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Transcript
EVALUACIÓN CLÍNICA
TEMA 4
EVALUACIÓN DE LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD
Estudien los criterios diagnósticos de los diferentes trastornos y su epidemiología. Dentro del
diagnóstico diferencien entre las dos aproximaciones básicas para su evaluación, la
categorial y dimensional y los instrumentos recomendados en cada una de ellas. Dentro de
esta evaluación se recogen instrumentos de evaluación genérica de la personalidad y
específicos cuyas características deben ser estudiadas
1.- INTRODUCCIÓN
Hay diversas teorías sobre la personalidad que contemplan en ella diferentes facetas o
factores considerados desde el comienzo de su estudio en función de los distintos
paradigmas vigentes en cada época: humores, constitución somática, S.N., etc. Desde el
principio, también han aparecido modos distintos de evaluación de la personalidad
construidos desde esas posiciones teóricas: Rorschach, los tres grandes o los Cinco
Grandes.
La personalidad se conceptualiza genéricamente como una manera de ser, como aquello
que explica la conducta, el pensamiento y las emociones de cada sujeto. Pero la
personalidad es algo distinto a sus trastornos, aunque en muchas ocasiones se hayan
utilizado instrumentos para la evaluación de la personalidad normal para evaluar dichos
trastornos. Naturalmente, los factores de personalidad pueden aprovecharse como base de
evaluación de la personalidad patológica. Hay muchos estudios sobre la relación entre TP y
los 5 Grandes especialmente, el Trastorno Límite y el Narcisista.
Los TP están incluidos en el Eje II (junto con Trastornos del Desarrollo) desde el DSM-III
(1980) y desde el DSM-III-R (1987) los TP son 11, agrupados en tres grandes géneros. Sin
embargo, cuando hablamos de un TP nos referimos a una alteración cuya definición es difícil
y cuyos límites son suficientemente imprecisos como para que se haya producido una
situación confusa, en la que esta categoría se ha convertido en un cajón de sastre, donde
van a parar los pacientes con una alta comorbilidad, sintomatología difusa con una duración
persistente y una intensidad constante.
En el DSM los TP tienen formas específicas, en función de 3 grupos A, B y C, más el grupo
de “otros desórdenes”, donde aparecen aquellos que no se pueden incluir claramente en
ninguno de los anteriores.
Grupo A: T. Paranoide, T. Esquizoide, T. Esquizotípico, donde falla el funcionamiento
personal y todos ellos afectan fundamentalmente al sujeto.
Grupo B: T. Antisocial, T.Limítrofe, T. Histriónico, T. Narcisista; afecta al sistema de
rasgos, y donde el entorno es quien sufre las consecuencias (TP exteriorizados).
Grupo C: T. Evitativo, T. Dependiente y TOC; alteración de las funciones interactivas del
sujeto con su entorno (interiorizados).
1.1
Epidemiología
Dada la alta comorbilidad, resulta difícil dar una cifra de su incidencia (0.5%-3% del
paranoide al 7% del esquizoide;
(Tabla 4.1, página 109).
Tabla 4.1: Prevalencia de los Distintos Trastornos de Personalidad
Trastornos de Personalidad
Prevalencia (%)
Paranoide
0,5-2,5
Esquizoide
7
Esquizotípico
3
Narcisista
1
Histriónico
2-3
Boderline
1-2
Evitativo
0,5-1
Dependiente
3-10
Narcisista, Paranoide, Antisocial y Esquizoide, más frecuentes en hombres.
Depresivos, Dependientes, limítrofes y Evitativos, más frecuentes en mujeres.
El TP aparece en la adolescencia tardía o en la juventud temprana, es decir, acompaña al
individuo a lo largo de su vida, por ello el sujeto no suele ser consciente de su problema.
1.2
Factores Etiológicos
NO TIENE UNA ETIOLOGÍA CLARA. Los expertos afirman que su explicación está en
ciertas estructuras de temperamento y personalidad que facilitan las respuestas
desajustadas de estrés ambiental. Se trata de un rasgo predisponerte que se dispara con
mayor probabilidad en situaciones estresantes. Normalmente, existen patrones familiares de
estas perturbaciones.
