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GUÍA PARA LA CELEBRACIÓN DEL BAUTISMO
El Bautismo es una celebración especial llena de signos. Nuestras palabras,
a veces no expresan suficientemente las realidades de nuestro corazón
por eso nos ayudamos de los signos, que son más expresivos, para traducir
nuestros sentimientos, mediante ellos ponemos de manifiesto el amor
que Dios tiene a los hombres y nos servirán para “comprender” el misterio
inmenso que es Dios.
En varios momentos de la celebración del Bautismo, los padres
especialmente y los padrinos se comprometen a educar cristianamente a
su hijo/a.
1. RITO INICIAL
- Saludo y acogida. El Bautismo no es sólo un asunto personal. Afecta a
toda la comunidad cristiana, por eso es importante celebrarlo en la misa
del domingo donde ésta se reúne. El recién nacido acompañado por los
padres y padrinos es acogido por la Comunidad cristiana.
- Pregunta por la intención de los padres. Los padres manifiestan su
deseo de bautizar al niño y junto con los padrinos, el compromiso de
educarle en la fe católica. ¿Sabéis que os obligáis a educarlo en la fe
para que, guardando los mandamientos de Dios, ame al Señor y al
prójimo como Jesús nos enseña en el evangelio?
- Signo de la cruz en la frente de los niños. La cruz es lo que idéntica al
cristiano. El celebrante, acoge al que va a ser bautizado haciendo la
señal de la cruz sobre su frente, tras él la realizan los padres y los
padrinos también en la frente. Con este signo, el bautizado es admitido
en la comunidad cristiana
2. LITURGIA DE LA PALABRA
3. LITURGIA DEL SACRAMENTO
- Bendición del agua. El agua simboliza la regeneración de la nueva vida.
Es símbolo de limpieza porque libera al bautizado del pecado original
heredado de Adán y Eva y es símbolo de vida porque recibe la vida de
Dios.
- Renuncias y profesión de fe. Bautizar a un hijo es querer educarlo de
manera cristiana, esto es, con unos valores que no nos alejen del
proyecto de vida de Jesús y en una fe concreta que los padres y
padrinos asumen el compromiso de vivirla personalmente y transmitirla
al niño que se va a bautizar.
Con este signo los padres y padrinos expresan cuales son los valores
cristianos que quieren trasmitir a su hijo/a y concretan cual es la fe
cristiana.
- Bautismo.
- Unción con el Santo Crisma. Es un aceite mezclado con bálsamo
consagrado por el obispo el Jueves Santo, con el cual son bautizadas
todas las personas del obispado. Expresa cómo Dios marca para
siempre al que le recibe dándole la fortaleza necesaria para llevar una
vida conforme a los valores del Evangelio. Este rito consagra al
bautizado como hijo de Dios.
En la antigüedad eran ungidos con aceite los reyes, profetas y
sacerdotes. Así el bautizado es rey (reinar quiere decir amar, servir),
profeta (ser testimonio de Dios entre el pueblo cristiano) y sacerdote
(presenta a Dios toda su vida). Además, el aceite simboliza la fuerza, la
suavidad y la belleza del Espíritu que impregnará al nuevo cristiano
- Vestidura blanca. La madrina impone al bautizado la vestidura
blanca. “Esta vestidura blanca sea signo de tu dignidad de cristiano.
Ayudado por la palabra y el ejemplo de los tuyos, consérvala sin mancha
hasta la vida eterna”. Se identifica con la pureza y con la inocencia y
simboliza que el bautizado se ha “revestido de Cristo”: ha resucitado
con Cristo.
- Entrega de la luz. La luz del Cirio Pascual representa a Cristo Resucitado
se entrega al bautizado, que en su nombre la recoge el padrino o el
padre, que tendrán desde ahora la misión de mantener encendida esta
llama del amor de Cristo en el recién bautizado. Una luz que ha de
brillar en nuestra sociedad. Para ello procurarán acompañarlo en su
camino de fe a medida que vaya creciendo, acercándole a la comunidad
cristiana de su ciudad, apuntándolo a la Primera Comunión cuando le
llegue la edad... y contagiándole siempre el amor por Cristo, por la
Iglesia y por la Humanidad entera que es lo que realmente puede
hacernos plenamente felices.
Así el nuevo cristiano que acaba de nacer tendrá toda la vida por
delante para ir descubriendo que la sed de amor que todo ser humano
lleva grabada en su corazón sólo puede ser colmada por aquel que le
dio la Vida, que lo dio el ser. Un poco como decía San Agustín: “Señor,
nos has hecho para Ti, y nuestro corazón estará inquieto hasta que
descanse en Ti”.
4. CONCLUSIÓN
- Bendición final: Pedimos al Señor que bendiga a este matrimonio para
que sean los primeros, con sus palabras y gestos, en dar testimonio de
la fe ante sus hijos.
Opcional: Ofertorio de los niños y niñas a la virgen, mediante una oración
que realizan los padres o madres.