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4. FUNDAMENTOS DE LA NATURALIZACIÓN Los sistemas naturales son controlados, o cíclicos, de manera que los subproductos de un paso son las materias primas de los siguientes, y los procesos ocurren compensando todos los efectos surgidos en cada caso. Los recursos naturales son reciclados uno a uno, sin excepción, de forma que La Tierra puede pasar años, milenios, millones de años, ciclando y ciclando generaciones de todas las formas vivas que habitan el planeta. Sin embargo, los sistemas artificiales con influencia humana, son en muchos casos aleatorios, por tanto erráticos y de consecuencias imprevisibles a largo plazo, por ello necesitan establecer rutinas sistemáticas de control de procesos para cerrar los ciclos de la vida. A lo largo de la historia, las diferentes poblaciones que han habitado el planeta han ido aprendiendo de los procesos de la naturaleza para utilizarlos en su desarrollo. El conocimiento globalizado nos hace olvidar las referencias de la naturaleza en nombre de una tecnología consumista de recursos y energía, por ello se hace necesario mirar hacia atrás y observar estos procesos, aprender de ellos para aplicarlos a la hora de resolver los desafíos que se presentan en la vida diaria de los pueblos y comunidades. 4.1.- Fundamentos ecológicos generales Hay que destacar que todos los seres vivos son dinámicos, siempre están cambiando para adaptarse al medio donde viven para sobrevivir. Para lograr esto, existen distintos tipos de respuestas individuales como así también de la población o ecosistema. Las poblaciones a su vez presentan algunas características particulares que son el tamaño de la población, la densidad de la población, la dispersión de la población y la estructura de edad. Toda población presenta cambios en estas características como respuesta a cambios ambientales denominándose a dichos cambios dinámica poblacional. Los cambios en la tasa de natalidad (cantidad de nacimientos de individuos vivos en una población en tiempo dado) y los cambios en la tasa de mortalidad (cantidad de fallecimientos en una población en un tiempo dado) son las principales formas en que responden las poblaciones frente a los cambios de suministros disponibles y/o cambios ambientales. La sucesión ecológica es el proceso mediante el cual, una comunidad varía su composición de especies de manera gradual. En toda comunidad o ecosistema no se mantienen de manera inmóvil las distintas especies que la habitan, sino 22 que van variando a lo largo del tiempo luchando por el alimento, espacio, luz, nutrientes y otros recursos que necesitan las especies para sobrevivir y reproducirse. Se diferencian dos tipos de sucesión ecológica: sucesión primaria y secundaria. La sucesión primaria se produce cuando se generan comunidades bióticas en un área que no tiene suelo verdadero. La sucesión ecológica secundaria es la más común, se da en un área donde la vegetación natural fue destruida, pero que el suelo no ha sido cubierto o removido. Ejemplo de sucesión primaria es la creación de un estanque en una zona árida, donde no hay vida vegetal primaria (algas) y se debe ciclar desde el comienzo (colonización de bacterias nitrificantes). Ejemplo de sucesión secundaria es cuando se crea un estanque en una zona inundable, donde existe vida vegetal ya establecida. En el segundo ejemplo, la colonización de las bacterias nitrificantes se dará de manera mucho más rápida como así también la formación de algas y el resto de la vida de medio como la aparición de aves acuáticas (que son atraídas por los animales que se alimentan de las algas como son los caracoles y pulgas de agua). Mediante la sucesión ecológica, algunos ecosistemas inmaduros pueden ser transformados a ecosistemas maduros. Los ecosistemas maduros son autosostenibles, con gran cantidad de productores, consumidores y degradadores, las cadenas alimentarias son complejas, la variedad de especies es amplia y posee un alto grado de reciclaje. Todo lo contrario sucede en los ecosistemas inmaduros, formados mayoritariamente por pocas especies, predominan los productores y existen pocos degradadores. Todo ecosistema está compuesto de componentes vivos (bióticos) y no vivos (abióticos). Los componentes abióticos de un ecosistema incluyen los factores físicos y químicos del mismo ecosistema. Los factores físicos que tiene efecto sobre el ecosistema son: luz solar, temperatura, precipitación, viento, altitud, longitud, corrientes de agua. Los factores químicos que tienen efecto sobre el ecosistema son: nivel de agua, nivel de aire, concentración de oxigeno de un área, nivel de nutrientes de un suelo. En cambio, los componentes bióticos (vivos) de un ecosistema están formando por todos los organismos vivos del ecosistema. Los organismos productores son aquellos capaces de elaborar los nutrientes necesarias para sobrevivir a partir