1.3
Comorbilidad
TODOS TIENEN SU TRASTORNO CLÍNICO CORRESPONDIENTE EN EL EJE I Y HAY
ENTRE ELLOS UNA ALTA COMORBILIDAD
2.- EVALUACIÓN PARA LA CONTRASTACIÓN DE HIPÓTESIS DIAGNÓSTICAS Y LA
DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA
El proceso de la evaluación de los TP ha de ser necesariamente dilatado, puesto que
necesita un análisis del comportamiento a lo largo del tiempo que permita analizar los
cambios que se producen en situaciones de estrés, lo que implica analizar la estabilidad de
los rasgos de personalidad. Para evitar el peligro de confundir un TP con un trastorno clínico,
se recomienda evaluar varias veces al sujeto, aplicar cuidadosamente criterios diagnósticos
o cuestionarios y, sobre todo, analizar cuidadosamente la biografía del sujeto a lo largo del
tiempo.
Antes de hacer un diagnóstico de TP hay que descartar que no se confunda especialmente
con dos cosas:
1)
con un problema de ajuste de corta duración ante un evento estresante
2)
con cualquier problema físico (tumores, drogas) que produzca una sintomatología
similar.
2.1 Evaluación Categorial
2.1.1 Criterios Diagnósticos
La evaluación categorial comienza por la constitución de los grupos taxonómicos que
cumplen determinados criterios y termina por diagnosticar a un sujeto incluyéndolo en un
grupo.
Los criterios, que permiten la ubicación del trastorno en las diferentes categorías que
proporciona el eje II, pueden ser de dos tipos: genéricos y específicos.
º CRITERIOS GENÉRICOS (aplicables a todos los TP):
(A) Los criterios genéricos que permiten identificar un TP aparecen en estos 4 campos:
1) COGNICIÓN; 2) AFECTIVIDAD; 3) FUNCIONAMIENTO DE LAS RELACIONES
INTERPERSONALES; 4) CONTROL DE IMPULSOS.
(B) Un patrón consistente, inflexible y extenso en todos los campos personales y sociales
(DSM-V propone cuantificación).
(C) Este patrón conduce a un significativo malestar o incapacitación en lo social laboral y
otras áreas importantes.
(D) Este patrón es estable y tiene su comienzo en la adolescencia o juventud temprana.
(E) No se explica mejor como manifestación o consecuencia de otro desorden
(F) No se debe a ingestión de sustancias ni otra condición médica.
º CRITERIOS ESPECÍFICOS:
Se distinguen 3 grandes grupos:
Grupo A: Sujetos de características psicóticas (Tabla 4.2)
Grupo B: Trastornos exteriorizados (Tabla 4.3)
Grupo C: Trastornos interiorizados (Tabla 4.4)
Tabla 4.2: Criterios Específicos del Grupo A (Raros, Excéntricos)
Paranoide
Esquizoide
Esquizotípico
Trastornos perceptivos y
Suspicaz, desconfiado.
Reclusión social.
déficits sociales.
Sospecha de los demás sin Ni desea ni disfruta de
Ideas de referencia.
fundamento.
relaciones íntimas.
Preocupación
injustificada Escoge
actividades
Creencias raras.
sobre la realidad.
solitarias.
Reacio a confiar en los otros.
No le interesa el sexo. Percepciones extrañas.
Encuentra
significaciones No disfruta de las Pensamiento
y
lenguaje
ocultas,
cosas.
raros.
Es rencoroso.
Ausencia de amigos.
Ideas paranoides.
Indiferente al elogio o
Contraataca airadamente.
Conducta excéntrica.
crítica.
Sospecha sin causa de la
Frío, falto de afecto.
Afectos inapropiados.
fidelidad de la pareja.
No debe darse este diagnóstico si hay esquizofrenia, trastorno afectivo o cualquier otro
tipo de desorden psicótico y tampoco si se dan alteraciones fisiológicas debidas a
condiciones médicas.
Tabla 4.3: Criterios Específicos del Grupo B (Exteriorizados)
Antisocial
Boderline/Límite
Histriónico
Narcisista
Emocionalidad, excesiva, Necesidad de
Desprecio y
Inestabilidad e
de búsqueda de
administración y
violación de los
impulsividad marcada
atención, comienza en la ausencia de empatía,
derechos de los
y se extiende a una
juventud y se extiende a comienza en la juventud
otros que aparece
variedad de contextos. una variedad de
y se extiende a una
desde los 15 años.
contextos.
variedad de contextos.
Quebrantamiento de Temor de ser
Necesita ser centro de
Grandiosidad.
normas.
abandonado.
atención.
