Download a) lineamientos generales para clasificar las rocas

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CAPITULO IV
CLASIFICACION DE LAS ROCAS
A) LINEAMIENTOS GENERALES PARA CLASIFICAR LAS ROCAS
La clasificación de las rocas que aparece en este capítulo (Cuadros IV-1, IV-2 y IV3) está basada en las características que pueden ser observadas directamente en el campo
sin ayuda del microscopio; e.n consecuencia, para clasificar una roca se deben
tornar en cuema, como factores principa les, su composición mineralógica y su . texntra.
En el Cuadro lV-4 se presenta una lista de los principales minerales que constitu­
yen las rocas y sus características físicas más imporcanres, como una ayuda para su
identificación. Asimismo, en el texto de este capítulo se describen las texturas y tipos
de rocas más comunes.
Al tratar de clasificar una roca se sugiere seguir el procedimiento que a continua­
ción se indica:
l. Una vez que se ha examinado cuidadosamente una muestra de la roca, deberán
definirse, en el orden que se indica, los rres aspectos fundamemales siguientes:
tipo de textura, minerales que la constituyen y grupo a que pertenece (ígnea,
sedimemaria o metamórfica).
2. Con la anterior información se entra al cuadro correspondiente (IV-1, lV-2 o IV3), para determinar la clase de roca de que se trata.
3. Habiéndose determ inado el nombre de la roca se consulta la descripción co­
rrespondiente con el fin de comprobar su clasificación.
8) TEXTURA DE LAS ROCAS
L'l texttJra de una roca, para los fines de este apéndice está representada por la
ordenación, orientación, tamaño, forma y enlace de las partículas que la constituyen
y que se observan a simple vista o con la ayuda de una lente de poco aumento. Que-
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dan excluidas las rexruras innumerables que, aunque formadas en los mismos princi­
pios, sólo son visibles al microscopio a través de una lámina delgada de la misma.
n) TEXTURAS COMUNES DE LAS ROCAS IGNEAS
Las diferencias en el grado de "i1talizaci611 y en el tamaño de lo! criJialeJ deter­
minan la textura de una roca ígnea; ambos facrores esrán controlados en primer lugar
por la velocidad de enfriamiento, aunque pueden rener intervención la constitución
química del magma y su conrenido de materias volátiles.
1) Piroclástica. (Del griego, pirós: fuego; dastós: fragmento. ) Constituida 1por
panículas de vidrio volcánico, trozos pequeños de pómez, fenocristales y fragmentos de
roca volcánica, cementados. Las panículas de vidrio y la pómez pueden alterarse en
paree, conviniéndose en arcillas. Las rocas piroclásticas son el producto de explosiones
volcánicas.
2) Vítrea. Consriruida esencialmente de vidrio volcánico. Pueden estar- disemi­
nados en el vidrio pequeños fenocristales de feldespatO o de otros minerales.
El vidrio puede ser espumoso, lleno de m inúsculas burbujas que forman una textura
vítrea pt mítica.
J) Afanitica. (Del griego, a-fanerós: no visible.) Constituida principalmente por
diminutos cristales (menores de 0.5 mm. 0), y residuo vítreo entre los cristales, o
sin él. Aun cuando los cristales pueden observarse a simple vista no es posible iJtn­
dficarlos sin la ayuda del microscopio. Su presencia da a la roca un lusrre pétreo u
opaco en conrrasre con el lustre de vidrio de las rocas de rexrura vítrea. La mayor
parre de las corrienres de lava tienen rexrura afanítica; en algunas, la corriente ha
alineado a Jos pequeños granos minerales que dan a la roca una apariencia bandea da o
fluida!.
4) Granular. ( Fanerítica.) Constituida por cristales que son suficienrememe
grandes para ser visros e identificados sin la ayuda de una lenre o de un microscopio.
Hay rocas en las que el tamaño medio puede variar desde 0.5 mm. hasta más de I cm. 0.;
las rocas granulares comunes como el granito, tienen granos de ramaño de 3 a 5 rnm.,
en promedio.
5) Porf irí tica. Compuesta de dos tamaños compleramenro diferentes de Jos mi­
nerales, que dan a la roca una apariencia morcada. A causa de que b. textura porfi­
rítica es la más común en pequeños cuerpos inrrusivos o en las lavas, ha sido atribuida
a un cam!Xo C1J la velocidad de e1zjriamiemo mientra.s el magma estaba etJ cristalización.
El proceso que se ha inferido se explica de la siguienre manera: un gran cuerpo de
magma subterráneo puede enfriarse hasra una temperarura a la que comiencen a cris­
talizar uno o más minerales. Como el enfriamiento es lento, los cristales de esros mi­
nerales crecen hasta adquirir un tamaño considerable. Si cuando el magma está casi
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a medio cristalizar se abre una grieta en el techo de la cámara, pane del magma con
sus cristales suspendidos puede escapar para ir a formar una corriente de lava en la
superficie. La porción todavía líquida del magma se enfría rápidamente en la super­
llClC dd terreno y rodea a los cristales grandes, llamados fenocriJtaleJ, de una pa¡ta
ftm damemal de cristales afaníticos. Los fenocrisrales se formaron bajo la tierra, la
pasta fundamental afanítica se forma en la superficie. Esa lava tiene una textura
·'/"1..: .... jJorfirít ica. El adjetivo "porfirírico" se usa para cali ficar la textura que pre­
valece en la pasea fundamental. Las rocas que tienen una textura granular porfiritica
(grandes cristales en una pasra fundamental de grano fino) son comunes en Jos cuer­
pos intrusivos. La textura vítrea porfiritica aparece en algunas corrientes de lava y en
los fragmentos de pómez de las rocas piroclásricas. Raras veces, otras condiciones dife­
rentes , las de un cambio de la velocida d de enfriamientO, pueden producir rocas por­
firíticas.
h) TEXTURAS COMUNES DE LAS ROCAS SEDIMENTARIAS
Las diferencias entre la 1latttraleza de la1 partícttlaJ comtitttyetzte.r 'Y la manera
que e1tán tmidaJ, determinan la textura de una roca sedimentaria.
