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FIESTA DE DESPEDIDA DE 2º BACHILLERATO XXXVI Promoción COLEGIO LARRAONA 11 mayo 2012 Tutoras Que por mayo era por mayo, cuando hace la calor, cuando las clases acaban y nos entra el sofocón Cuando viene la nostalgia De este tiempo que pasó Cuando queremos marcharnos Pero nos tiembla la voz Al decir, triste y cuitado A quien tanto me aguantó: profe, amigo, compañero Alumno, padre, o tutor, Gracias por todo, hasta siempre, Gracias, sí, de corazón. Me llevo entre mis recuerdos De lo bueno, lo mejor. Es una versión libre del romance del prisionero. Quizá alguno de vosotros se haya sentido a veces de alguna manera apresado, sobre todo en los peores momentos de sacrificio y esfuerzo. Pronto, esperamos, que llegue la ansiada recompensa. Hoy estamos aquí para celebrar estos años de trabajo, pero –no seamos quejicas- también de satisfacción y buenos momentos y para tener la oportunidad de darnos mutuamente las gracias. En vuestros escritos habéis repetido como una letanía la nostalgia por la infancia perdida, aquellos maravillosos años en los que apenas había preocupaciones y casi todo era un juego. Ahora, la adolescencia y su contradictoria puesta en cuestión de todo y de todos afila el juicio a veces de forma despiadada y hace falta esperar a que el recuerdo se macere en el jugo sereno de la distancia. Este año en el que despedimos a la XXXVI promoción celebramos el segundo centenario del nacimiento de Charles Dickens, el escritor inglés de origen extremadamente humilde que llegó a ser un fenómeno de masas en su tiempo y que ha conseguido ser el más leído después de Shakespeare. Tuvo la osadía de creer que en todos los seres humanos existe una bondad capaz de remediar los males y las injusticias de la sociedad. Para él, El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico. Ojalá que en el Colegio hayamos sido capaces de hacer sonar las mejores o por lo menos de contribuir a afinarlas. Como hemos podido apreciar aquí, la historia y sus actores se reinventan juntos cada año. En este teatro (entendido como espacio de acción y de vida) el final también cosecha inevitablemente aplausos y reproches y ya nos invaden a todos las ganas inmensas de que se baje el telón para buscar otros retos y seguir creciendo. ¡Ánimo y hasta siempre!