Relaciones
Deshonestidad en
Fantasías de éxito y
interpersonales
Conducta provocativa.
propio beneficio.
poder.
inestables.
Es pretencioso, espera
Impulsividad: sexo,
Usa el atractivo físico
un trato favorable y
Impulsividad.
drogas.
como anzuelo.
acatamiento automático
de sus expectativas.
Agresividad.
Suicidio.
Autodramatismo.
Falta de empatía.
Inestabilidad
Requiere excesiva
Irresponsabilidad.
Emociones cambiantes.
emocional.
admiración.
Conducta
Incontrol de
Sugestionable.
Manipulación del otro.
arriesgada.
emociones.
Considera sus relaciones
Falta de
Historia de
más íntimas de lo que
Envidioso, celoso.
remordimiento.
autoagresiones.
realmente son.
Ideación paranoide
Arrogante.
transitoria.
Esta conducta no se
Frente a otros
da exclusivamente
trastornos de
durante un episodio
personalidad similares
de Esquizofrenia o
no incluye impulsividad
Manía.
ni agresión.
Tabla 4.4: Criterios Específicos del Grupo C (Interiorizados)
Evitativo
Dependiente
Obsesivo-Compulsivo
Inhibición social, sentimientos
Preocupación por el orden,
Sumisión, dependencia y
de inadecuación e
perfeccionismo y control mental y
miedo a la separación,
hipersensibilidad a la
social sin flexibilidad, apertura y
comienza en la juventud y se
evaluación negativa, comienza
eficacia, comienza en la juventud y
extiende a una variedad de
en la juventud y se extiende a
se extiende a una variedad de
contextos.
una variedad de contextos.
contextos.
Evitación de relaciones con
Dificultad para tomar
Preocupación por detalles,
otros.
decisiones.
órdenes, listas o reglas.
Incapaz de implicarse a menos
Deseos de que otros asuman
El perfeccionismo interfiere en la
de estar seguro de su
sus responsabilidades.
consecución de la tarea.
aceptación.
Reacio a intimar por miedo a
Falta de iniciativa.
Hipercumplidor, escrupuloso.
ser ridiculizado.
Preocupación por ser criticado Excesivos esfuerzos para
Rígido, terco.
o rechazado.
obtener apoyo de otros.
Se siente por sus sentimientos Sentimientos de incomodidad
No delega tareas.
de inadecuación.
y desesperanza.
Se considera inferior a los
Preocupación por ser
Guarda objetos inservibles.
otros.
abandonado.
Dificultades para expresar
Reacio a correr riesgos.
Tacaño, miserable.
desacuerdo.
Cuando acaba una relación,
busca urgentemente.
º Otros TP ( no encajan en criterios genéricos y específicos):
PERSONALIDAD PASIVO-AGRESIVA: Resistentes a la autoridad y a las órdenes de
cualquier tipo, pero no desarrollan conductas de oposición, no dan paso a la agresión, y dan
lugar al resentimiento y a las actitudes críticas que dificultan su integración.
PERSONALIDAD DEPRESIVA: Tienen una visión de la vida desesperanzada, miserable y
triste, muestran una baja autoestima, se perciben culpables de todo ello y con frecuencia
desarrollan una depresión clínica.
2.1.2 Técnicas Diagnósticas De Evaluación Categorial
La evaluación categorial tiene dos formas posibles de llevarse a cabo: observar al
sujeto y comprobar la presencia o ausencia de los criterios expuestos sin otra guía que los
mismos criterios; o la utilización de entrevistas estructuras o semiestructuradas, que suelen
estar constituidas por, al menos, un ítem por criterio, pero que pueden incluir varios para
cada uno. (Tabla 4.5)
Tabla 4.5: Principales entrevistas diagnosticas para la evaluación de los TP
Identificacion
Aplicación y formato
Dimensiones
Entrevista
Diagnóstica de
2 ó 3 preguntas por criterio.
Evalúa todos los trastornos de
Trastornos de
aplicable a adultos
personalidad a partir del DSM-III-R
Personalidad DIPD
Entrevista Clínica
Que se puede usar categorialmente
Estrcturada de
Evalúa todos los trastornos de
(presente o ausente) y
Desordenes de
personalidad. Basada en DSM-IV
dimensionalmente. Aplicable a
Personalidad SCID
Eje II
adultos
II
Evalúa 22 características de la
Trastornos de
Entrevista semiestructurada que
personalidad límite. 3 subescalas :
Personalidad
permite diagnosticas.
inestabilidad, autoimagen y
Borderline DIB-R
afectividad.
