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El Trabajo con grupos
Fragmento del libro "El Trabajo con grupos”.
Capitulo 1 “Nuevos escenarios sociales”
Autores: Dora García, Claudio Robles, Verónica Rojas, Ana Toreli.
Los desafíos del Trabajo Social hoy
Considerando que el modelo neoliberal pareciera estar en las vías de agotamiento y que habría
en Latinoamérica un proceso que intenta revertir ese modelo, podemos decir que se está
abriendo un camino, desde la perspectiva crítica, hacia la recuperación de la función originaria
de la política en competencia con la función del mercado.
En este contexto, hablamos de la complejidad del campo problemático de nuestra
disciplina, el cual muestra ribetes muy dramáticos, por cuanto nos encontramos frente a un
proceso de profundas transformaciones y al mismo tiempo, de insospechadas asimetrías:
elevados índices de pobreza y cada vez mayor concentración de riqueza en pocas manos. El
momento histórico nos interpela y exige estar a altura de los tiempos que corren, pudiendo
aportar tanto desde el campo de la investigación como de la intervención, hacia la consecución
de los derechos de la población.
El Trabajo Social no está ajeno a estas situaciones; por el contrario, se halla condicionado
por la coyuntura, en tanto practicas social, y en interrelación con esa macroestructura.
Sabemos, desde este lugar, que no existe un Trabajo Social uniforme, sino que hay distintos
posicionamientos políticos e ideológicos desde los cuales significamos nuestra tarea.
Están los que se instalaron cómodamente en el pensamiento tecnocrático (…) Los que han
transformado los problemas sociales en problemas de costo-beneficio, acotando su horizonte
a la administración del statu quo (…) Los que han propuesto un discurso de reculpabilización
de los sectores subalternos y empobrecidos (…) Los que criminalizan la pobreza (…)1.
Están los que critican permanentemente al sistema, pero que en la práctica profesional,
aludiendo a un trabajo alternativo, terminan sin dar respuestas claras a los problemas de la
cuestión social. Por último, están los que contra viento y marea siguen sosteniendo proyectos
ético-políticos para esta realidad, conforme al apoyo de marcos conceptuales que permitan
comprenderla e interpretarla críticamente.
Todo proyecto ético-político requiere tener una concepción crítica de la profesión: cuál es
nuestra identidad, cual es nuestra inserción en el texto histórico social, quienes son los sujetos
de atención de la práctica profesional a que derechos apuntamos como reivindicaciones
sociales.
Para ello, necesitamos sostener un marco ideológico-político explicito y una legislación
definida por el colectivo profesional que tienda a la defensa de los derechos humanos y la
justicia social; a la consolidación de la ciudadanía; a la profundización de la democracia; al
respeto a la diversidad y al pluralismo, y al compromiso con la calidad de los servicios
prestados a la población.
En este contexto argentino, trabajamos cotidianamente en actividades grupales:
académicas, institucionales, comunitarias, y nos encontramos día a día con sujetos sociales
pertenecientes a distintos estratos económicos, atravesados por la realidad descripta, en
diferentes situación de vida: formándose como profesionales, capacitándose para coordinar
grupos de salud educación, acción social, violencia familiar, etc., organizándose en redes
sociales, proyectos comunitarios, barriales y grupos de auto ayuda.
Desempeñándonos en esas actividades fuimos descubriendo y aprendiendo que es el
contexto social el que impregna las conductas de las personas. Al participar de tareas grupales,
aparecen las debilidades y fortalezas en juego, lo que hace necesario comprometerse desde la
coordinación/observación con un nivel de contención y sostén que promueva aprendizajes
particulares y específicos.