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TEMA 5. LA DIVERSIDAD CLIMÁTICA DE ESPAÑA.PECULIARIDADES DE
CASTILLA Y LEÓN.
LOS FACTORES DE LA DIVERSIDAD CLIMÁTICA.
En numerosas ocasiones los conceptos de tiempo y clima se utilizan de manera
equivocada.
TIEMPO: Es el aspecto diario que presenta la atmósfera. La Meteorología se ocupa
de estudiar el tiempo.
CLIMA: Es la sucesión de estados atmosféricos o tipos de tiempo en un lugar
concreto. Normalmente se toma como referencia un período de 30 años. La
Climatología analiza los climas.
El clima de cualquier espacio terrestre está modificado por factores geográficos.
España se ve condicionada, entre otros factores, por su ubicación entre África y
Europa, entre el Atlántico y el Mediterráneo, etc.
LA LATITUD
España se encuentra en el Hemisferio Norte, dentro de la mitad meridional de la
zona templada. Se halla, pues, más cerca de la zona tropical que de la zona polar, y
presenta unas temperaturas más cálidas que otros países europeos situados más al
norte. La localización de la Península Ibérica en la zona templada motiva la
existencia de dos estaciones bien marcadas, verano e invierno, separadas por otras
dos de transición, primavera y otoño.
Además, la fachada norte de la Península presenta los valores más bajos de
radiación solar, mientras que los más elevados se localizan en el sudeste español.
LA CIRCULACIÓN GENERAL ATMOSFÉRICA
La Península Ibérica se sitúa en el borde de la zona templada, por lo tanto se ve
influenciada por los Westerlies o Vientos del Oeste, que se forman por la
convergencia de las células ciclónicas polares con las células anticiclónicas
subtropicales.
Los anticiclones son centros de altas presiones atmosféricas (más de 1.013 mb, en
la práctica 1.016 mb), responsables del tiempo seco y despejado.
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Los ciclones, también llamados borrascas, son bajas presiones (menos de 1.013 mb,
en la práctica 1.016 mb), causantes de inestabilidad atmosférica y de
precipitaciones.
Los elementos que configuran y explican el clima de la Península Ibérica
fundamentalmente son dos:
CENTROS DE ACCIÓN
Se corresponden con los anticiclones, ya sean de carácter dinámico o térmico. Los
anticiclones que afectan a la Península Ibérica son:
Anticiclón de las Azores
Forma parte del cinturón subtropical de altas presiones permanentes. Durante el
verano se desplaza hacia el Norte, situándose sobre la Península. Es origen de
tiempo seco y soleado. Durante el invierno se desplaza hacia el Sur, permitiendo la
irrupción de las borrascas sobre el territorio peninsular.
Anticiclón Escandinavo
Masa de aire de origen polar que en determinados momentos del año puede
alcanzar la Península. Produce temperaturas muy bajas.
Anticiclón Siberiano-Anticiclón de Europa Central
Sólo se presenta en invierno y provoca un descenso brusco de las temperaturas con
fuertes heladas.
Anticiclón Sahariano (baja térmica en superficie)
Localizado sobre el desierto del Sahara, su borde septentrional puede alcanzar la
Península Ibérica, especialmente en verano, introduciendo aire seco, muy cálido,
con polvo en suspensión: son las calimas. Puede dar lugar a nubes de polvo que
generan "lluvias rojas o de sangre" (polvo de arcilla roja disuelto en el vapor de
agua), visibles en la mitad sur peninsular.
PERTURBACIONES
Son situaciones dinámicas caracterizadas por introducir inestabilidad atmosférica.
La inestabilidad está provocada por las células ciclónicas de altura que inducen, en
superficie, movimientos ascendentes del aire para llenar las bajas presiones. La
ascendencia de aire provoca su enfriamiento lo que se traduce en una condensación
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y precipitación. La mayor parte de las situaciones que producen precipitaciones en
la Península Ibérica se deben a la incidencia de las borrascas atlánticas originadas
en el Norte de este océano. Son lluvias de carácter dinámico o de frente. Se
producen al entrar en contacto dos masas de aire de características térmicas
distintas, una cálida y otra fría, como las del Frente Polar, que es la zona de
contacto entre las masas de aire polares y las tropicales. Así, encontramos la
Depresión de Islandia, que se desplaza en el invierno hacia el Sur, canalizando
masas de aire frío marítimo que provocan numerosas precipitaciones en la Península
Ibérica.
También afectan a la Península Ibérica las gotas frías. Las consecuencias de las
gotas frías varían con la estación. En invierno apenas tienen consecuencias (no hay
grandes contrastes térmicos entre el aire de estas latitudes y el que trae la gota
fría). En otoño son especialmente catastróficas sobre todo en la costa levantina y
sur.