de compuestos inorgánicos obtenidos de su ambiente. Los productores son los únicos organismos que se autoabastecen. Todos los demás organismos que no son capaces de generar sus nutrientes a base de compuestos orgánicos se los denominan consumidores. Los consumidores satisfacen las necesidades de nutrientes orgánicas 23 alimentándose de otros organismos. Analizando esto, todos los organismos vivos y muertos son fuentes de alimento de otros organismos. Dicha secuencia, se denomina cadena alimentaria. El margen de tolerancia de una especie son valores dentro de los cuales dicha especie sobrevive prósperamente llegando a reproducirse con éxito. Cuando se avanza o retrocede los valores óptimos de tolerancia no todos los individuos de la población pueden sobrevivir y si se exceden los valores mínimos o máximos ningún individuo de dicha población puede sobrevivir. Un principio relacionado con la tolerancia a los cambios abióticos es el factor limitante. Se denomina factor limitante de una especie cuando un factor abiótico está fuera del margen de tolerancia de dicha especie, sin importar que los demás factores estén dentro del margen de tolerancia. Como ejemplo para una especie piscícola sin importar que la temperatura del agua esté dentro del margen de tolerancia o que la salinidad sea baja, si la concentración de oxígeno en el agua es nula o muy baja dicha especie no podrá vivir en el arroyo o estanque; en este caso, el factor limitante es la concentración de oxígeno del agua. Como podemos apreciar, en los medios acuáticos la concentración de oxígeno en el agua es un factor limitante, también lo son la salinidad (concentración de sales disueltas en el agua de una zona específica), temperatura del agua, profundidades. La productividad de los productores o productividad primaria es la tasa en la que los productores de un ecosistema capturan y almacenan energía química como la biomasa en un intervalo de tiempo dado. Es importante conocer la productividad primaria neta de un ecosistema porque a este valor se lo considera la fuente básica de alimento para los consumidores de un ecosistema. Como hemos citado anteriormente los organismos obtienen sus nutrientes alimentándose de otros organismos, llegando así hasta los productores (en su mayoría fotosintéticos) que recolectan y almacenan energía química de alta calidad en los enlaces químicos. Estos productores fotosintéticos utilizan el sol para sintetizar los componentes inorgánicos en nutrientes orgánicos, por lo tanto, el sol es la fuente de energía que sostiene el planeta. El sol, que alumbra y calienta al planeta, suministra la energía a los productores fotosintéticos, activa los ciclos de las materias y mantiene el agua del planeta en sus diferentes estados (líquido, sólido y gaseoso). Igualmente los organismos requieren de nutrientes para sobrevivir. Es nutriente cualquier elemento necesario por parte del organismo para vivir, crecer y reproducirse. Los elementos cuando son requeridos en grandes cantidades son denominados macronutrientes, ejemplo de esto es el carbono, oxígeno, hidrógeno, nitrógeno, fósforo, azufre, calcio, magnesio y potasio. Estos elementos y sus compuestos constituyen cerca del 95% de la masa de todos 24 los organismos. Existen otros elementos requeridos, denominados micronutrientes, ejemplo de esto es el hierro, cobre, zinc, cloro y yodo. A través de estos ciclos biogeoquímicos (biológicos, geológicos y químicos), las sustancias químicas esenciales para la vida (nutrientes) se mueven desde el ambiente a los organismos y de regreso al ambiente dirigido por la energía solar. Existen tres tipos de ciclos biogeoquímicos interconectados: ciclos gaseosos (los nutrientes circulan entre la atmósfera y los organismos vivos, generalmente en lapsos cortos. Ejemplo: ciclo del carbono, oxígeno y nitrógeno), ciclos sedimentarios (los nutrientes circulan principalmente entre la corteza terrestre y los organismos vivos en tiempos prolongados. Ejemplo: ciclo del fósforo) y ciclos hidrológicos (el agua circula entre los océanos, el aire, la tierra y los organismos vivos). Por último la interacción de dos o más especies en un mismo ecosistema se lleva a cabo por sus actividades en común o requerimientos como puede ser el alimento, espacio, luz solar, etc. Existen cinco tipos de interacción de especies: competición, depredación, parasitismo, mutualismo y comensalismo definiéndose estos como: - Competición: es la lucha de dos o más especies por recursos necesarios para sobrevivir, crecer y reproducirse. Dichos recursos pueden ser agua, luz, alimento, espacio, etc. Esta interacción se debe a que un mismo ecosistema no puede existir infinitamente recursos para todos los organismos (principio de exclusión competitiva). - Depredación: es la caza de un individuo de una especie animal a otro individuo para subsistir. Un mismo individuo puede ser depredador de algunos animales y a su vez presa de otros. En todos los casos el predador es carnívoro. La depredación ocupa un rol importante en la selección natural. - Comensalismo: en este tipo de interacción, una especie se beneficia de otra pero sin que esta última sea perjudicada. - Mutualismo: en este tipo de interacción, dos especies que interactúan se benefician mutuamente sin perjudicarse de manera alguna. - Parasitismo: este tipo de interacción puede denominarse que está dentro de la depredación dado que también hay presa y depredador. En este caso, un parásito se hospeda en un organismo de otra especie y se nutre de su hospedado. En esta interacción, el parásito puede llegar a matar a su huésped dado que lo debilita lentamente. 