1m
1} Clástica. (Del griego, cbsrós: fragmento.) Constimida por fragmentos de
rocas, partículas minerales o conchas, cuyo conjunto ha sido cementado. Pueden ha­
cerse disti nciones posteriores acerca del tamaño de las panículas y del grado de desgas­
re de Jos fragmentos individuales.
? 1 Orgánica. Consriruida por acumulaciones de detritus orgánicos (conchas, re­
siduos, huesos, ere.), en J os cuales las panículas orgánicas individuales están tan bien
conservadas (ni rocas, ni desgastadas notablemente), que Jos rasgos orgánicos dominan
en la textura de la roca.
3) Cristalina.
Constituida ¡por cristales que han sido precipirados de soluciones
r entrcl.1zados
ínrimamente por mu tua incerpenet ración durante su crecimiento. La roca
debe su coherencia a este enlazamiento de cristales y no a la presencia de un cemen­
tance, como en el caso de las texturas elásticas y orgánicas.
e) TEXTURAS COMUNES DE LAS ROCAS METAMORFICAS
Las diferencias en la orientación o alineamiento de los crisrales y el tamaño de los
mismos, determinan la textura de una roca metamórfica. Hay dos grupos generales de
texcur : textura! foli.ulaJ (en latín "foliado") , en las cuales los minerales laminares
o en forma de hoja, como la mica y la clorita, están casi todos alineados paralela­
mente unos con otros, de tal manera que la roca se divide fácilmente a lo largo de los
rru,crn< ca i paralel os, bien orientados, de sus partículas minerales constituyentes; y
en no fo liada!, constimidas ya sea de minerales equidimensionales o de minerales la­
minares orienrados al azar, lo que hace que la roca se rompa en partículas angulosas.
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1) Gnéisica. (Del griego: "roca bandeada".) Toscamente foliada; las hojas ind
viduaks tienen un espesor de 1 mm. o más, y aun de varios centímetros.
Las hojas o láminas pueden ser rectas, aplanadas, onduladas o dentada;. Dif iere
comúnmenre en su composición; por ejemplo, los feldespatos pueden alternar con mHH
raJ es oscuros. Los granos minerales son gruesos y fáciles de identificar .
2) Esquistosa. (Del griego: "fácilmente visible".) Hojas muy finas que forma
bandas delgadas paralelas, a lo largo de las cuales la roca se paree o divide con facilida•
Los minerales individuales se ven disünrameme; los m inerales :;on prillLipahuc:m.: 1:
minares o en forma de bastoncillo, principalmente la mica, la clorita y la anfíbol
Pueden estar presentes, pero no son abundantes, algunos minerales equidimensionale
como el feldespato, el granate y la piroxena.
3) Apizarrada. (Del antiguo alto alemán: "dividida".) Foliación muy fina e
hojas planas, casi rígidamente paralelas, de fácil separación debido al paralelismo ca
perfecto de cristales microscópicos y ultramicroscópicos de minerales laminares, princ
palmeme mica.
4) Granoblástica. (Del griego: "granos que sobresalen".) No foliadas o débi
mente foliadas. Compuesta de granos minerales que se interpenecran mutuamente y q t
cristalizaron simultáneamente. Los minerales son Jo suf icientemente grandes para s•
identificados con facilidad sin el uso de microscopio y son codos del tipo equidi me1
sional, tales como el feldespato, el cuarzo, el granare y la piroxena, corresponde cose
mente a la texrura granular de las rocas ígneas.
5) Felsít ica córnea. (Del alemán: "roca parecida al cuerno".) No foliada. L<
granos minerales son por Jo común microscópicos o ultramicroscópic os, .t u aquc .1n<
cuantos pueden ser visibles; se rompen en fragmentos de ángulos muy agudos ce
superficies de fractura curva.
Para la identificación más o menos rápida de una roca en un ejemplar dt: J l:.ln
es muy útil la explicación de textttras que antecede, sobre rodo cuando se trata <
rocas ígneas; pero cuando se trata de rocas sedimentarias o metamórficas debe cc:n..:r
en cuenta también la estructura.
J
C) ESTRUCTURA DE LAS ROCAS
Serie de rasgos morfológicos megas ópicos de las rocas, debidos a oquedades, d
formaciones o discontinuidades.
Se supone que ya se tiene conocimiento de los minerales que emran en la con1p
sición de la roca y que ya habían sido identificados con ayuda de los cuadros que v1
al final de estas nocas y que, por su arreglo, disposición, tamaño, entrelace, etc., qt
constituyen la textura visible en el ejemplar de mano, la roca había sido colocad a 1
alguno de los tres grupos que se han descrito. Estas notas 1pretenden asegu rar ese lug
asignado al ejemplar en esrud io.
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Cuando Jos minerales que forman una roca ígnea se pr esentan en torma ae cm.­
' gr n<les, visibles a simple vista, como en el caso de un granito o de una diorita,
1 l más seguro es que se trace de una roca intmsiva; pero cuando esos cristales dis­
minuyen de tamaño proporcionalmenre, lo que sucede a menudo en las orillas o en
1 ·• '""nt'C"'' rle una masa rocosa, adquiere ésta un aspecto band eado, o en capas, que
lo acerca a un gneis, y cnronces se llama, según el caso, granito gnéisico o diorita
gnéisica.
Cuando la roca ígnea es de texrura vítrea, afanítica o porfirítica, seguramente se
• •ata de una roca extrusiva. Esras rocas presentan en el campo algunas veces una es­
' •cn 1ra fluida!. Los basalros presentan con frecuencia una estructura rugosa o acor­
donada ; las riolitas presentan la apariencia fluida! que les ha dado su nombre y esto
se puede observar aun en el ejemplar de mano, pues los cristales, principalmente Jos de
c11arzo, están alineados en la direcc ión de la corriente. Otras veces, la riolira, la andesita
y la dacita presentan una escrucrura en fajas de distinto color, en señal de la fluidez
ie la lava de que procedieron : la andesita vítrea del cerro de El Risco, Km. 11 de la
carretera a Laredo, y la andesita del cerro de Xomeda -pueblo siguiente a Tepexpan,
'Obre la vía del F. C. Mexicano- presentan esa cstrucrura .en bandas, en señal del flujo
1 e la corriente de lava.
