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Historia de la Filosofía. 2º Bachillerato. Colegio San Agustín. TEORÍA POLÍTICA DE PLATÓN Platón (Aristocles) nace en Atenas en el año 427 a C y muere en el 347 a C (s. V y IV a C). Fue discípulo de Sócrates a quien hizo protagonista de numerosos diálogos, y maestro de Aristóteles quien estudió en la Academia platónica. En el 431, es decir, apenas cuatro años antes del nacimiento de Platón y justo antes de la muerte de Pericles, (el gran legislador de la democracia ateniense) comienza la guerra que tendrá como resultado la derrota de Atenas frente a Esparta, y por consiguiente, la pérdida de su hegemonía. Esparta acaba con la democracia e impone a Atenas en el 404, un cruel gobierno oligárquico: el de los Treinta Tiranos, del que formaron parte dos parientes de Platón: Cármides y Critias, contrarios a la democracia. Al año siguiente vuelve a instaurarse la democracia, aunque corrompida por la demagogia, los abusos de poder y las venganzas. Es esta la democracia que condena a Sócrates, el más justo de los hombres según Platón Fue este un hecho que marcaría su vida y su pensamiento político tal como refleja su famosa Carta VII. La condena fue una de las primeras acciones “ejemplares” de la democracia recién restaurada, por ello quizás Platón se mostrará reacio en obras como La República a esta forma de gobierno y buscó otras vías alternativas para organizar el Estado. Podemos decir que la política figuró entre las principales preocupaciones de Platón, de hecho intentó implantar en Siracusa (Sicilia) sus ideas políticas hasta en tres ocasiones distintas pero no le fue posible. Tras su fracaso Platón se dedicó al estudio y a la enseñanza, a la preparación de la elite que debería gobernar, pues no en vano la base de la reforma platónica es la educación y la única justificación de sus gobernantes el saber, en el sentido socrático que identifica saber con virtud. Platón analiza la Atenas en la que vivió y murió injustamente Sócrates y encuentra dos defectos fundamentales: a) la incompetencia e ignorancia de los políticos y b) la lucha entre grupos de tendencias oligárquicas y demagógicas. Y cree que tanto una como otra son fruto del relativismo y escepticismo sofista. Frente a ellos Platón pretende fundamentar la polis y sus instituciones en el “orden eterno del ser”, en las Ideas eternas e inmutables de Bien y Justicia, pretende organizar una sociedad guiada por la sabiduría de quien las conoce y gobernada por la justicia, una sociedad en la que la condena a muerte de Sócrates no fuera posible. En los libros VIII y IX de la República Platón nos habla de las formas de gobierno y su evolución. Resulta evidente que para él la forma ideal de gobierno es una aristocracia de aquellos que tienen la virtud de la sabiduría o bien una monarquía ejercida por un rey-filósofo. Cuando plantea la evolución de las formas de gobierno afirma que toda monarquía tiene un peligro constante, que es la ambición política de los guardianes o soldados que pueden usar su fuerza para hacerse con puestos de gobierno, convirtiéndose en una timocracia, y podría llegar a ser una oligarquía (gobierno de los ricos) si no conformándose con el poder se hacen también con las riquezas, pero al ser menos los ricos que los pobres estos pueden sublevarse e instaurar una democracia en la que la participación de todos buscando cada uno su propio interés podrá degenerar en demagogia, pues la ausencia de orden y excesiva liberalidad por la falta de educación instalará el caos haciendo posible la aparición de la tiranía, es decir el gobierno del más fuerte buscando solo su propio interés, que supondrá la mayor esclavitud. Frente a esta degeneración, Platón propone en la República su ciudad ideal. Se trata de una utopía política que Platón creía posible. Platón cree que la polis o ciudad-estado aparece porque los individuos aislados no pueden satisfacer por sí solos sus necesidades vitales, así que al reunirse aparece la característica más clara y práctica de la ciudad: la división del trabajo. El autor entiende que la ciudad debe formarse a imagen del hombre, esto es, a imagen del alma. Platón ha establecido en su antropología una visión tripartita del alma y puesto que es evidente que no todos los hombres tenemos las mismas capacidades o aptitudes naturales, Platón distribuye a los ciudadanos en tres estamentos distintos y jerarquizados: los gobernantes-filósofos, los guardianes-soldados, encargados de la defensa y los productores (labradores, artesanos y comerciantes) encargados de abastecer a la ciudad. La ciudad ideal además debe tener un carácter ético, es decir, debe ser una ciudad JUSTA y sus ciudadanos han de ser virtuosos. Estamos ante una clara correlación entre su concepción antropológica, ética y política, es decir, entre la estructura