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Los Pueblos Indígenas y las Comunidades Locales se Movilizan Alrededor del Mundo en este Día de la
Tierra para Reivindicar sus Derechos y su Papel en la Reducción de la Inminente Crisis Climática
Los defensores de las comunidades en Brasil, Guatemala, Kenia, Taiwán y 21 países más llaman a los
gobiernos y al sector privado a reconocer que garantizar los derechos territoriales es vital para la lucha
mundial contra el cambio climático
Pueblos Indígenas, comunidades locales, defensores del medio ambiente y grupos de mujeres de 25 países
han puesto en marcha hoy una semana de protestas, reuniones y eventos que exigen el respeto por los
derechos territoriales de las comunidades. A pesar de las pruebas inequívocas de que las comunidades son
los mejores guardianes de sus territorios y de los bosques del mundo – señalado en el nuevo resumen de
políticas – los gobiernos están dando luz verde a represas hidroeléctricas, minas de carbón, plantaciones de
aceite de palma y otros proyectos que sacan a los propietarios tradicionales de los bosques de sus hogares
y medios de vida, y amenazan el clima y los recursos de los que todos dependemos. Estas acciones son
parte de la iniciativa Derechos a la Tierra Ya, una campaña mundial que arrancó en marzo de 2016 con el
objetivo de duplicar la cantidad de tierras que son propiedad o están bajo el control de pueblos indígenas y
comunidades locales para el año 2020.
“Tenemos el derecho a decidir nuestro propio futuro y supervivencia, y estamos llevando a cabo proyectos
que protegen nuestro territorio y nuestro planeta de los impactos del cambio climático,” señala Manari
Ushigua, presidente de la Federación Sápara de Ecuador.
El pueblo Munduruku en la Amazonía brasileña, las comunidades de Lamu en Kenia, el Pueblo Maya Qéqchi
en Guatemala, y la comunidad Pinuyamayan de Kasavakan en Taiwán están reclamando respeto por sus
derechos en respuesta a las amenazas por los intereses poderosos comerciales y de los gobiernos que
pretenden expropiar sus territorios para llevar a cabo proyectos de agroindustria y de infraestructura. Hoy,
estas comunidades llaman a sus gobiernos y al sector privado a respetar sus derechos para apoyar el papel
de las comunidades en la protección de la biodiversidad del planeta y prevención del cambio climático.
Comunidades como éstas han protegido con éxito los bosques del mundo durante generaciones. Algunas
investigaciones muestran que en los lugares donde las comunidades tienen derechos garantizados, los
depósitos de carbono y la diversidad biológica son mayores, y los índices de deforestación más bajos. Aun
así, las comunidades sólo tienen reconocidas legalmente un quinto de sus tierras tradicionales, según la
investigación de la Iniciativa para los Derechos y Recursos (Rights and Resources Initiative). La inseguridad
de los derechos de tenencia indígena y de comunidades supone una amenaza significativa en los esfuerzos
mundiales para prevenir la crisis climática: al menos un décimo del carbono almacenado en los bosques
tropicales del mundo se encuentra en territorios de comunidades que carecen de reconocimiento formal
legal, dejándolos vulnerables al acaparamiento de tierras, que pueden destruir los medios de vida y
devastar el medio ambiente.
Brasil: el Pueblo Munduruku y el movimiento nacional indígena protestan el retroceso en los derechos
indígenas que amenaza los medios de sustento y la diversidad biológica
En Brasil, una vez considerado país líder en la protección de los derechos territoriales indígenas, los
regresivos intereses comerciales y del gobierno están temerariamente dirigiendo proyectos de
infraestructura en territorios indígenas del Amazonas, llevando a un retroceso sin precedentes en la
protección de sus derechos, que tanto costaron ganar. Hoy, el movimiento indígena del país llama al
Ministro de Justicia Osmar Serraglio, antiguo alto dirigente del bloque de agroindustria del congreso de
Brasil, a parar el ataque a los derechos territoriales indígenas y a proteger las tierras indígenas. Los
derechos territoriales garantizados y legalmente reconocidos son necesarios para poner fin a proyectos
como la mega-represa de São Luiz do Tapajós, que amenaza a los Munduruku y otras comunidades
indígenas en uno de los bosques más biodiversos y medioambientalmente valioso del mundo. Los líderes
del movimiento también reclaman a Serraglio suspender las iniciativas para aprobar una Reforma
Constitucional (PEC 215) que paralizaría las titulaciones de los territorios indígenas.
“Las tierras indígenas ayudan a regular el clima del planeta, ya que frenan la deforestación. Hay diez veces
menos deforestación en los territorios indígenas que en aquellos sin titulación,” señala Sônia Guajajara,
Coordinadora Nacional de la Asociación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB). “La sección de la selva
Amazónica bajo nuestra protección almacena 13 mil millones de toneladas de carbono. Sin estas reservas,
Brasil no cumplirá con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París sobre el Clima.”
Sin embargo, las acciones recientes del gobierno están poniendo en riesgo este almacenamiento de
carbono. “El gobierno [brasileño] está viniendo aquí para deshacerse de todo – los nativos, el bosque y el
río,” dice el jefe Juarez Saw del Pueblo Munduruku.
“Si quiere cuidar el bosque, tiene que invertir en nosotros – los Pueblos Indígenas – porque nadie cuida del
bosque mejor que nosotros,” declara Antonio Dace Munduruku, un miembro de la comunidad. “Si no fuera
por nosotros el ganado y la soja ya hubiera ocupado todo este bosque. Yo sé que somos sólo del tamaño de
un grano de arena, pero marcamos la diferencia. El aire que respira viene del [Amazonas]. El agua que bebe
viene de aquí. Y por eso, al matarnos, está matando la naturaleza y por consiguiente a ustedes mismos.”
