Download Concepciones de la filosofía en la actualidad.

Concepciones de la filosofía en la actualidad.
Dar una definición de filosofía es siempre una tarea difícil, porque entre quienes la practican
no existe acuerdo unánime ni de aquello de lo que se ocupa ni de la forma de hacerlo.
Podemos distinguir dos concepciones acerca de qué es la filosofía que cuentan con cierta
legitimidad generalizada actualmente:
1) La filosofía como discurso argumentativo por antonomasia, que se pregunta en qué
medida pueden ser sostenidas nuestras posiciones, y en ese sentido las problematiza, refutando las
que no están debidamente fundamentadas y construyendo argumentaciones para sostener las
asumidas.
Es, desde esta perspectiva, una disciplina que se asienta sobre lo ya dicho, lo ya escrito, para
juzgarlo: decir si es correcto o incorrecto, válido o inválido, sostenible o insostenible. Y logra juzgar
a partir de la formulación de la pregunta ¿por qué? frente a cada posición, y de la consecuente
práctica argumentativa para su respuesta (la práctica de dar razones, dar apoyaturas, para asumir o
rechazar una posición).
El modo en el que se lleva adelante esa tarea de elucidación se basa siempre en
justificaciones, es decir, en ofrecer razones a favor o en contra de las tesis (posiciones) que se
abracen o se den por supuestas. Así es que sólo podremos establecer maneras más correctas de
pensar las cosas si consideramos, analizamos y examinamos nuestras creencias, nuestros supuestos,
opiniones y conocimientos, apoyándonos sobre fundamentos razonados y justificados. Asimismo,
lo que se sostiene en filosofía siempre corre el riesgo de ser objetado, pero dicha objeción solo
podrá hacernos cambiar de parecer o posición si ella misma está sostenida por razones atendibles
y claramente identificables. Por otra parte, además de la fundamentación y justificación de nuestras
posiciones, el ejercicio de la filosofía exige el atento examen de la consistencia (coherencia, no
contradicción) del conjunto de afirmaciones que se analizan. Un conjunto de proposiciones es
consistente cuando es posible afirmarlas simultáneamente como verdaderas. Indicar un conjunto
de proposiciones que relevan un problema filosófico como inconsistente será la evidencia de su
impropiedad y ofrecerá la posibilidad de establecer nuevas construcciones teóricas.
Esta concepción está muy arraigada en los modos de practicar filosofía en la actualidad. La
filosofía que se produce en las universidades, de Argentina y de la mayor parte del mundo, es, en la
mayoría de los casos, un discurso argumentativo sobre distintos aspectos del mundo o sobre otros
discursos (científicos, morales, políticos), muchas veces en discusión con otros discursos
argumentativos de la tradición filosófica, en una larga cadena histórica dialógica de
argumentaciones y contraargumentaciones.
2) La filosofía como creación de sentidos, creación conceptual, creación que nos permite
comprender de otra forma lo que nos rodea, tornar relevantes aspectos que habían permanecido
invisibles y, en ese marco, relacionarnos de otra forma con ello. La creación de sentidos refiere a la
creación de una orientación en el pensar, una dirección (hacia dónde miramos, desde dónde
miramos, qué es relevante). Las distintas filosofías construyen mundos, construyen modos de
habitar el mundo. Esta perspectiva pone énfasis en la invención, en la creación, no en la
reproducción de lo ya dicho. Se trata de una disciplina que habita el mundo y crea en él. Veamos
algunas posiciones de filósofos que tienen esta concepción:
Gilles Deleuze: “La filosofía no es comunicativa, ni tampoco contemplativa o reflexiva: es
creadora, incluso revolucionaria por naturaleza, ya que no cesa de crear conceptos nuevos. La única
condición es que satisfagan una necesidad y que presenten extrañeza, cosa que sólo sucede cuando
responden a problemas verdaderos.”
Paul B. Preciado: “Lo que me interesa no es descubrir la verdad, sino inventarla, es decir,
producirla. Las prácticas filosóficas son prácticas de invención de la verdad.” (Preciado)
Esta segunda concepción, en sus distintas variantes, afirma que todo marco conceptual,
toda forma de ver el mundo, va unido a un conjunto de prácticas sociales, a una forma de habitar el
mundo. Crear nuevos conceptos va también de la mano con crear nuevas prácticas. No se trata de
una relación causa-efecto (que nuevos conceptos tienen como efecto nuevas prácticas, ni que
nuevas prácticas tienen como efecto nuevos conceptos), sino de una relación indisociable. Una cosa
no puede darse sin la otra.
Conclusiones finales
Como una manera general de caracterizar la filosofía, podemos decir que se trata de una
práctica, socialmente posibilitada y regulada, del pensar problematizador y creador de sentidos. No
asume ninguna posición como una verdad última, y esto se ve reflejado en las dos perspectivas
arriba esbozadas: en la primera, por buscar una justificación a toda posición, y no aceptar nada que
no pueda ser justificado; la segunda, por considerar que toda posición y todo marco conceptual es
una invención, contingente y variable, que puede ser reemplazada por otras invenciones
conceptuales, lo cual es tarea de la filosofía. Ambas concepciones consideran que la filosofía no se
refiere a un único objeto o tipo de objetos, sino que aborda varios aspectos de lo que nos rodea
desde una aproximación problematizadora.