del alma y del Estado y la idea de justicia que es la misma en la ética y la política: justicia entendida como armonía en la que cada parte cumple con su función y además posee la virtud que le es propia. La ciudad ideal es aquella en la que cada cual cumple su misión, en la que: El gobierno le corresponde a los mejores según sus capacidades naturales y su educación, serán aquellos en los que predomine el alma racional, deberán cultivar la filosofía y gobernar, promulgar leyes y educar a los ciudadanos, deberán buscar el bien de la ciudad y no su bien personal, tendrán la virtud de la prudencia o sabiduría. La defensa de la ciudad le corresponde a aquellos en los que predomine el alma irascible, tendrán la virtud de la fortaleza, su misión es defender el Estado y el orden social y político de los enemigos de dentro y de fuera de la polis, serán hombres valientes que también habrán sido educados para ello y buscarán el bien común y no su bien particular. Y por último los productores, que serán aquellos en los que domine el alma concupiscible, se encargan de producir los bienes materiales que necesita la sociedad, serán por tanto labradores, artesanos, comerciantes que poseerán la virtud de la templanza, estarán sometidos a las dos clase superiores, y a cambio de abastecerles de lo necesario recibirán dirección y defensa. Para conseguir que esta ciudad ideal funcione, Platón cree que son necesarias algunas condiciones: a) La educación, es lo más importante, el Estado de Platón es, ante todo, un “Estado educador”, la educación será semejante para hombres y mujeres, se seleccionará a los ciudadanos según sus aptitudes. Los que solo sean capaces de adquirir una formación básica formarán parte de la clase productora, sin embargo aquellos capaces de preparación superior, estudiarán las ciencias que Platón considera fundamentales para conducir el alma hasta la dialéctica mediante la que es posible a conocer las Ideas eternas e inmutables que sirvan de criterios a sus decisiones con el fin de devolver como gobernante el cuidado y la educación que la ciudad le ha proporcionado. b) Además, para evitar que las dos clases superiores (guardianes y gobernantes) tengan ambiciones personales y así conseguir que busquen siempre y únicamente el bien común, Platón cree que no deben poseer riquezas propias, ni vivienda privada, ni familia ni matrimonio permanente monogámico, y por ello deberán vivir en régimen de comunidad de bienes, hijos y mujeres. Se trata por tanto de la abolición de la familia y de la propiedad privada en los dos estamentos superiores para garantizar la igualdad, la concordia entre todos y el interés público frente al privado. c) La eugenesia: Puesto que los vástagos se suelen parecer a los progenitores es deseable “que los mejores se acoplen con las mejores lo más posible, y los peores al contrario” d) Igualdad de la mujer “ya que no existe en la administración de la ciudad ninguna función que sea propia de la mujer como mujer, ni del varón como varón, sino que las dotes naturales están diseminadas indistintamente en unos y otras” El proyecto político de Platón va directamente dirigido contra la doctrina relativista de los sofistas y pretende escapar a la temporalidad. En las Leyes – obra de un Platón ya anciano y desilusionado- intenta evitarle al Estado los riesgos de la decadencia histórica imaginando una ciudad cerrada en sí misma, sin relación ni intercambio con el exterior, en la que se ha extremado la vigilancia, se ha suprimido artes como la pintura porque ofrece representaciones falsas y donde todo está rígidamente legislado para evitar la más mínima variación. Se trata de un Estado que pretende escapar del tiempo y del devenir. La república platónica es utópica como todo intento de organización social perfecta, sin embargo hay elementos de su teoría que podemos reconocer en organizaciones sociales y políticas reales por ejemplo, su organización de la sociedad en clases sociales rígidas y jerarquizadas con sus respectivas funciones se asemeja a la organización estamental de la Europa medieval y moderna. Hay quien como Popper (s. XX) en su obra La democracia y sus enemigos ha querido ver en la abolición de la propiedad privada y la familia para las dos clases superiores a un precursor del comunismo y califica su política de totalitarismo, podría a demás verse elementos fascistas en su selección de los hombres y en la eugenesia. Suelen destacarse otros aspectos como la idea de que los que gobiernan deben estar al margen de los intereses personales y buscar exclusivamente el interés social y la necesidad de educar a todos los ciudadanos (igualdad en la educación para la mujer) y que esta educación sea competencia del Estado. Por último, en tanto que es una utopía nos lleva a Tomás Moro, Campanella , Francis Bacon y los socialismo utópicos.