Algunas calizas de origen orgánico presentan una esrrucrura en bancos gruesos o
en grandes masas (corales) y esro no aparece en un ejemplar de mano.
h rliMnmira (vulgo: tÍzar) está formada por carapachos tan pequeños que sólo
pueden ser viscos al microscopio con un fuerce aumento; pero el polvo del material
frotado encre los dedos y muy cerca del oído produce un ligero ruido que lo hace
d istinguir del caoHn, además de que al tacto es diferente. Por otra paree, una poca
de agua hace ver inmediatamente que la diatomita no es plástica.
T .a< rocas sedimentarias de rextura elástica no presentan dif icultad en
su identifi­
cación cuando su grado es grueso, a parcir de la arenisca. Sin embargo, se da el caso
de que una arenisca de grano muy grueso puede ser confundida con un conglome­
' " h1n· "t 'nces se le da esre último nombre ( también se le ha llamado arenisca
conglomerática) .
La ident ificación de las rocas sedimentarias de textura elástica, de grano fino, pue­
,]L presentar alguna d i ficultad. Desde luego, la mayoría de las rocas de este tipo están
dispuestas en capas delgadas (estratos delgados), pero hay alg11nas, como las calizas
·nargos s, que se presentan en bancos gruesos. Tanto unas como otras, cuando están
ujetas a presiones, sufren trastornos en su posición original, que se supone horizontal
y presenta inclinaciones, curvaturas, pliegues sencillos y complicados, que algunas veces
(Onservan aun en ejemplares de mano. En este último caso, hay que atender no sólo
a la texrura de la roca, sino también, a su esrrucrura.
Esto es importante, pues puede haber casos en que el ramaño de un ejemplar
de mano no alcance a traducir el espesor de la capa de roca en el campo.
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Las lutiras (lodos endurecidos) abarcan no sólo a formaciones arcillosas y limo·
sas, sino también a las margosas. Expuestas estas rocas a la intemperie, se alteran
fácilmente, se agrietan primero, se rompen después, se deshacen )' dan lugar a la for­
mación de suelos sumamente plásticos. Recuérdese el comporram ienrv Jd ··u,vy ·,
en el norte del país.
Hay que advertir que las margas están aquí comprendidas en las lutiras, en ge­
neral, pues su apariencia es la misma cuando se presentan en capas de poco espLsor.
Con el ácido clorhídrico se puede hacer la d istinción con facilidad, pues solamente
las margas hacen efervescencia con él, debido a la presencia en ellas del carbonato
de calcio. (Véase nota aparee acerca del uso del ácido clorhídrico.)
Cuando se trata de rocas metamórficas foliadas la estrucntra tiene mucha inter·
vención en la identificación de ellas.
El gneis presenta una estrucrura en fajas o bandas, que separan Jos minerales que
los forman, esco es, hay unas fajas de cuarzo, orcas de mica, otras de feldespam, ere.
Si el ejemplar que se examina está roro paralelamente a una de esas fajas, prescmar.í
la cexrura correspondiente a cada una de dichas bandas. En los esquisros esto es m is
notable, pues en ellos destacará sobre codo el mineral abundante: la clorita, la mica, ere.,
y puede no nocarse la esrrucrura que es, casi siempre, muy plegada, más que en los
gneises, y Jos cristales de los minerales son más pequeños.
La fisilidad de las pizarras es independiente de la estratificación, esto es, se divi­
den fácilmente en láminas que no tienen relación con la posiLión original de los es­
tratOs. Así como en los esquistOs se llama esquisrosidad a la propiedad que tienen de
dividirse fáci lmente en láminas corras y delgadas, se llama pizarrosidad a la propie­
dad que tienen las pizarras de dividirse en hojas o láminas más o menos amphas, c11
una dirección independiente de la de los planos de csrrarificación.
Entre las rocas metamórficas no foliadas merece una nora el mármol, en el que
el carbonato de calcio de las calizas de que procede está convertido en calcita, que for­
ma cristales de codos tamaños, desde muy grandes hasta muy pequeños. El mármol de
cristales grandes, triturado, es utilizado para la fabricación de gran ito aniG"ial, d Jc:
grano fino, blanco o de colores, sirve para fines ornamentales. El mármol negro con­
dene carbón grafítico y proviene de calizas que contienen originalmente carbón fina·
mente dividido. Estas calizas negras han sido confundidas a veces, en cj<:mpl.t. ; L
mano, con basalto.
Cuando se trata de carbonatos o de rocas que los contienen, la aplicación del úcido
clorhídrico hace que se desprenda el anhídrido carbónico (C02 ) que los forma, lo
que se efectúa con efervescencia, que es mayor mientras mayor es la concentración
del ácido y, desde luego, el contenido de carbonato en la roca que se ana l iz1
Es suficiente una concentración al 10%, lo que tiene la ventaja de que cuando
se erara del carbonato doble de calcio y de magnesio (dolomía o dolomita ) , o de ca­
lizas dolomíticas, esras rocas no hacen efervescencia o la hacen muy débil con el ácido
diluido. Entonces se obtiene con la nava j a un poco de polvo del ejemplar y así se
logra la efervescencia y la identificación.
J
.J
ROCAS IGNEAS COMUNES
.,1 ROCAS EXTRUSIVAS PIROCLASTICAS
La toba volcánica es una roca ¡piroclásc.ica de grano fino compuesta de
t·;K::tos menores de 5 mm. de diámetro. La mayor paree de los fragmentos son fe­
nocrisrales rotos y fragmeoros de lava solidificada, orcos constituyentes comunes son
panículas de vidrio volcánico, ya sean esquirlas microscópicas llamadas escamas o cor­
-·í ··IM T•:11osos de pomez. También pueden escar presentes parcículas de la roca
basal sobre la cual se apop el volcán . Generalmente las cobas son rocas poco resistentes,
w nquc algunas se encuentren lo suficientemente bien consolidadas para soportar cual­
'1''ier cim encación o para ser coreadas con taludes verticales. Muchas cobas se encuentran
entre los peores materiales en cuanto a la tendencia al deslizamiento: la arcilla mont ­
.,nriiC>nítica es un constituyente de la benton ita, mineral común de las tobas, y su pre­
sencia debe comarse siempre como señal de peligro.
