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PROYECTO DIUBB 054223 2/R
TITULO:
EL USO DEL TIEMPO Y EL ESPACIO EN LA VIDA COTIDIANA DE MUJERES
URBANO POPULARES.
Investigador Principal
Paula Soto Villagrán
Facultad/Depto.
Ciencias/Ciencias Sociales
E-Mail
[email protected]
Coinvestigadores
Julia Fawaz Y.
Mónica Pino M.
OBJETIVOS:
-
Conocer desde la perspectiva de las mujeres urbano populares los escenarios en los
cuales las mujeres construyen su vida cotidiana, sus ritmos, prácticas, rutinas,
particularmente la forma en que experimentan y utilizan, los espacios y lugares dentro
de la ciudad.
RESUMEN Y RESULTADOS:
Si entendemos la ciudad y la problemática urbana tomando en cuenta la experiencia del
habitar lo cotidiano, sus ritmos, sus escenarios, y fugaces prácticas, podremos afirmar que
hombres y mujeres anónimamente viven diariamente el espacio urbano con diferentes
lógicas espaciales y temporales de organización. El tránsito por determinados espacios, las
actividades, las diferencias de status y poder entre uno y otro género se plasman en una
configuración de las ciudades.
La ciudad asume así una dimensión subjetiva, que reconoce la heterogeneidad de los
espacios urbanos y donde es preciso acordar que en los procesos de organización de las
actividades económicas, de clases sociales, de sexo, de edad, generan posibilidades
desiguales para los diversos grupos sociales. Las diferenciaciones, contradicciones,
tensiones espaciales que se produce a partir de la utilización de la ciudad, es la que me lleva
a preguntar si ¿es posibles hablar de espacios masculinos y espacios femeninos?, ¿Cómo es
que las personas jerarquizan los espacios de acuerdo a los usos, cuales son aquellos que las
mujeres utilizan preferentemente dentro de sus rutinas, cuáles son las motivaciones que les
conducen a elegir determinados recorridos en sus trayectos diarios por el barrio y la
ciudad?. ¿Cuáles son las vinculaciones que se presentan entre el género y la construcción
simbólica de los tiempos y espacios urbanos?, ¿cómo se van transformando las actuaciones
de papeles genéricos en diferentes espacios urbano-populares y en diferentes coordenadas
temporales?, ¿cómo se significan los espacios domésticos y públicos de manera
diferenciada por hombres y mujeres?, son algunos cuestionamientos que adquieren
relevancia y que han orientado la construcción de esta investigación.
No podemos pensar a los grupos humanos y sus relaciones sociales, fuera de un ambiente
compartido que les sirva de marco de referencia. Efectivamente los procesos de
construcción de género han tenido tradicionalmente esferas de acción privilegiadas donde
sus protagonistas actúan, interpretan, y significan su situación en el mundo, a través de sus
prácticas espacio temporales concretas.
En efecto el género en tanto construcción
simbólica de la diferencia sexual ha sido fundamental en la configuración de espacios
específicamente para uno y otro sexo. Hablar de espacio es plantear la necesidad humana
de sociabilidad tanto de individuos como grupos, pues entendemos que el espacio es una
referencia identitaria que permite a los sujetos construir relaciones sociales y a través de la
multiplicidad de estas, conformar la trama social en las que se juega su ubicación y
movilidad en el mapa social.
Sostenemos que es en el espacio donde se actualizan y ponen en juego las nociones
culturales de género, que se concretan en actividades, prácticas y conductas realizadas
cotidianamente, que están estrechamente ligadas con una concepción de mundo y con la
construcción subjetiva del sujeto. El género entonces se elegirá como elemento relevante
en la producción de imaginarios geográficos imbuidos de simbolismos, poder y significados
que dividen esferas, dominios y ámbitos diferenciados donde los cuerpos sexuados hacen
su aparición y donde es posible localizar a uno y otro género.
El interés principal de esta investigación radica en entender la vida ordinaria de las mujeres
en la vida cotidiana, “conjunto de actividades que caracterizan la reproducción de las
personas particulares, las cuales, a su vez, crean la posibilidad de la reproducción
social”(1970:37), desde esta perspectiva entenderemos la cotidianeidad como el lugar de la
sociabilidad por excelencia de individuos, grupos y familias, es el escenario donde la
reproducción social tiene lugar, pero donde también es posible encontrar innovaciones y
espacios para la improvisaciones, a través de las “las maneras de hacer”. (De Certeau,
1996), de las mujeres pueden re-organizar el orden sociopolítico a través de la apropiación
y reapropiación de elementos aparentemente ajenos.