Kenia: la comunidad local desafía la planta de carbón de “energía sucia”
En Kenia, la Coalición Save Lamu reclamó la cancelación del proyecto propuesto de construir la primera
planta de carbón en África Oriental en Lamu, un condado costero de Kenia. La planta causaría enormes
daños a los ecosistemas delicados alrededor de Lamu, incluyendo tierra cultivable, aguas costeras, vida
marina, corales y manglares de los que depende la comunidad local.
“No estamos en contra del desarrollo, pero nadie en el mundo se ha aventurado en la minería de carbón y
no se ha enfrentado a consecuencias a largo plazo,” señala Ishaq Abubakar de la Alianza Jóven Lamu. “El
carbón es energía sucia, y sus impactos son perjudiciales.”
“El mundo entero está preocupado por el calentamiento global y el cambio climático,” dice el activista
Lamu Walid Ahmed. “No puede ser que estas cosas no tengan importancia en Lamu.”
Guatemala: los Pueblos Indígenas resisten al acaparamiento de tierras por parte de compañías de aceite
de palma
En Guatemala, las comunidades Q’echi’ en Raxruha en la región de Alta Verapaz han visto un gran aumento
en la producción de aceite de palma, con muchas comunidades viéndose obligadas a abandonar sus tierras.
Hoy, las plantaciones de aceite de palma se están extendiendo rápidamente a pueblos vecinos. Las
asambleas de la comunidad han asegurado la preservación de los bosques que han formado la base del
sustento durante generaciones, y han ejercido la distribución equitativa de los recursos entre los miembros
de la comunidad. Esta forma de vida se encuentra ahora bajo amenaza, y los bosques que los han protegido
por tanto tiempo están en peligro de ser destruidos para dar paso a plantaciones de aceite de palma,
destructivas para el medio ambiente.
Hoy, la Red de Comunidades Afectadas por el Aceite de Palma llama a los gobiernos a parar la expansión de
la agroindustria del aceite de palma que viola los derechos territoriales de las comunidades, y exigen a las
empresas a reparar el daño social y medioambiental que han causado a estas comunidades.
Margarita Osorio, una mujer líder local y activista de los derechos territoriales explica que, “la destrucción
de los bosques comenzó cuando empezaron a plantar palma aceitera. Nos sentimos desafiados e
intimidados por la forma en la que nos criminalizan y amenazan.” En los lugares donde las comunidades
resisten el acaparamiento de tierras, se enfrentan a menudo a la criminalización y violencia, siendo las
mujeres y los Pueblos Indígenas particularmente vulnerables.
Incluso sus necesidades de sustento básicas están siendo amenazadas. Osorio continúa: “Antes podíamos
sacar agua en cinco minutos porque los suministros de agua se encontraban cerca. Ahora, tenemos que
caminar al río que se encuentra a media hora de aquí. Así no es como queremos vivir, pero nos vemos
forzados a ello.”
Taiwán: las organizaciones indígenas se oponen a la regulación que amenaza sus bosques comunitarios
ancestrales
En Taiwán, el Pueblo Pinuyamayan de la comunidad de Kasavakan se unió a organizaciones indígenas de
todo el país para oponerse a la regulación reciente del gobierno, que niega a los Pueblos Indígenas de
Taiwán cualquier recurso de reivindicación de sus derechos territoriales en las que son consideradas tierras
de propiedad privada, poniendo en peligro los bosques comunitarios ancestrales. La comunidad perdió
recientemente diez acres de bosque ancestral debido al desarrollo privado.
“Ahora no tenemos manera de ejercer nuestro Consentimiento Libre, Previo e Informado cuando un
proyecto de desarrollo se realiza en las que se llaman ‘tierras privadas,’” dice Tuhi Martukaw, un miembro
de la comunidad. “Son diez acres hoy, pero lo que preocupa a la comunidad es lo que viene después. La
inquietud es que esta regulación separará las tierras de los Pueblos Indígenas y dará paso a proyectos
masivos de desarrollo que no tienen en cuenta a las comunidades existentes.”
Los Pueblos Indígenas y las Comunidades Locales se Unen por la Movilización Mundial
Las acciones de hoy son parte del movimiento en crecimiento de comunidades locales e indígenas
alrededor del mundo, que reclaman el respeto a sus derechos, movilizándose para asegurar que sus voces
sean oídas, y destacando el papel que tienen en la lucha mundial para prevenir la crisis climática.
“El poder de la Iniciativa Derechos a la Tierra Ya es su llamada unificadora para que se respeten los
derechos de aproximadamente 2,5 mil millones de personas, que incluyen alrededor de 400 millones de
personas indígenas,” dice Victoria Tauli-Corpuz, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas. “Reconocer estos derechos también significa reducir conflictos, luchar
contra el cambio climático, promover el desarrollo sostenible, preservar culturas, y proteger los
ecosistemas más frágiles del mundo.”
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Derechos a la Tierra Ya es una campaña abierta que tiene como objetivo duplicar el área de tierras
reconocidas o de propiedad de Pueblos Indígenas y comunidades locales antes del año 2020. Más de 550
grupos son parte de Derecho a la Tierra Ya. La campaña contribuye a la Llamada Mundial a la Acción sobre
los Derechos a la Tierra de los Pueblos Indígenas y las Comunidades, un movimiento solidario de
organizaciones y comunidades que promueve los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas y
comunidades locales. Visite www.landrightsnow.org.