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SALMOS 24
«El Rey De Gloria»
INTRODUCCIÓN
Es muy posible que este Salmo surja del acontecimiento registrado en 2 Samuel 6, es
decir, la ocasión de trasladar el arca de la casa de Obed-Edom hasta el monte Sion.
Salmo encontramos: Adoración al rey creador (vv.1–2), Condiciones para adorar al
rey santo (vv.3–6) y la entrada del rey victorioso (vv.7–10)
I. ADORACIÓN AL REY CREADOR (vv.1–2)
A. Solo Dios Debe Ser Adorador; Porque Él es el Dueño de Todo (v.1)
«1 De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan»
1. Lo primero que hace el salmista es destacar la absoluta soberanía de Dios.
«De Jehová es la tierra y su plenitud;…»
a. No hemos de pensar que sólo los cielos pertenecen al Señor y que la tierra, siendo
una parte insignificante del Universo, es tenida en menos por Dios, el cual no tiene
interés en ella ¡No, es así! También la tierra es de Yahweh y cuanto hay en ella.
b. Cuando Dios la dio a nuestros primeros padres, se la entregó como arrendatarios,
reservándose Él, la verdadera propiedad.
c. En comparación con el reino de la gracia, todo esto es considerado como cosa
vacía, vanidad de vanidades; pero en el reino de la providencia es algo lleno: «... y la
plenitud de ella», dice lit. el hebreo del v.1.
2. El es dueño de todo; de toda la tierra y de todos sus habitantes.
a. Suya es, de manera especial, la parte habitable de la tierra: «…El mundo, y los
que en él habitan» (Pr.8:31) «Me regocijo en la parte habitable de su tierra; Y mis
delicias son con los hijos de los hombres»
b. Nosotros no somos dueños de nuestro cuerpo ni de nuestra alma: Somos de Cristo
(1Co. 3:23)
B. Solo Dios debe Ser Adorado: Fundo la Tierra con Sabiduría (v.2)
«2 Porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos»
1. El v. 2 usa lenguaje común en la mitología cananea, pues yam “mar” y nahar
“rio” eran dioses rivales de Baal.
a. Pero el salmista desmitifica este lenguaje; ahora “mar” y “río” no son dioses, son
elementos que el único Dios Creador usó para hacer este mundo.
b. Los hebreos y sus vecinos cananeos entendieron el contraste que quiso hacer el
salmista.
2. La tierra es de Dios por su indiscutible título de Creador de cuanto existe (v. 2)
«Porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos»
a. El la creó y acomodó para uso del hombre.
b. La materia es suya, pues la hizo de la nada;
c. la forma también es suya, pues la hizo conforme a los eternos designios de su
mente.
3. «…Y la afirmó sobre los ríos» Ya que la afianzó, de forma que, aun cuando las
generaciones se suceden unas a otras, la tierra siempre permanece sin alterar su
estado general ni cambiar su órbita (v.Ecl.1:4).
«Firme fundó la tierra, y firme sigue» (Sal. 119:90)
II. CONDICIONES PARA ADORAR AL REY SANTO (vv.3–6)
A. Lo que Significa del Monte de Jehová y el Lugar Santo (v.3)
«3 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?»
1. Monte de Jehovah y Lugar Santo; se refieren al santuario en Jerusalén, y a la vez
simbolizan la comunión con Dios.
2. También puede interpretarse como el cielo (Monte de Jehová) y la presencia de
Dios (Lugar Santo).
3. Podríamos entenderlo de la siguiente manera: «¿Qué haré para subir al lugar
santo, al santo monte donde Dios habita, y permanecer en aquel lugar dichoso, donde
Dios extiende su propia morada sobre los suyos?» (Ap. 21:3).
B. Los que Subirán al Monte de Dios y al Lugar Santo (v.4)
«4 El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas
vanas, Ni jurado con engaño»
1. «El limpio de manos y puro de corazón;…» Limpio de manos y puro de
corazón hablan de la santidad.
a. ¿Cómo puede uno ser puro y limpio adentro? El salmista, en el Salmo 51, pide
que Dios le cree un corazón puro.
b. en el Nuevo T., bajo el Nuevo Pacto, Dios hace al creyente una nueva criatura
(2Cor. 5:17) y provee la identificación con Cristo en su muerte y resurrección.
c. Limpieza de manos: limpias de todo lo que ofende a Dios, hace daño al prójimo y
contamina al propio sujeto; es limpieza exterior
d. Habla de la limpieza interior de un corazón sincero, hecho nuevo por la gracia
mediante la fe, y conforme a la imagen y la voluntad de Dios ( Mt. 5:8)
2. Pureza de corazón «… El que no ha elevado su alma a cosas vanas…»
a. No haber alzado a lo vano su alma (lit.). Alzar el alma equivale a dirigir el afecto
hacia algo: «lo vano» (es decir, lo vacío e inconsistente; hebr. shav)
b. Aquí habla de no confiar en ídolos (vanidad); el que adora al Dios verdadero no
puede confiar en otros dioses.
