño de su libertad, decidirá qué debe hacer en cada momento sin admitir injerencias de ningún poder salvo en aquellas cuestiones que supongan un mal objetivo para los demás.