25 4.2.- Fundamentos ecológicos aplicados a los estanques y lagos naturales y artificiales. Existen muchos tipos de estanques: a veces se forman cuando los canales se llenan de agua, algunos en áreas bajas de antiguas corrientes, otros en depresiones creadas al derretirse glaciares. Existen también depresiones en terrenos donde el caudal de agua del subsuelo sale a la superficie creando estanques superficiales. Estos son estanques naturales. Los humanos también son responsables de la creación de estanques para uso recreativo o para agricultura, indiferente a su estructura física original, tienen los mismos patrones ecológicos (Figuras 1 y 2) Ilustración 4.1. Componentes de un estanque de agua dulce Los estanques contienen tres grupos de productores: fitoplancton (pequeñas algas suspendidas), plantas y algas bénticas (del fondo). Algunas algas están adheridas a las hojas y tallos de las plantas. Los drenajes traen al estanque de las áreas circundantes materia orgánica y nutrientes disueltos. El dióxido de carbono necesario para la fotosíntesis proviene del aire y de la descomposición de la materia orgánica. En zonas calcáreas, calcio y carbonato se adicionan al agua por la disolución de rocas calcáreas. El dióxido de carbono y los carbonatos reaccionan formando bicarbonato. El agua con bicarbonato, calcio y magnesio se denomina agua dura. Los estanques de aguas blandas pueden encontrarse en áreas exentas de rocas calcáreas. En estos ecosistemas hay una gran variedad de pequeñas criaturas herbívoras que se alimentan de plantas y algas. Los peces (herbívoros y carnívoros) viven en lagos y estanques que no se secan. Insectos, huevos de zooplancton, 26 semillas de plantas, esporas de algas y microorganismos, e insectos voladores adultos son arrastrados al estanque por corrientes de aire. Los pájaros y grandes predadores, como serpientes, tienen una presencia intermitente en los estanques. Ilustración 4.2. Ecosistema de un estanque que muestra el almacenamiento y flujo de energía. Herbívoros: larvas de insectos, caracoles, peces. Animales del fondo: gusanos, larvas de insectos, langostinos, peces. Pequeños predadores: insectos, platelmintos, sapos, peces, salamandras. Grandes predadores: peces, serpientes. M: microorganismos. El nivel del agua se eleva y cae de forma natural dentro de los límites del estanque. Este fenómeno se traduce en un proceso enormemente diversificado de generación de pantanos y charcos. Estas condiciones ayudan a mantener la diversidad del ecosistema acuático y previene de la concentración excesiva de nutrientes. Esta zona es un buen hábitat para la vida salvaje y la variación de las condiciones secas y húmedas es importante para ciclos vitales de muchos organismos. La época donde el agua cubre el suelo se denomina hidroperiodo. El agua con una elevada concentración de nutrientes se denomina eutrófica y aquella con baja concentración de nutrientes: oligotrófica. Estos términos son útiles cuando se describen ecosistemas de estanques ya que a partir de aquí podemos definir la eutrofización como en el enriquecimiento de las aguas por nutrientes, lo cual provoca la aparición de algas que consumen gran parte del oxígeno impidiendo que la fauna acuática presente habite ahí. 27 La máxima cantidad de gas que puede disolverse en el agua (nivel de saturación) depende de la temperatura. Por ejemplo, el agua dulce saturada con oxígeno a 21°C contiene 9 ppm (partes por millón) de oxígeno; cuando la temperatura aumenta, la cantidad de oxígeno disuelto disminuye, causando un excedente que se difunde fuera del agua. Si la temperatura disminuye, el potencial de saturación del agua aumenta. En aguas eutróficas, durante un día soleado, la fotosíntesis es rápida y en consecuencia, el oxígeno y la materia orgánica se forma rápidamente. La cantidad de oxígeno puede fluctuar entre 30 ó 40 ppm. Algo de oxígeno se difunde hacia fuera del sistema, pero la mayor parte se utiliza en la respiración animal y vegetal. En el proceso de descomposición de desechos y disolución de materia orgánica, los microbios consumen la mayor cantidad del oxígeno producido durante el día. Esto puede bajar el nivel de oxígeno