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RESPONDIENDO A LA GRACIA DE DIOS
TEXTO Salmo 15
Introducción
Un dato interesante: Salmo 1, 8 y 15. Cada siete días un salmo especial.
El tema del Salmo 15 es “Los Requisitos para Estar en la Presencia de Dios”.
1. LA GRACIA DE DIOS (v.1)
El hombre en su necedad niega la existencia de Dios (Sal. 14:1). Sin embargo, Dios no
sólo existe sino que se manifiesta (Sal. 8:3; 19:1-4). La Biblia indica la grandeza
incomparable de Dios. Él es el Creador de los cielos y la tierra.
Para tener una idea de la grandeza de Dios, consideremos la grandeza del universo
que Él ha creado.
Se calcula que en una noche estrellada podemos observar más o menos unas 4,500
estrellas. Parece mucho, pero en realidad lo que vemos es muy poco.
Los científicos acaban de informarnos que el universo es mucho más grande de lo que
pensábamos.
-
La Tierra es un planeta en el sistema solar.
La Tierra es muy pequeña en comparación con el sistema solar.
Desde la Tierra podemos observar 9,000 estrellas (4,500 en cada hemisferio).
Nuestra estrella, el Sol, es sólo una de 200 billones de estrellas en nuestra
galaxia (200,000,000,000). Así que sólo podemos ver 0.00000225% de todas
las estrellas que existen en la Vía Láctea.
Nuestra galaxia es sólo una de más de 2 trillones de galaxias en el universo
(2,000,000,000,000).
Si estimamos que en cada galaxia hay 100 billones de estrellas, el número total
de estrellas en el universo sería 2 por 1023.
Eso significa que el universo es absolutamente enorme. Es tan grande que nadie ha
visto los límites de la galaxia; donde termina.
Si el universo es tan grande, ¿te imaginas cuán grande Dios debe ser?
Ahora bien, el Creador de este enorme universo se manifestó a los habitantes del
planeta Tierra. ¡Increible!
Es más, escogió un lugar donde morar: primero en una carpa que se llama
“tabernáculo”; luego en la ciudad de Jerusalén, en el Monte Sion.
REFLEXIÓN
¿Por qué haría Dios eso? Para que la raza humana pudiera conocerlo. INCREIBLE
GRACIA.
2. LA RESPONSABILIDAD DEL HOMBRE (v.2-5a)
Ante la manifestación de la gracia de Dios, el salmista hace una pregunta fundamental:
“¿Quién habitará en Tu tabernáculo? ¿Quién morará en Tu monte santo?”. La
respuesta que da a esa pregunta destaca la responsabilidad que tenemos como seres
humanos.
Notemos la respuesta que David da a su pregunta.
i.
Integridad personal (v.2). En nuestro interior.
ii.
Se relaciona bien con los demás (v.3).
-
No habla mal de otros.
No hace mal a otros.
No cree mal de otros.
iii.
Tiene el mismo sistema de valores que Dios tiene (v.4a)
iv.
Cumple su palabra (v.4b)
v.
Usa bien su dinero (v.5)
REFLEXIÓN: ¿Estamos en condiciones de estar en la presencia de Dios?
Quizá nuestra vida personal explica por qué sentimos muy poco la
presencia de Dios.
3. LA BENDICIÓN PARA EL CREYENTE (v.5b)
Si vivimos lo que David dice, entonces disfrutaremos la bendición de Dios.
NOTA: Hay que hacer estas cosas; no sólo querer hacerlas; o tener la disposición de
hacerlas; o afirmarlas en nuestras mentes.
“El que hace estas cosas, no resbalará jamás” (v.5b).
El malo piensa que está firme; por eso menosprecia a Dios en su corazón (Sal 10:3-6).
Pero Dios lo ha puesto en un resbaladero (Sal. 73:18-20).
Aquel que honra a Dios y obedece Su Palabra de todo corazón no será jamás movido
(Sal. 16:8-11).
Conclusión
Ante la grandeza de Dios, ¿qué haremos? Él se ha manifestado…en Cristo. ¿Cómo
estamos respondiendo? Nuestro disfrute de la vida más nuestra eternidad depende de
ello.