Las masas de aire son porciones de aire con unas características concretas de
temperatura, humedad y presión. Estas características las adquieren en sus
regiones de origen, pero se modifican si recorren grandes distancias. El aire
procede de la zona ártica (A), la zona polar (P) y la zona tropical (T). Las dos
primeras son frías y la tercera cálida. En los tres casos, y dependiendo de la región
de origen, pueden ser masas de aire marítimas húmedas (m) o continentales secas
(c).
LA ALTITUD
España cuenta con bastante territorio por encima de los 1.000 m, lo que supone que
se registran temperaturas de hasta 6ºc inferiores a las que se tendrían si
estuviese a nivel del mar (si tenemos en cuenta que la temperatura desciende
0'65º de media por cada 100 m que ascendemos).
DISPOSICIÓN DEL RELIEVE
La disposición de la Cordillera Cantábrica, Pirineos, Montes de Toledo, Sª Morena y
Sistema Bético, así como el hecho de que la Meseta no esté cerrada por el Oeste,
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permite la entrada de los vientos húmedos procedentes del Atlántico, evitando que
la aridez se adueñe de la zona central de la Península.
Las barreras montañosas provocan el ascenso y descenso de los flujos de viento. Si
la masa de aire, cargada de humedad, choca contra una cordillera, se ve obligada a
ascender por la ladera de barlovento, el aire, al elevarse, se enfría y condensa, lo
que da lugar a lluvias orográficas o de relieve. Éste es un fenómeno habitual en la
Cornisa Cantábrica y ocasiona una lluvia fina denominada "chirimiri". Cuando el
viento desciende por la ladera de sotavento, se produce un aumento de la
temperatura y la ausencia de nubes. A este fenómeno se le denomina efecto Foëhn.
Su influencia es muy fuerte en algunas regiones españolas, como en el valle del
Ebro, rodeado por barreras montañosas.
En la vertiente oriental de las cordilleras mediterráneas cuando predominan los
vientos del este se forman núcleos tormentosos. Sin embargo, cuando soplan
vientos del Oeste en el sudeste peninsular y en la costa levantina apenas habrá
nubosidad y no habrá precipitaciones.
LA INFLUENCIA MARINA
El mar actúa como regulador de la temperatura por su capacidad de generar vapor
de agua. Por esta razón en la costa suele llover más que en el interior; además, las
temperaturas máximas y mínimas son más suaves.
Por otra parte también influyen las corrientes marinas. Así, la corriente cálida del
Golfo, que procede del Golfo de México, aporta a la fachada noroccidental vientos
húmedos y cálidos. La corriente fría de Canarias también influye en la medida que
reduce la evaporación y por lo tanto las precipitaciones.
ELEMENTOS DEL CLIMA
Para determinar cuál es el clima de un lugar, deben realizarse observaciones
periódicas del estado de la atmósfera. Los elementos que se observan son la
insolación y la nubosidad, la temperatura, la humedad, la presión, el viento, las
precipitaciones, etc. (la evaporación, la evapotranspiración (pérdida de humedad de
la superficie terrestre debida a la insolación y la transpiración de las plantas) y la
aridez).
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Las temperaturas son más suaves cerca del mar y descienden hacia el interior, son
más frías a mayor altitud y más elevadas en el sur en términos generales. También
hay que tener presente la amplitud térmica anual y las heladas.
En relación con la presión atmosférica está el viento. Los vientos se producen como
consecuencia de las diferencias de presión, y van desde las altas a las bajas
presiones. Por su latitud, España se encuentra en el área de los vientos de
poniente.
Por otro lado hay que tener presente la aridez, que es la relación establecida entre
el calor y la humedad. Existen diversos índices para calcularla.
- El índice de GAUSSEN se emplea para establecer la aridez mensual. Un mes es
árido cuando 2t ºC > P mm.
- El índice de LAUTENSACH se utiliza para determinar la aridez general de una
zona. La aridez se establece a partir del número de meses con déficit de agua
(menos de 30 mm de precipitación). Se habla entonces de zona sin aridez o húmeda
(ningún mes con déficit de agua), zona semihúmeda (de 1 a 4 meses áridos), zona
semiárida (de 4 a 7 meses áridos) y zona semiárida extremada (de 7 a 11 meses).
TIPOS DE TIEMPO.
TIEMPO DE INVIERNO
El tipo normal corresponde a un invierno seco y frío, con cielo despejado, debido a
la acción de los distintos anticiclones. En estas circunstancias anticiclónicas el aire
frío se acumula en las capas bajas. Si a esto se añade la humedad ambiental, como
la que se suele dar a lo largo de las cuencas de los ríos, da origen a nieblas
matinales que desaparecen a lo largo del día. Si el frío es intenso se producirán
fuertes heladas y aparecerá la escarcha.