en 1 ó 2 ppm al final de la noche. El nivel más bajo de oxígeno determina la capacidad de sustentación del estanque para muchos organismos. Ilustración 4.3. Cambios en la concentración de oxígeno, materia orgánica y nutrientes en un estanque oligotrófico (líneas punteadas) y en un estanque eutrófico (líneas sólidas) a lo largo de dos días (con sus noches). Los datos de oxígeno varían de 0 a 30 ppm. La figura anterior muestra esos cambios. La variación en estanques oligotróficos es menor debido a que poseen bajos niveles de nutrientes para estimular la fotosíntesis. En los días nublados menos luz solar incide en el estanque y la fotosíntesis es menor, ocasionando menos producción de oxígeno y materia orgánica. Plantas 28 y animales respiran día y noche, usando oxígeno y materia orgánica para producir nutrientes. Ocasionalmente, un periodo de varios días nublados puede acarrear una mortandad de peces. La respiración es mucho mayor a la producción de oxígeno y algunos peces mueren por falta de oxígeno. Existen peces que poseen vejigas de aire que funcionan como pulmones. Algunos peces que viven en la superficie pueden respirar tragando aire. Algunas especies de aves acuáticas (patos, garzas y cormoranes) pueden acudir a estanques eutróficos para alimentarse. Las aguas oligotróficas soportan menos biomasa. Los estanques claros, con pocas algas y plantas flotantes no tienen mucha variación en la disolución de oxígeno. Aún existen estanques oligotróficos en zonas donde el drenaje de aguas incluye únicamente agua de lluvia ó captación de agua de suelos arenosos pobres en nutrientes. A pesar de que su fertilidad no sea tan grande y la razón de crecimiento sea baja, la variedad y diversidad de su flora y fauna es elevada. Estos estanques están rodeados de pasto y juncos, y tienden a ser abiertos. Son excelentes áreas para recreación. Los estanques artificiales reproducen la dinámica de los humedales naturales, y como éstos, constituyen delicados ecosistemas, que combinan procesos físicos, químicos y biológicos en un medio diseñado, construido y manejado por el hombre. La principal diferencia con respecto a los humedales naturales, es el grado de control que puede ejercerse sobre los procesos intervinientes. Algunos de los aspectos diferenciales con respecto a los humedales naturales, son el hecho de que el flujo de agua es más estable (no está sometido necesariamente a fluctuaciones estacionales), el tiempo de retención está controlado por el operador, y la carga contaminante es más elevada. Sin embargo, y a semejanza de lo que ocurre en los humedales naturales la influencia de los parámetros climáticos (precipitación, radiación, temperatura) en el comportamiento del humedal es importante. Las temperaturas bajas hacen que se retarden los procesos biológicos, pero en cambio afectan en poca medida a procesos físicos como la filtración y sedimentación. El comportamiento de los estanques artificiales es el resultado de un entramado complejo de procesos físicos, químicos y biológicos, siendo de extrema importancia la actuación e interacciones con el agua residual, de los componentes vivos del sistema: microorganismos, hongos, algas, vegetación (plantas superiores) y fauna. 29 4.3.- Naturalización en La Albufera Los ensayos de naturalización deben hacerse con flora y fauna distribuida de forma natural en muchas masas de agua en nuestro país, para así poder tomar conclusiones lo más generales posibles. Una vez conocidos sus mecanismos, procesos y las relaciones que se establecen entre las poblaciones en las nuevas estructuras modificadas, debe estudiarse minuciosamente la flora y fauna de La Albufera para diseñar las actuaciones sobre el lago, como se ha referido anteriormente. Por ello es necesario hacer un buen estudio previo de las mismas: 4.3.1. Flora de La Albufera La mayor parte de la superficie del Parque Natural de La Albufera se halla ocupada por cultivos de arroz y por el propio lago. Por ello, la vegetación autóctona queda restringida, por una parte a las acequias, Ullals y a las zonas marginales del arrozal y el lago y por otra parte, a la franja costera arenosa, especialmente en la Devesa. En general, la vegetación que actualmente ocupa el Parque Natural se puede definir en función de los distintos ambientes en que se distribuye. Vegetación dunícola Compuesta por biocenosis vegetales que se asientan sobre sustratos arenosos. La franja arenosa más próxima a la costa se ve colonizada por especies pioneras propias de dunas embrionarias, tales como Agropyrum junceum «llistó marí» o Calystegia soldanella (campanilla de mar). Ilustración 4.4. Vegetación dunícola. La Albufera. 