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Honorable John Kerry
Secretario de Estado de los Estados Unidos de América
2201 C St, NW
Washington, DC 20520
Estimado Secretario Kerry:
Le escribimos para afirmar nuestro apoyo a una posición de estricta neutralidad por parte de los
Estados Unidos en estos momentos en los que el pueblo de El Salvador se prepara para elegir a un
nuevo presidente. Una expresión de neutralidad de los EE.UU. será vista en El Salvador como una
afirmación de los esfuerzos del país de conceder el pleno derecho electoral a sus votantes y de
fortalecer su democracia. Esta fue la política del presidente Barack Obama durante la última
campaña electoral presidencial en El Salvador, y fue bienvenida esa ruptura con las políticas de las
administraciones anteriores quienes señalaban, directa o indirectamente, su preferencia por un
candidato y un partido, excluyendo así a los demás.
En las próximas elecciones programadas para el 2 de febrero del 2014, por primera vez en la
historia del país, los salvadoreños residentes en el extranjero podrán participar en el proceso
electoral mediante el voto desde el exterior. Celebramos esta decisión de permitir a casi dos
millones de salvadoreños que residen aquí en los Estados Unidos su inscripción en el padrón
electoral para estas elecciones y pedimos a la Administración del Presidente Obama que reafirme
su compromiso con este proceso democrático en El Salvador.
Fueron alentadoras, durante las elecciones de 2009, las expresiones del Departamento de Estado
asegurando que mantendría relaciones bilaterales fuertes con El Salvador sin importar quien
ganara las elecciones. Los comentarios del Ex secretario de Estado, Thomas Shannon, fueron
fundamentales para permitir que el electorado salvadoreño ejerciera su derecho de votar por el
candidato de su elección sin temor a represalias: " [Lo hemos] dejado muy claro que vamos a
trabajar con quien elija el pueblo salvadoreño... [E]sta es una elección del pueblo salvadoreño que
vamos a respetar y esperamos poder continuar nuestras relaciones positivas con El Salvador y
trabajar con el próximo gobierno electo”.
Hace cinco años, el gobierno de Estados Unidos proporcionó funcionarios, quienes actuaron como
observadores neutrales, no partidarios en las elecciones de El Salvador y apoyaron a la misión de
la Organización de los Estados Americanos para asegurar un proceso electoral libre y justo. La
visita del presidente Obama en 2010 fue también una señal importante para los salvadoreños tanto en El Salvador como en los EE.UU. – indicando que las relaciones entre nuestros dos países
no dependen de quien ostente el cargo de presidente. Esperamos poder construir sobre este
fundamento, ya que el proceso electoral se va expandiendo a la comunidad salvadoreña residente
en el exterior.
Como usted lo sabrá, muchos salvadoreños se trasladaron a los Estados Unidos durante la guerra
civil en la década de los 1980, mientras que otros recibieron el Estado de Protección Temporal
después de los terremotos de 2001. Esta comunidad ha sumado a la riqueza de la diversidad
cultural de nuestro país sin dejar de estar profundamente ligada a sus seres queridos y al futuro
político y económico de El Salvador. Cerca del 20 por ciento del PIB de El Salvador está compuesto
por las remesas de estos inmigrantes, y muchos en la comunidad salvadoreña en los Estados
Unidos siguen comprometidos con su país de origen y sus aspiraciones a la democracia y el
desarrollo. Es nuestra sincera esperanza y expectativa que el Departamento de Estado apoye estas
aspiraciones, dado que la oportunidad para esta comunidad de inscribirse en el padrón electoral
de El Salvador marca un paso positivo hacia la inclusión democrática en su país de origen.
Tras la transición histórica y pacífica de poder del partido Alianza Republicana Nacionalista al
partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, la cual se desarrolló con la elección
del Presidente Mauricio Funes, el gobierno de El Salvador ha dado pasos importantes para
fortalecer su sistema democrático y ampliar el derecho al voto a todos sus ciudadanos. Además de
extender el proceso electoral a los salvadoreños que viven fuera del país, el Tribunal Supremo
Electoral ha puesto en marcha un programa para aumentar drásticamente el número de centros
de votación en el país. La cantidad de centros de votación se multiplicará por cuatro, pasando de
461 centros en las elecciones presidenciales de 2009 a 1,758 centros previstos para las elecciones
de 2014; este aumento les facilita a muchos salvadoreños ejercer el sufragio, especialmente para
los que viven en zonas rurales aisladas.
Le instamos a usted y al Departamento de Estado a darle al pueblo de El Salvador su compromiso
público de neutralidad durante todo el proceso electoral en curso, con suficiente antelación a las
elecciones de febrero de 2014. Creemos que es esencial que los Estados Unidos siga apoyando un
proceso electoral libre, justo y transparente en El Salvador y que se respete la decisión electoral
del pueblo salvadoreño. Esperamos con interés trabajar con usted durante los próximos meses y
su respuesta sobre este tema puntual.
Atentamente,