1) Toba.
Esta roca es muy abundante en coda la Sierra Madre Occidental, intercalada gene­
'""''n""r,.,... ron lavas riolíticas.
2) Brecha volcánica. En la brecha volcánica dominan, como componentes, frag­
mentos de más de 5 mm. de diámetro. En general, los fragmentos de lava son más
abundantes que en la toba; las partículas de vidrio y la pómez pueden ser escasas.
La escoria ( cezoncle) abunda en algunas brechas. La escoria puede formar grandes
bloc¡ucs angu lares, bombas estriadas de 2 a 15 cm. de largo con la forma de un huso
o lágrima, por haber sido lanzadas al aire cuando todavía ·estaban fundidas.
Lapilli. Es tui material fragmentario formado por partículas suelcas de unos
2 cm . de Jiámerro, constituidas de lava espumosa y que fueron eyeccadas por volca­
nes. Es muy usado en construcción de carreteras, siendo excelente material para base
y para revestimiento , mezclado con algún cementante.
Es muy frecuente encontrar este material en conos volcánicos cinerícicos, casi siem­
nre rn explotación.
J)
Algunas brechas volcánicas se forman como las robas, pero otras son panículas
de corrientes de lodo volcánico. Se ha visto que cuando han caído lluvias incensas en
h• l vl"'"' ,.1,. fuertes pwdiemes de un cono volcánico, se han producido desliza­
miemos como aludes Jc detritus piroclásticos sin consolidar. Se han formado otras
corriences de Jodo por nubes procedences de erupciones explosivas a través de cráteres
· lagos. Los detrirus volcánicos pueden viajar varios kilómetros como corriences en los
valles.
-1) Obsid iana. La obsidiana es un vidrio natural formado principalmente por
magmas de composición riolítica, dacítica o andesítica. Es lustrosa y se rompe con
superficie conchoidal. La mayor paree de las obsidianas son negras a causa de que
c;u,cn grdiiOS diseminados de magnetira y minerales ferromagnesianos, pero pueden
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ser rojas o grises ,por la oxidación del fierro, provocada por los gases magw,LLi v•
calientes. Los fragmentos delgados de obsidiana son casi transparentes. Se les encuentra
a lo largo de las orillas de las intrusiones y raras veces forman pequeñas masas intrusivas.
•
La mayor parte de las obsidianas
intrusivas tienen un lustre opaco parecido al de
la pez, y a esa variedad se le llama piedra pez.
5) Pómez. La pómez es espuma de vidrio, caracterizada por un color gris blanco
y llena de minúsculas burbujas . Las burbujas son tan numerosas que la pómt>1 flora
en el agua. La pómez abunda en forma de fragmentos en las tabas y en las brechas.
Forma también corrientes distintas, o más comúnmente, corona corrientes de obsidiana
y de riolita y se gradúa hacia abajo hasta confundirse con la lava no espumosa.
b) ROCAS EXTRUSIVAS. LAVAS
1) Riolita. La riolita tiene una pasta fundamental afanítica salpicada de feno­
cristales de cuarzo o de feldespato de potasio. El color de la riolita varía ampliamente
pero en general es blanco o amarillo claro, gris o rojo. la nuyor parte J" ld> 1i..ait¡.o
tienen una estructura bandeada, es decir, muestran una serie de capas alineadas, que
se formaron cuando el magma fluía pastoso antes de solidificarse.
La máxima manifestación de las rioliras y sus tobas se hallan en las cumbres ac
la Sierra Madre Occidental, que comprende zonas de los estados de Nayarit, Zacate­
cas, Sinaloa, Durango y Chihuahua. También es abundante en el centro del país.
2) Dacita . La dacita es semejante a la riolira con la excepción de que es la pla­
gioclasa la que predomina en vez del feldespato de potasio. Tiene l a mi rno rehci<ín
a la riolita que la que tiene la granodiorita con el granito (véase más abajo).
La riolita y la dacita se encuentran como corrientes de Java y como pequeñas in­
trusiones.
J) Andesita. La andesita es una roca afanítica y frecue(uemente por firítica, que
se parece a la dacita, pero que no contiene cuarzo. El feldespato plagioclasa consti­
tuye el fenocristal más común, pero pueden estar presentes la piroxena, la anfíbola o
la biotica. La mayoría de las andesitas presentan estructura bandeada pero no t1n no­
table como las riolitas. El color de las andesitas varía del blanco al negro aunque la
mayoría son de color gris oscuro o gris verdoso. La andesita es abundame en corrientes
de Java y también en fragmentos en la brecha volcánica, particularmente rn cordilleras
rematadas por volcanes, como la de Los Andes (de donde deriva su nombre ) , las
Cascadas y Los Cárparos. La andesita también forma pequeñas masas intrusivas.
La Sierra de Pachuca está constiruida en sus dos terceras partes inferiores por ande­
sitas. La cumbre, o sea la tercera parte superior, está constituida por dacitas. Las vetas
minerales del Distrito Minero de Pachuca y Real del Monte "arman" en andesirns.
?O
Gran parte del contorno de la cuenca del Valle de México está constituida por
anJ :sitas; la Sierra Nevada, el Ajusco, las Sierras de Las Cruces y Monte Aleo son
todas andesíri cas. El gran abanico de origen fluvio-glacial que cubre las faldas de las
sierras del sur de la ciudad de México, está formado por material andesítico ¡piro­
e;, n< o Lm:nas y gravas) retransponado. El mismo material se encuentra al oriente
de Texcoco, así como en las "lomas" de Cuernavaca, Mor., y en el Estado de México,
en los montes de Ocuilán, en Manilalco y en Malinaltenango.
4) Basalto. El basalto es una roca afanícica de un color gris o negro; la mayor
parte de los basaltos no son porfirícicos, pero algunos contienen fenocristales de pla­
g!Oclasa y olivino.
El basalto es la lava más abundante en el mundo y está muy esparcida en forma
de grandes mesetas que cu bren miles de kilómetros cuadrados. Aunque forma cípica­
mwcc corrientes de lava, el basalco es también común en pequeñas masas imrusivas.