30 Hacia el interior, donde el cordón de dunas móviles se halla más estructurado, aparece una vegetación densa dominada por Ammophila arenaria utilizada para hacer el techo de las barracas (lastón marino o «borró») junto a otros elementos como la zanahoria de mar, Echinophora spinosa. En áreas de dunas más maduras se encuentran como especies características Medicagomarin, Otanthusmaritimus y Lotus creticus entre otras. El estado de conservación de estas comunidades es precario a causa de la alteración de su hábitat debido a la presión humana; así, en los arenales con un mayor aporte orgánico procedente de temporales o de los residuos y basuras de los visitantes se desarrollan comunidades de carácter nitrófilo dominadas por la oruga de mar Cakile marítima, la lechetrezna de playa Euphorbia paralias y la Salsola kali , que se hallan en franca expansión por la eutrofización producida por la masiva presencia humana. Ilustración 4.5. Calike Maritima (Izda.) Euphorbia paralias (Centro) Salsola kali (Dcha.) Pasado el primer cordón dunar, aparecen las dunas semifijas en las que se desarrolla una vegetación con abundancia de plantas leñosas de pequeña talla que precederán a la vegetación preforestal o forestal propia de dunas estabilizadas. Dentro de este tipo de vegetación cabe destacar, por su rareza y óptimo estado de conservación Teucrio-Halimietum halimifolí que habita los claros arenosos secos de la Devesa y cuyas especies más representativas son, entre otras, el jaguarzo Halimium halimifolium, el poleo marino Teucrium belion, la albaida Anthyllis cytisoides y la siempreviva Helichrysum stoechas. 31 Ilustración 4.6. Halimium halimifolium (izda.) y Teucrium belion (dcha.) Ilustración 4.7. Anthyllis cytisoides (izda.) y Helichrysum stoechas (dcha.) En la zona de dunas fijas aparece, en el grado menos maduro, altos matorrales densos y pluriespecificos, entre los que destacan la presencia del aladierno Rhamnus alaternus, lentisco Pisracia lentiscus, palmito Chamaerops humilis, madreselva Lonicera implexa, zarzaparrilla Smilax áspera, esparraguera Asparagus officinalis, etc. En la etapa más madura, aparecen comunidades forestales dominadas por los pinos carrasco, piñonero y rodeno; en el estrato inferior se pueden encontrar especies tales como el espino negro Rhamnus oleoides, el Myrtus communis y el falso aladierno Phillyrea angustifolia. Ilustración 4.8. Rhamnus alaternus (izda.) y Pisracia lentiscus (dcha.) 32 Ilustración 4.9. Lonicera implexa (izda.) y Smilax áspera (dcha.) Ilustración 4.10. Asparagus officinalis (izda.) y Rhamnus oleoides (dcha.) Ilustración 4.11. Myrtus communis (izda.) y Phillyrea angustifolia (dcha.) Toda esta gama de biocenosis vegetales sabulícolas se halla presente en la Devesa. Existien otros sectores de dunas móviles en que aparece una vegetación bien conservada, tales como las dunas de Pinedo, El Perellonet y, especialmente, el tramo Mareny-Dosel de Cullera. 33 Vegetación halófila Se compone de comunidades vegetales herbáceas o leñosas que se instalan sobre suelos húmedos o periódicamente encharcados que se hallan particularmente enriquecidos en sales. En los márgenes de los saladares afectados por un cierto grado de nitrificación o antropización, se instala una comunidad dominada por Frankenia pulverulenta y Suaeda splendens, entre otras, con apariencia de micropraderas graminoides. En áreas inundadas con breve sequía estival se desarrolla un pastizal formado por pequeñas plantas crasas muy especializadas, lo que las hace altamente vulnerables; las especies dominantes en este medio son Salicornia ramosissima y Suaeda marítima que colonizan los claros de las depresiones húmedas fuertemente salinas. En estas mismas zonas se desarrollan también comunidades de matorral dominadas, en las áreas de mayor periodo de inundación, por las sosas Arthrocnemum fruticosum y A. glaucum y especies como Inula crithmoides y Helmione portulacoides; aunque más escasas, en áreas algo menos húmedas se puede destacar la presencia de las saladinas Limonium sp. pl. de gran importancia por su carácter endémico y reducida distribución. ilustración 4.11. Salicornia ramosissima (izda.) y Suaeda marítima (drcha.). Ilustración 4.12. Arthrocnemum fruticosum (izda.) y A. Glaucum (drcha.) 34 Ilustración 4.13. Inula crithmoides (izda.) y Myriophyllum verticillatum (drcha.) Cuando la salinidad disminuye y se mantiene un cierto grado de humedad, aparecen los juncales y pastizales caracterizados por la presencia de juncos Juncus maritimus y J. Acutus y especies graminoides como Carex extensa y Agropyrum elongatum. En torno a estas depresiones, en las zonas más secas y elevadas, los juncales son sustituidos por praderas de Plantago crassifolia y Schoenus nigricans, entre otras especies. Las características del Parque Natural de La Albufera hacen que este tipo de vegetación, formada por comunidades sumergidas, anfibias, flotantes o palustres, alcance una gran diversidad y una singular importancia. En las acequias y arrozales que presentan un alto grado de eutrofilía aparecen poblaciones flotantes de lenteja de agua o Lemna gibba y L. minor, a diferencia de las zonas