DIPD, Entrevista Diagnóstica de TP
SCID-II Entrevista Clínica Estructurada de Desórdenes de Personalidad
DIB-R TP Borderline.
2.2 Evaluación Dimensional
Pretende cuantificar a lo largo de un continuo el grado en el que un sujeto presenta
determinada sintomatología. Recientemente, se asienta la tendencia a considerar que los TP
deberían evaluarse dimensionalmente, porque es necesario cuantificar su gravedad y no
sólo su presencia, y también porque distribuye a los sujetos según la curva normal y esto
permite cuantificar el grado de desadaptación de un individuo en relación con otros, cuestión
relevante, ya que los TP son esencialmente una desadaptación psicosocial. La
sintomatología se puede presentar en distintas áreas: conductual, cognitiva, social y
emocional. Por tanto, los instrumentos que se elaboran para la evaluación de los TP
exploran estos campos escogiendo los ítems que hacen referencia a ellos.
Ver Tabla 4.6, 4.7 y 4.8 para tener una idea de items específicos evaluación TP diferentes
grupos.
2.2.1 Evaluación Dimensional Genérica
Normalmente el proceso de evaluación recomienda comenzar por un instrumento genérico.
Esta es una estrategia que permite confirmar la hipótesis generada en la entrevista de
recepción, y por otro lado, nos ofrece la posibilidad de detectar algún otro tipo de
perturbación que no fuese patente en el primer contacto.
Las conocidas escalas genéricas de personalidad MCMI y el MMPI tienen subescalas de TP
y pueden ser usadas para la confirmación del diagnóstico.
* MCMI-III Inventario Clínico de Personalidad de Millon:(es el que hay que saberse de este
apartado).
La última adaptación española consta de 175 elementos con 4 escalas psicométricas, 7
escalas clínicas y 3 síndromes de gravedad. Posee 10 escalas para el eje I, escalas de Eje
II (Esquizoide, Evitativo, Depresivo, Dependiente, Histriónico, Narcisista, Antisocial,
Agresivo, Compulsivo, Negativista, Autodestructivo, Esquizotípico, Limítrofe,
Paranoide, siguiendo el DSM-IV TR) y 3 niveles de gravedad. Aplicable a adultos.
También, una prueba de personalidad como el NEO-R, ha resultado ser especialmente útil y
buena predoctora de los TP. Todos estos instrumentos están adaptados al español.
Tabla 5: Instrumentos de Amplio Espectro para la Evaluación de los TP1
Identificación
Aplicación y Formato
Dimensiones
La última adaptación española
Escalas del Eje II: Esquizoide,
que consta de 175 elementos con
Evitativo, Depresivo,
Inventario Clínico de
4 escalas psicométricas, 7
Dependiente, Histriónico,
la Personalidad de
escalas clínicas y 3 síndromes de
Narcisista, Antisocial, Agresivo,
Millon MCMI-III.
gravedad. Posee 10 escalas para
Compulsivo, Negativista,
Adaptación
el Eje I, 8 escalas de Eje II y 3
Autodestructivo, Esquizotípico,
española (2007).
niveles de gravedad. Aplicable a
Limítrofe y Paranoide siguiendo
adultos.
el DSM-IV TR.
2.2.2 Cuestionarios De Evaluación Específica
Es conveniente consolidar los datos de un instrumento genérico con la aplicación del
subsiguiente de un cuestionario específico de TP que, por otra parte, proporciona una
posible validez concurrente.

Índice de Millon de Estilos de Personalidad MIPS.

CEPER Cuestionario de Evaluación de la Personalidad:
Es un autoinforme construido en España, que ofrece una medida dimensional de los TP.
Compuesto por 150 elementos (4 de sinceridad). Se contesta en una escala de 7 puntos que
va desde 0 (nada característico de mí) hasta 6 (muy característico de mí). Se usan ítems
que cubren los criterios del DSM-IV. La escala proporciona información sobre 14 estilos
personales: Paranoide, Esquizoide, Esquizotípico, Histriónico, Narcisista, Antisocial,
Límite, Evitativo, Dependiente, compulsivo, Pasivo-agresivo, Sádico, Autodestructivo
y Depresivo.
1
Solo aparecen los instrumentos que son materia de examen.