Mientras esto ocurre en el interior de la Península, en la costa septentrional suele
llover intensamente, debido a la acción del Frente Polar. En el resto de las costas
españolas el mar actúa como termorregulador, por lo que las temperaturas son más
suaves y las nieblas matinales más escasas.
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Las olas de frío suelen darse al menos una vez todos los años. Afecta
prácticamente a toda la Península, quedando fuera de su radio de acción el litoral
Penibético.
TIEMPO DE VERANO
El verano típico es seco y cálido. En este período el anticiclón de las Azores envía
su aire caliente sobre toda la Península Ibérica. En ocasiones la estabilidad se ve
interrumpida por tormentas estivales (lluvias de carácter convectivo). También
pueden producirse olas de calor debido a la llegada de aire continental africano
(Baja térmica sahariana). En ocasiones se da un tiempo fresco y con precipitaciones
debido a que el anticiclón de las Azores se sitúa en una posición más meridional.
TIEMPO DE OTOÑO Y PRIMAVERA
El tiempo característico es variable, con alternancia de días nublados y lluviosos
con otros despejados. En ocasiones se pueden registrar lluvias catastróficas,
principalmente en otoño. También puede suceder lo contrario: otoños y primaveras
anormalmente secos debido a la prolongación de la acción anticiclónica sobre la
Península.
LA DIVERSIDAD CLIMÁTICA DE ESPAÑA.
CLIMA ATLÁNTICO U OCEÁNICO
Se extiende por la fachada costera septentrional (Pontevedra, A Coruña, la mitad
norte de Lugo, Asturias, Cantabria, Vizcaya y Guipúzcoa). Se distingue por unas
temperaturas suaves y abundante humedad. La temperatura media anual es de
12ºC, con una amplitud térmica muy poco marcada. En invierno la temperatura
media anual es de 8º-10º C y en verano de 20º C. Las heladas son poco frecuentes.
La media de precipitaciones se encuentra en 900 mm, a veces más. Hay escasos
meses secos y la aridez es menos marcada que en el ámbito mediterráneo.
CLIMA MEDITERRÁNEO CONTINENTALIZADO
El clima del interior de la Península es mediterráneo pero por la ausencia de
influencia marina, las temperaturas son extremas, de tipo continental, con
inviernos fríos y veranos calurosos. Se localiza por todo el interior de la península
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Ibérica: las dos Submesetas, valle del Ebro y valle del Guadalquivir. La amplitud
térmica es acusada y las precipitaciones se sitúan entre los 300-600 mm.
En la Meseta Norte, los veranos son cortos y calurosos y los inviernos son largos y
fríos, con mínimas absolutas que llegan a -10ºC. Precipitaciones en torno a los
400mm. En la Meseta Sur las temperaturas son más elevadas, con inviernos más
suaves y veranos más calurosos, y las precipitaciones más escasas. La Depresión del
Ebro registra valores similares a la Meseta Sur. El Valle del Guadalquivir presenta
rasgos de continentalidad en las zonas interiores. Registra las temperaturas
medias anuales más elevadas de la Península Ibérica.
CLIMA MEDITERRÁNEO
El clima mediterráneo es propio de las islas Baleares, de la zona litoral
mediterránea y de gran parte de Andalucía y de Extremadura. Las precipitaciones
son bajas, con máximas en primavera y otoño, y sequía veraniega. La acción
reguladora del mar hace que no exista un verdadero invierno (medias de enero
superiores a los 8ºC), siendo la media del mes más cálido superior a los 22ºC. El
régimen pluviométrico se caracteriza por su irregularidad. Las lluvias disminuyen
de Norte a Sur. Los valores medios están alrededor de 400-500 mm anuales, pero
oscilan entre los 300 mm de Cabo de la Nao y los 750 mm de Girona
CLIMA MEDITERRÁNEO ÁRIDO
Se extiende por Almería y Murcia. La temperatura media es de 18ºC. En cuanto a
las precipitaciones, la media habitualmente es inferior a 300 mm anuales, pero
llegan a registrarse 180 mm en el cabo de Gata. La sequía se prolonga durante la
mayor parte del año, llegando a 10 meses en Almería, donde sólo se libran de la
aridez durante los meses de diciembre y enero.
Se podría incluir dentro de este apartado la zona media del valle del Ebro, cuya
aridez es debida al aislamiento de las borrascas atlánticas por el Sistema Ibérico y
la nula influencia del Mediterráneo debido a la posición de la Cordillera Costero
Catalana.