de aguas poco contaminadas en que se instalan interesantes hepáticas flotantes Ricciocarpon natans y Riccia fluitans. Entre las comunidades acuáticas arraigadas propias de aguas tranquilas y de cierta profundidad destaca la presencia de Myriophyllum verticillatum, Ceratophyllum demersum, Potamogetón crispus y Nymphaea alba, que hoy se ven reducidas a una representación casi testimonial a causa de la desecación y eutrofización. En aguas poco profundas, incluso con desecación temporal como en el caso de los arrozales, se instalan como especies mas características Callitriche stagnalis y Ranunculus aquatilis que cubre con un manto de flores blancas los arrozales en primavera e invierno; se hallan mejor conservadas que las anteriores ya que son menos exigentes, aunque se ven seriamente afectadas por los herbicidas utilizados en el arrozal. 35 Ilustración 4.14. Nymphaea alba (izda.) y Phragmites autralis (drcha.) De raíces en el agua y el tallo y hojas emergidos, cabe mencionar como especies más características al carrizo Phragmites australis las eneas o Typha angustifolia y T. latifoli y el junco de pantano Scirpus lacustris, las cuales se halan profusamente extendidas por la periferia del lago y las matas. En torno a éstas y ocupando un lugar más elevado, se encuentran otras especies, por lo general de mayor vistosidad entre las que cabe citar a Cladium mariscus, Kosteletzkya pentacarpos o Hydrocotyle vulgaris. Ilustración 4.15. T. Latifolia (izda.) y Scirpus lacustris (drcha.) Ilustración 4.16. Kosteletzkya pentacarpos (izda.) y Hydrocotyle vulgaris (drcha.) 36 Sobre suelos permanentemente húmedos pero raramente inundados se desarrolla una vegetación dominada por el junco Scirpus holoschoenus, acompañado de otras especies tales como Festuca arundinacea o Molinia coerulea. Vegetación de sustrato rocoso En el Parque Natural de La Albufera aparecen algunos afloramientos rocosos (Muntanyeta dels Sants, Monte del Cabeçol) que albergan una vegetación relativamente empobrecida a causa de la presión antrópica que soportan, quedando de forma relicta unos pocos ejemplares del antiguo sustrato arbóreo de carrascas que ocupaba estas áreas. Actualmente, la vegetación en este ambiente se halla dominada por tomillares y matorrales de romero, aliaga, jara y ajedrea, con aparición esporádica del pino carrasco. Destaca en la Muntanyeta dels Sants el gran desarrollo de las chumberas. La gran variedad de biotopos de este espacio natural permite la existencia de una alta diversidad de biocenosis vegetales cuya importancia se ve reforzada por la presencia de comunidades y especies endémicas o muy raras en el resto del litoral. 4.3.2. Fauna de La Albufera El Parque Natural de La Albufera tiene en su componente zoológica uno de los aspectos más valiosos. A la abundancia y diversidad de especies, tanto de vertebrados como de invertebrados, hay que añadir su importancia por los endemismos que presenta, destacando los crustáceos Dugastella valentina y Palaemonetes Zariquiey, el bivalvo Unió turtoni valentinus y los peces ciprinodóntidos Valencia hispánica y Aphanius iberus. Ilustración 4.17. Palaemonetes (izda.) y Unió turtoni valentinus (drcha.) 37 Ilustración 4.18. Valencia hispánica (izda.) y Aphanius Iberus (drcha.) Sin embargo, la contaminación de las aguas del lago y acequias ha provocado que estas especies se hallen en franca recesión, refugiándose en ullals y algunos tramos de acequias que todavía conservan una óptima calidad de sus aguas. Las comunidades piscícolas son las que más intensamente han sufrido los efectos de la contaminación del agua y de otros factores como la sobreexplotación o la introducción de especies alóctonas como la Carpa, Perca americana, Gambusia, Cangrejo americano, Lucio, Perca sol, Galápago de Florida, Sirulo. Ilustración 4.19. Carpa (izda.) y Perca Americana (drcha.) 38 Ilustración 4.20. Gambusia (izda.) y Cangrejo americano (drcha.) Ilustración 4.21. Lucio (izda.) y Perca sol (drcha.) Ilustración 4.22. Galápago de florida (izda.) y Mugi cephalus (drcha.) Ello ha producido una importante reducción tanto cualitativa como cuantitativa de sus efectivos, favoreciendo a aquellas especies que se adaptan con facilidad a las aguas contaminadas, como las “llises” Mugi cephalus o las carpas cyprinus carpio, que han visto su número fuertemente aumentado, en detrimento de otras especies, económica y ecológicamente más valiosas, tales como la Anguila y la lubina Dicentrarchus labrax; el cacho Leuciscus cephalus, Gasterosteus gymrrusu, Chondrostoma asigaris, el blenio de río Salaria fluriatilis, Melanopsis dufourii, gallipato Pleurodeles walti, rana común Rana perezi que se han visto confinados, de manera casi residual, en algunos ullals y acequias. 39 Ilustración 4.23. Anguila (izda.) y Lubina (drcha.) Ilustración 4.24. Gasterosteus gymrrusu (izda.) y Chondrostoma asigaris (drcha.) Ilustración 4.25. Salaria fluriatilis (izda.) y Melanopsis dufourii (drcha.) 