3. «…Ni jurado con engaño» No haber jurado con engaño; es decir, no haber
defraudado al prójimo mediante un acto religioso.
C. La Recompensa para los que Cumplen con las Condiciones de la Santidad (v.5)
«5 El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación»
1. Recibirá Bendición. «El recibirá bendición de Jehová,…»
a. Es importante señalar que la verdadera bendición viene solo de Dios.
b. Por lo tanto los que viven en santidad y obediencia, serán bendecidos con los
favores de Dios, conforme a su situación y necesidad.
2. Recibirá justicia. «…Y justicia del Dios de salvación»
a. Aquí justicia se acerca al sentido del Nuevo T., de justificación (Sal.132:9, 16)
b. La verdadera justicia es de Dios; su sentido pleno se conoce en Cristo.
D. Hemos de Poner toda Diligencia en Buscar el Rostro de Dios, como Jacob (v.6)
«6 Tal es la generación de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh Dios
de Jacob»
1. Algunos lo entienden como «buscan tu rostro como Jacob» o «estos son el
verdadero Jacob» (Israel); pero es mejor aceptar la lectura de la LXX como
hace RVA. Hemos de buscar la comunión con Dios y estas son características
de tales personas.
2. Es decir, en lucha con Dios, hasta prevalecer como Jacob, que por eso se le
cambió el nombre por el de Israel.
3. Los que así buscan a Dios, recibirán toda clase de bendiciones de Yahweh (v.5)
y, en especial, la justicia, tanto exterior como interior, del Dios que salva (27:9)
III. LA ENTRADA DEL REY VICTORIOSO (vv.7–10)
A. Debemos Dejar Entrar a Rey de Gloria (v.7)
«7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y
entrará el Rey de gloria»
1. «Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas …» El
salmista está hablando a los que guardan las puertas. El simbolismo nos desafía
a dejar a Dios entrar como rey absoluto en nuestras vidas.
2. «…Y entrará el Rey de gloria» Rey se usa de Dios a menudo en Salmos y el
AT, pero solamente aquí encontramos la frase Rey de gloria.
B. Solo Dios es el Único Rey de Gloria (v.8)
«8 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso
en batalla»
1. Hallamos ahora ciertas repeticiones, que son usuales en los cánticos.
2. Se demanda una y otra vez la entrada del Rey de la gloria; las puertas deben ser
abiertas de par en par. « ¿Quién es ese Rey de la gloria? ¡Yahweh el fuerte y
valiente! ¡Yahweh el poderoso en batalla!»
3. ¿Quién…? Es importante que sepamos quién es Dios; es todopoderoso; ¡puede
hacer lo que promete!
C. Debemos Dejar Entrar a Jesucristo el Rey Gloria (v.9)
«9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y
entrará el Rey de gloria»
1. Las puertas del Cielo le debían ser abiertas a Cristo, esas puertas que bien
pueden llamarse eternas.
2. Nuestro Redentor las halló cerradas, pero, habiendo hecho, mediante su
sangre, expiación por el pecado y obtenido así el título que le daba derecho a
entrar en el santuario (He. 9:1)
Como quien tiene autoridad, demandó la entrada, no sólo para sí mismo, sino
también para nosotros; porque, en calidad de pionero, ha entrado allá por nosotros,
abriendo el reino de los cielos a todos los creyentes.
3. Podemos aplicarlo también a la entrada de Cristo en el alma por medio de la
Palabra y del Espíritu, para poner allí su santuario, pues somos su templo. La
presencia de Cristo en las almas es como la del arca en el templo, pues las santifica.
D. Solo Dios es el Único Rey de Gloria (v.10)
«10 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de la
gloria»
1. ¡Jehovah de los Ejércitos! destaca su poderío sobre las huestes celestiales.
2. Dios tiene todos los poderes a su disposición y hoy día Dios espera que todo su
pueblo se apropie la victoria que Cristo ya ha ganado (2 Cor. 10:3–5).
CONCLUSIÓN
Para concluir. Dios es el Rey de Gloria, que invita a entrar a su Presencia, pero solo
los que cumple con la santidad y obedecía que la Palabra de Dios demanda.