Inventario Psicopatológico Revisado PCL-R.
Entrevista para la Evaluación de la Personalidad PAI.
Cuestionario de Diagnóstico de Personalidad PDQ-4.
Inventario de Adjetivos para la Evaluación de los Trastornos de Personalidad IA-TP.
Cuestionario del Factor General de Personalidad GFPQ.
Cuestionario de Personalidad Esquizotípica SPQ.
Índice de Severidad de Problemas de Personalidad SIPP-118.
3.- EVALUACIÓN PARA LA CONCEPTUALIZACIÓN DE UN CASO Y PLANIFICACIÓN
DEL TRATAMIENTO (ADVERTENCIAS PARA LA GENERACIÓN DEL DIAGNÓSTICO)
Cuando ya se han obtenido los datos de la evaluación hay que comenzar su análisis.
Para empezar, se ha de advertir que hay que atender a múltiples facetas en el diagnóstico
de los TP: a los criterios internos (la esencia del trastorno), a los criterios o circunstancias
externas (que forman parte de los desencadenantes) y al nivel de adaptación del sujeto. Por
otra parte, hay que hacer hincapié en el carácter duradero de este trastorno; sólo si la
sintomatología perdura más de un año puede hacerse el diagnóstico de TP. Así mismo, el
clínico debe estar absolutamente seguro de que no se trata de los problemas derivados de
un proceso de adaptación necesaria a acontecimientos extraordinarios, en cuyo caso se
trataría de un trastorno de ajuste. También hay que poner especial atención a lo que puede
suceder con individuos procedentes de otras culturas: hay que tener en cuenta que su
desadaptación puede no ser personal, sino cultural.
En segundo lugar, hay que advertir de la gran comorbilidad que acompaña a los TP, son
tendentes a aparecer conjuntamente. Se deben tomar decisiones en orden a la estabilidad,
adaptación y flexibilidad que el sujeto presente. Se debe dar el diagnóstico en el orden de
importancia que se haya encontrado a partir de la sintomatología evaluada. Cuando
aparecen síntomas mezclados hay que analizarlos cuidadosamente para decidir cuál es más
potente, no sólo en orden a una claridad diagnóstica, sino para una mejor orientación del
tratamiento. Además, a ello se une la semejanza entre algunos de ellos para lo que hace
falta atender a los criterios diferenciales.
En tercer lugar, es imprescindible tener presente que es posible confundir un tipo de TP con
su homólogo de trastorno clínico de eje I. La edad de aparición, la intensidad de la
interferencia con la vida cotidiana y su duración son los elementos que más fácilmente
permiten una discriminación. Frente a los trastornos del eje I, los TP son más estables, más
globales y más tolerables para el sujeto. Por otra parte, existen criterios discriminativos en
algunos de ellos, el TP Esquizotípico puede confundirse con esquizofrenia o con trastorno
afectivo con síntomas psicóticos, pero estos se acompañan de delirios o alucinaciones y los
TP no.(ver tabla 4.11).
Tabla 4.11: Diagnóstico Diferencial entre los Trastornos del Eje I y el Eje II
Trastornos Clínicos (Eje I) Trastornos de Personalidad (Eje II)
T. Paranoide vs Paranoia
Con delirios y alucinaciones
Sin ellas
T. Esquizoide vs Esquizofrenia Con delirios y alucinaciones
Sin ellas
T. Esquizotípico
Con delirios y alucinaciones
Sin ellas
T. Antisocial vs T. Disocial
Comienzo precoz
Comienzo tardío, uso sustancias
T. Limítrofe vs T. Afectivos
Comorbilidad con ansiedad Comorbilidad con T. de alimentación
T. Evitativo vs Fobia social
Nivel ansiedad más alto
Edad de aparición
T. Dependiente
Comienzo precoz
Comienzo tardío
T. Obsesivo-Compulsivo
Con compulsiones
Sin compulsiones
Hay cuestiones que también han de ser tenidas en cuenta, por ejemplo, el T narcisito no
incluye impulsividad ni agresión; en los Antisociales, la edad de comienzo es de 18 años (los
trastornos de conducta empiezan a los 15). En todos los TP hay que constatar que esa
conducta no se da exclusivamente durante un episodio de Esquizofrenia o Manía.
Los últimos estudios recomiendan hacer 3 niveles de evaluación:
1)
2)
3)
Una primera estimación de la severidad (la que tiene un poder predictivo mayor)
Una determinación de estilos de personalidad.