40 Ilustración 4.26. Pleurodeles walti (izda.) y Rana perezi (drcha.) Entre los colúbridos, destaca la elevada densidad que alcanzan la culebra de agua Natrix maura o la relativa abundancia de la culebra de collar Natrix natrix, y en la devesa la culebra bastarda Malpolon monspesulanus, tortuga mediterránea Testudo hermanni, tortuga y los galápagos leproso Mauremys leprosa, y europeo Emys orbicularis. Ilustración 4.27. Natrix maura (izda.) y Natrix natrix (drcha.) Ilustración 4.28. Malpolon monspesulanus (izda.) yTestudo hermanni (drcha.) 41 Ilustración 4.29. Mauremys leprosa (izda.) y Emys orbicularis (drcha.) Los mamíferos también han sufrido una drástica reducción en su diversidad a causa de la distorsión producida en las condiciones del medio. Se ha registrado un notable incremento de las especies cosmopolitas y triviales como las ratas Ratus ratus y ratones, así como también las Musarañas; en cambio no aparecen especies como la jineta Genetta genetta, el lirón Elyomis quercinus o la liebre Lepus capensis. La masiva presencia humana en la Devesa ha favorecido el desarrollo de especies comensales como la rata parda y los ratones, que encuentran en los desperdicios abandonados una fuente de alimento extra; la superpoblación de estas especies les ha llevado a ampliar su zona de distribución y adoptar hábitos predadores perjudicando al resto de la fauna y compitiendo ventajosamente con las especies silvestres a las que desplaza, como es el caso de la rata de agua Arvicola sapidu) y llegando a predar, incluso sobre las puestas de muchas aves. Son más de 250 las especies ornícolas que utilizan regular o excepcionalmente este ecosistema y cerca de 90 las que se reproducen en él. El grupo de aves más numeroso durante el invierno son las anátidas, llegándose a concentrar entre 40.000 y 60.000 ejemplares. De ellas la más interesante es el pato colorado o sivert Netta Rufina que llegan a superar las 17.000 aves, convirtiendo esta zona en el lugar más importante de Europa occidental para la invernada para esta especie. Otras anátidas comunes en invierno son el ánade real o Anas platyrhynchos, pato cuchara o A. clypeata, cerceta común o A. crecca, ánade rabudo A. acuta, ánade silbón A. Penélope, ánade friso A. strepera, porrón común Aythya ferina, tarro blanco Tadorna, pato mandarín Aix galericulata y un largo etc. 42 Ilustración 4.30. Anas platyrhynchos (izda.) y A. Clypeata (drcha.) Ilustración 4.31. A. Crecca (izda.) y A. Acuta (drcha.) Ilustración 4.32. A. Penélope (izda.) y A. Strepera (drcha.) Las anátidas habitan, fundamentalmente, el lago y los arrozales; el lago cumple un importante papel como zona de resguardo y reposo, sobre todo cuando se practica la caza en el arrozal; sin embargo, es éste el ambiente que se encarga de atraer y proporcionar el alimento a la mayoría de las especies, ya que la calidad de las aguas del lago impide que se desarrolle adecuadamente la vegetación sumergida e invertebrados que sirven de alimento a estas aves. Ello 43 puede dar una idea de la importancia que tiene el arrozal inundado en invierno para el mantenimiento de los valores ecológicos del Parque . En cuanto a las especies de limícolas invernantes, la avefría Vanellus y la agachadiza Gallinago son las más abundantes con contingentes de cerca de 2.000 individuos. Otros limícolas que se pueden observar en el Parque Natural son las agujas Limosa spp. correlimos Calidris spp. chorlitejos Charadrius spp., archibebes Tringa spp., etc. Entre los láridos Larus ridibundus es la especie más abundante, concentrando hasta 60.000 individuos en algunos inviernos en menor número se observan también la gaviota patiamarilla L. cachinnans y la sombría L.fuscus. Ilustración 4.33. Ganellus (izda.) y Gallinagus (drcha.) Ilustración 4.34. Limosa spp. (izda.) y correlimos Calidris spp (drcha.) Las ardeidas invernantes son la garza real o Árdea cinérea con más de 1.000 ejemplares anuales, la garcilla bueyera o Bubulcus ibis y la garceta común o Egretta garzetta. Asimismo, se pueden encontrar en invierno algunas especies de aves marinas como el cormorán grande o Phalacrocorax carbo que llega a concentrar cerca del millar de individuos y, en menor medida, el alcatraz o Sula bassana y el alca común o Alca torda, entre otras. 