Download Estrabismo infantil: ¡Ojo con los ojos

Document related concepts

Estrabismo wikipedia , lookup

Test de Lancaster wikipedia , lookup

Oftalmología wikipedia , lookup

Miopía wikipedia , lookup

Enfermedad de Coats wikipedia , lookup

Transcript
Estrabismo infantil: ¡Ojo con los ojos!
El estrabismo o desviación de los ojos hacia adentro (endotropía), o hacia afuera (exotropía), es una
alteración ocular frecuente en los niños. Su causa, aunque aún es poco conocida, se relaciona con
un factor hereditario, no sólo de los padres sino que de abuelos, tíos o primos. Según la doctora
Anabella Valenzuela, oftalmóloga de Clínica Las Condes, lo que se hereda no es necesariamente la
condición del estrabismo, sino que anomalías que lo favorecen, como alguien con hipermetropía en
la familia, por ejemplo.
Si bien esta alteración debe mantener alerta a los padres, muchas visitas al oftalmólogo terminan
con una buena noticia, porque en niños menores de cuatro meses es común detectar un
seudoestrabismo. Esto, porque la forma de sus ojos, con el “puente” de la nariz bajo y ancho, impide
que gran parte de la zona blanca del ojo se vea, lo que crea un efecto parecido al estrabismo.
Ojos fuera de lugar
La doctora Anabella Valenzuela, afirma que se habla de estrabismo cuando uno o ambos ojos están
desalineados, ya sea hacia adentro, hacia fuera o hacia arriba. El más frecuente -un 60 por ciento de
los casos- es el estrabismo convergente y congénito, es decir, cuando están hacia adentro y que
aparece en los primeros meses de vida.
Sin embargo, también puede darse el caso de un estrabismo acomodativo, que se presenta entre los
2 y 3 años de edad. En estos casos, la causa generalmente se relaciona con una hipermetropía,
donde será necesaria la utilización de anteojos.
Si en cambio surge esta alteración después de los 3 años, hay que preocuparse y consultar
inmediatamente, ya que su origen puede ser un problema neurológico tan grave como un tumor. Lo
importante, según la especialista, es actuar lo antes posible para evitar que el problema se
complique y llegue a veces incluso a la pérdida de la visión.
Detectar a tiempo
Según la especialista, hay un porcentaje bajo de niños que desvían uno o ambos ojos durante los
primeros meses de vida. “Mientras este estrabismo sea intermitente, es decir, si el niño de vez en
cuando desvía uno o los dos ojos, los padres pueden estar tranquilos. Pero a los 4 meses de vida y
máximo a los 6, este problema debe estar solucionado, vale decir, los niños deben tener ambos ojos
alineados, de lo contrario hay que preocuparse. Sin embargo, siempre es recomendable consultar
con un oftalmólogo pediátrico, aunque se trate de una desviación intermitente”.
La especialista asegura que cuanto más precoz sea el tratamiento, mejores serán los resultados.
“Aún hay un concepto equivocado, incluso entre los pediatras, que piensan que se puede esperar
hasta después del año para comenzar la evaluación. Ese es un grave error, porque en la mayoría de
los casos de estrabismo es necesaria una intervención quirúrgica al año de vida”, indica la doctora.
El tratamiento comienza una vez que se detecta el problema, por ejemplo, a través de la utilización
de parches. Agrega que hay casos en que se recomienda el uso de anteojos antes de la cirugía,
aunque como señala la especialista, “se sabe que niños que nacen con estrabismo pocas veces van
a resolver su problema sólo con lentes”.
Cirugía: Una intervención necesaria
El objetivo de la intervención quirúrgica es la modificación de los músculos. Si al niño se le va el ojo
hacia dentro, se debilitan los músculos que llevan los ojos hacia ese lugar. La doctora Valenzuela
explica que se sacan de su posición y se suturan más atrás. “Muchos creen que esta es una cirugía
con láser, pero no. Es una cirugía a la antigua, sencilla, donde más que la técnica importa la
habilidad del oftalmólogo para hacer el diagnóstico correcto y su experiencia para planificar la cirugía
adecuada frente a cada tipo de estrabismo”.
Agrega que una vez realizada esta intervención no termina la supervisión, sino que el niño debe ser
controlado frecuentemente para ver su evolución, al menos hasta los 8 años, momento en que
finaliza el desarrollo visual.
Related documents