Una evaluación de los rasgos de personalidad.
Todo ello permite un mejor diagnóstico y una mejor planificación del tratamiento. Se propone
también el uso de instrumentos combinados para corroborar la precisión del diagnóstico, por
ejemplo el MCMI y la SCID.
Cuando se quieren integrar y comparar posibles diagnósticos se pueden combinar las
características personales con los criterios esenciales de cada TP dando lugar a los perfiles
más característicos (Tabla 4.12)
A pesar de que los TP tiene fama de trastornos permanentes, se ha constatado una mejoría
del 50% en los pacientes sometidos a psicoterapia, lo que indica que la permanencia se da
en la inacción, pero que son trastornos sensibles a la intervención. Por tanto, es esencial,
para tener en cuenta la evaluación de la eficacia de la intervención, la repetición de la
evaluación tras el tratamiento con los mismos instrumentos que se aplicaron en la primera
evaluación y esto es estrictamente recomendable. Por otro lado, se aconseja también dilatar
el período de seguimiento dada la tendencia a la permanencia de este tipo de trastorno.
3.1.- Fiabilidad
ENTREVISTAS: La correlación diagnóstica entre distintos expertos con la misma entrevista,
así como entre diferentes entrevistas para la evaluación de los TP es baja. EVALUACIÓN
DE LOS TP BORDERLINE: ESPECIALES DIFICULTADES. Un estudio longitudinal (con la
DIPD) demostró que en el transcurso de un año, sólo la inestabilidad de las relaciones
interpersonales e ideas de suicidio, mostraban una estabilidad adecuada.(muestra una baja
eficiencia del instrumento). Las entrevistas tienen así dificultades funcionales, por exigir
demasiado tiempo para su administración, y además por carecer de fiabilidad.
AUTOINFORMES: Presentan ventajas respecto al tiempo de aplicación y su fiabilidad es
convergente.
INSTRUMENTOS ESPECÍFICOS: Obtenemos mejores cifras de fiabilidad. CEPER, CEPERIII, PDQ-4 (adaptación española) buenos índices de fiabilidad. El SPQ, en su versión
española, tiene también una buena consistencia interna, 0.90.
3.2 Validez
La validez concurrente en los TP es difícil de conseguir. Normalmente, se parte de varias
fuentes, para evitar el maquillaje que cada uno puede ofrecer en la narración de su vida,
sobre todo, los TP que tienden a la magnificecncia (narcisista o paranoide, p. ej.) Sin
embargo, la concordancia entre distintas fuentes no es alta (en los TP, entre paciente y
esposa 0.33). Con el MCMI-III, se ha comprobado que la concordancia diagnóstica
interjueces utilizando el instrumento es buena.
La validez concurrente del CEPER, obtenida con el Millon oscila entre el 0.68 y el 0.30; la
única que se mantiene por debajo de lo adecuado es la Esquizoide, pero mejora en el
CEPER-III. El SPQ en su versión española tiene una aceptable validez concurrente con el
SCID.
Es evidente que con los instrumentos cuantitativos es más fácil obtener unos resultados más
constantes.
3
PROPUESTA DE UN PROTOCOLO PARA LA EVALUACIÓN DE LOS TP
Se debe comenzar por analizar cuidadosamente la primera entrevista pata tomar la decisión
de formular la hipótesis de trabajo que nos permita iniciar una toma de datos precisa.
Es conveniente la confirmación con las personas de referencia y, con el sujeto, de la
existencia de los síntomas detectados y la duración de los mismos. Se debe elaborar
entonces un plan de intervención acorde con las expectativas del cliente y con el consejo
técnico del experto. Con todo ello se elabora un informe en donde se subrayen los puntos
fuertes y los débiles, así como una planificación de evaluaciones del proceso de
intervención. Los instrumentos adecuados para ello son normalmente los mismos con los
que se ha realizado la evaluación específica.
Secuencia Diagnóstica en los casos de TP
ENTREVISTA DE PRIMER CONTACTO
Hipótesis de TP por desadaptación crónica sin
localización posible en el eje I
↓
↓
INSTRUMENTO GENERAL
Aplicación del MCMI-III. Confirmación de la
hipótesis y localización de posible
sintomatología
INSTRUMENTO ESPECÍFICO
Administración de CEPER y confirmación de TP