El basalto es muy abundante en la República, especialmente en el Valle de Méxi­
co y alrededores. Se le encuentra en casi codos los estados.
e) ROCAS INTRUSIVAS
1) Granito. El granito, que se caracteriza por una textura granular, tiene como
sus dos minerales más abundantes el cuarzo y el feldespato, y en consecuencia, la ma­
:· r1• ..ln '"s granitos son de color claro. También están presentes en la mayoría de los
gramcos la biotita y Í<1 bomblenda, o las dos.
Abu nda en las coscas del Océano Pacífico: Sierra de Chiapas, batolito de Acapulco
en Guerrero y los de Michoacán y Jalisco. En Jos dos extremos de la península de
Baja California: región de El Cabo en el sur, y Sierra de Juárez, Kukapás y Rumorosa,
n el norte. En algunas regiones de los estados de Sonora y Sinaloa, en donde está
muy alterado, recibe el nombre de Tuctmtgttay, y presenta la apariencia de una -arena
gruesa pobremente cementada.
T.lrnirmente, el térmi no grm¡ito está reservado a aquellas rocas ígneas granulares,
cuarcíferas, que tienen el feldespato potásico como mineral predominante. Aquella
en la que predomina la plagioclasa se llama granodiorita (compárese con la riolita
y la dacita citadas. con anterioridad ) . Generalmente la granodiorica puede distinguirse
del granito por las estrías finas que caracterizan a una de las superf icies de crucero de
la plagioclasa.
Se le encuentra con frecuencia en las mismas zonas que el granito.
Los levancamiencos geológicos muestran que el granito y la granodiorita se en­
f'11t;'"''"n en grandes cantidades en la corteza terrestre. Forman grandes masas intrusivas
a lo largo del n úcleo de varias cord illeras, así como en otras áreas que han sufrido
una erosión profunda. Son típicamente rocas continentales y nunca han sido encontra­
das en islas oceánicas aisladas y lejos de las masas continentales.
Algunos granitos son de origen metamórfico, en vez de ígneo.
39
z) Diorita. La diorita es una roca granular compuesta de plagioclasa y menores
cantidades de minerales ferromagnesianos. De éstOs los más comunes son la hornblenda,
la biotita y la piroxena . En general las masas de diorita son de menor tamaño que
las de granito o de granodiorita.
La diorita se presenta en grandes masas, como al sur d<:: Zir kuaro Lerw u<::
La Coyota), y en muchos lugares de la Sierra Madre Occidental y de las costas del
Océano Pacífico. En el gran bacolico de Acapulco es frecuente ver a los lados de la
carretera diques de diorita que atraviesan la masa del granito. En el cruce ..!el uv
Aguacatillo se ve un contacto de granitO con diorita. La pequeña penínsu la de La
Quebrada es una intrusión de diorita en granim.
3) Gabro.
El gabro es una roca granular compuesta pr incipalmente de plagio­
clasa y piroxena y, por lo común, con pequeñas cantidades de otros minerales ferro·
magnesianos, especialmente olivino. Si los minerales ferromagnesianos predom inan so­
bre la plagioclasa, de modo que la roca sea de color oscuro, generalmente es correcto
llamarla gabro, aunque la distinción microscópica con la diorita reside en la idenri·
ficación de la plagioclasa, que no es determinab le a simple visea.
El gabro se encuentra d istribuido canco en grandes masas como en pequeñas. Es es­
pecia lmente común en diques y láminas intrusivas delgadas, de grano fino. En la
mayoría de estas pequeñas intrusiones, los granos minerales son mn pequeños que son
difícilmente reconocibles sin la ayuda del microscopio. Esos gabros, con tamañ o 1
grano intermedio entre el basalco y el del gabro normal, se llam,m doteritas, que algu­
nos geólogos prefieren llamar diabasa en vez de dolerira.
Se conocen en México algunos lugares donde aparece el gabro sano: en el Estado
de San Luis Potosí, en la presa La Ven tilla; en el Estado de Hidalgo, cerca de Tlal­
chinol; en el camino Pachuca-Huejmla en el Estado de Sinaloa, en algunos corees del
F. C. Chihuahua -Pacífico. En el Estado de Baja California, con motivo de algunos corees
en el nuevo camino Tijuana-Ensenada, se ha encontrado un gabro, a veces cavernoso,
pero resistente a pesar de una alteración profunda causada por una larga permanencia
bajo las aguas del mar.
4) Peridotita, piroxcnita y serpentina. En algunas regiones son comunes las
rocas de textura granul ar, compuesta casi e.nteramenre de minerales ferromagn<'sbno
sin feldespatO. Si la roca ciene olivino, como constituyente predominante, se llama pe ­
ridotita; si está constituida totalmente por piroxenas, se llama piroxenita .
A las ¡peridotitas y piroxeoitas alteradas se les llama serpen!ina.r. En virtud de que
la serpentina está compucsm casi por completo de minerales secundarios que no se
solidificaron directamente del magma, es clasificado a menudo como ro<.:a metamórfica
en vez de ígnea. La serpentina forma láminas incrusivas, diques r otras pequeñas masas
incrusivas.
5) Pórfido. El término antiguo de pórfido se usa aqu[ de un modo indt·fi ·id
Es común aplicarlo a las rocas ígneas intntsivas de grano fino, de cextum porfírica, en
40
h 01ales lo fenocr isr ks constituyen el 25% o más de su volumen. La pasta funda·
mtnml puede ser afanítica de grano grueso o fanerítica de grano fino. Se antepone la
palabra pórfido al nombre de la roca cuya composición y textura se ajustan a la pasta
fundamental.
El nombre de "¡pórfido", para. distinguirlo del adjetivo porfirítico, no debe ser apli­
c dn a las rocas porfiríti cas que rengan una pasta fundamental de grano grueso, o a
comentes de lava porf irírica que con tengan unos cuantos fenocrisrales diseminados. La
primera debe llamarse diorita porfirírica y la última andesita porfirírica si tiene la mis­
ma composición que la diorita y la andesita.