44 Ilustración 4.35. Bulbucus ibis (izda.), Egretta garceta (centro) y Phalacrocorax carbo (drcha.) Durante la época de nidificación el Parque Natural de La Albufera adquiere todavía un mayor interés al acoger un gran número de especies, algunas de las cuales se hallan en franco peligro de extinción. En los arenales de la Devesa próximos a la línea de costa nidifican especies tales como el chorlitejo patinegro Charadrius alexandrinus, el chorlitejo chico o Ch. dubius y el charrancito Sterna albifrons. Hacia el interior, en las malladas, nidifican especies de gran valor ecológico como la cigüeñuela Himantopus himantopus, la canastera Glareóla praíincola y el charrancito. En las dunas fijas de la Devesa, donde existe estrato arbóreo bien desarrollado para proporcionar cobijo y tranquilidad a las aves, se instalan desde 1986 importantes colonias de garza real y de martinete Nycticorax nycticorax, durante los dos últimos años la colonia de esta especie ha sacado adelante a los pollos gracias a la regulación del tráfico efectuada en la Devesa que ha impedido el paso de vehículos por el vial central durante el periodo de nidificación, ya que en años anteriores esta molestia hacia que las aves abandonaran los nidos. Ilustración 4.36. Himantopus (izda.) y Nycticorax (drcha.) 45 A pesar de que el deterioro de las condiciones naturales ha provocado que algunas especies dejen de nidificar en la zona, como es el caso del pato colorado o del fumarel cariblanco Chlidonias hybridus, y otras especies hayan visto sensiblemente reducidos sus efectivos reproductores, caso del somormujo lavanco o Podiceps cristatus, la focha Fulica atra y el zampullín chico o Tachybaptus ruficollis; el lago de La Albufera continúa siendo una importante área de nidificación para un gran número de especies, sobre todo para larolimicolas y ardeidas. Entre los láridos cabe destacar por su número al charrán común o Sterna hirundo y el charrancito, y entre los limícolas hay que resaltar a la cigüeñuela o al chorlitejo patinegro. Sin embargo, es en lo relativo a las ardeidas donde el lago de La Albufera adquiere una excepcional importancia internacional, llegando a alcanzarse, en conjunto, cifras superiores a las 2.500 parejas. Los mayores contingentes corresponden a la colonia de garcilla bueyera y de garceta, sumando entre ambas especies más de 2.000 parejas. En menor número, aunque con una extraordinaria importancia cualitativa, hay que mencionar las colonias de garza real con más de 300 parejas, garza imperial o Ardea purpurea, avetorillo o Ixobrychus minutus, martinete y la escasísima, a nivel europeo, garcilla cangrejera u Ardeola ralloides, que tiene en el Parque Natural su principal área de cría en Europa, junto con el Parque Nacional de Doñana. La gran cantidad de peces existentes en el lago, además del cangrejo americano Procambarus clarkii, aportan el alimento necesario para que las colonias de ardeidas vean, año tras año, aumentar sus efectivos; ello unido a una mayor tranquilidad de las zonas de cría, hace que las poblaciones de garzas sean las que presentan una evolución más favorable dentro del conjunto de la avifauna del Parque. El arrozal, incluyendo las acequias y ullals, constituye para las aves su principal área de alimentación ya que acoge una gran diversidad de invertebrados. El ciclo de la fauna se halla estrechamente relacionado con las necesidades del cultivo del arroz inundación, fangueo, siembra. Ilustración 4.37. Cultivo de arroz por inundación (izda.) fangueo (centro) y siembra (drcha.) 46 Este ambiente juega un papel complementario con el lago como área de alimentación. Aunque son pocas las aves que utilizan este ambiente para su reproducción zampullín chico, avetorillo, polla de agua, durante el período invernal y los pasos migratorios llega a concentrar varias decenas de miles de aves, especialmente anátidas. Ilustración 4.38. Zampullin chico (izda.) y Polla de agua (drcha.) La problemática que afecta a la fauna del Parque Natural deriva, en su totalidad, de la elevada presión humana existente tanto en el propio Parque como en su entorno. La proliferación de industrias, la proximidad a densos núcleos urbanos y la puesta en cultivo de arroz de gran parte del humedal circundante al lago, ha condicionado a la fauna hasta el punto de que esta ha llegado, en gran medida, a depender del hombre y sus actividades. Se podría resumir esta problemática en los siguientes puntos: * El elevado nivel de contaminación de las aguas como consecuencia de los vertidos urbanos e industriales y el uso masivo de fertilizantes y pesticidas ha afectado, fundamentalmente, a la fauna acuática. La desaparición de la vegetación sumergida ha afectado a algunas especies nidificantes como el pato colorado, gall de canyar o la focha. * La transformación del arrozal en cultivos hortofrutícolas afecta seriamente a las aves acuáticas al reducir la superficie inundable donde buscan su alimento. * La actividad cinegética también produce un cierto impacto sobre las poblaciones de aves acuáticas, especialmente anátidas. * La introducción de especies exóticas, como es el caso de la gambusia afectando por competencia a las especies autóctonas o del cangrejo americano cuyos efectos negativos sobre el arrozal ha obligado a los agricultores a la utilización masiva de pesticidas para su control. 47 * La masiva presencia humana, especialmente en la Devesa, afecta a especies que, como la garza real o el martinete, crían en colonias sobre la pinada. 48