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CLIMA DE MONTAÑA
Es considerado clima de montaña el localizado a partir de 1.000 m, pero esto varía
en función de la latitud, de la exposición y de la influencia marina. En el caso de los
Sistemas Central e Ibérico aparece este clima a partir de 1.500 m y en el Sistema
Bético a partir de 2.000 m.
El clima de montaña se caracteriza por su carácter frío; algún mes aparece con una
temperatura media inferior a 0ºC y el mes más cálido no supera 17ºC de media. Las
precipitaciones son elevadas: superiores a 1.000 mm, sobre todo en forma de nieve.
CLIMA DEL ARCHIPIÉLAGO CANARIO
El tiempo normal viene dado por la presencia del Anticiclón de las Azores y del
viento alisio marítimo del NE. En invierno la posición del A. de las Azores puede
variar y dar paso al aire polar marítimo, que provoca temporales e intensas
precipitaciones en un período corto de tiempo. En verano puede irrumpir aire seco
sahariano, que produce olas de calor.
Las Canarias tienen un clima de influencia tropical que, junto a la acción
moderadora del océano Atlántico hace que las variaciones de temperatura entre el
invierno y el verano sean pequeñas. La amplitud térmica anual es la más baja de los
dominios climáticos españoles, alrededor de 7ºC. La temperatura media anual se
sitúa entre 19ºC -21ºC.
El total de precipitaciones es escaso debido al Anticiclón y al carácter frío de la
corriente marítima; está en torno a 250 mm anuales mal repartidos, ya que sólo
llueve en invierno y hay hasta 8 meses de sequía. Las precipitaciones aumentan en
las islas occidentales y disminuyen en las orientales. También ascienden con la
altitud, alcanzándose en algunas cumbres 700-1.000 mm.
CLIMA URBANO
Entre los elementos que lo caracterizan destaca el aumento de la temperatura. Por
ello se ha generalizado la expresión de isla urbana de calor, ya que puede llegar a
haber 8ºC de diferencia en relación con los alrededores. Entre las razones que lo
explican se puede citar la liberación de energía (calor de los gases de combustión)
o la densidad de las construcciones. Por esto la humedad relativa y el número de
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días de heladas o de precipitaciones de nieve serán siempre menores. Sin embargo,
la nubosidad e incluso las precipitaciones suelen ser mayores, debido a la
existencia de núcleos de condensación.
PECULIARIDADES DE CASTILLA Y LEÓN.
Los factores que inciden sobre el clima castellano-leonés crean cierta diversidad
climática:
-la latitud: zona templada, situada en el área de contacto de las masas de aire
polar y tropical.
-la altitud: elevada altitud media de la meseta y de las cordilleras periféricas.
-la influencia del mar: aislada del mar por estas cordilleras, matices de
continentalidad.
Los elementos del clima presentan diversas características:
-las precipitaciones: escasas e irregulares, van disminuyendo hacia el centro de la
meseta (desde los 800 mm del piedemonte hasta los 400 mm anuales del centro) y
existe sequía estival.
-las temperaturas: son moderadas, entre los 10ºC y los 12ºC, debido a la altitud y
hay elevada amplitud térmica (entre los 16ºC-18ºC). El invierno es largo y frío,
cinco meses con temperaturas inferiores a 10ºC. Y el verano es corto y moderado,
ningún mes supera los 22ºC.
Los tipos de clima muestran un acusado contraste. En la cuenca central el clima es
mediterráneo continentalizado: temperaturas medias moderadas y precipitaciones
escasas e irregulares. Hay sequía estival y en la zona centro-occidental (entre
Benavente, Zamora y Toro) hay un área semiárida, con precipitaciones inferiores a
los 400 mm anuales. En los rebordes montañosos el clima es de montaña, atlántica
en el norte y oeste y mediterránea en el este y sur. Las precipitaciones son más
elevadas, desde los 800 a los 1500 mm anuales, y las temperaturas más bajas.
Existen varios microclimas especiales: en la comarca de El Bierzo y los valles del
Alagón y del Tiétar los inviernos son más suaves por su menor altitud, y en Los
Arribes tenemos un islote térmico, con temperaturas de 9,5ºC en enero y de 27ºC
en agosto, siendo frecuente sobrepasar los 40ºC.
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CONCEPTOS:
Clima:
Tiempo atmosférico:
Aridez estival:
Oscilación térmica:
Anticiclón:
Borrasca:
Frente:
D.A.N.A.:
Barlovento:
Sotavento.
Solana:
Umbría:
Isoterma:
Isoyeta:
Isobara:
PRÁCTICAS:
Análisis y comentario de diagramas ombrotérmicos.
Mapas temáticos de tipo térmico y pluviométrico.
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