El pórfido de granito, el pórfido de gra nod iorita y el pórf ido det la diorita, forman
diques cerca de las masas de graniro y de granodiorita. El pórf ido de riolira, el pórfido
de dacira y eJ pórfido de andesi ta son comunes en los cuellos volcánicos y en otras
pequeñas masas intrusivas.
E) ROCAS SEDIMENTARIAS COMUNES
c:c::- G LOMERADO. El conglomerado es grava cementada. La grava es un
depósito sin consolidar compuesto principalmente de fragmentos arrastrados por los
ríos. Estos fr: gmentos pueden ser de cualquier clase de roca o de mineral y de cualquier
:amaño. la mayor parte de los conglomerados, especialmente Jos que han sido deposi­
tados por los ríos, tienen mucha arena y orros materiales finos que llenan los espacios
: · e :;1s ¡;ra,·as. Algun os conglomerados de playa que han sido lavados cuidadosamente,
contienen poca arena.
1'
Se le encuentra formando grandes masas en el Estado de Guerrero, en las zonas de
CL ;¡¡q),, y Tlapa bas tante alterado por intemperismo. En el norte del país también es
frecuente encontrarlo ocupando grandes extensiones. En masas pequeñas se le encuen­
tra en rodas partes.
b) BRECHA . Las brechas sedimentarias se parecen a los conglomerados, excepto
en que la mayoría de los f ragmentOs son angulosos en vez de ser redondeados sin que
extsta una iromera definida enrre dichas rocas. Por la forma angulosa de sus fragmen­
tos consti[llyences es evidente que los componentes de las brechas sufrieron un des·
¡¡aste v transporte rclari,·a mcnre pequeños antes de ser depositados. Hay otras clases
de brtcbas que no son sedimentarias, como las volcánicas, que se describen en este
anexo, y las de falla.
Las brechas son abundantes en las áreas montañosas que han estado sometidas a mo­
vimientos tectón icos intensos. Generalmente en áreas restr ingidas.
,; ARENISCA. La arenisca es arena cementada. La arena, por definición, consis­
te de panículas de un diámetro comprendido entre 4.76 mm. (malla Núm. 4) y
0.074 mm. (malla Núm. 200) .
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La arena se acumula en diferentes medios. Algunas son depositadas por los rlos, ouas
son acumuladas por Jos vientos para formar médanos, otras son exH:nJiJas por las
olas y las corrienres a · lo largo de las playas o en agu,.s de poca profundidad en las
plataformas continentales; otras son transportadas por corriemes turbia s a lo largo de
pendientes submarinas hasm el fondo del mar.
Se reconocen eres variedades principales de arenisca:
d) ARENISCA DE CUARZO. Compuesta p!'incipalmente de granos del mine­
ral cuarzo. La mayor parte de las arenas son de cuarzo, pero conrienen pequeñas can­
tidades de otros minerales y aun pequeñas partículas de roca.
e) ARKOSA . Es una arenisca rica en feldespato. Puede contener casi tantas par­
tículas de feldespato parcialmente inremperizado, como de cuarzo, o aún más. la
mayor parte de las arkosas han sido formadas por la erosión rápida de rocas ricas en
granos de feldespato, tales como Jos granitos y los gneises, y por el depósitO ráptdo
de esos detritus erosionados sin que el feldespato haya tenido tiempo de que el intem·
perismo lo hubiera convertido en arcilla.
f) GRAUVACA. Es una "arena sucia.. cementad a, que contiene grandes canrida­
des de arcilla y fragmentos de roca, a los que se agregan cuarzo r (f'lcl • • Y •·>S
grauvacas contienen muchos detritus pirocJásticos con diferenres grados de alteración;
ouas contienen gran cantidad de fragmentos pequeños de pizarra, rocas verdes y de otras
rocas metamórf icas; y aun son rocas con abundancia de minerales fcrrOI:1;gm·$i:IIDS .
Todas contienen cantidades apreciables de arcilla. Las grauvacas son comúnmente de
color gris oscuro, verde oscuro y aun negro. Como las arkosas, indican ero.ión y J,:t J·
siro rápido sin mucho inre rismo químico.
Las areniscas forman unidades litOlógicas imporcanres que ocupan extensiones con­
.s derables. Afloran areniscas en la zona de Ciudad Alr:unirano en Gut:rccru, c:u ¡., !;,,
.ra Madre Occidenral, incerestratificada con lutiras, en la Planicie Costera del Golfo, en la
zona norte del Istmo y en masas menores en coda la República.
g) LUTITA. Estrictamente, el término Jurira se refiere a una roca que tiene u na
estructura Hsi laminada o finamente estratificada, así como una composición esenci· J.
mente arcillosa, aunque puede tener cantidades importantes de limo, arena, materi3
orgánica y carbonato de calcio.
Las lutitas se acumulan en muy diferentes medios. Puesto que la carg:t t·r 1 ir·ll , t<
los grandes ríos llevan al mar está compuesta de lodo y arena fina, no es sor-prendente
que la Imita sea la roca sedimentaria marina m:ís abundante; tamb ién puede endute·
cerse hasta convertirse en lutita el lodo depositado en los deltas, en el fondtJ d(' 1 0:
lagos y en las planicies que estuvieron a los lados de antiguos ríos divagantes.
La clasificación de las rocas de este grupo para fines de ingeniería gcológicl e:
la separación entre los tipos laminados y no laminados, debido a la importancia ' _.
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tiene la posición de la estratificación con respecto a la dirección en que actúan las
f ttl'r7Rs a que se le somete.
Las arcillas y los limos pasan a luriras a través de un proceso de consolidación, siem­
pre con eliminación de agua. Las lutitas formadas por consolidación, vuelven a cons­
rim ir lodn< cuando so11 ><unetidos a procesos alternados de saturación y deshidratación.
Llo luLÍla:. bien cemcntad s. son bastante más resistentes a esos cambios.
Es una roca sumamente abu ndante en el territOrio nacional, princi¡palmente en el este
y sur del país. Frecuentem ente se presenta con cantidades subordinadas de carbonato
de calcio.
lARGA. La marga es una roca formada por arcilla y carbonaro de calcio en
proporciones aproximadameme iguales. Sus propiedades son semejantes a las de la
lutita, pero es todavía más intemperizable.
