Download cruzada a Jerusalén

Blanca Mato Picardo
CRUZADA A JERUSALÉN
LA GUERRA SANTA
1. Contexto
El documental trata sobre el conflicto entre dos religiones, que van a
ser el cristianismo y el islam, por conseguir el control de Tierra Santa,
Jerusalén.
La época es el siglo XI después de Cristo. Nosotros sabemos casi todo
sobre esta guerra, que continuará durante dos siglos, gracias al
colonialismo. Esta fue una época en la que se rescataron la mayoría
de las historias sobre las cruzadas.
2. Causas
La causa de que se produjesen estas cruzadas, es fundamentalmente
que el papa de aquella época, Urbano II, insistía en que debían luchar
por su religión, ya que los cristianos estaban siendo amenazados, y
que no era él quien se lo pedía, sino Dios.
Les impulsaba a participar en ellas diciéndoles que los que viajaran a
Jerusalén por piedad, y no para ganar honor o dinero, obtendrían
recompensas celestiales. El Papa consiguió convencer a los cristianos
para que fuesen a la guerra y ellos, lo hicieron gritando “Dios lo
quiere”.
Solo un tercio de los cristianos llegaron a Jerusalén en 1099, tras un
largo camino que duró tres años. El líder de las cruzadas fue
Godofredo de Bouillon.
Al Sulami quería recibir información sobre el ejército cristiano y
cuando la consiguió, se dio cuenta de que habían venido a hacer la
guerra en nombre de Dios. Si los musulmanes perdían la batalla, iban
a quedar mal frente a Alá, por eso querían evitarlo a toda costa.
En 1095, cuatro años antes de llegar a Tierra Santa, Urbano II llamó a
una cruzada contra los musulmanes conquistadores, y ese mismo
año, éste hizo un llamamiento. Mucha gente recurrió a él, por lo que
se vieron obligados a desarrollarlo en un prado. Les dijo que en
Jerusalén muchos de ellos estaban siendo asesinados y deportados, y
que las iglesias habían sido devastadas. Por ese motivo, debían de
ayudar a sus hermanos.
Los cristianos en ese momento estaban divididos entre católicos y
ortodoxos, y su centro era Constantinopla. Pronto, el llamamiento se
extendió por todo el mundo y todos querían obtener la salvación, por
lo que estaban dispuestos a ayudar.
Godofredo de Bouillon decidió unirse al llamamiento y, obedeciendo
al Papa, tres rutas diferentes de cristianos se pusieron en marcha con
un destino común, Constantinopla. Todos los cruzados estaban muy
mal preparados, por lo que pocos llegaron a su destino.
Por estas fechas, el emperador bizantino Alejo escribió a Urbano II
una carta en la que le pedía apoyo contra los musulmanes.
Los musulmanes estaban llegando a las puertas de Constantinopla, y
la angustia de Alejo era cada vez mayor.
A medida que los cruzados llegaban a Constantinopla, Alejo acusó a
Godofredo de meter miedo en su ciudad y les tachó de ladrones. Por
esto, le pidió un juramento de lealtad. Ellos ya le habían jurado
lealtad al Papa, pero Alejo insistió en que él también lo quería y dijo
que solo les dejaría continuar su viaje si lo hacían. Finalmente, ya que
no tenían más remedio, los líderes de la cruzada decidieron ceder.
En el camino, los Selyúcidas comenzaron a dispararles, pero por fin
los refuerzos llegaron y lograron vencerles.
Mientras, los musulmanes, guiados por Al Sulami, indignados,
quisieron hacer una cruzada a Jerusalén. Ambos bandos confiaban en
su fe y esperaban la ayuda de los dioses para estas batallas que se
acercaban. Deseaban la paz como recompensa.
Cuando los cristianos llegaron por fin a Jerusalén, rodearon las
ciudad tres veces en un proceso de purificación. Después de tanto
tiempo, andaban escasos de alimentos, así que decidieron atacar.
Este ataque se produjo el 15 de Julio de 1099. Tras atacar, las tropas
de Godofredo lograron llegar a las murallas de la ciudad.
Esta guerra se convirtió en la guerra religiosa más grande y violenta
de la historia. Fue una masacre, no hubo respeto ni por el género ni
por la edad a la hora de luchar. Murieron treinta mil personas. Los
francos mataron a todo el que encontraron, incluso a los cristianos,
acusándoles de traidores por cambiarse de bando.
Tras la conquista de la Ciudad Santa, Godofredo adquirió el poder,
aunque murió un año después.
Después de todo esto, los musulmanes no se rindieron. En 1187
apareció Saladino, un sultán de Egipto. Es considerado un héroe
entre los musulmanes, ya que mediante una Yihad, consiguió echar a
los cruzados.
Federico II, un rey europeo, actuó como mediador entre las dos
culturas y consiguió que sin ningún derramamiento de sangre,
llegasen a una tregua de paz el 17 de Marzo de 1229. Quedaron en
que durante diez años, cinco meses y cuarenta días en calendario
musulmán, iba a haber paz. El sultán hoy en día es querido por todos.
3. Consecuencias
Las consecuencias de todo esto que pasó, son muchas. En estas
cruzadas murieron miles y miles de personas, pero gracias a ellas, se
fortalecieron los íconos religiosos y la gente comenzó a tomarse más
en serio su religión.
Las cruzadas produjeron enormes intercambios entre Oriente y
Occidente, tanto culturales como comerciales. Comenzó a haber más
obras de arte, se le dio mucha importancia a la ciencia y a la literatura
e invirtieron muchas horas en investigación de todo tipo. La
tecnología árabe era mejor que la europea y gracias a ellos, sabemos
más sobre este tema.
Tras estas guerras, los cristianos lograron permanecer en Tierra
Santa durante más de 200 años.