<:; ;-r .1,mina b aru ll .t , se dice que se trata de una lutita calcárea y si predom ina el
carbonato de calcio, <:s unn en liza arcillosa.
' l
i) CALIZA. La caliza está compuesta de carbonatO de calcio (CaCO,.) con im-·
pureas que pueden ser arcilla, limo, arena, materia orgánica, etc.
Las CJtlizas de origetl orgá11ico son rocas comunes y se presentan en gran variedad,
a • de las muchas clases de restos de que están formadas. Entre las más comunes
están : la caliza coralígem1 que comiene una trama de depósitOs de coral pero también
incluye conchas de otros anima les, especialmente foraminíferos, moluscos y gastrópo­
,¡ : ·. ,,,;; a de algas constituida principa lmente por calcita precipitada por algas y
bacterias; la caliza de formmin.íferos, compuesta principalme nte de diminutas conchas
dr foraminíferos; la coqui11a, com puesta principalmente de conchas grandes, de mo­
ln co y gasrrópod os; y la creta, que consiste principalmente de láminas y espinas
microscópicas de calcita, Uamadas cocoliros.
T •< C'lih:ns clástict/ J están compuestas de fragmentos rotos y desgastados de conchas
o de cristales de calcita.
La ct liza precipitada químicamente se está formando en la actualidad en mares ca1i 'lM< -1" r0co fondo, <:n manantia les termales, y en lagos salados. El trabaj o de la pre­
cipitacion orgánica c:s, no obstante, difícil de separar del de los agentes bioquím icos y
orgá nicos.
las calizas que presentan una estratificación gruesa, y que están ¡poco deformadas,
proporcionan condiciones excelentes para cimentaciones o corres; las de estratificación
del¡;tada, deformadas y fracturadas, pueden introducir serios problemas para las cimen­
taciones y presentan condiciones muy desfavorables por su baja resistencia al esfuerzo
conante y por las f iltraciones de agua que perm iten.
Por lo demás se le cons idera como un magn í fico material de construcción.
La caliza forma la masa genera l de la Sierra Madre Oriental y se le encuentra aflo­
rando a lo largo de toda esa sierra. Se le encuentra formando grandes masas en el sur
del país, constituye la totalidad de la Península de Yucatán y se presenta en casi
todos los Estados de la República.
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j ) TRAVERTINO. El traverr ino es otra roca formada por carbonato de calcio
impuro, que se deposita al aflorar manantiales termales. Es coscamence crist.tlind }' llcr,
por lo común de pequeños agujeros irregulares por donde ha circulado el agua que la
formó. Se le conoce también como sillar de agua, por su uso en mamposterías rosc:lS
y en ornam entación.
Esta roca abu nda en el Esmdo de Puebla, en la región de Va lscq u illo hasta Tehua·
cán. En Vi esca, del Estado de Coahuila, hay también yac imientos abundan tes rJ¡• • .,,...,
tino. En el Estado de Nuevo León se le llama sillar de agua y se le usa para construcción.
k) DOLOMITA. La dolomha es una roca compuesta princi palmencc de mineral
del mismo nombre: dolomita (carbonace doble de calcio y de magnt::.io); se parece a
la caliza, y se transforma gradualmente en ella por cambios en la cantidad de calcita
en la roca : generalmente es necesario hacer pruebas microscópica s y químicas para de­
terminar las cantidades relativas de los minerales cal cita y dolom ita, en la roca. La
dolomita hace u na efervescencia suave en el HCI y para que sea mayor este cfecco, debe
rasparse con una navaja y apiicar el ácido al poivo.
No es muy abundante esra roca en la República; podemos señalar sin embargo, la
presencia de caliza dolomítica explorable en Teapa, Tab. Existe también esra roca en
el cañón de Peraquillas, Gro.
F) ROCAS SILICOSAS DE GRANO FINO
Son comunes las rocas compuestas casi enceramcncc de sílice de gra n o fino, pero
rara vez forman grandes masas; las más comu n es se describen a continua iúu.
a) PEDERNAL. La roca más común es el pedemal que es una roca dur.t, de gra­
no tan fino que la superficie de fraccura aparece uniforme y lustrosa. Los nódulos y
Jemes de pederna l son comunes en las calizas y las dolomitas; el pedernal es muy duro
y de color negro, amarillento y blan co, principa l mente.
b) DIATOMITA.
Es u na roca blanca compuesta casi enceramente de conchas
silicosas de planeas m icroscópicas llamadas d iatomeas.
No todas las rocas silicosas de gra no f ino son de origen orgánico. Se cree qu(' ·f .,. '
han sido precipicadas por manantiales termales submarinos de aguas silicosas. Orras se
han formado por el recmplazamiemo de madera, caliza, lurira o de otros materiales
por soluciones sil icosas. La madera petrificada es un ejemplo común.
G) ROCAS CARBONOSAS
a) TURBA Y CARBON. La turba es un conj unto d'e resros de planeas ligera­
menee descompuestas. Puede enconrrá rs'Cle en procesos de acumulación en panr1n n< .,
lagos de poco fondo en climas templados y aun en laderas empinadas en regiones hú­
medas. El carbón es el resultado de la compresión y una descomposición más cornplt:tJ
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del material de plantas en antiguas turberas que fueron sepultadas por sedimentos pos­
,¡;nores.
T-1) EVAPORITAS O DEPOSITOS DE SAL
Las evaporicas varían mucho en su composición y textura. En la accualidad
siendo formadas por evaporación de aguas saturadas de minérales disuelcos.
están
a) HALITA. Cuando el agua del mar se evapora completamente, se precipitan
varias sales, siendo la sal gema ( halica NaCl, la más abundante).
b) YESO. En la naturaleza es mucho más abundante que la sal gema el sulfato
de calcio, que se presenta ranco en la forma hidratada, yeso (CaS04 . 2H 20) como en
[a forma de mineral an hidro que se llama anhidrita (CaS04 ) .
e) CALICHE. El caliche es u n depósico por evaporación de agu incruscames
que se presenta en forma de costras superficiales o de capas intercaladas con suelos,
principalmenre en zonas semiáridas. Su composición es CaCOs mezclado con los com­
ponentes del suelo y tiene utilidad en algunos casos en que se puede emplear como
cemencanre.
l) ROCAS METAMORFICAS
a) CUARCITA. Roca muy dura, granobláscica, de textura sacaroide constituida
predominantemente por granos de cuarzo entrelazados. Es d i ferente de la mayoría de
las areniscas porque la cuarcita se rompe a través de J os granos y no alrededor de ellos.
El color varía del blanco hasta el negro pasando por crema, rosado, rojo y gris, pero la
mayoría de las cuarcitas son de color claro.
la cuarcita se forma por el mecamorfismo de la arenisca de CL arzo. Es una roca
metamór fica amplia mente esparcida.
La aren isca con cemento de sílice ("cuarcita" sedimentaria) es difícil de distinguir
de la cuarcita metamórfica , puesco que las dos se rompen a través de Jos granos. La
distinción mediante el uso del microscopio pecrográfico no es muy difícil, pues el
cemento es por lo común fácil de dist i nguir de los granos de arena originales. La
<.u,trcita metamórfica también puede distinguirse de la arenisca cementada con sílice
por medio de las rocas asociadas con ella en el campo, pues la verdadera cuarcita está
asociada con otras rocas metamórficas, y la arenisca con otras rocas sedimentarias.
b) MARMO L. Roca granobláscica de grano fino o grueso, compuesta principal­
menee de calcita o de dolomita, o de ambas. Varios mármoles presentan una alteración
bandeada de porciones claras y oscuras; otros presentan escrucmras de brecha atra­
vesada por vecillas de calcita.
El mármol es formado por el metamorfismo de la caliza y la dolomita; si proviene
de la dolomita contiene comúnmente silicatos magnesíferos, cales como piroxena, ser­
pentina y anfíbola.
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e) PIZARRA Y FILITA. Rocas con grano muy fino, excepcionalmente bien fo­
liadas. A causa de su excelente foliación se d ividen en hojas delgadas. Los granos mi­
nerales son can pequeños que sólo se identifican con el uso del microscopio o de ra­
yos X. la pizarra es opaca en las superficies de crucero, la filica es brillante y de
grano grueso y contiene algunos granos minerales de suficiente ra maiío para sc:r 'ac:n­
tificadas a simple vista. La pizura y en menor extensión la filira, presentan por lo
común rescos de rasgos sedimentarios raJes como la estratificación. así como de ,gravas
y f ósi les.
Abundan las pizarras y las filicas. La mayoría fueron formadas por el metamorfismo
de las lucicas, pero otras se han derivado de las cobas o de rocas de grano fino.
d) CLORITOESQUI STO. Roca verde de grano muy fino, esquistOsa o apiza­
rrada. Es generalmente una roca suave, de caceo graso y fácil de pulverizar, compucsu
de clorita, plagioclasa y epidora, pero rodas excepto la clorita, pueden srar presentes en
granos demasiado pequeños para ser indentif icados. Pueden estar presenres resros de las
escrucruras volcánicas originales, cales como fenocriscales y escoria.
Los esquistos de clorita son comunes. Son llamados a menudo esquist os verdes, o si
su foliación es muy débil piedra verde, debido al color de la clorita. La mayoría se ha
formado por el metamorfismo del basalto o de la andesita y de sus correspondientes
tobas, pero algunas se han derivado de la íucira dolomít ica, de gabro y de algunas
rocas ferroma,gnesianas.
e) MICAESQUISTO. Roca esquisrosa constituida principalmente por muscovica,
cuarzo y biotita, en proporciones variables, pued e predominar cualquiera de esros mi­
nerales. las variedades más comu nes son ricas en muscovica.
El esquisto de mica es una de las rocas metamórficas más abundantes. Como la piza­
rra, la mayoría de ellas se ha formado de luriras y robas, aunqu e algu nas se derivan de
la arkosa, de la arenisca arcillosa, de la riolira o de ocras rocas. El esquistO representa
un metamorfismo más incenso que el de la pizarra.
f) ESQUISTO DE ANFIBOLA. Roca esquistosa consciruida orincipalment ,
anfíbola y plagioclasa, con cantidades variables de granare, cuarzo o biocica . Es un de­
rivado metamórfico común del basa lco, del gabro, del esquisro de clorita y de rocas
relacionadas con éstas.
las pizarras y Jos esquistos de sericita, con graduación imperceptible de unas a
otras se encuentran en los Estados de Hidalgo, Puebla y Veracruz, en las barrancas pro­
fundas cercanas a Jos linderos de esas entidades (barrancas de Huayacocoda y Vi­
nazco); en el camino de Vizarrón a Jalpan (Estado de Querécaro ), donde, por razones
paleontológicas en el prim er caso y estratigráficas en el último, se les ha atribuid o n,.,
edad jurásica.
En los Estados de México y Michoacán (Tialpujahua, Jungapeo, la mayoría del ce­
rceno donde se desarrolla el sistema hidroeléctrico Miguel Alem:ín , Txtapan de L ::,.d,
etcétera), se han encontrado grandes manifestaciones de pizarra sericícica, con apa-
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r u . .t.t ,¡e esquistOs en muchos lugares. A estas formaciones se les ha atribuido una
edad triásica.
g) GNEIS. Roca gnéisica de grano grueso con lentes o capas distintas de dife­
rentes minerales. Es de composición mineral variable, pero el feldespato es especial­
mente abundante. Otros minera les comunes en el gneis son el cuarzo, la anfíbola, el
granare y la mica.
Los gneises se encuentran entre las rocas metamórficas más abundantes. Pueden de­
rivarse de varias rocas di ferentes: granito, granodiorita, lutita, riolita, diorita, pizarra y
c:squJSlO, entre orcas.
Los gneises abundan en las zonas de la República donde se presentan grandes masa's
de granito, cuando aquellas rocas se han derivado de éstas: zonas en los Estados de
Oaxaca, Guerrero y Michoacán. También se les ha encontrado, sin re'fación aparente,
con los granitos en el cañón Je Tomellín y en la Sierra de Ixdán del Estado de Oaxaca.
En algunos lugares muy restringidos ele esas zonas se han encontrado también es­
quiscos micáceos.
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